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Presión intraabdominal, hipertensión intraabdominal y embarazo

Presión intraabdominal, hipertensión intraabdominal y embarazo

Resumen

Se han visto avances en el reconocimiento y prevención del Síndrome Compartimental Abdominal (SCA) y su precursor, la hipertensión intraabdominal (HIA) pero habido poco reconocimiento de la presencia, la influencia y el manejo de la presión intraabdominal (PIA), de la hipertensión intraabdominal (HIA) y del Síndrome Compartimental Abdominal (SCA) en el embarazo. En esta revisión se resalta la importancia de la presión intraabdominal (PIA) en la materna grave, la falta de valores normativos de ésta en el embarazo hoy día, junto con una evaluación de relación potencial entre la hipertensión intraabdominal (HIA) y enfermedades maternas como la pre-eclampsia/eclampsia y su impacto en el desarrollo fetal. También se cuestionan las actuales guías de medición de la presión intraabdominal (PIA), debido a que no consideran el útero grávido y el impacto mecánico en la presión vesical.

Presión intraabdominal, hipertensión intraabdominal y embarazo

Autor:

Dr. Oscar Au Fonseca. Especialista de primer grado en Medicina Interna. Diplomado en Cuidados Intensivos y Emergencias. MSc en Urgencias Médicas en APS. Profesor Instructor en Medicina Interna.

Hospital General Docente “Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso”. Carretera del Caney s/n. Reparto Pastorita. CP: 90400. Santiago de Cuba. Cuba.

Palabras clave: presión intraabdominal, hipertensión intraabdominal, embarazo

Key words: intraabdominal pressure, intraabdominal hypertension, pregnancy

Abstract

There have been advances in the recognition and prevention of the abdominal compartment syndrome (ACS) and its precursor, intra-abdominal hypertension (IAH) but there has been little recognition of the potential presence, influence, and management of intra-abdominal pressure (IAP), IAH, and ACS in pregnancy. This review stresses the importance of IAP in the critically ill parturient, the current lack of normative values of the former in pregnancy today, along with a review of the potential relationship between IAH and maternal diseases such as preeclampsia/eclampsia and its potential impact on fetal development. Also, the current IAP measurement guidelines are questioned, as they do not consider the gravid uterus and its mechanical impact on intra-vesicular pressure.

Introducción

A pesar de que se acerca el plazo para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que incluyen mejorar la salud materna mundialmente para el 2015, la realidad muestra que más de 1500000 gestantes o nuevas madres mueren repentinamente o de manera impredecible. Aunque el 90 % de estas muertes ocurren en países en vías de desarrollo, los intensivistas de países desarrollados también se enfrentan a enfermedades críticas inesperadas en el embarazo, a menudo presentes en mujeres por lo demás previamente sanas. Estas enfermedades, más comúnmente, la pre-eclampsia/eclampsia y las hemorragias obstétricas, resultan en un aumento de la morbilidad y mortalidad tanto de la madre como del recién nacido [1,2].

Desde el surgimiento de la Sociedad Mundial del Síndrome Compartimental Abdominal (WSACS, por sus siglas en inglés) en el 2004, se han producidos avances en el reconocimiento, el manejo y especialmente, la prevención del Síndrome Compartimental Abdominal (SCA) [3,4]. Cuando los médicos están alertas y realizan esfuerzos para detectar y tratar una presión intraabdominal (PIA) elevada, a menudo puede ser evitado un SCA mortal, especialmente con la aprobación de las nuevas estrategias de resucitación [5,6]. Tales avances han llevado a que algunos propongan que los futuros esfuerzos de la WSACS se deben concentrar en vez del catastrófico Síndrome Compartimental Abdominal (SCA), en su condición precursora más habitual y menos entendida, la hipertensión intraabdominal (HIA) [7].

A pesar del muy influente trabajo de un obstetra, Paramore [8], a principios del siglo XX, no ha habido casi reconocimiento o apreciación de la potencial presencia, influencia y manejo de la hipertensión intraabdominal (HIA) en el embarazo y periparto. Como el embarazo es un estado natural pero fisiológicamente dramático, que puede ocurrir en cualquier punto de la vida de aproximadamente la mitad de la población mundial, urge la necesidad de investigaciones posteriores y adicionales.

Las enfermedades graves en el embarazo no son, desafortunadamente, poco comunes, reportándose en el Reino Unido una morbilidad obstétrica grave de 1.2% [9]. En los Estados Unidos de América, el Colegio de Obstetras y Ginecólogos, publicó que 1 a 3% de las mujeres embarazadas requieren servicios de cuidados intensivos, en quienes los diagnósticos de hipertensión materna y la hemorragia fueron las causas más frecuentes de ingresos en dichos servicios [10]. Nuestro país muestra cifras similares a los países antes mencionados, al igual que nuestra provincia [11].

Motivados por todos estos datos, decidimos realizar esta revisión acerca de la presión intraabdominal (PIA) y la hipertensión intraabdominal (HIA), en el embarazo. Para esto realizamos una búsqueda minuciosa y exhaustiva en el Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas, así como en las diferentes instituciones de información de la provincia y las bases de datos computadorizados: LILACS, MEDILINE, BIREME, Bibliotecas Virtuales, MDConsult, Google.

Fisiología de la gestación normal

Como la hipertensión intraabdominal (HIA) y el Síndrome Compartimental Abdominal (SCA) afectan casi todos los aparatos y sistemas del organismo humano, es importante para los intensivistas comprender las alteraciones que se producen en los mismos durante la gestación. Estas alteraciones anatómicas y fisiológicas son múltiples y profundas, no menos es la adaptación para acomodar al útero grávido. Como promedio, el útero aporta 1Kg de la ganancia total de peso durante la gestación, mientras que el líquido amniótico, el feto y la placenta, comprenden aproximadamente 5Kg de peso adicional [12].

Los cambios que se producen tempranamente en la gestación se deben, en parte, a las altas demandas metabólicas causadas por el feto, la placenta y el útero, y por otro lado, a los niveles hormonales elevados existentes, particularmente de progesterona y estrógeno. Los cambios tardíos, que comienzan en la mitad de la gestación, son de naturaleza anatómica y son causados por