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Prevención, detección y cuidados de Enfermería en el paciente que padece VIH+ y SIDA

Prevención, detección y cuidados de Enfermería en el paciente que padece VIH+ y SIDA

El virus del VIH o de la inmunodeficiencia humana destruye el sistema inmunitario de manera gradual. Si dicha infección y propagación no se controla, se producirá el estadio final de esta enfermedad o lo que es lo mismo, SIDA.

En el presente artículo se hace una revisión sobre la diferenciación entre el VIH y el SIDA; el proceso de la enfermedad, mecanismos de contagio, sintomatología y métodos diagnósticos; así como el tratamiento y diagnóstico, intervención y resultados de Enfermería para evitar la infección, con el objetivo de que sirva como actualización del tema.

AUTORA

María Cristina Villar Yus. Máster Universitario en Investigación en Atención Primaria por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Máster Universitario en Bioética por la Universidad Católica de Murcia. Experto Universitario en Cuidados Generales en Enfermería por la Universidad de León. Graduada en Enfermería por la Universidad San Jorge.

RESUMEN

La infección provocada por el VIH es causada por el virus de la inmunodeficiencia humana. La afección destruye el sistema inmunitario de forma gradual, lo cual hace que para el cuerpo sea más difícil combatir sucesivas infecciones. El SIDA es la etapa final de la infección por VIH.

El VIH se puede diseminar de diversas maneras: contacto sexual, sangre, de la madre al hijo, lesiones, inseminación artificial o trasplante de órganos.

Las personas que resultan infectadas con el VIH pueden no tener ningún síntoma hasta pasados diez años. Sin embargo, los síntomas principales que suelen aparecer son: diarrea, fatiga, fiebre, candidiasis vaginal frecuente, dolor de cabeza, úlceras bucales, rigidez o dolor muscular, erupción cutánea de diversos tipos, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos.

Existen diversas pruebas y tratamientos para detectar la infección y prevenir el progreso de la enfermedad, reduciendo los signos y síntomas de la misma.

Para hacer frente a las distintas situaciones angustiantes que se le plantean al paciente con VIH +, en especial con respecto a su complejo tratamiento, la contención psicológica y los cuidados de Enfermería son fundamentales. Cuando esto se incluye dentro del tratamiento integral de la infección, aporta una mejor calidad de vida para el paciente.

PALABRAS CLAVE: VIH, SIDA, cuidados de Enfermería, prevención, promoción y tratamiento.

DEFINICIÓN Y DIFERENCIACIÓN ENTRE VIH+ Y SIDA

La infección por VIH es una enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana. Dicha afección se caracteriza por destruir el sistema inmunitario de manera gradual, lo que implica que el cuerpo sea más susceptible a combatir futuras infecciones. 1

Por otro lado, el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), es una enfermedad que afecta a las personas que han sido infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana y cuyo organismo es incapaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones. 2

La historia natural de la infección por VIH consiste en una primoinfección, asintomática o desapercibida en más de la mitad de los casos, seguida de un período de latencia clínica de varios años en el que el virus sigue replicándose de forma activa en diversos compartimentos y en sangre periférica. En el siguiente período, la mayoría de los pacientes desarrolla infecciones oportunistas o neoplasias como consecuencia de una profunda inmunosupresión. A esta fase o período final es a la que se le denomina síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).1

PROCESO DE LA ENFERMEDAD, MECANISMOS DE CONTAGIO, SINTOMATOLOGÍA Y MÉTODOS DIAGNÓSTICOS

Desde el momento en el que un paciente se infecta, el VIH prolifera de manera continua. A lo largo del proceso de la enfermedad cabe distinguir tres etapas: a) una fase precoz o aguda, también llamada primoinfección, de varias semanas de duración; b) una fase intermedia o crónica, con replicación vírica activa y latencia clínica de varios años de duración, y c) una fase final o de crisis que clínicamente correspondería a lo que se denomina SIDA. 1

La infección por VIH se puede adquirir por transmisión materno-fetal y perinatal, por transfusiones de sangre o derivados hemáticos contaminados, por trasplantes de órganos y tejidos de pacientes infectados, o a través de relaciones sexuales de riesgo y por contacto directo con sangre. 2

El paciente infectado persistirá asintomático o presentará un cuadro clínico caracterizado por un síndrome mononucleósico, acompañado generalmente por una erupción cutánea en la primera fase de dicha enfermedad. 1

En fase intermedia o crónica, que generalmente dura varios años, persiste la proliferación vírica. Los pacientes suelen estar asintomáticos, con o sin adenopatías, y pueden presentar trombocitopenia o trastornos neurológicos centrales o periféricos. 1

Finalmente, se produce un incremento de la actividad replicativa del virus que coincide clínicamente con la aparición de una intensa alteración del estado general y consunción, de enfermedades oportunistas, de ciertos tipos de neoplasias o de trastornos neurológicos. A partir de ese momento se considera que el paciente padece SIDA. 1

Las pruebas de detección directa e indirecta del VIH sirven, fundamentalmente, para diagnosticar si una persona se halla infectada por el virus (métodos serológicos) y, en caso afirmativo, cuál es la actividad replicativa del mismo. Para comprobarlo, es necesario realizar un examen de sangre específico, es decir, realizar pruebas de Anticuerpos contra VIH. Una de estas pruebas es la denominada ELISA (análisis de inmunosorbencia ligada a enzimas) para detectar anticuerpos en la sangre para el antígeno VIH. Si la prueba resulta positiva se repite, porque pueden presentarse falsos positivos. Si una vez realizada de nuevo el resultado vuelve a ser positivo, se realiza la prueba Inmunoblot o Western Blot. 3

La prueba Inmunoblot sirve para detectar la presencia de anticuerpos para cuatro principales antígenos. La prueba resulta positiva si dos de los cuatro anticuerpos positivos están presentes. 3

Si todas las pruebas realizadas de Anticuerpos contra VIH resultan positivas, se dice que el paciente es positivo para Anticuerpos del VIH. Por el contrario, si alguna de las pruebas resulta negativa, el paciente puede estar en período ventana o ser VIH negativo. 3

Por otro lado, la carga viral es el número de copias del virus por milímetro en sangre. Se dice que el paciente presenta una carga viral alta cuando hay más de 100.000 copias/ml. Las pruebas para detectar la carga viral miden la cantidad de RNA del VIH en el plasma. Este tipo de pruebas son fundamentales en la vigilancia y respuesta del tratamiento antirretrovírico, y se realizan un mes después del inicio de los tratamientos. Estas pruebas son el test PCR, el OraQuick, la biometría hemática y el recuento linfocitario. 3

MÉTODOS DE PREVENCIÓN PARA EVITAR EL CONTAGIO

La prevención de la infección por VIH se basa en evitar su transmisión, ya que no existe ninguna vacuna eficaz que la prevenga.

El papel de Enfermería es muy importante en la promoción de la salud y la prevención del contagio por VIH. Debe aconsejarse a las personas que mantienen relaciones homosexuales o heterosexuales múltiples que reduzcan el número de parejas y que eviten la exposición de su mucosa oral o genital a la sangre, semen, saliva y secreciones vaginales. La correcta utilización de preservativos puede minimizar la infección por el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. Se debe aconsejar, en el caso de personas drogadictas, que no compartan agujas y jeringuillas. En el caso de madres que padezcan la enfermedad, no deberán proporcionar lactancia materna a sus bebés. 4

MÉTODOS PARA EVITAR LA INFECCIÓN O LA PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD

Los marcadores de progresión de VIH proveen información valiosa acerca del estadio y el curso de la enfermedad. El primero de estos marcadores en ser identificado es el recuento de linfocitos T CD4+, actualmente de mucha utilidad, pero considerado un marcador incompleto y de mucha variabilidad tanto por factores biológicos como metodológicos.

Marcadores de tipo inmunológico, como b-2M, neopterina o TNF-a, son fáciles de analizar pero son marcadores indirectos y están sujetos a influencias fisiológicas. Para otros marcadores, como la antigenemia p24 y el fenotipo viral SI, el problema radica en que están sujetos a laboratorios altamente especializados.

Por último la determinación del VIH-RNA ha cobrado extraordinaria importancia, ya que permite evaluar nuevas drogas, medir respuesta al tratamiento, determinar progresión y pronóstico de la enfermedad, sin embargo, no evalúa el estado inmunológico del paciente.

Actualmente el manejo de un paciente infectado por VIH requiere un seguimiento constante por métodos de laboratorio, que permitan evaluar el estado inmunológico del paciente y que permitan medir la respuesta a los fármacos antirretrovirales. 5

Por otro lado, el paciente con VIH+ debe conocer algunas pautas que son importantes para su autocuidado. Su organismo necesita un descanso más prolongado, por lo que el paciente deberá descansar siempre que se sienta fatigado. Además deberá evitar el estrés, ya que éste es un factor que afecta al sistema inmunitario. La práctica de ejercicio físico de intensidad suave es muy recomendable. El alcohol, tabaco y el consumo de fármacos innecesarios pueden aumentar la vulnerabilidad de la infección y son perjudiciales para el organismo. 6