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Niveles de dosis en estudios de tórax posteroanterior

amplia gama de actividades de control de calidad trabajen eficazmente se implementa un programa de dirección general que recibe el nombre de garantía de calidad.

Limitación del tamaño de campo y del haz de rayos X

Un tamaño de campo inadecuado es el más importante fallo en la técnica radiográfica pediátrica. Un campo demasiado pequeño degradará inmediatamente los criterios de imagen aplicables y un campo demasiado grande no solo degradará el contraste de la imagen y la resolución, por el aumento de la radiación dispersa, sino también y más importante, producirá irradiación innecesaria del cuerpo fuera del área de interés. La correcta limitación del haz requiere un adecuado conocimiento de los límites anatómicos externos por el técnico, estos difieren con la edad del paciente de acuerdo a las proporciones variables del cuerpo en desarrollo. Además, el tamaño del campo de interés depende mucho más de la naturaleza de la enfermedad que subyace en bebés y en niños y chicos pequeños que en adultos. Para técnicos de radiodiagnóstico y otros que ayuden, se requiere un conocimiento básico de la patología pediátrica, para asegurar limitación adecuada del haz en estos grupos de edad.

El tamaño de campo mínimo aceptable se fija por las marcas anatómicas listadas reconocibles para las exploraciones específicas. Más allá del período neonatal, la tolerancia para el máximo campo debe ser menos de 2 cm mayor que el mínimo y en el período neonatal, el nivel de tolerancia debe reducirse a 1.0 cm por cada lado.

En pacientes pediátricos, la evidencia de los límites del campo debe ser aparente por márgenes claros de película no expuesta. Los dispositivos de limitación del haz que ajustan automáticamente el campo al tamaño completo del chasis son inapropiados para pacientes pediátricos.

Filtración añadida

La parte blanda del espectro de radiación que se absorbe en el paciente es inútil para la producción de la imagen radiográfica y contribuye innecesariamente a la dosis al paciente, parte de ella se elimina por la filtración del tubo, su encapsulamiento, el colimador, etc., pero es insuficiente, la mayoría de los tubos tienen una filtración mínima de 2.5 mm Al. La filtración adicional puede reducir más la radiación no productiva y, por tanto, la dosis al paciente. Para pacientes pediátricos, la dosis de radiación total debe mantenerse baja, particularmente cuando se usan sistemas pantalla-película de alta velocidad o técnicas de intensificación de imagen.

No todos los generadores permiten los tiempos de exposición cortos requeridos en técnicas de alto Kilovoltaje. Frecuentemente se usa voltaje radiográfico bajo para pacientes pediátricos, pero ello produce comparativamente una mayor dosis al paciente, sin embargo una filtración adicional adecuada permite el uso de voltaje radiográfico mayor con los más cortos tiempos de exposición disponibles, superando entonces la capacidad limitada de tales equipos para exposiciones cortas.

Esto hace posible usar sistemas pantalla-película de alta velocidad y de fotografía del intensificador de imagen.

Condiciones de exposición radiográfica

El conocimiento y uso correctos de los factores de exposición radiográfica adecuados, ej., voltaje, tamaño de mancha focal nominal, filtración, distancia foco-película, es necesario porque tienen un efecto considerable en la dosis al paciente y en la calidad de imagen. Los parámetros permanentes del equipo, tales como filtración total y características de la reja, deben también tenerse en cuenta.

Los criterios de calidad no pueden aplicarse en todos los casos, en ciertas indicaciones clínicas, un nivel inferior de calidad de imagen podría ser aceptable, pero esto, siempre idealmente, debe asociarse a menor dosis de radiación al paciente, bajo ninguna circunstancia debe ser rechazada una imagen que reúne todos los requisitos técnicos aunque no cumpla con todos los criterios de imagen [14,15].

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Radiografía anteroposterior de tórax

Figura 5 Imagen radiográfica de Tórax Antero-Posterior

Sistema fisiológico de la respiración

La respiración es el término utilizado para referirse al proceso de intercambio de gases por el cual animales y vegetales utilizan el oxígeno, producen dióxido de carbono y convierten la energía en formas biológicamente útiles.

Este mecanismo asegura la provisión del oxígeno molecular necesario para los procesos metabólicos de las células en los distintos órganos del cuerpo y la eliminación de anhídrido carbónico producido. Este intercambio gaseoso se denomina hematosis.

Podemos dividir la respiración en dos tipos: la respiración interna que se refiere a las reacciones que se producen a nivel celular y la respiración externa que implica el intercambio de gases entre el medio externo y las células.

Generalmente se divide en una porción superior constituida por las fosas nasales y otra inferior formada por la laringe, tráquea, bronquios y pulmones. Estas estructuras calientan, humedecen y filtran el aire respirado antes de su llegada a la porción respiratoria pulmonar. Entre la porción superior y la inferior existe una parte común a los aparatos digestivo y respiratorio, la faringe, que servirá de paso alternativamente al bolo alimenticio durante la deglución o al aire que se dirige o proviene de los pulmones.

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Anatomía de sistema respiratorio

Figura 6 Imagen anatómica del sistema respiratorio

Pulmones: órganos de estructura esponjosa y tienen forma de pirámide con la base descansando sobre el diafragma. El derecho es mayor que el izquierdo; el derecho consta de tres partes o lóbulos, mientras que el pulmón izquierdo sólo posee dos debido a que está posicionado en el mismo lado que el corazón. La función principal del pulmón es la hematosis, en la que tanto el oxígeno como el dióxido de carbono atraviesan la barrera sangre-aire de forma pasiva, por diferencias de concentración (difusión) entre las dos fases.

Los pulmones se encuentran protegidos dentro de la caja torácica, formada por las costillas y el esternón. Entre las costillas