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Nutrición antioxidante en la patología ocular

diversas enfermedades.

ESTUDIOS CON SUPLEMENTACIÓN ANTIOXIDANTE: En los últimos diez años se han realizado múltiples estudios para evaluar el beneficio de los suplementos antioxidantes cuyos resultados a corto plazo sugirieron beneficios con dosis elevadas. Recientes estudios a gran escala diseñados para examinar el papel particular de la vitamina E han fracasado en demostrar cualquier beneficio. Un ejemplo de ello es el estudio HOPE (Heart Outcome Prevention Evaluation) sobre suplementación con vitamina E en 900 pacientes con alto riesgo de enfermedad coronaria, el cual no mostro beneficio alguno del aporte de esta vitamina (11).

LUTEÍNA Y LA XEAXANTINA En primera posición en el ranking de antioxidantes más beneficiosos para la vista se encuentran la zeaxantina y la luteína. Estos dos carotenoides (pigmentos) desempeñan un papel esencial en la prevención de la catarata y de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). La DMAE, enfermedad degenerativa de la visión central, es la primera causa de ceguera en los países industrializados. Según datos de una encuesta del Instituto francés de la Salud y la Investigación Médica, el riesgo de padecer DMAE o catarata disminuye en un 93% y un 47% respectivamente en el caso de las personas con índices altos de zeaxantina. Del mismo modo, el riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE) disminuye en un 69% en aquellas personas con índices elevados de luteína. A pesar de que otros estudios serían necesarios para poder confirmar estas cifras, hoy en día no cabe duda alguna sobre los efectos protectores de la luteína y la zeaxantina. Son carotenoides (pro vitamina A) que se encuentran en frutas y verduras y en algunos productos de origen animal como la yema del huevo. Los ácidos grasos omega 3, son grasas esenciales que se encuentran principalmente en los pescados de agua salada.

Estos dos carotenoides que acabamos de citar se encuentran concentrados en la retina y el cristalino, donde actúan como una barrera protectora contra la luz impidiendo así posibles daños de los tejidos oculares. Dichos antioxidantes protegen igualmente los ojos de la oxidación causada por los radicales libres procedentes del propio metabolismo corporal, la exposición solar o el tabaquismo que provocan la aceleración del envejecimiento celular.

Según un estudio del laboratorio Kemin Health, los europeos consumen de media 2,2 mg de luteína diarios a pesar de que los efectos protectores de la misma se desencadenan a partir de los 6 mg. Encontrarás la luteína y la zeaxantina en la mayoría de las verduras de color verde oscuro. El primer puesto de la clasificación es, sin duda, para la col verde (¡más de 20 mg en tan sólo una porción de unos 250 g!), seguida de las espinacas, el brócoli y el maíz (12).

Según los estudios realizados hay evidencia de que estos carotenoides y en especial los ácidos grasos omega-3, pueden reducir el riesgo de padecer catarata y degeneración de mácula. Se cree también que retardan el progreso de estas enfermedades una vez que se tienen. Además, la luteína puede retardar la degeneración visual en pacientes con retinitis pigmentosa (ceguera nocturna).El estrés oxidativo es elevado en la vista debido a la elevada exposición a la luz de alta intensidad. La base biológica de los beneficios de la luteína y xeaxantina en estas patologías, se basan en sus propiedades antioxidantes donde tienen la capacidad de captar el oxígeno evitando la formación de radicales libres y daño celular.

En un estudio realizado se administró a un grupo de pacientes con ceguera nocturna, un suplemento de 1500 UI de vitamina A y 400 UI de vitamina E evaluándolos por un tiempo, se observó quela vitamina A retardó la progresión de la enfermedad perola vitamina E producía efectos adversos, específicamente en este estudio (12). Otros estudios recientes sobre los beneficios de omega 3 en nuestro organismo incluye la evidencia de prevenir degeneración de la mácula (es el área más sensible de la retina donde se concentran cientos de terminaciones nerviosas muy cercanas entre sí). Esta es una causa creciente de ceguera permanente en el adulto mayor.

Países como Japón e Islandia presentan los menores índices de prevalencia de ésta enfermedad y es que el pescado es un alimento frecuente en su dieta. El ácido graso docosahexaenoico (DHA) es un tipo de ácido graso omega-3 presente en el pescado.

Smith y colaboradores estudiaron el tipo de alimentación de 3654 personas mayores de 49 años en Estados Unidos con el fin de identificar signos de degeneración macular, del total, 229 casos fueron detectados. El resultado de la investigación concluyó ingestas regulares de pescado (1 a 3 comidas al mes) previene el desarrollo de ésta enfermedad, mientras que una alta ingesta de grasas saturadas y colesterol aumenta el riesgo de padecerla.

A partir de muchos estudios realizados, los científicos recomiendan incrementar el consumo de pescado al menos, además se está sugiriendo recomendar la suplementación de omega 3 como medida de prevención y tratamiento (12).

ZELLXANTHINA, uno de los antioxidantes más poderosos de la naturaleza que apoya la salud neurológica y ocular y el envejecimiento agraciado en general, derivado  del complejo natural de Astaxanthin, proveniente de microalgas de agua dulce Haematococcus pluviales, pertenece a la familia de los carotenoides, y es uno de los más poderosos antioxidantes lipofílicos descubiertos hasta la fecha. Debido a su singular bioquímica, la astaxantina debe tenerse en cuenta como componente en todas las formulaciones de antioxidantes.

Debido a su potencia, puede funcionar como una «vacuna de refuerzo» para los antioxidantes comunes como las vitaminas A, C y E. Más importante aún, la química de la astaxantina evitará que estos antioxidantes se conviertan en “pro-oxidantes”, el cual actúa de la siguientes formas  primero   abastece a los radicales libres de los electrones que les hace falta y, por tanto, los Neutraliza, segundo barre los radicales libres atrayéndolos y atrapándolos (es como un imán para los Radicales libres), tercero previene la formación de radicales libres y cuarto transforma o se adapta a los radicales del medio.

La astaxantina tiene una doble función antioxidante. Es uno de los extintores más potente de oxígeno atómico. También tiene la capacidad de atrapar los radicales peroxilo de forma eficiente, cerrando el paso a la peroxidación lipídica. Como antioxidante, ha demostrado ser potente 500 veces más que la vitamina E, 10 veces más que el beta – caroteno y 5 veces más que la luteína. La astaxantina, a diferencia de algunos carotenoides, no se convierte en vitamina A (retinol) en el cuerpo humano. Este alto nivel de actividad antioxidante significa una capacidad mucho mayor para hacer frente a la aparición de