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La programación fetal como una herramienta para la Enfermería en la prevención de enfermedades no transmisibles

para enfermedades cardiovasculares son las dislipidemias, también siendo las cifras de prevalencia más altas en mujeres con un 28.8%; por lo que no es de extrañar que dentro de las principales causas de muerte durante el embarazo se encuentre la enfermedad hipertensiva del embarazo. 2

Dentro de los factores de riesgo para cardiopatías isquémicas y enfermedades cerebrovasculares se encuentra el tabaquismo, el cual sigue siendo más representativo en los hombres, sin embargo en México se ha dado un incremento en los últimos años en las cifras de las mujeres fumadoras encontrándose las cifras más altas en las mujeres de 20 a 29 años con un 10.7% 2.

Aunado a esto el sobrepeso y obesidad infantil también se ha incrementado, representando un 26% de los niños de 5 a 11 años de edad y un 31% en adolescentes. 2

Con lo anterior, se puede apreciar la importancia que tiene la prevención como  herramienta para controlar los problemas actuales y prevenir la incidencia de los mismos. Por lo que, el objetivo de este artículo es realizar una revisión de las nuevas tendencias para la prevención de enfermedades no transmisibles (ENT) y sus factores de riesgo desde la concepción hasta las primeras etapas de desarrollo, ya que, de acuerdo a la epigenética y la programación fetal, ésta etapa es la que determinará el desarrollo y salud en la edad adulta.

De ahí que el presente artículo se base en esas dos perspectivas: epigenética y programación fetal, para realizar un análisis de la utilidad de este recurso en la Enfermería actual.

Material y métodos:

La búsqueda de información se realizó entre septiembre y octubre de 2012 en las bases de datos: ESCOhost web, ELSEVIER, SciELO, así como una búsqueda general en la web a través del buscador Google.  Se utilizaron como criterios de búsqueda palabras clave como: epigenética, programación fetal y Enfermería. Cabe mencionar, que solo se encontró un artículo de esta naturaleza elaborado por personal de Enfermería y dirigido a esta profesión. Una vez realizada la búsqueda se seleccionaron, únicamente aquellos artículos que mencionaban la nutrición como un factor determinante para el crecimiento y desarrollo de los seres humanos. Posteriormente, se eliminaron aquellos artículos publicados en años anteriores a 2007, dando como resultado un total de 14 artículos (en su mayoría artículos de revisión) con las características necesarias para elaborar el presente artículo de revisión.

Resultados:

Las bases de la epigenética fueron sentadas por David Baker, un científico británico que a través de sus estudios estableció la teoría del genotipo ahorrador, dando lugar a un parte aguas en las áreas de la salud, ya que sustentaba que las enfermedades metabólicas, entre otras, tenían su origen in utero. 3,4,5

El término de epigenética fue utilizado por primera vez por Conrad Hal Waddington, quien lo definió como el estudio de los eventos que llevan al desarrollo del genotipo y fenotipo. 6 Es decir, que todas aquellas modificaciones que se dan posDNA, tienen un impacto en la función y expresión de los genes sin alterar el código genético. 7

Anterior a este concepto la genética y embriología eran vistas como ciencias aisladas, pero Waddington intentó demostrar que estaba ligadas entre sí y que el medio ambiente también era determinante para el desarrollo de los seres vivos. Esto ocurrió alrededor de 1939, pero fueron los estudios de Baker los que llevaron a la teoría de la programación metabólica.

Actualmente, se conocen los factores de riesgo de la mayoría de las enfermedades, sobre todo de las enfermedades no transmisibles (ENT); por ejemplo: estrés, sobrepeso, obesidad, alimentación poco saludable, sedentarismo, bajo peso al nacer, etcétera. Y sus consecuencias: hipertensión arterial, resistencia a la insulina, cardiopatías, dislipidemias, entre otras. Todas prevenibles y/o modificables, es decir que existe la prevención fetal de las enfermedades del adulto, mejor conocido como programación fetal.

Baker propuso que todas las acciones que recibe un individuo durante la gestación se manifestarán en la vida extra uterina, lo que se conoce como programación fetal y tiene un sin número de aplicaciones, pero se hará énfasis en la programación metabólica que permite la prevención de enfermedades no transmisibles (ENT).

Para entender mejor los efectos que tiene la mala nutrición materna en el feto, se debe describir el fenotipo ahorrador. La mala nutrición durante la gestación puede causar defectos persistentes en el producto, como la reducción del número de células de los tejidos, la modificación estructural de los órganos, la selección de ciertos clones de células y la modificación en el ajuste de ciertos ejes hormonales claves. 4. Según la hipótesis del fenotipo ahorrador un crecimiento fetal pobre ocasionaría una disminución de las células pancreáticas beta y una disminución de la capacidad de producir insulina, lo que conduce en la edad adulta alteraciones del metabolismo hidrocarbonato. 5

Lo anterior da lugar al desarrollo de las principales enfermedades no transmisibles, por lo que la nueva tendencia apunta hacia la prevención de las mismas a través de la programación metabólica del feto, interviniendo en la alimentación y estilos de vida de la madre. Existen diversos estudios realizados que comprueban lo anterior. A continuación se mencionan algunos.

Hales y su grupo evaluaron la tolerancia a la glucosa en individuos de 64 años; los resultados mostraron una fuerte asociación entre bajo peso al nacimiento y enfermedades metabólicas. Los neonatos con un peso al nacimiento menor a 2,500 g tenían 7.5 veces más riesgo de padecer intolerancia a la glucosa en comparación con los neonatos que pesaron más de 4,000 gramos. 8

El efecto de los corticoesteroides en las madres para acelerar la maduración pulmonar del feto, no se circunscribe sólo al pulmón, pues el mensaje produce que órganos, como el riñón y corazón, también aceleren su maduración y disminuyan el número de células, lo que resulta en riesgo elevado de padecer hipertensión y enfermedad cardiaca. 8