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Psicología médica como parte integral en la formación del estudiante de Medicina

Perfiles de pacientes con dolor: son útiles para especificar problemas que tienen o pueden tener las personas con dolor crónico, para evaluar problemas como: hipocondría, histeria y depresión (también conocida como triada neurótica).

  • Perfil depresivo: el dolor no lleva a la depresión, lo que lleva a la depresión es la reducción de actividades y de la percepción del dominio y el control personal debida al dolor. A su vez la depresión aumenta el dolor y conlleva a conductas como : dejar de trabajar

Tipos de dolor: Freud distingue tres fuentes principales del dolor: 1. la enfermedad que nos hace descubrir nuestra finitud; 2. las agresiones del mundo exterior que nos hacen descubrir nuestra pequeñez e indefensión; 3. las relaciones con los demás que nos descubre la injusticia. Por su parte, Scheler señala cuatro estratos en la persona: 1. somático, 2. vital, 3. psíquico, 4. espiritual. De acuerdo con estas dimensiones existen cuatro sentimientos fundamentales: sensoriales, corporales y vitales, del Yo y de la persona. El dolor es un sentimiento del primer estrato, sensorial, referido al yo, pero no a la persona. Esa sería la diferencia entre dolor y sufrimiento (cuarto estrato). Y no solo por su intensidad, sino por su duración. El sufrimiento devora todas las perspectivas de futuro, la indeterminación de un horizonte sin dolor, afectando a ese estrato espiritual y produciendo tristeza.

En plano religioso, se señala que la apetencia de placer y el anhelo de unidad o amor es causa del dolor, ya que este es un sentimiento que resiste a la división de resistencia de la voluntad y de la sensibilidad a una fuerza de potencia superior, la misma causa dolor, porque si tal fuerza tuviera la potencia suficiente para transformar el impulso de resistencia volitiva o sensitiva.

De acuerdo a los autores señalados existen tres especies principales de dolor: dolor corporal, dolor interior y tristeza. Estos corresponden al cuerpo, alma y espíritu.

Diferencia entre dolor y sufrimiento.

El dolor y el sufrimiento son parte de la vida, en ocasiones, el ser humano sufre innecesariamente. Generalmente se utiliza los términos dolor y sufrimiento como sinónimos. Sin embargo, para poder manejarlos adecuadamente, es importante entender la diferencia (Russek, S, 2007). El dolor emocional, es el sentimiento negativo que surge ante determinadas situaciones o problemas, generalmente relacionadas con una pérdida o con un problema que nos afecta de manera importante. Surge en el instante en que somos heridos física o emocionalmente. Es una sola emoción, su duración es relativamente corta y es proporcional al evento que la produjo. Puede ser cualquier emoción que afecte: Tristeza por una pérdida, estrés ante la necesidad de enfrentar un problema, enojo, frustración, etc.

El sufrimiento va un paso más allá. El sufrimiento es la respuesta cognitivo-emocional, que se tiene ante un dolor físico o ante una situación dolorosa. Es un conjunto de emociones y pensamientos que se entrelazan, adquiriendo mucho más intensidad y duración que el dolor emocional. De hecho, el sufrimiento puede durar indefinidamente, aunque la situación que lo provocó ya se haya solucionado (Russek, S, 2007), A modo de ejemplo: se habla de dolor emocional, cuando nos referimos a una profunda tristeza ante la pérdida de un ser querido. En cambio se refiere a sufrimiento, cuando dicha tristeza se convierte en una depresión que dura varios años y que generalmente involucra otros sentimientos (muchas veces inconscientes) de enojo, inseguridad, desesperanza, etc. y pensamientos como: «Es injusto», «no se lo merece». Según Russek, cuando una persona sufre, presenta alguna de las siguientes características:

  • Cree que se va a enfrentar a un daño físico, psicológico o social importante, es decir, se siente amenazada.
  • No acepta el dolor o la situación relacionada con el sufrimiento y se rebela: «¿Por qué a mí?, no es justo, no debería ser así», etc.
  • Se siente incapaz de hacerle frente, ya que está convencida de no tener los recursos necesarios para vencer la amenaza (solucionar el problema o acabar con el dolor) de manera exitosa, por lo que se siente indefensa.
  • Vive un grado importante de incertidumbre.
  • No sabe cuándo o cómo va a terminar su sufrimiento y en ocasiones piensa que esa situación va a durar por siempre.
  • Cree que no lo va a poder soportar.
  • Predomina un sentimiento de impotencia y de no tener control sobre lo que sucede e incluso sobre sí mismo, que se manifiesta en la intensificación de diferentes emociones: depresión, enojo, autocompasión, etc.
  • Podemos sufrir ante: Un hecho real, en el sentido de que está sucediendo en el presente, un recuerdo de algo que sucedió, un hecho imaginario, como cuando «vemos» con tal claridad una situación que creemos que se va a dar en el futuro, que despierta nuestras emociones, podemos generar un gran sufrimiento (compuesto por una mezcla de emociones negativas intensas), que con frecuencia está causado o aumentado por nosotros mismos: por nuestra actitud ante el dolor y/o por el significado que le damos a éste.

Sufrimiento e interpretación personal:

Cada persona reacciona de manera diferente ante una misma situación. Mientras una persona se desmorona ante el dolor que está viviendo, otra puede encararlo de una manera distinta y salir fortalecida y más madura. De hecho cada situación el individuo la puede interpretar de diferente manera. Russek menciona, la misma persona que reacciona bien en una ocasión, puede responder muy mal en otra. La intensidad y duración del dolor que sentimos y nuestra manera de reaccionar ante las situaciones dolorosas, no depende de la importancia de dicha situación. No obstante, no hay personalidades propensas al dolor, sino que los dolores causan alteraciones de personalidad como consecuencias (esto ocurre cuando se mantiene por un largo tiempo, además cada individuo expresa el dolor de manera variada. Aunque deducen que si pudieran existir ciertas personalidades asociadas al dolor crónico como: neurotismo, e introversión.

  • Factores relacionados: personalidad, fortaleza afectiva, estado físico y emocional de ese momento, las experiencias vividas en el pasado, principalmente durante la niñez, nuestras creencias sobre nosotros mismos, el significado que le damos al dolor, el apoyo social que tenemos y nuestra capacidad para: reconocer, aceptar y expresar nuestras emociones.

Tratamiento psicológico del dolor

Además del tratamiento farmacológico del dolor, todos los enfermos necesitan apoyo, empatía y unas pautas específicas de actuación. El éxito con el tratamiento del dolor va a depender a menudo de la percepción que tenga el enfermo del acceso a un profesional médico que respete su queja y maneje su dolor cuidadoso y responsablemente. Los enfermos también se benefician del uso de determinadas técnicas psicológicas. Estas incluyen las siguientes