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Los problemas éticos en pacientes que requieren cirugía exerética

Servicio de Angiología del Hospital de Morón nos enfrentamos a pacientes que presentan graves condiciones de salud, y a que , en el diario ejercicio de nuestra profesión nos encontramos con los dilemas éticos que implica la amputación quirúrgica o traumática de los miembros, en la cual el paciente queda con una discapacidad que en muchos casos no le permite reintegrarse socialmente, generando en él y sus familiares una precaria situación emocional y espiritual, es que nos hemos propuesto profundizar en diferentes aspectos relacionados con los dilemas éticos del paciente que se le va a amputar un miembro.

Desarrollo:

El respeto a la vida y a la dignidad del hombre, ha sido un arma del médico en busca del bienestar del enfermo, y de la Medicina en su normativa intrínseca, al perseguir que todas sus acciones se encaminen a proteger su integridad de forma preventiva y/o curativa. Cumplir esto, exige respeto a las condiciones primordiales del individuo y es cuando empieza a tener un papel fundamental: conocer y manejar los conocimientos que de Ética y Bioética poseemos. (3).

La medicina para su desarrollo como ciencia también estuvo sujeta a los cambios que ha sufrido la humanidad, ha estado vinculada indisolublemente al grado alcanzado en el desarrollo del conocimiento científico y a las concepciones ideológicas propias de cada formación socio-económica.

Situación en Cuba y el mundo con La Diabetes mellitus y el pie diabético:

La labor desarrollada por el personal de la salud, durante siglos, se ha apoyado en las enseñanzas teórico-prácticas que sobre su disciplina ha logrado alcanzar, pocas veces ayudado por otras disciplinas o ciencias afines, surgiendo en ocasiones problemas que distan mucho de poder resolverse simplemente con una acción médica; por citar aspectos tan sencillos como la comunicación al enfermo de la afección que presenta o una mutilación o el de una decisión fatal o letal.

Aproximadamente 50% de los ingresos en nuestras salas de Angiología, lo constituyen los pacientes diabéticos. La forma de diabetes reconocida hace más tiempo es la Diabetes Mellitus (DM) insulino dependiente, antes designada como diabetes juvenil, que aparece descrita en el Papiro de Ebers 1500 años a.n.e.

El descubrimiento en 1922 de la insulina por Banting y Best, transformó la evolución natural de esta enfermedad. Los esfuerzos e inversiones dedicados a la diabetes insulino-dependiente desvió la atención de los médicos e investigadores de otra forma más insidiosa, pero igualmente peligrosa y común que amenaza en la actualidad con asumir las características de una pandemia, la Diabetes Mellitus Tipo II o no insulino-dependiente.

Entre sus complicaciones más temidas está el pie diabético; afección compleja, definida por la Sociedad Española de Angiología como “una alteración clínica de base etiopatogénica neuropática inducida por la hiperglucemia mantenida, en la que confluyen factores predisponentes (neuropatía, artropatía), desencadenantes (traumatismos externos o internos por las deformidades óseas) y agravantes (arteriopatía e infección), que provocan la lesión o úlcera del pie diabético (UPD).

La úlcera del pie diabético (UPD) es una complicación frecuente en pacientes diabéticos, con una incidencia anual en todo el mundo de alrededor de un 2% y una prevalencia entre 2 y 10% según la región]. Se estima que un 15% de los pacientes con diabetes desarrollarán úlceras en algún momento de su vida; y se afectan con mayor frecuencia los pacientes entre 45 y 65 años de edad [4-8]. Del 10 al 30% de los pacientes con úlceras requerirán a una amputación [9]. La presencia de infección favorece este evento y se ha reportado que aproximadamente el 60% de las amputaciones se deben a úlceras infectadas. Entre el 50 y 60% de los pacientes a los que se les practica una amputación de miembros inferiores, mueren a los 5 años posteriores. La incidencia de arteriopatía en las extremidades inferiores en el momento del diagnóstico de la DM es, en términos globales, del 8 al 10%, que aumenta con el tiempo de evolución de la DM hasta situarse a los 10 años cerca del 15% y a los 20 años de evolución cerca del 50%.

El impacto del costo de la DM en un país dependerá de la prevalencia de esta enfermedad y de la incidencia de sus complicaciones crónicas. Más de un millón de amputaciones en el mundo serán por esta causa, al no existir ningún medicamento para la cicatrización de las úlceras grandes y complejas. El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, Cuba, desarrolló un medicamento basado en el factor de crecimiento epidérmico humano recombinante (EGF-hr), denominado Heberprot-P , cuya aplicación en Cuba y en Venezuela es extensa. Con la administración del mismo se ha logrado reducir el número de amputaciones en todos estos casos, teniendo hasta el momento un impacto muy positivo para la salud de la población y para el país desde el punto de vista económico-social. (8,9). Por todo esto, esta enfermedad adquiere un significado y una importancia social extraordinaria.

 La introducción, al arsenal terapéutico, de nuevos productos que evitan las complicaciones, hace que aparezcan otras complicaciones de carácter degenerativo, que se inician 5 ó 10 años después de comenzada la enfermedad, que pueden afectar la visión (retinopatía), causar la ceguera; al riñón, con una insuficiencia renal; una aceleración de la arterioesclerosis de los vasos de gran y mediano calibres (enfermedades macro vasculares) con riesgo de infarto del miocardio o accidentes cerebro-vasculares y, por último, una neuropatía periférica que asociada a una arterioesclerosis de los vasos de pequeño diámetro, predispone a problemas isquémicos e infecciosos de las extremidades que son la causa de ulceraciones, gangrena y amputaciones.

Datos de varias fuentes refieren que de 10 a 15 % de los diabéticos sufren una amputación durante su vida y que 40% sufren una segunda amputación en el transcurso de los cinco años que sigue a la primera. De 60 a 95% de las amputaciones de los miembros inferiores en los pacientes diabéticos, son precedidas de una lesión crónica y más de 50% de las amputaciones no traumáticas del adulto son efectuadas en diabéticos.

Las repercusiones humanas y socioeconómicas, directas e indirectas, de estos hechos son enormes y difíciles de contabilizar; se proyectan las complicaciones de los pies de los diabéticos como un problema de salud de gran envergadura.

Ética en Angiología:

La Bioética se ha convertido en un arma importante en nuestro quehacer cotidiano para enfrentarnos a estos problemas de salud. Nuestra profesión desarrolla un conjunto de principios, normas y exigencias en el plano moral, que tiene como propósito regular el comportamiento de los sujetos que en este