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Pautas actuales para la prevención de la Endocarditis Infecciosa de tipo bacteriana

Pautas actuales para la prevención de la Endocarditis Infecciosa de tipo bacteriana

RESUMEN

La endocarditis es una enfermedad que amenaza a la vida a pesar de ser poco frecuente, por lo que la prevención es lo más importante. Los procederes dentales que incluyen sangramiento constituyen un alto riesgo en la aparición de la misma.

La Asociación Americana del Corazón realizó algunos cambios en las pautas a seguir para la prevención de esta enfermedad debido al desarrollo científico técnico de la Cirugía, el descubrimiento de nuevos y mejores medicamentos y sus formas de aplicación, uso y abuso en la administración de los mismos, el bajo nivel de adaptación del organismo, alto nivel de agresividad del medio ambiente y el aumento de la resistencia de los agentes patógenos (resistencia bacteriana). Por lo que se han planteado como norma la reducción de la antibioticoterapia para la protección del paciente y la restricción de los tratamientos que ameritan profilaxis antimicrobiana.

Pautas actuales para la prevención de la Endocarditis Infecciosa de tipo bacteriana

Autores:

MsC. Dra. Yanelis Urgellés Pérez (1)

Msc. Dra. Nelaines Ocaña Fontela (2)

Msc. Dr. José JardónCaballero (3)

Msc. Dra. Lizel Díaz Del Mazo (4)

Msc. Dr. Fredy Eladio Torralbas Reverón (5)

Msc. Dra. Elisabet Matos Alberteris (6)

1, 2,4. Especialista de segundo grado en Estomatología General Integral

3.  Especialista de segundo grado en Cirugía Maxilofacial

5.  Especialista de primer grado en Cirugía

5. Especialista de segundo grado en Cirugía Cardiovascular

6. Especialista de primer grado en Estomatología General Integral

1,2. Master en Salud Bucal Comunitaria

3. Master en Medicina Natural y Tradicional

4. Master en Atención Primaria de Salud

4. Master en Urgencias Estomatológicas

5. Master en Urgencias Médicas

1,2. Profesor Asistente

3,4. Profesor Auxiliar

5,6. Instructor

5. Investigador agregado

Estas nuevas recomendaciones precisan de un mejor entendimiento de los galenos y pacientes con riesgo que van a ser tratados con procedimientos dentales que requieren este tipo de protección. Se realizó una actualizada revisión del tema para proporcionar a los estomatólogos las nuevas pautas a seguir en la prevención de esta enfermedad.

INTRODUCCIÓN

La endocarditis infecciosa (E.I) es una enfermedad potencialmente muy grave, caracterizada por la infección del endotelio de las válvulas cardíacas por gérmenes patógenos en válvulas generalmente dañadas previamente, que puede llegar a ser mortal sin tratamiento, aunque su pronóstico ha experimentado una gran mejoría en las últimas décadas, sobre todo, gracias al uso de potentes antibióticos y al empleo de la cirugía. (1, 2)

Fue descrita por primera vez a mediados del siglo XVII, pero se descubrió la etiología infecciosa dos siglos más tarde con la identificación de los microorganismos en el interior de las vegetaciones. (2, 3,4)

Para lograr la salud general se deben realizar acciones conjuntas por parte del equipo de salud, debiendo existir para ello uniformidad de criterios entre las diferentes especialidades que deben mantener esta situación de salud y bienestar en los pacientes. En este trabajo tenemos como objetivo ofrecer a los Estomatólogos las nuevas pautas indicadas por la Asociación Americana del Corazón, con el fin de aunar criterios profilácticos con suficiente basamento científico, el que lleva implícito una simplificación en la conducta a seguir en el tratamiento a nuestros pacientes.

DESARROLLO

Los médicos y odontólogos han indicado tradicionalmente la profilaxis antibiótica para prevenir la endocarditis infecciosa (E.I) en determinados grupos de pacientes. Sin embargo, las guías más recientes revelan la falta de evidencias clínicas suficientes que justifiquen la práctica generalizada de la profilaxis (5, 6, 7)

La recomendación de administrar antibióticos antes de un procedimiento médico u odontológico que podría causar una bacteriemia transitoria en pacientes con riesgo de contraer endocarditis infecciosa se ha difundido ampliamente durante décadas 5, 7. Los comités de expertos  venían basándose en una secuencia lógica de premisas: la endocarditis infecciosa causa una elevada morbimortalidad; se tiene constancia de que determinadas cardiopatías predisponen a la endocarditis infecciosa, determinados procedimientos dan lugar a bacteriemias transitorias que pueden causar una endocarditis infecciosa y en modelos experimentales en animales se ha demostrado la eficacia de la profilaxis antibiótica en prevenir la enfermedad. Con base en estos razonamientos, se pensó durante años que la profilaxis en humanos debía ser efectiva en la prevención ante procedimientos dentales, del tracto gastrointestinal o genitourinario de los pacientes con determinadas cardiopatías (5,7).

La revisión de la evidencia científica confirma la validez de los primeros cuatro fundamentos, pero pone en duda el último: la validez de la profilaxis antibiótica en el ser humano. Por ello, las recomendaciones actuales de las sociedades científicas han restringido notablemente las indicaciones de profilaxis antibiótica (5, 7,8) e incluso han propuesto su desaparición (5, 7,9), y ello ha generado un intenso debate en el entorno médico. En el caso de la profilaxis ante procedimientos odontológicos, la revisión de los estudios clínicos mostró que no existía evidencia respecto a si la profilaxis resultaba efectiva o no (5, 7,10). Además, la endocarditis infecciosa ha experimentado cambios etiológicos en las últimas décadas, pasando de un predominio tradicional de la endocarditis infecciosa causada por estreptococos del grupo viridans a microorganismos no orales