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Resultados de un programa educativo sobre lactancia materna a madres de niños menores de seis meses

¿Tienen las madres que lactan un adecuado nivel de información en relación con las ventajas y correctas prácticas de la lactancia materna?

¿Podemos elevar el nivel de conocimientos de estas madres en relación con la lactancia materna con nuestro accionar?

Es por esta razón que decidimos realizar esta investigación, con el propósito de incrementar la alimentación al pecho, por representar la forma ideal de alimentación del lactante, labor que debe iniciarse desde la etapa prenatal en la atención primaria de salud.

Problema de investigación:

Las madres que lactan no tienen un adecuado nivel de información en relación con las ventajas y correctas prácticas de la lactancia materna.

Hipótesis (Hi):

El programa educativo diseñado elevará los conocimientos de las madres en relación con las ventajas y correcta práctica de la lactancia materna.

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Realizar una Intervención Educativa en las madres de los niños menores de seis meses sobre ventajas y correctas prácticas de la Lactancia Materna.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  1. Identificar el comportamiento de la Lactancia materna en los niños menores de seis meses según :

1.1       Tipo de lactancia.

1.2       Tiempo de duración de la lactancia materna.

  1. Distribuir a las madres según :

2.1.      Grupos de edad y nivel de escolaridad

2.2.      Aspectos que influyeron en el abandono de la lactancia materna.

  1. Identificar el nivel de conocimientos maternos en relación con la lactancia materna.
  2. Intervenir a través de un programa educativo desarrollado sobre la base de las necesidades encontradas.
  3. Evaluar la efectividad del programa educativo una vez aplicado.

CAPITULO I: FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

La salud de las personas es una meta y un requisito primordial para el desarrollo. Los individuos sanos son a su vez más productivos, un nivel elevado de salud en la comunidad evita tener que gastar riquezas sociales para hacer frente a enfermedades, dolencias y alteraciones sociales. Una condición básica es la alimentación que se inicia con la primera tetada (1-10).

La leche materna como único alimento para el niño en los primeros seis meses de la vida, ha probado su eficacia a lo largo de generaciones. En el siglo XVIII existían teorías que apuntaban las bondades de la lactancia; William Massdo, cirujano de la maternidad de Liverpool en 1794 escribió: “Se ha observado repetidamente que el alimento que se proporciona en la lactancia seca (lactancia artificial), causa cólicos y suelta el intestino y que es muy difícil dar sustituto adecuado al pecho, por tanto no es de extrañar que haya niños que no puedan mantenerse o existir sin él (el pecho)” (7). Es conocido que las prácticas hospitalarias que estimulan una lactancia materna satisfactoria son el contacto materno filial inmediato después del parto con una alimentación por succión a demanda así como la inclusión del padre en la educación prenatal sobre la lactancia unido al apoyo de todas las personas que conforman el entorno social de la madre (10).

La lactancia materna durante el primer semestre de la vida es un objetivo deseable y una meta propuesta por diversos organismos internacionales. En 1989 con la declaración conjunta OMS/UNICEF, se inició un movimiento mundial para la promoción y apoyo de la lactancia materna; en Septiembre de 1990 la Asamblea de Naciones Unidas aprobó la declaración sobre la supervivencia, la protección y el pleno desarrollo del niño. Ese mismo año la OMS establece “Proteger y Promover la Lactancia Materna Exclusiva como un componente de las políticas y los programas de salud, de forma tal que todos los niños tuvieran la posibilidad de ser amamantados de forma exclusiva durante los primeros 4 a 6 meses de vida”. En 1994 la UNICEF adoptó el concepto de Lactancia Materna Exclusiva (LME) hasta los 6 meses de vida, idea que también es apoyada por la Academia Americana de Pediatría y por las autoridades sanitarias y sociedades científicas de Cuba (11, 12).

En nuestro país se han desarrollado múltiples estrategias con la finalidad de incrementar la lactancia materna como primera y más elevada forma de alimentación, el Ministerio de Salud Pública garantiza educación al personal médico que a su vez es responsable de educar a la madre desde la etapa prenatal y luego brindarle apoyo y atención a la puérpera y a la madre que lacta posteriormente en sus hogares en la atención primaria de salud. Nuestros hospitales favorecen el alojamiento conjunto, acortan el intervalo entre el nacimiento y la primera tetada con los cuales se logra el inicio de una lactancia exitosa (12).

En los países como Cuba, que tienen políticas activas de promoción de la lactancia materna, la participación multisectorial, intersectorial y comunitaria permite asegurar la evolución del programa nacional sobre lactancia materna cuyo objetivo primordial es enriquecer la salud (8,13).

Investigaciones realizadas por autores nacionales y extranjeros, implican a la comunidad como uno de los marcos donde comienza la sepsis como fase inicial de cualquier proceso infeccioso y la mismo tiempo es el lugar donde se puede actuar de manera preventiva mediante la identificación de factores de riesgo, en estos trabajos tiene significación la ausencia de alimentación con leche materna y el riesgo de sepsis (5-14).

La nutrición con otras fórmulas lácteas ha sido implicada como alto riesgo de morbimortalidad dada su asociación con la desnutrición que no en reducidas ocasiones acompaña a los niños destetados precozmente (15-17).

Publicaciones extranjeras recibidas en Cuba atribuyen a la leche materna propiedades nutritivas y protectoras frente a trastornos intestinales, enfermedades diarreicas y problemas alérgicos en los primeros 5 años de vida, asimismo, como reduce el riesgo de adquirir enfermedades crónicas no trasmisibles en la adultez (18-19).

Parra y colaboradores (20) plantean que la leche humana contiene anticuerpos IgA contra todos los microorganismos y anfígenos alimentarios a que la madre ha sido expuesta. En su publicación el autor señala el elevado contenido de IgAs contra anfígeno “O” de Escherichia coli, Shigella,