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Nociones de urgencias psiquiátricas

merced de amenazas imprecisas, expresión facial característica, manifestaciones neurovegetativas, tales como: midriasis, palidez facial, sudores profusos, taquicardia, taquipnea, diarrea, sequedad de boca, disminución del apetito, insomnio, hipertensión e hipoglucemia. A lo expuesto, se agregan otros síntomas como tensión muscular, cefalea, polaquiuria, etc.

Los ataques de pánico, caracterizados por episodios breves de ansiedad intensa, surgen súbitamente, alcanzan su máximo rápidamente y no están asociados a situaciones amenazantes de la vida ni agotamiento físico o estímulo fóbico. Se acompañan de un acentuado temor a morir, a volverse loco o a perder la razón, junto a una sensación de falta de aire o asfixia y predominio de síntomas vegetativos de gran intensidad. Pueden estar asociados a agorafobia y superponerse a los demás trastornos de ansiedad como la ansiedad generalizada, la ansiedad situacional o a los trastornos obsesivo-compulsivos.

Es importante, desde el punto de vista del diagnóstico diferencial, tener en cuenta que una serie de enfermedades orgánicas cursan con ansiedad:

– Angina de pecho

– Cafeinismo

– Delirio

– Crisis epilépticas parciales complejas

– Hipoglucemia

– Hipoxia

– Intoxicación por drogas psicoestimulantes

– Embolia pulmonar

– Taquicardia paroxística

– Tirotoxicosis

Después de excluidas las causas orgánicas citadas, hay que tratar de resolver la situación de ansiedad o pánico. Hay que establecer una buena relación emocional con el paciente, escucharlo y reasegurarlo. Realizados los exámenes físicos y si los resultados son negativos, debe mostrársele que se trata de un problema psíquico y no orgánico; hay que evitar fraseos como que «no tiene nada» o que son «cosas de su imaginación». Hay que ser cautos y evitar afirmar que el trastorno no se repetirá. Debe señalársele que su condición requiere y tiene tratamiento. Se prescribirán ansiolíticos: Diazepan 10 miligramos vía oral, o de ser
necesario, por vía intravenosa sin dilución, y muy lentamente para evitar el riesgo de depresión y paro respiratorio; Lorazepam 1-2 miligramos vía oral; Alprazolam 0.5-1 miligramos vía oral. Las dosis pueden ser repetidas una hora después, hasta amenguar los síntomas o producir sedación.

En los ataques de pánico se indica alprazolam 0.5-1 miligramos vía oral 3-4 veces al día para alcanzar una dosis óptima de 6 miligramos. Puede administrarse Diazepan 10 miligramos vía oral o vía intravenosa.

En el trastorno de pánico el tratamiento de largo plazo se hace con alprazolam, antidepresivos o con inhibidores de la monoaminoxidasa.

En caso de tendencia grave al suicidio deberá internarse al paciente. La ansiedad, cuyo sustrato tenga una enfermedad orgánica, deberá tener en cuenta la etiología respectiva. Sólo con mucho cuidado se indicarán benzodiacepinas.

TRASTORNOS DISOCIATIVOS.(Fuga psicógena)

Como un tipo de los trastornos de disociación el paciente puede sufrir una fuga súbita e inesperada del hogar o del trabajo y adoptar una nueva identidad. Hay alteración de la conciencia con perplejidad y aturdimiento, además de amnesia para recordar los acontecimientos ocurridos en tal estado. La etiología es psicógena.

La recuperación del estado es generalmente rápida y completa. La psicoterapia de apoyo y la modificación ambiental tienen cabida. En algunos casos se puede emplear el narcoanálisis.

TRASTORNOS DE CONVERSIÓN. (Trastorno disociativo motor)

Conocida anteriormente como Neurosis Conversiva se caracteriza por pérdida o alteración del funcionamiento físico que compromete los órganos bajo control neurológico, sensorial o motor. Es expresión de un conflicto o necesidad psicológica y no tiene base orgánica. El narcoanálisis puede aclarar el origen de los síntomas. El tratamiento de fondo empleará diversos tipos de psicoterapia. 

TRASTORNOS DE ADAPTACIÓN

Caracterizados por reacciones de desajuste a los problemas que se confronta en la vida diaria (problemas situacionales interpersonales, ruptura de una relación afectiva, estrés del ejecutivo, incremento de responsabilidades). Se manifiesta por ansiedad, depresión o trastorno del comportamiento. Se exterioriza desesperanza, llanto, incapacidad para resolver la situación, insomnio y fatiga.

Se tratará con la técnica de intervención en crisis, clarificando los factores precipitantes, estableciendo una buena relación y dando apoyo; de ser necesario, se indicarán ansiolíticos: Diazepan 5-10 miligramos vía oral 1 a 3 veces al día; si hay inquietud marcada, se dará al paciente Diazepan 10 miligramos vía intravenosa y, de haber síntomas depresivos, se prescribirá antidepresivos.

AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

Agitación es la actividad motora exagerada, desorganizada, asociada a exaltación y excitabilidad mental. Se presenta en los cuadros psicóticos, trastornos no-psicóticos y en trastornos mentales orgánicos. Es también, parte constitutiva de los cuadros de agresión o violencia.

Violencia o agresión, es la acción espontánea o reactiva que descarga estímulos nocivos o dañinos sobre otros organismos o el propio.

La agitación psicomotriz puede presentarse como sintomatología grave de diversos trastornos: de adaptación, angustia intensa, pánico, esquizofrenia, manía, orgánico cerebrales y otros.

Hay una serie de causas médicas que pueden producir síntomas de agitación:

Tóxicas: Drogas simpaticomiméticas, digitalismo, cafeinismo, psicoestimulantes

Abstinencia del alcohol o drogas hipnosedantes.

Metabólicas: Hiper o hipotiroidismo, hipoglucemia, síndrome carcinoide, etc.

Cardiovasculares: Angina, infarto, arritmias.

En el abordaje al paciente violento o agudamente agitado, el médico tendrá calma, dominará su propio temor, no rechazará al paciente ni lo ridiculizará. Si éste es altamente violento deberá protegerle así como al personal auxiliar, de posibles daños.