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Patologías glandulares bucomaxilofaciales – Parte 1

población mundial. En las décadas del 70 y el 80 los estudios llevados a cabo en poblaciones geriátricas mostraron una prevalencia que oscila en un rango del 2 al 4.8%. Un estudio sueco que evaluó la prevalencia del síndrome de Sjögren en personas de 52 a 72 años determinó que la misma alcanzó al 2.7%; una reciente publicación china registró una prevalencia del 0.8%. Puede concluirse que el síndrome de Sjögren parece ser un desorden común que tiene una amplia distribución mundial. En el caso del síndrome de Sjögren secundario, aproximadamente un 30 % de los pacientes con artritis reumatoidea, un 10% de los que padecen lupus y un 20% de los que sufre esclerodermia presenta este síndrome. (2, 4, 6, 9, 17)

Los tumores de glándulas salivares son poco frecuentes representando aproximadamente el 0,5–1% de todos los tumores. Constituyen el 3% de las neoplasias que afectan a cabeza y cuello en los adultos, mientras que en la infancia suponen alrededor del 8%. La incidencia actual oscila entre 0,4–3,5 casos/100.000 personas/año. El 85-95 % de dichos tumores se originan en la Parótida, la glándula Submaxilar y las glándulas salivares menores del paladar, distribuyéndose el resto en el ámbito de otros tejidos salivares dispersos por la cavidad oral y el aparato respiratorio superior.

La mayor parte de las lesiones palpables en las glándulas salivares mayores (Parótida, Submaxilar o Submandibular y Sublingual) son de etiología tumoral, siendo malignos aproximadamente 1/6 de los de parótida, 1/3 de los submandibulares y la mitad de los del paladar. (1, 13-43) Realizando una estratificación más detallada, el 80% de las lesiones se localizan a nivel parotídeo (90% lóbulo superficial, 9% en el lóbulo profundo, 1% en “reloj de arena”); otro 10% en la. Submaxilar, quedando el resto distribuido en varias regiones, como el paladar, donde se encuentran la mayor parte de las que afectan a glándulas salivares menores. (1, 13-43)Las lesiones benignas son más frecuentes en mujeres, sin embargo, las de tipo maligno presentan igual incidencia en ambos sexos. La mayor incidencia por razas se da entre malayos y esquimales. La edad más frecuente de presentación es la 4ª década. Las lesiones de estirpe benigna aparecen con mayor frecuencia en la 3ª década, mientras que las malignas aumentan progresivamente con la edad. (1, 13-43)

En la infancia son muy infrecuentes, representando menos del 5% de la totalidad de tumores en menores de 15 años, siendo la mayoría benignos. (1, 13-43)

Histológicamente el tumor benigno más frecuente es el Tumor Mixto, mientras que de los malignos, es el Carcinoma (Ca.) Mucoepidermoide. Los niños, pese a presentar más frecuentemente lesiones benignas (situándose el Hemangioma y el Linfangioma inmediatamente por detrás del Tumor Mixto) presentan una mayor proporción de tumores malignos que los adultos. (1, 13-43)

Los tumores primarios malignos constituyen el 10-15% de todos los tumores de glándulas. salivares mientras que las metástasis suponen un 3%. El tumor maligno más frecuente en la. Parótida es el carcinoma Mucoepidermoide seguido del Tumor Mixto Maligno, mientras que en la l. Submaxilar y la Sublingual, el más frecuente es el carcinoma Adenoide Quístico. La mayor parte de los tumores se localizan en la parótida, estableciéndose una relación de tumores malignos de 40:10:1 entre las glándulas salivares mayores (Parótida, Submaxilar, Sublingual). (1, 13-43)

La clínica habitual de una neoplasia maligna es la aparición en la exploración de un nódulo pequeño, de consistencia pétrea, con crecimiento rápido y escaso desplazamiento (por su adhesión a otros planos). La asociación de dolor, y/o parálisis facial, ulceración de piel y/o mucosa, y sobre todo, la palpación de nódulos en los ganglios linfáticos regionales confirmará este diagnóstico. La localización en la Sublingual, orienta más al diagnóstico de malignidad, ya que en la misma, la mayor parte de las tumoraciones son de origen maligno. (1, 13-43)

Las alteraciones de las glándulas salivares representan un reto para su diagnóstico clínico, ya que tienen características que se pueden traslapar y por lo mismo confundirse. Utilizar los métodos auxiliares imagenológicos para un diagnóstico preciso a través de la imagen permite no realizar cirugías innecesarias por sobreestimar el diagnóstico clínico.

Durante el tiempo establecido para nuestra formación profesional(actividades de estancia y guardia médica según la residencia) como Especialistas en Cirugía Maxilofacial se incluye el diagnóstico, estudio y tratamiento de las patologías que afectan las glándulas salivares, entre otras, hemos tenido la oportunidad de interactuar y dar atención de urgencias a un grupo de personas quienes muchas de estas no tenían conocimiento que presentaran dichas afecciones que diagnosticamos , haciéndose en muchos casos necesaria la interconsulta con el equipo multidisciplinario pertinente, motivados por la presencia creciente en la frecuencia de aparición de estas enfermedades en nuestra población, considerando el deber de guardianes de la salud, justificados por la importancia que reviste un diagnóstico temprano y tratamiento efectivo nos dimos a la tarea de realizar este trabajo ante la oportunidad de llevarlo a presentación en la jornada científica conscientes que la actualización dinámica y constante de los conocimientos fundamentados en una base teórica científica influye de manera directa en la calidad del diagnóstico y por consiguiente en la estrategia terapéutica siendo una gratificación el éxito final de las conductas tomadas.

Desarrollo.

Las patologías de glándulas salivares abarcan una diferente gama de las mismas; así, todos estos procesos litiásicos, inflamatorios y tumorales tienen definiciones, etiología y conductas diferentes. Para poderlas englobar en un solo concepto diríamos que es todo tipo de insulto que puede sufrir el parénquima y conducto glandular que repercute irreversiblemente en una arquitectura, fisiología y/o conducta biológica celular. Así se ha visto que las glándulas Parótidas son más propensas a procesos tumorales, mientras que las Submaxilares tienen mayor afinidad por los procesos litiásicos o inflamatorios crónicos. Finalmente las Sublinguales y las glándulas salivares menores cuando enferman lo hacen generalmente de procesos neoplásicos.

Clasificación:

  1. Patología de glándulas salivares no tumorales.
  2. Patología de glándulas salivares tumorales:
  3. Inflamatorias. 2. Obstructivas. 3. Tumorales.

Parte I Patologías Tumorales no Neoplásicas (1-12).