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Parotiditis: importancia de la vacunación triple vírica

desplazando el pabellón auricular hacia arriba y hacia fuera, borrando el ángulo mandibular.

  1. Enrojecimiento alrededor de la desembocadura del conducto de Stenon.
  • Signo de Gellis: edema localizado en parte alta del esternón (poco frecuente).
  1. Dolor al tomar ácido, referido al oído.
  2. Puede afectar únicamente a glándulas sublinguales y submaxilares.
  3. Fiebre variable.
  4. Orquitis: manifestación extrasalival más frecuente.
    1. 20-35% de varones postpuberales, unilateral en el 90% de los casos.
    2. Fiebre, dolor y tumefacción del teste, puede acompañarse de epididimitos.
    3. La duración es de unos 4 días. La esterilidad como secuela es poco frecuente.
  5. Ooforitis: menos frecuente. En postpuberales. Dolor en fosas iliacas.
  6. Alteraciones glándulas extrasalivales
  • Pancreatitis: fiebre, vómitos, dolor abdominal; suele ser leve. Diabetes tipo I como secuela excepcional.
  • Afectación Nerviosa

Meningitis aséptica: es la complicación más frecuente en la infancia, subclínica en un 50% de los casos. Buen pronóstico.

Encefalitis: poco frecuente, es la mayor causa de secuelas y mortalidad.

Pares craneales: la afectación más frecuente es la del nervio acústico con sordera neurosensorial unilateral permanente.

Otras: ataxia, Guillain-Barré, poliomielitis paralítica leve…

Miocarditis, hepatitis, artritis, nefritis, tiroiditis…

Otras manifestaciones

DIAGNÓSTICO

Puede ser:

  1. Clínico: Es fácil cuando existe una tumefacción aguda de ambas parótidas con antecedentes de exposición reciente a la enfermedad. El diagnóstico es más difícil cuando la parotiditis es unilateral o si las manifestaciones clínicas de la infección se hallan confinadas a otros órganos.
  2. De laboratorio: Se realiza mediante el cultivo y aislamiento del virus a partir de la saliva, orina o líquido cefalorraquídeo (LCR), preferentemente en los 5 primeros días de la enfermedad, la demostración de seroconversión o de un aumento significativo del título de anticuerpos específicos o la amplificación de ácidos nucleicos mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Otros virus, como el parainfluenza tipo 3, los Coxsackie, el de la gripe A, y el del herpes simple, también pueden ocasionar una parotiditis. La diferenciación se establece mediante estudios microbiológicos específicos.

La parotiditis purulenta a veces es consecuencia de obstrucciones del conducto de Stensen; en estos casos hay fiebre elevada y una tumefacción de la parótida sumamente dolorosa y con signos inflamatorios agudos, que habitualmente es unilateral. Se han descrito tumefacciones de las parótidas, por lo común bilateral y asintomática, causadas por fármacos, trastornos metabólicos, malnutrición, procesos autoinmunes y la hiperplasia linfoide asociada a la infección por VIH.

Los tumores, los quistes y la obstrucción debida a un cálculo salival suelen ser unilaterales y no existen signos inflamatorios agudos. La adenitis cervical suele poder diferenciarse de la inflamación de la parótida por los bordes característicamente bien definidos del ganglio linfático inflamado y agrandado, y su localización por detrás del ángulo posteroinferior de la mandíbula, aunque a veces la distinción resulta muy difícil. Una orquitis aislada también puede ser causada por bacterias, en el curso de infecciones urinarias o prostatitis, así como en la brucelosis y en enfermedades de transmisión sexual.

PRONÓSTICO

En la mayoría de las ocasiones es bueno, con resolución completa. En las formas con intensa afectación meningoencefálica se pueden producir secuelas neurosensoriales, fundamentalmente hipoacusia. Es excepcional que la orquitis provoque esterilidad.

TRATAMIENTO

Las únicas medidas terapéuticas posibles son las medidas generales cuidados locales de la boca, analgésicos y dieta blanda.

VACUNA ANTIPAROTIDITIS (TRIPLE VÍRICA)

El objetivo final de la vacunación triple vírica (SRP) es la erradicación de estas enfermedades (Sarampión, Rubéola, Parotiditis). Esto puede suceder sólo cuando el porcentaje de personas vacunadas sea tal que no permita la circulación libre de estos virus salvajes y cuando la tasa de inmunidad impida la supervivencia de los virus causantes de estos procesos. Un gran número de organismos internacionales de salud, como la OMS, opina que se podría erradicar el Sarampión del mundo cuando la tasa de pacientes vacunados alcance tasas cercanas al 95%. La OMS pretendió erradicar esta enfermedad a nivel mundial para el año 2005. En la actualidad dicha meta se ha situado en el 2015.