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Eficacia del sistema de cierre asistido por presión negativa en injertos cutáneos

Eficacia del sistema de cierre asistido por presión negativa en injertos cutáneos

Los injertos cutáneos constituyen uno de los procedimientos reconstructivos más comunes en Cirugía Plástica. Utilizar un método que asegure un buen contacto entre el injerto y el lecho receptor es fundamental para asegurar la integración. El sistema de cierre asistido por presión negativa ha demostrado su utilidad para mejorar la integración de los injertos.

Eficacia del sistema de cierre asistido por presión negativa en injertos cutáneos

Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Dr. Domingo Luciani. Mayo – Julio 2014

Autores: Dr. Víctor E. Hernández R. (*), Dra. Andrea V. Magatón H. (*), Dra. Blanca M. Gordillo S. (*), Dr. Jesús A. Lozada U. (*)

(*) Médico. Especialista en Cirugía General. Residentes de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital General del Este “Dr. Domingo Luciani” IVSS. Caracas.

RESUMEN

Objetivo: Determinar la eficacia del sistema de cierre asistido por presión negativa para el manejo postoperatorio de los injertos cutáneos.

Procedimiento: se realizó un estudio prospectivo, comparativo en pacientes hospitalizados en quienes se realizó colocación de injertos cutáneos. Un total de 20 pacientes fueron incluidos en el estudio, en 10 pacientes se utilizó el método de apósito atado y en 10 pacientes el sistema de cierre asistido por presión negativa.

Resultados: Se evidenció mayor porcentaje de integración de injertos en el grupo de sistema de cierre asistido por presión negativa al tercer y décimo día postoperatorio y una menor tasa de complicaciones con esta técnica.

Conclusiones: El sistema de cierre asistido por presión negativa contribuye a un aumento del porcentaje de integración de los injertos cutáneos.

Palabras Clave: terapia de presión negativa, Sistema VAC en injertos cutáneos, injertos cutáneos.

INTRODUCCIÓN

Un injerto de piel se define como un segmento de tejido que ha sido privado totalmente de su aporte sanguíneo y de su unión a la zona donante antes de ser transferido a la zona receptora (1). Éstos injertos pueden ser parciales o totales dependiendo del espesor y de las capas de la epidermis que se involucren en el injerto.

Uno de los aspectos esenciales para la integración exitosa del injerto cutáneo es asegurar un buen contacto entre lecho receptor e injerto. Hay varios factores que influyen en este contacto: 1. Tanto una excesiva como deficiente tensión entre el injerto y lecho receptor, lo que provoca disminución del contacto; 2. El acúmulo de líquidos (sangre, suero y pus) separan al injerto del lecho receptor; 3. La movilidad entre ambas superficies (cizallamiento) daña los capilares que crecen entre ellos. (2)

Para asegurar ese contacto óptimo se debe asegurar la correcta inmovilización del injerto y para esto se han planteado varios métodos abiertos o cerrados. Los métodos cerrados son los más utilizados y de éstos el apósito atado (tied over method o apósito de Braun) se ha mantenido como uno de los métodos más efectivos. (1, 2).

La presión negativa es un término que se utiliza para describir una presión inferior a la presión atmosférica normal. El objetivo de la THPN es crear un ambiente que promueva la curación de las heridas por segunda o tercera intención (primaria retardada), preparar el lecho de la herida para su cierre, reducir el edema, propiciar la formación de tejido de granulación, reducir la carga bacteriana, mantener la hidratación, mejorar la perfusión, remover el exudado y reducir el área de superficie de la herida. (3)

En el año 1997 Argenta y otros autores empezaron a utilizar la terapia de cierre asistido por presión negativa como coadyuvante en el tratamiento de heridas obteniendo como resultado un aumento en la vascularización, incremento en la formación de tejido de granulación y disminución del exudado y el recuento bacteriano (4). Posteriormente se extendió su uso a otras patologías como heridas crónicas, pie diabético, defectos sobre hueso y como relleno de defectos de pequeño tamaño (5). Desde entonces se extendió su uso a diferentes especialidades quirúrgicas como cirugía general, traumatología, urología y la cirugía plástica.

En el campo de la cirugía plástica algunos autores han planteado el uso de terapia de presión negativa en injertos cutáneos debido a que este procedimiento puede evolucionar en forma desfavorable en el postoperatorio debido a la presencia de edema y exudados en el lecho de la herida, con la finalidad de favorecer el prendimiento o integración. (6, 7)

ÁREA DEL PROBLEMA

Los defectos cutáneos constituyen uno de los principales diagnósticos en los pacientes que se encuentran en las áreas de hospitalización en nuestro país y una de las principales causas de esta condición, es el aumento en la incidencia de pacientes quemados que ingresan a las emergencias de nuestro país en los