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Prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda en población hipertensa

por muestreo aleatorio. Incluyó a 109 pacientes mayores de 40 años, con diagnóstico de hipertensión arterial (HTA) al menos 6 meses antes de iniciar el estudio, que cumplieron criterios de inclusión.

Se tomaron y registraron datos antropométricos, consumo de tabaco o alcohol, antecedentes familiares y personales, cifras de presión arterial, datos de laboratorio y del ECG. Se realizaron tres mediciones de presión arterial separadas por cinco minutos y calculando la presión media de ellas. En el ECG se valoró la presencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) mediante los criterios de voltaje de Sokolow-lyon (onda R-V5-6+onda S-V1> 38mm) y Cornell (onda R-Avl+onda S-V3>20 mm en mujeres y > 28 mm en varones) y mediante el producto de Cornell ([R-

aVL+S-V3]+6 en mujeres anchura QRS > 2440mmxms). Las variables relacionadas que se tuvieron en cuenta: edad, sexo, perímetro abdominal, control de la presión arterial, diabetes mellitus, filtrado glumerular y antecedentes de enfermedad cardiovascular (ECV).

Análisis estadístico

Se calculó el tamaño muestral mediante fórmula:

n= Zx². p. q/ d²

  • Z2 = 1.962 (ya que la seguridad es del 95%)
  • p = proporción esperada (en este caso 5% = 0.05)
  • q = 1 – p (en este caso 1 – 0.05 = 0.95)
  • d = precisión (en este caso deseamos un 3%)

Siendo n= 109

Resultados

Descripción de la muestra

De un total de 109 personas incluidas en el estudio, de las que se obtuvieron todos los datos necesarios para aplicar los criterios de Cornell y Sokolow-Lyon.

Prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda

En el análisis centralizado, 15 pacientes presentaron hipertrofia ventricular izquierda en el electrocardiograma (HVI-ECG) (prevalencia: 13,6%; IC del 95%,10,8–16,6%), 13 (12,6%) cumplieron el criterio de Cornell y únicamente 2 (1,6%) el de Sokolow-Lyon. De ellos, cumplieron ambos criterios 1 pacientes. La prevalencia fue mayor en mujeres (27,1%) que en varones (7,1%) (po 0,001). En los varones, el 2,5% cumplió el criterio de Sokolow-Lyon, el 3,5% el de Cornell y el 0,6% ambos. En las mujeres, un 0,8% cumplió el criterio de Sokolow-Lyon, el 22,2% el de Cornell y el 0,4% ambos. La adición del producto de Cornell como criterio elevó la prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda en el electrocardiograma (HVI-ECG) hasta el 16,1%. Este aumento se debió a un discreto incremento de la prevalencia en varones (el 7,3% frente al 5,8%), pero no en mujeres, en quienes la prevalencia fue similar. Fue mayor en mujeres (19,9% frente al 6,1% en varones; (p 0,001) y en la franja de edad de 70-79 años, sin que se encontraran diferencias significativas en el resto de comparaciones. La prevalencia en pacientes con enfermedad cardiovascular (ECV) fue del 18,1% y en pacientes sin enfermedad cardiovascular (ECV) del 11,5% (p ¼ 0,270).

Prevalencia de enfermedad cardiovascular

Prevalencia de enfermedad cardiovascular (ECV) 26,1% (IC de l95%, 18,4–25,4%). El 4,5% tenía antecedentes de infarto de IAM, el 12,1% angina de pecho, el 8,1% IC, el 8,2% claudicación intermitente y el 6,1% enfermedad cardiovascular (ECV). La prevalencia de enfermedad cardiovascular (ECV) fue mayor en varones que en mujeres (25,9% frente al 17,6%; p ¼ 0,001) aumentando en cada década de edad (7,2% en menores de 60 años, 19,8% en pacientes de 60-69 años, 31,1% en el grupo de 70-79 años y un 30,8% en mayores de 80 años). La prevalencia aumentó en cada década en ambos sexos (manteniéndose sus valores en los mayores de 80 años) siendo superior en todas las décadas en el varón.

Análisis multivariante

En el modelo final, las variables que se relacionaron con la hipertrofia ventricular izquierda en el electrocardiograma (HVI-ECG) fueron el sexo femenino (odds ratio [OR] ¼ 4,9; IC del 95%, 2,44–10,64) y la presencia de enfermedad cardiovascular (ECV) establecida (OR ¼ 1,89; IC del 95%, 1,09–4,12). Para valorar la asociación entre enfermedad cardiovascular (ECV) y otras variables se incluyeron la edad (intervalos), el sexo, el perímetro abdominal, el consumo de tabaco, el control de la presión arterial, la diabetes mellitus, el filtrado glomerular, y la HIV-ECG. Las variables que se relacionaron de forma independiente con la enfermedad cardiovascular (ECV) fueron: sexo masculino, edad avanzada y filtrado glomerular disminuido.

Discusión

Los pacientes incluidos en nuestro estudio son pacientes diagnosticados de hipertensión arterial (HTA) con una antigüedad mínima de 6 meses, pertenecientes al centro de salud Ronda Norte (Serranía de Málaga). A la hora de obtener la muestra hemos tenido algunos problemas ya que al incluir un paciente hipertenso en el programa de hipertensión arterial (HTA) el programa pregunta automáticamente si deseamos incluirlo en el Proceso de DM y, si el profesional no está atento, se corre el riesgo de incluirlo erróneamente. Otro problema que nos hemos encontrado ha sido que pacientes que se han cambiado de Centro de Salud del C.S. Ronda Sur al C.S. Ronda Norte perdiéndose el seguimiento de este paciente.

Los pacientes hipertensos de la zona Serranía de Málaga mayores de 40 años, presentan una prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda en el electrocardiograma (HVI-ECG) del 13,6%, siendo mucho mayor en mujeres, a expensas principalmente del criterio de voltaje de Cornell; la prevalencia de enfermedad cardiovascular (ECV) fue del 26,1%. La hipertrofia ventricular izquierda en el electrocardiograma (HVI-ECG) se relacionó con el sexo femenino y con la enfermedad cardiovascular (ECV) establecida de forma independiente, la enfermedad cardiovascular (ECV) se asoció principalmente con la edad y el sexo.

El criterio de Cornell mejora la detección de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) aumentando su sensibilidad, y la utilización conjunta de los criterios de voltaje de Sokolow-Lyon y de Cornell permite una mayor detección de hipertrofia ventricular izquierda en el electrocardiograma (HVI-ECG).

Observamos que la prevalencia de obesidad en nuestra muestra es muy elevada (42.1%) y esto hace que el criterio de Sokolow-Lyon tenga un rendimiento menor en la detección de hipertrofia ventricular izquierda en el electrocardiograma (HVI-ECG) y que es el criterio de Cornell el que suele ser positivo. En varones es más frecuente la positividad del criterio de Sokolow-Lyon que el de Cornell, debido a las diferencias anatómicas entre el varón y la mujer. Esta podría ser la causa que condicionara en parte la baja prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda en