Inicio > Medicina Preventiva y Salud Pública > Niveles de contaminación acústica en los hospitales > Página 2

Niveles de contaminación acústica en los hospitales

Unidad de cuidados intensivos neonatales:

Los recién nacidos pre término (RNPT) presentan una importante inmadurez anatómica y funcional de sus órganos y sistemas, en especial del sistema nervioso central (SNC), y sus capacidades de adaptación al medio se encuentran limitadas. Por este motivo el ruido es particularmente perjudicial, siendo la mayor fuente de estrés para el neonato. 21

La literatura nos indica que los niveles de ruido en las UCIN sobrepasan a las recomendaciones de la OMS de que no excedan los 35 dBA durante la noche y 40 dBA durante el día. 22 Diversos artículos demuestran mediante mediciones con sonómetro que se sobrepasan estos valores y todos coinciden que la principal fuente de ruido proviene del propio personal, como indican Vélez- Pereira et al., (2012), Fajardo et al., (2007) y Garrido et al., (2016). 23-25

Otro estudio relaciona el nivel de ruido ambiental y el del interior de la incubadora, ambos son mayores de lo recomendado, siendo más elevados en la UCIN. Aunque la incubadora funciona parcialmente como barrera para penetración de los sonidos ambientales, los sonidos producidos por el propio funcionamiento y por los cuidados que son ejecutados en el niño además de factores como el peso de bebé (menor peso, mayor ruido) o sus movimientos (puede aumentar 20 dB) reverberan en la pared dura de la cúpula de la incubadora amplificando el ruido que afecta al neonato. Aunque se observó que hay un mayor nivel de ruido con la puerta cerrada que con ella abierta. Pero de forma general debemos considerar como un sistema, si aumenta el ruido ambiental aumenta en el interior de la incubadora. 25

Las manifestaciones cuando los neonatos son expuestos al ruido intenso modifican sus repuestas fisiológicas (puede aumentar su presión intracraneal y disminuir la saturación de oxígeno) y de conductas cambian significativamente, haciendo que su desarrollo general sea menor, con una mayor duración del tiempo de hospitalización, una disminución de su peso y retraso en su neurodesarrollo. Repercusiones que pueden influir a largo plazo en una peor calidad de vida. 21

Hospitalización

En estudios realizados en diversos hospitales queda reflejado que se superan los niveles de ruido recomendados por la OMS en diferentes plantas de hospitalización.

Vílchez-Dagostino et al., (2012) tras encuestar a 325 pacientes y realizar mediciones de ruido en dos plantas del Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, encontraron que los niveles de ruido en las plantas medidas, oscilo entre un rango de 53,4 dB a 76,5 dB. 9

Vehid et al., en Turquía (2011) exponen que las mediciones realizadas durante el día oscilaron entre 45 dBA y 61 dBA, dichas mediciones fueron significativamente menores en los servicios de Neurología y Otorrinolaringología comparados con otros servicios. Durante el día el máximo nivel, se observó en la sala de terapia física y rehabilitación (61 dBA). Los 226 pacientes encuestados refirieron como fuentes de ruido más molestas los timbres y conversaciones de teléfono con un 41,5% del total de pacientes, los visitantes hablando en los pasillos y el agua corriente del grifo y los carros de medicación y comidas 26.

Park et al., (2014) en Dankook University (Korea) indicaron un nivel de ruido medio en las habitaciones de los pacientes de 64.2 (dBA) durante el día y 60.9 (dBA) en la noche, superior a los recomendados por la OMS. El ruido causado por los cuidadores de otros pacientes y visitantes (23,6%), seguido por el ruido causado por los demás pacientes, como ronquidos, inodoros, carros de medicamentos/alimentos y teléfono o el televisor, el personal médico personal y dispositivos médicos eran los más molestos 27.

Vico-Romero et al., (2014)28 y Penas Casals (2009)29 tras encuestar a 299 pacientes de las unidades de medicina interna y 64 pacientes hematología y oncología, concluyeron que al 38,9 y 31% de los pacientes ingresados, respectivamente, el ruido era uno de los factores que más perturbaba el sueño.

Marqués et al., (2006) en un estudio realizado en 4 hospitales españoles de media y alta complejidad, en los servicios de Cuidados Intensivos, de Cirugía y de Pediatría. Encuestaron a 193 pacientes sobre la intensidad, duración y frecuencia del ruido, además de la actitud y tolerancia al ruido, obteniendo que la fuente de ruido que más molestaba a los pacientes eran las propias personas cuando hablaban alto, con un 64,8%, la franja horaria donde se registró mayor percepción del ruido fue de 9-21h con un 77%, sin embargo, molestaba más en la noche con un 31,1% o incluso por la tarde y especialmente cuando sentían dolor (28,5%). Al 43% de los pacientes les molesta el ruido para dormir en el hospital, un 13,5% lo considera insoportable. Las características del ruido más molestas para los pacientes eran el alto volumen y aquellos que se repetían muchas veces (35,2%). 30

Otro estudio llevado a cabo en Brasil, muestra los niveles de ruido en 10 localizaciones distintas del hospital, (admisión de urgencias, UCI adultos y neonatal, cirugía, pediatría, farmacia, esterilización, cocina, lavandería. Siendo el nivel medio de ruido encontrado de 63.7 dB(A). Con valores promedio de 64.2 en urgencias, de 61.4- 62.7 dB(A) en ambas UCI’s y de 59.1 en cirugía. En pediatría se encontraron picos de 70dB(A), causados por las conversaciones y el llanto de los niños. 31

Discusión

Como muestran las investigaciones realizadas, la mayoría de los hospitales muestran niveles de ruido superiores a los niveles máximos recomendados por la OMS.

Aunque las mediciones varían de unas estancias hospitalarias a otras, tanto en UCI 16-18,22-25 como en hospitalización 9,14,26,27,31,32 por las características propias de ellas y de las actividades realizadas según la especialidad, 26 los niveles de ruido en los estudios seleccionados, son superiores a los recomendados, tanto para los valores diurnos, 9,14,26,34 como para los nocturnos, 15 indicando que el problema es generalizado. 27

De los estudios seleccionados, las fuentes de ruido identificadas son comunes a la mayoría de ellos, encontramos entre las más molestas, el ruido producido por el personal 16,18, 23,24 (parte del ruido proviene del aparataje y técnicas que realiza el personal sanitario) las conversaciones en los pasillos 19, 26 los timbres, 26 las alarmas de los dispositivos médicos 19, los carros de medicación y comidas, el uso abusivo de los teléfonos móviles, el excesivo número de visitantes en los Hospitales. 27

Los estudios referidos a niños ingresados en unidades UCIN, hablamos de modificaciones fisiológicas como consecuencia del ruido y posibles repercusiones en su futuro desarrollo. 21 Así mismo, los valores encontrados en UCIN se encuentran por encima de los valores recomendados por la OMS. 16,23 Teniendo en cuenta el ruido como factor que afecta al sueño varios estudios identifican el ruido como el factor ambiental que más perturba el patrón sueño/descanso. 19,20,28,29,30. La percepción del ruido en el hospital, es diferente si se observa desde el punto de vista del paciente o del profesional que trabaja en él, 18,32 una de las razones pudiera las diferentes características de entre pacientes y personal y el tiempo de estancia.

Es importante reseñar que algunos estudios muestran que el ruido podría reducirse y se aportaron soluciones para ello, 1 4,32-34 como una mayor concienciación al personal del hospital y a los usuarios.

En California, Taylor and cols. (2008) en una unidad médico-quirúrgica, pusieron en marcha una intervención, consistente en un programa educacional al personal del hospital, se eliminaron posibles causas de ruido innecesario en la unidad de intervención (casos), además se realizaron mediciones pre y post intervención, no se realizaron intervenciones en la unidad de control, a posteriori y se encuesto con la Topf Adapted Sound Disturbance Survey for Patients/ Employees. El nivel medio de ruido diario fue de 44.9 a 69.2dBA durante la duración del estudio, el pico de ruido coincidía con el cambio de turno del personal (65-75dB). Pacientes y personal mostraron diferencias en la percepción del ruido, entre casos y controles después de la intervención, aunque sin significación estadística. 14

Similar al anterior, es el trabajo llevado a cabo por Dube et al, (2008) en la cual las causas de ruido identificadas son similares para pacientes y personal (conversaciones, carros, monitores, megafonía, pasos) siendo las voces el ruido las molesto para ambos. Los niveles de ruido medidos oscilaron de 31 dBA a 84 dBA. El ruido se redujo significativamente, excepto en el turno de noche, los niveles de ruido percibidos por los pacientes fueron más bajos tanto pre y post intervención que los percibidos por el personal. 32

 En el estudio elaborado por Gómez Tovar (2016) en el que se realizó una intervención para disminuir el delirium en UCI. Se aplicó una guía de cuidados de Enfermería basados en la evidencia, compuesta por una serie de medidas para controlar factores estresores del entorno. Entre otras, había actividades para controlar el ruido ambiental como disminuir volumen alarmas, evitar hablar en voz alta, responder rápidamente a las alarmas… Y cuyo resultado principal fue que se evitó en un 94% la aparición de delirium. Y de forma más específica, se encontró que el ruido es el principal estresor y como se redujo de un 34% a 4% según la percepción de los participantes para conciliar el sueño la disminución del ruido. 33

Por lo que a la vista de estos resultados se evidencia que es posible prevenir el delirium en UCI, a través del control de estresores del entorno, es decir, garantizando al paciente periodos prolongados de sueño. 33 Otro estudio, Duarte et al (2012), también muestra la eficacia de una intervención educativa hacia el equipo de salud que trabaja en la UCI, ya que se observó que la principal fuente de ruido provenía del propio personal. Mediante una intervención basada en conferencias y material educativo, se obtuvieron como resultados una reducción significativa en los niveles de ruido en 57 de 90 horas registradas (63,33%). Por lo que queda demostrado la importancia de la concienciación de las causas del ruido y sus repercusiones como una herramienta eficaz para disminuir el excesivo ambiente ruidoso en la UCI. 34

Conclusiones

Todos los trabajos encontrados han documentado que el nivel de ruido está por encima de las recomendaciones de la OMS. Demostrado que el elevado nivel de ruido afecta negativamente a la salud, se debería prestar una mayor atención al control del ruido.

En nuestro medio la atención encaminada en este sentido es escasa, como queda reflejado en el estudio de Escudero et Al (2015) que evaluaba 135 UCI españolas, solamente 5 UCI (3,8%) tenían medidor de ruido ambiental, lo que ratifica la poca atención que se presta al control del ruido. 35