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Parasitosis intestinal en la infancia, una mirada desde la atención primaria de Salud

prevalencia de parasitismo intestinal del 64%. Las parásitos identificados en orden de frecuencia fueron: Cryptosporidium parvum, Giardia lamblia, Cyclospora cayetanensis y Áscaris lumbricoides. La talla y peso bajo, emaciación y sobrepeso/obesidad fueron más prevalentes en los niños parasitados. Dentro de los factores estudiados los que guardaron asociación fueron: el vivir en un hogar con inseguridad alimentaria, haber sido alimentado con formula láctea y la presencia de coliformes en manos y uñas, y los factores que no mostraron asociación fueron las condiciones ambientales del hogar, infraestructura urbana o escolaridad materna. Se observó además que los factores socioeconómicos y alimentarios más que los ambientales inciden en la prevalencia de parasitismos en niños de CBI de Ciudad Juárez (Borrego, 2015, p.34-42).

En Venezuela, en el 2010, se realiza un estudio descriptivo, transversal en la Unidad Educativa de Panaquire-Miranda, en 69 niños donde se evaluó la prevalencia de parasitosis intestinal y los factores de riesgo higiénico-sanitarios, encontrándose que el 59% de las muestras fueron positivas para mono o poliparasitosis. Las infecciones por helmintos presentaron una alta prevalencia de 73,5%, y el patógeno más frecuente fue la Trichuris trichiura con un 34,4%. Se encontró una asociación causal entre la defecación a campo abierto y la infección por Áscaris lumbricoides y Trichuris trichiura (Rísquez et al., 2010, p. 10-11).

En Venezuela, en el 2011, se ejecuta un estudio descriptico y de corte transversal sobre el parasitismo intestinal y factores asociados en la población infantil de la comunidad Santa Bárbara, estudio efectuado en 172 niños, donde se encontró una prevalencia de 51,7% de las enteroparasitosis, siendo las edades de 5-9 las más afectadas con un 52,8%, así como el sexo masculino con un 56,1%. Los factores de riesgo asociados a la infección por parásitos intestinales fueron: el consumo de agua sin hervir, tener servicio sanitario fuera de la vivienda y la utilización del pozo colectivo como fuente de abasto de agua. El parásito que predominó fue Giardia lamblia seguido por Entamoeba histolytica/E. dispar. Las manifestaciones clínicas más frecuentes fueron dolor abdominal con un 43,8%, y diarrea con un 31,4% (Martínez & Batista, 2011, p. 40-41).

En este mismo país, en el año 2014, se publica un estudio comparativo de parasitosis intestinales entre poblaciones rurales y urbanas del estado Sucre, en 1.203 individuos, de edad de 0 a 80 años, donde se encontró que el 77,8% resultaron parasitados, siendo más prevalente el parasitismo en los niños de 0 a7 años en zonas rurales y de 8 a14 años en urbanas. En las zonas rurales predominó el poliparasitismo y en las urbanas el monoparasitismo. Se diagnosticaron más especies en las zonas rurales siendo Blastocistis spp. (protozoario) y Trichuris trichiura (helminto) las de mayor prevalencia (González et al., 2014, p. 98-101).

En Argentina, en el 2007, se desarrolla un estudio descriptivo y de corte transversal acerca del estado nutricional y la parasitosis intestinales en 600 niños de 3 a 6 años de edad, residentes en zonas urbana, periurbana y rural del Partido de Brandsen , Buenos Aires, donde se observó una prevalencia de baja talla para la edad y parasitosis, siendo el Enterobius vermicularis, Blastocystis hominis y Giardia lamblia las especies más abundantes, con predominio del poliparasitismo (Cesani et al., 2007, p. 111-114).

En Argentina, en la Ciudad de la Plata en el año 2014, se realiza un estudio para conocer la prevalencia de la parasitosis intestinal y los factores asociados en 653 personas, donde 585 fueron niños y 68 fueron adultos, encontrándose una prevalencia de 66.9% de las enteroparasitosis, que la frecuencia de infección no se asoció con la edad de los hospedadores ni con el sexo, la frecuencia de poliparasitosis fue superior en el área rural, mientras que los casos de monoparasitosis fueron más frecuentes en el área urbana; los protozoos fueron más frecuentes que los helmintos, en la prevalencia por especies parasitarias, la más prevalente fue Enterobius vermicularis seguida por Blastocystis spp. y Giardia lamblia; casi todos los factores de riesgo estuvieron asociados estadísticamente a la presencia de parásitos intestinales, salvo la convivencia con animales (p > 0.05). La presencia de algún síntoma también estuvo asociada con la prevalencia de parásitos (Gamboa, Giambelluca, & Navone, 2014, p. 366).

En Colombia, en el 2009, se publica un estudio de la prevalencia y factores de riesgo asociados al parasitismo intestinal, efectuado en 220 preescolares de 6 a 60 meses de una zona urbana en Calarcá, donde se encontró que la prevalencia general de parasitismo entre los niños estudiados fue de un 54,7 %. Se encontró una prevalencia de Blastocystis de 36,4 % y de Giardia en 13,2 %. Se encontraron como factores de riesgo asociados estadísticamente con el parasitismo: edad mayor a dos años, no desparasitar las mascotas, tener hermanos, y recibir alimentos en el tetero diferentes a la leche (Londoño, Mejía, & Gómez, 2009, p. 76-77).

En el mismo país, en el año 2010, se desarrolla un estudio descriptivo, transversal de la prevalencia y factores de riesgo asociados al parasitismo intestinal en niños y adolescentes de la localidad Lomitas (Vereda Hatogrande), Sopó (Cundinamarca) Se analizaron 35 muestras, niños entre 1-10 años y adolescentes entre 11-19 años de edad presentándose una prevalencia de parasitismo intestinal del51% en la población y de manera importante en la población femenina con un 67%. Se evidenció que el agente parasitario con mayor prevalencia fue Entamoeba coli con un 32%, seguido por el Complejo Entamoeba histolytica/dispar con un25%, Blastocystis hominis con un 18% y Giardia intestinalis con un 11%. El monoparasitismo tuvo una prevalencia de 56%, predominando sobre el poliparasitismo con una prevalencia del 44%. Con relación a las características de la población, se encontró que dormir con más de 3 personas por habitación, no lavarse las manos antes de comer y el hecho de tener hermanos parasitados son factores que pueden favorecer la presencia de parásitos intestinales, aunque ninguna de estas variables se encontraron estadísticamente significativas (Bohorquez, 2010, p. 17-22).

En Colombia, en el 2015 se publica un estudio descriptivo transversal acerca de la parasitosis intestinal y los factores de riesgo, que se realizó en 193 niños de 0 a 5 años de los asentamientos subnormales, Florencia-Caquetá, donde se encontró que la prevalencia fue del 90% de niños parasitados, el poliparasitismo fue del 53%, la frecuencia mayor fue de protozoarios Blastocystis spp: 49%, Giardia duodenalis: 36%, Entamoeba histolytica/ dispar: 29%, con respecto a los helmintos la prevalencia fue de Áscaris lumbricoides: 5%, Trichuris trichiura: 1%, Uncinaria spp: 1%. Dentro de los factores estudiados el 85% de los niños no presentaban un calzado adecuado, la ausencia de servicios de saneamiento básico en vivienda en 47%, paredes de