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Patologías glandulares bucomaxilofaciales – Parte 1

cólico salival (sialolitiasis).El episodio inicial suele ser moderado y dura pocos minutos, puede desaparecer por simple masaje parotídeo. Su frecuencia, intensidad y duración tienden a aumentar. Suele ser unilateral. Cuando la glándula está tumefacta al exprimirla se observara la salida de saliva espesa de aspecto fibroso.

A la sialografía se revela la existencia de dilataciones ductales y ectasias acinares evidentes.

Tratamiento: Se basa en el masaje glandular diario y cobertura antibiótica durante la fase de agudización. (1-12)

Parotiditis crónica recidivante del niño: su causa es desconocida, en relación a alteraciones congénitas o del desarrollo de la glándula, trastornos funcionales o infecciones del tipo vírico o bacteriano. Debuta entre los 3 y 5 años de forma unilateral, en las formas bilaterales la inflamación no es simultánea.

La sialografía revela ectasias puntiformes.

Tratamiento: Similar a la forma adulta, puede regresar espontáneamente en la pubertad. (1-12)

Sialoadenitis víricas:

Los virus implicados en la infección de las glándulas salivares son: el de la parotiditis aguda epidérmica (papera); el virus Coxsackie A y B, el virus ECHO, el virus de Epstein Bar, el virus de la coriomeningitis linfocitaria, el citomegalovirus, el virus influenza A y parainfluenza 1 y 3.

Parotiditis epidérmica por citomegalovirus:

Puede presentarse en cualquier edad. Más frecuente entre los 5 y 15 años de edad. Su padecimiento confiere inmunidad para toda la vida. Este es un virus RNA de la familia paramixoviridoe. Puede encontrarse en la saliva 3 días previos a la inflamación y 3 días posteriores, así como en la sangre, orina y líquido cefalorraquídeo (LCR).El cuadro debuta tras un periodo de incubación de 2 semanas como un proceso catarral, con disfagia, dolor a la masticación, fiebre; posteriormente se produce inflamación de la glándula (Parótidas) uni o bilateralmente durante 7 a 10 días acompañándose de fiebres altas. Hay desplazamiento marcado del lóbulo de la oreja. Hay edema de la papila y apenas se produce saliva.

Se puede utilizar como prueba diagnóstica el cultivo de la saliva, las reacciones de hemoaglutinación o fijación del complemento y la determinación de la amilasemia y amilasuria que se encuentran elevadas. (1-12)

Pronóstico: excelente.

Tratamiento: sintomático, salvo que existan complicaciones, se debe aislar a los enfermos durante el periodo de contagio. En las formas graves, se deberá recurrir a la terapia antiviral (aciclovir) y a la inmunoterapia (interferón e inmunoglobulina específica). (1-12)

Diagnóstico diferencial de las sialoadenitis:

Sialolitiasis. Celulitis. Linfoadenitis. Parotiditis viral. Neoplasias.

Exámenes de laboratorio útiles en el diagnóstico y en el preoperatorio:

Hemoglobina, hematocrito, leucograma con diferencial, glicemia, cultivo y antibiograma de las secreciones del conducto excretor.

Sialolitiasis:(1-12)

Es todo aumento de volumen de la glándula salival que reconozca una causa obstructiva por un cálculo o concreción calcaría denominada sialolito, pudiéndose considerar además una calcificación intersticial de la glándula. (1-12)

Para algunos autores resulta la más frecuente de las afectaciones de las glándulas salivares luego de la parotiditis epidémica. (1-12)

Estas afectan con mayor frecuencia a las submaxilares, pero la litiasis parotídea es más inadvertida que rara, observándose una relación entre ambas respecto a la frecuencia de aparición de 5-1. Las litiasis de las glándulas sublinguales y accesorias son excepcionales.

Etiopatogenia:(1-12)

Muchos autores concuerdan en que el cálculo o sialolito está compuesto por un agregado de sales minerales en su interior y en su superficie por un tapón blando de mucus, células descamadas, bacterias, cuerpos extraños o productos de descomposición bacteriana. Esta teoría se basa en que algunos sialolitos son radiopacos y bien calcificados mientras que otros son blandos y elásticos y no aparecen en las radiografías. Todo proceso que tiende a disminuir el flujo salival favorece la formación de un sialolito lo que se ve favorecido por el éxtasis salival, por la cantidad de mucina presente en la saliva, por perturbaciones de la fosfatasa salival, la presencia de un pH demasiado alcalino y la formación de un soporte proteico (células epiteliales descamadas). El sialolito habitualmente es único, se localiza en un conducto eferente o en el conducto principal de la glándula. (1-12)

Aparecen variadas formas y tamaños, su coloración es amarillenta o parda y su desarrollo es progresivo por lo que conduce inevitablemente al éxtasis y la infección del sistema de conductos que origina una sialoadenitis crónica. (1-12)

Existen varios factores intrínsecos del paciente que generalmente explican o aclaran el por qué los procesos litiásicos prefieren las glándulas submaxilares y no otras glándulas: densidad de la saliva, anatomía del conducto excretor y drenaje contra la gravedad. (1-12)

Si a todo esto se le unen algunas sales de calcio propias de la dieta, es fácil comprender que cualquier situación de alarma en el paciente como: vómitos copiosos, fiebres altas, diarreas profusas, insolación, algunas enfermedades crónicas no transmisibles (diabetes mellitus) pueden crear las condiciones necesarias para la formación de tapones mucosos sobre el cual se irán depositando por oposición restos de células epiteliales descamadas, restos de productos químicos orgánicos, bacterias muertas, sales de fosfato de calcio que conforman finalmente el sialolito. (1-12)

Características:

Es más común en los hombres que en las mujeres.

Frecuente en edad adulta.

Es raro en niños.

Examen extraoral: Aumento de volumen en la región submaxilar unilateral cuando se trata de un sialolito en la glándula submaxilar, difuso, tenso, doloroso a la palpación, se presenta súbitamente coincidiendo con los primeros momentos de la alimentación o solamente ante la