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Prevalencia del Síndrome metabólico en la provincia de Manabí

arterial, Dislipidemia, hipertensión arterial (HTA), tabaquismo, Diabetes Mellitus, y tabaquismo (15,16, 17)

Hábitos alimentarios: El análisis de los hábitos alimentarios se realizó en base a los datos de la encuesta de patrones de actividad física y de hábitos alimentarios como ingesta de frutas, verduras, lácteos, pescados, bebidas azucaradas y alimentos ricos en grasas, así como los valores del perfil lipídico. Como hábitos de alimentación saludable en este estudio fueron considerados el consumo regular de frutas, verduras, lácteos y pescados. Como hábitos indicativos de una alimentación poco saludable fueron considerados el consumo excesivo de alimentos ricos en grasa fundamentalmente de bebidas azucaradas. (15, 16)

 Los datos se ingresaron a un digitador en una base de datos especialmente diseñada. Previo al análisis de los datos, se realizó la validación y consistencia de la información obtenida. Por otra parte, se calcularon la prevalencia y su intervalo de confianza (IC) de 95% de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV). El análisis se realizó con el software SAS 9.1.3. Todos los resultados fueron expresados en tablas y gráficos.

RESULTADOS

En el análisis del índice de masa corporal (IMC) se aprecia que un 34.03% de los encuestados tienen sobrepeso, un 8.26% presentan Obesidad tipo I, y un 3.3% Obesidad tipo II. Los resultados obtenidos en porcentajes sobre el índice de masa corporal (IMC) nos demuestran que estas personas están propensas a sufrir de enfermedades cardiovasculares, si no lo prevenimos a tiempo (ver Tabla 1 y Gráfico 1).

Como observamos el 47% de las personas presentan Dislipidemia con alteraciones del colesterol y las LDL y HDL, el 20.76% con Dislipidemia mixta y un 29.33% con elevación de los triglicéridos, demostrando que la gran mayoría presentan un alto riesgo para las enfermedades cardiovasculares fundamentalmente la Cardiopatía isquémica y los strokes (ver Tabla 2 y Gráfico 2, al final del artículo).

La prevalencia del Síndrome metabólico fue de un 21.6% del total de encuestados, un 20% para las mujeres y un 24 % de los hombres (ver Tabla 3 y Gráfico 3)

Se detectaron 447 hipertensos, con una prevalencia de un 14.9%, y 603 diabéticos para un 6.03% (ver Tabla 4 y Gráfico 4).

Estos resultados nos demuestran que hay que realizar un programa de prevención y tratamiento adecuado para estos pacientes.

En la pregunta realizada sobre los hábitos tóxicos, el 25.06% de los encuestados son adictos a las bebidas alcohólicas, y el 14.26% al tabaco (ver Tabla 5 y Gráfico 5). Significa que presentan riesgo cardiovascular que se pueden erradicar.

Como apreciamos el 45.3% de los encuestados tienen malos hábitos nutricionales, por la alta ingestión de carbohidratos y de grasas saturadas como la manteca de cerdo (ver Tabla 6 y Gráfico 6).

En cuanto a la actividad física el 41.7% no realiza nunca ejercicio físico, prácticamente cerca de la mitad de los encuestados. Estos resultados nos demuestran una vez más el alto riesgo que tienen estas personas para las enfermedades cardiovasculares, que puede ser modificado (ver Tabla 7 y Gráfico 7).

DISCUSIÓN

De acuerdo a los resultados, hay que destacar el alto porcentaje de personas con sobrepeso y obesidad. Se ha planteado por diferentes investigadores que el peso excesivo puede elevar los niveles de colesterol total, causar hipertensión y aumentar el riesgo de enfermedad arterial coronaria. La obesidad aumenta las probabilidades de adquirir otros factores de riesgo cardiovascular, especialmente hipertensión, niveles elevados de colesterol en sangre y diabetes. Se ha demostrado que en las personas obesas hay un mayor riesgo de padecer de Diabetes tipo 2, por disminución de la sensibilidad a los receptores de insulina (1, 2).

Uno de los principales factores de riesgo cardiovascular es el colesterol elevado. El hígado produce todo el colesterol que el organismo necesita para formar las membranas celulares y producir ciertas hormonas. El organismo obtiene colesterol adicional de alimentos de origen animal (carne, huevos y productos lácteos).

Aunque a menudo atribuimos la elevación del colesterol en sangre al colesterol que contienen los alimentos que comemos, la causante principal de ese aumento es la grasa saturada de los alimentos. La materia grasa de los productos lácteos, la grasa de la carne roja y los aceites tropicales tales como el aceite de coco son algunos de los alimentos ricos en grasa saturada (1, 6,9).

Cuando la sangre contiene demasiadas lipoproteínas de baja densidad (LDL o «colesterol malo»), éstas comienzan a acumularse sobre las paredes de las arterias formando una placa e iniciando así el proceso de la aterosclerosis. Cuando se acumula placa en las arterias coronarias que riegan el corazón, existe un mayor riesgo de sufrir de Cardiopatía isquémica. Las lipoproteínas de alta densidad en cambio disminuyen los niveles de Colesterol circulante en la sangre. En la población estudiada se detectó una alta frecuencia de hipertrigliceridemia, una de las causas más frecuente de esta elevación, es la alta ingestión de carbohidratos, en la provincia de Manabí, presente en las comidas típicas de la región.

La prevalencia de Síndrome metabólico determinada está cerca de la media del 25% a nivel mundial, reportada por otros investigadores, más alta en los hombres que en las mujeres. Todos estos factores de riesgo contribuyen a incrementar la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus (2, 3, 4 ,5)

La prevalencia de hipertensión arterial (HTA) no está entre las cifras que se reportan a nivel mundial, pero si tiende a incrementarse a medida que se aumenta