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Comportamiento de las oftalmopatías por VIH-SIDA

Comportamiento de las oftalmopatías por VIH-SIDA en Camagüey

Introducción: El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, desde que fue descrito en 1981, ha constituido uno de los retos de la medicina del siglo XX, tanto por su elevada mortalidad como por la diversidad de manifestaciones que abarcan la totalidad del organismo.

Comportamiento de las oftalmopatías por VIH-SIDA en Camagüey

Autores:

Dra. Alena de los Ángeles Vejerano Duany. Especialista en primer grado en Medicina General Integral. Especialista de primer grado en Oftalmología. Máster en Enfermedades Infecciosas.

Dr. Yanier Serrano García. Médico General Básico. Diplomado en Oftalmología.

Dra. Matilde Landín Sorí. Profesora Titular. Especialista en segundo grado de Oftalmología.

Dra. Dania de Jesús Bencomo. Profesora Auxiliar. Especialista en segundo grado de Oftalmología.

Est. Taimi Miranda Vergara. Estudiante de sexto Año de Medicina. Alumna ayudante en Cirugía General.

Entidad a la que está adscrito el autor: Hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech. Provincia Camagüey. Cuba.

Resumen:

Objetivo: Determinar las características y el manejo de las oftalmopatías por VIH-SIDA en pacientes y portadores, en el Centro Integral de Atención a personas que Viven con VIH-SIDA (PVVIH), del municipio de Camagüey, durante el período comprendido entre enero del 2009 hasta enero 2010.

Diseño metodológico: Se realizó un estudio observacional descriptivo transversal para el cual se contó con un universo constituido por los 460 pacientes diagnosticados por VIH-SIDA en nuestro municipio desde 1986 hasta el año 2009, quedando la muestra constituida por los 21 pacientes que padecían en el momento del estudio de oftalmopatías por VIH-SIDA y/o con antecedentes de padecerlas. Se utilizó un muestreo no probabilístico intencional. Se aplicaron criterios de inclusión, exclusión y salida.

Resultados: predominó el grupo de edades de 28 a 38 años, 11 pacientes (52,4%). El segmento del ojo más afectado fue el segmento posterior con 18 (85.7%). Los enfermos en etapa SIDA, representaron la mayoría con un 95.3%. Los 21 (100%) pacientes fueron diagnosticados en la ASS. La ceguera fue la complicación más frecuente 7 (33.3%). El tratamiento oftalmológico impuesto en la totalidad de los casos (21), fue combinado.

Conclusiones: La morbilidad de oftalmopatías por VIH-SIDA en la provincia, estadísticamente es baja.

Palabras clave: comportamiento, oftalmopatías, VIH/ SIDA.

Introducción

En 1981 se describieron en Estados Unidos los cinco primeros casos de un cuadro, no filiado previamente, de inmunodeficiencia muy grave asociado a neumonías por Pneumocystis carinii y sarcomas de Kaposi en varones homosexuales previamente sanos, que se denominó «síndrome de inmunodeficiencia adquirida» (S.I.D.A.). Posteriormente se ha sabido que el primer enfermo con síntomas clínicos de SIDA fue un marinero inglés fallecido en 1959. (1)

En 1983 Luc Montagnier en el Instituto Pasteur de París aisló el virus responsable de la nueva enfermedad, denominándolo LAV («lymphadenopathy associated virus»). En 1984 Robert Gallo confirmó el aislamiento del mismo virus proponiendo el nombre de HTLV III («human T-cell lymphotropic virus type III»). Posteriormente se sustituyó este nombre por el de HIV («human immunodeficiency virus»), o virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), con el que se le conoce en la actualidad (1).

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), desde que fue descrito en 1981 (2), ha constituido uno de los retos de la medicina del siglo XX, tanto por su elevada mortalidad como por la diverSIDAd de manifestaciones que abarcan la totalidad del organismo. El nivel de deterioro inmunológico de estos pacientes viene indicado por el recuento linfocitario en sangre. (2)

El VIH infecta al organismo mediante tres vías : las relaciones sexuales desprotegidas, la exposición directa de la piel no intacta y mucosas a sangre contaminada u otros hemoderivados, dentro de las que tenemos el intercambio de jeringuillas, agujas y la exposición ocupacional y otra vía que es de la madre al feto o transmisión vertical. (3)

En Cuba la detección inicial fue en personas que adquirieron la infección en el exterior del país afectando a sus parejas sexuales, así se da inicio a la transmisión autóctona. En cuanto a las formas de propagación de VIH en el país, los datos indican que se trata de una epidemia con predominio de transmisión sexual. El comportamiento del sexo define a la epidemia cubana como mayoritariamente del sexo masculino, 80% de todos los infectados son hombres y el otro 20% corresponde al sexo femenino. (4)

Según informe nacional desde 1986 hasta el primer semestre del año 2009, en Cuba se han diagnosticado un total de 11394 personas con VIH-SIDA, de ellos 9416, son portadores de VIH, enfermos con SIDA existen 4529, es importante y a la vez alarmante el caso, que hasta el primer semestre del año 2009, hubo un incremento de 163 casos que en igual período del año anterior (2008), teniendo Camagüey un incremento de 17 casos hasta la semana 25 del año 2009, con respecto a igual semana del 2008,(5) y al cierre del año 2009 ya existía un incremento mayor de 21 diagnosticados, 60 casos en el 2008 y 81 al cierre del 2009. (6)

En Camagüey desde inicio de la epidemia hasta el cierre del año 2009, existían 460 seropositivos, personas que Viven con VIH-SIDA (PVVIH-SIDA) 412, y clasificados SIDA 146, con un total de 48 fallecidos y de ellos 46 a causa del SIDA. (6)

A nivel ocular se le ha prestado toda la atención a las infecciones, fundamentalmente en forma de retinitis, la más común de ellas la producida por el citomegalovirus, que llevaba a la ceguera a un elevado número de pacientes (7-8). Con el uso de nuevos tratamientos, la supervivencia de los pacientes con SIDA se ha prolongado y el número de infecciones oculares ha disminuido. Todo ello ha llevado a una mayor preocupación por otros aspectos de la salud ocular, de los que se quejan con frecuencia estos pacientes, como son visión borrosa, fotofobia, nictalopía y dificultad en la lectura (9).

La importancia del compromiso ocular se hizo presente, desde los primeros casos de SIDA publicados en