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Modo y estilo de vida

sobrepeso y la obesidad son una epidemia que afecta a individuos de todas las edades, sexos, razas y latitudes, sin respetar el nivel socioeconómico. Es la consecuencia de la existencia de un balance energético positivo que se prolonga durante un tiempo. Por esta razón, las acciones que se ejecuten deben estar dirigidas a desarrollar estilos de vida saludables mediante la realización de actividades físicas moderadas e intensas acompañadas del consumo de una dieta adecuada.

Para lograr que en una población se mantengan estilos de vida saludables es necesario que ésta participe activamente en la búsqueda de las medidas que permitan su realización y éstas se deben practicar de acuerdo con un enfoque holístico donde la integración armónica de todos sus componentes faciliten la realización más eficiente con el mayor efecto residual.

Si en edades tempranas no se consume una dieta variada, equilibrada y en cantidades suficientes para que aporte los nutrientes necesarios en el crecimiento y desarrollo, estaremos fomentando que el niño crezca con tendencia a ser un adulto obeso; sin embargo, nunca es tarde para adoptar nuevos estilos de vida. Aun en la etapa adulta se puede comenzar con patrones dietéticos sanos que nos protejan de la obesidad.

El abordaje terapéutico de la obesidad, por su naturaleza multifactorial, debe ser objeto de múltiples sectores o miembros de la sociedad. En correspondencia con la realidad de que no existen tratamientos mágicos para la misma es necesario que médicos, personal paramédico, maestros, padres, funcionarios de salud pública y de otros sectores en unión de líderes formales y no formales de la comunidad unan sus esfuerzos con vistas a lograr la aplicación de programas o medidas que eviten el incremento progresivo del número de casos y que al mismo tiempo a los ya afectados les permita reducir el exceso de grasa corporal e incluso retornar a su peso saludable.

Tratándose de la obesidad, es una obligación de todos unirse para enfrentarla y dominarla porque de no hacerlo, como consecuencia de las complicaciones a las que puede dar lugar con toda seguridad terminará más temprano que tarde comprometiendo, de manera importante, el cuadro de salud de la población. Sin olvidar que las acciones sobre el individuo obeso deben provenir de varias direcciones, de manera tal que en su conjunto permitan la integración de un tratamiento de la enfermedad.

Como el individuo obeso es parte integrante de la comunidad, ésta requiere ser informada correctamente sobre las acciones que debe realizar para lograr y mantener el peso correspondiente a la edad, sexo y talla de sus integrantes por las implicaciones que esto tiene para la salud de la población. Entre las informaciones que se les deben brindar a la comunidad se encuentran las que tienen relación con las recomendaciones sobre la realización de un determinado nivel de actividad física, buenos hábitos alimentarios e inocuidad de los alimentos.

El consumo regular de alimentos que de forma natural son ricos en antioxidantes como frutas, vegetales, granos integrales, legumbres y condimentos a partir de hierbas, está estrechamente asociado con beneficios para la salud. Las personas que consumen estos alimentos ingieren niveles variados de compuestos activos y protectores de fatales enfermedades. Es importante comprender que la alimentación más saludable para el ser humano, el combustible que nos aporta mayor rendimiento y menor riesgo para la salud, es el que nos proporciona la naturaleza. Aprovechemos de forma sabia esta maravillosa fuente de vida.

Cáncer

El ser humano necesita adquirir sistemáticamente por los alimentos el aporte de grasas, proteínas, carbohidratos y pequeñas cantidades de micronutrientes como minerales y vitaminas. Su combinación para lograr una alimentación balanceada, más otros factores que forman parte del estilo de vida, son el pasaporte para viajar por una vida larga, sana, que además nos permita la prevención de muchas enfermedades.

Las dolencias que ocupan los primeros lugares en las estadísticas de mortalidad en el mundo están marcadas por diferentes factores de riesgo; pero cada vez se ve con mejor claridad el papel que desempeñan los hábitos alimentarios en su aparición, de ahí que puedan ser poderosas herramientas en su prevención. (9, 10,11).

Conclusiones

Con este trabajo hemos arribado a las conclusiones de que el modo y estilo de vida de la población depende directamente del sistema socioeconómico imperante, por lo tanto, al cambiar el sistema socioeconómico existente por otro, se producen cambios en el modo y estilo de vida, que a su vez, determinan cambios en la calidad de vida y en el proceso salud-enfermedad.

Referencias bibliográficas

1- Sintés, Álvaro Roberto (2001). Temas de medicina general integral. La Habana: ECIMED, Vol. I pág. 39-41.

2- Colectivo de autores. Lecciones de Filosofía Marx-Leninista. Vol. II. La Habana: Ed. Pueblo y Educación; 1991.p. 298-312.

3- Colectivo de autores. Lecturas de Filosofía, Salud y Sociedad. La Habana: Ed. Ciencias Médicas; 2000. p.32-43, 294-332.

4- Schwartzmann, Laura (2003). Calidad de vida relacionada con la salud: aspectos conceptuales. Rv. Cienc. enferm. vol. 9, nº. 2 [citado 2009-03-10], pp. 9-21. Disponible en http://www.scielo.cl/scielo. php

5- Núñez de Villavicencio F. Modo de vida, psiquis y salud. Psicología y esalud. La Habana: Ed. Ciencias Médicas; 2000. p.113-34.

6- El clásico de la sociología en este ámbito es Estilos de vida de David C. Chaney.

7- Casal Sousa, Ada y colectivo de autores. Complemento al programa de la asignatura Psicología Médica I. En Clase práctica de modo y estilo de vida, Ed. de Ciencias Médicas, La Habana pp. 45-57.

8- Núñez de Villavicencio Porro, Fernando y colectivo de autores. Psicología y salud. En modo de vida psiquis y salud, Ed. de Ciencias Médicas, La Habana, pp. 113-133

9- Rodríguez Marín, J. (1995). Promoción de la salud y prevención de las enfermedades: estilos de vida y salud. En: Psicología social de la salud. Madrid: Ed. Síntesis.

10- Salinas, J. y Vio, F. (2003). Promoción de salud y actividad física en Chile: política prioritaria. Revista Panamericana Salud Pública, 14(4):281288.

11- Sánchez, Vivian. (2003). Hábitos alimentarios y cáncer. Revista Salud Vida [online].Publicado el 25 de febrero de 2003, página inicial. [Consultado el 14 de noviembre de 2006].