Inicio > Cardiología > Modo de comportarse y prevalencia de hipertensión arterial en personas entre 20 y 25 años > Página 2

Modo de comportarse y prevalencia de hipertensión arterial en personas entre 20 y 25 años

casos ocurren en los países en vías de desarrollo, según la investigación realizada por la sociedad Internacional de hipertensión arterial (HTA).

La OMS (2009) refieren que las Enfermedades Cardiovasculares tienen una alta tasa de mortalidad normalizada por cada 100.000 habitantes, en la Región de las Américas, siendo esta la más baja de las distintas regiones de la OMS, entre las que se encuentra la región Mediterráneo Oriental, con una tasa de 458 ocupando el primer lugar, seguido de la región de África con una tasa de 390. (2).

Para el año 2006 en Venezuela, según las investigaciones realizadas, refieren que las enfermedades Cardiacas ocuparon el primer lugar entre las causas de mortalidad, con una población total afectada de 24.977, lo que represento una mortalidad anual de 20,63% para dicha causa. Entre las enfermedades del corazón consideradas en el anuario de mortalidad del país la enfermedad cardiaca hipertensiva se encontró en segundo lugar, con una población total afectada de 2976 representando un 2,46% (3)

Conscientes de esta situación y como una de las estrategias para contribuir en el conocimiento de este problema se realizó el presente estudio que permite determinar el modo de comportarse y la prevalencia de hipertensión arterial en personas de 20 a 25 años, con el objetivo de educar a la población para disminuir la morbimortalidad, a través de un trabajo multisectorial, coordinado, promoviendo estilos de vida más saludables en la población estudiada. La solución de este grave problema no se encuentra en el mejoramiento de la eficiencia de los servicios asistenciales sino en la implementación de estrategias que se anticipen a las causas, en lugar de limitarse solo a atenuar los daños producidos por las enfermedades crónicas.

La revisión de fuentes bibliográficas, constituye aproximaciones que de una u otra manera establecen antecedentes referenciales que toman significado dentro del contexto global que se trata. Entre ello se puede mencionar “La dieta, ejercicio, disminución de peso y autoestima en la hipertensión arterial”, en este estudio la población estuvo constituida por un total de 30 niños, los cuales debían presentar un peso para su talla mayor al percentil 75, para su sexo y edad. Las edades del grupo de estudio oscilaron entre los 6 y 14 años y los niños participaron en talleres de autoestima una vez a la semana durante una hora.

Los resultados indicaron que los individuos que presentaron obesidad, no practicaban ejercicio, y mantenían hábitos de alimentación inadecuados, poseían aún desde la niñez una presión arterial superior a los niños delgados que fueron utilizados como sujetos controles; pudieron demostrar además que, cuando los niños eran sometidos a programas de modificación de hábitos de vida y se mantenían dentro de ellos gracias al incremento de la autoestima, se observó una disminución significativa en la tensión arterial y la frecuencia cardiaca. Los resultados obtenidos permitieron evidenciar además que, los individuos que sufren de Hipertensión Arterial en la adultez, comienzan a sentar las bases de su enfermedad desde la niñez, mediante la observancia y práctica de hábitos de vida orientados al deterioro de la salud; razón por la cual es imprescindible proponer un programa de prevención de enfermedades hipertensivas y cardiovasculares para atender al individuo desde la niñez y la adolescencia con la finalidad de evitar las complicaciones que se pudieran generar de cuadros clínicos de hipertensión arterial en la etapa adulta del individuo. (4)

Los estilos de vida saludables son una estrategia global, que hace parte de una tendencia moderna de salud, básicamente enmarcada dentro de la promoción de la salud, tal vez el momento clave de esta tendencia o el inicio de la misma, fue en el año 2004 en Ginebra donde se generó una declaración de la Organización Mundial de la Salud, para disminuir los factores de riesgo como la alimentación poco saludable y el sedentarismo, este último muy relacionado con la actividad física.

El concepto de «estilo de vida saludable» es definido en general, como el «conjunto de pautas y hábitos comportamentales cotidianos de una persona». O bien como el conjunto de patrones de conducta que caracterizan la manera general de vivir de un individuo o grupo» Puede pensarse pues, que hábitos de vida y hábitos de salud son algo que van íntimamente ligados, de forma que, lo que en realidad se debe hablar es de hábitos saludables de vida (5).

Por ende, el estilo de vida se denomina de una manera genérica, aquellos patrones cognitivos, afectivos, emocionales y conductuales que muestran cierta consistencia en el tiempo, bajo condiciones más o menos consistentes y que pueden constituirse en factores de riesgo o seguridad, dependiendo de su naturaleza. Los estudios epidemiológicos han mostrado la relación existente entre el estilo de vida que las personas exhiben y el proceso salud-enfermedad.

Al hablar de estilo de vida saludable, pudiese referirse a comportamientos que disminuyen los riesgos de enfermar, tales como: un adecuado control y tratamiento de las tensiones y emociones negativas, un buen régimen de ejercicios, sueño y distracción; el control y la evitación del abuso de sustancias como la cafeína, nicotina y alcohol; una correcta distribución y aprovechamiento del tiempo (6). Se impone el análisis desde una óptica multidimensional: «el estudio de los estilos de vida debe hacerse desde un modelo que considere al ser humano como punto de corte entre sistemas sociales y microsistemas orgánicos” (6).

De igual manera: “modo de comportarse individual se produce en la intersección de los dos tipos de sistemas, de forma que los acontecimientos sociales y los acontecimientos biológicos tienen un impacto recíproco sobre tal comportamiento y, a su vez, sobre la integridad funcional de la persona» (6). De allí pues, el análisis del modo de comportarse adquiere un interés creciente, ya que el conjunto de pautas y hábitos de comportamientos cotidianos de las personas tienen un efecto importante en la salud y además, cada día aumenta la prevalencia del conjunto de enfermedades relacionadas con los malos hábitos comportamentales. Por ello, podemos definir el modo de comportarse como la conducta asumida por el joven en su vida cotidiana en cuanto a su alimentación y actividad física. Uno de los objetivos del estudio es la modificación de conductas de la población, tanto para cambiar estilos de vida que amenazan el bienestar individual, como para lograr tener una vida más saludable.

Para la correcta identificación de qué es lo que caracteriza a los estilos de vida saludables, uno de los problemas que se plantean es el de la evaluación del impacto de las enfermedades. Esto se sigue haciendo en muchas ocasiones desde el punto de vista de la concepción tradicional de la salud. Sin embargo, desde el punto de vista del concepto de salud integral y