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Artículo de investigación. Resultados anatomopatológicos de la exéresis de tumores palpebrales relacionados con el margen de seguridad histológico

PÁRPADO INFERIOR – 63 – 55.3%

TOTAL – 114 – 100%

Fuente: Vaciamiento estadístico.

TABLA # 4. Relacionar el tipo de tumor con la presencia de células neoplásicas en el margen de seguridad.

Según el margen de seguridad establecido para la resección de los tumores palpebrales la tabla # 4 nos muestra que solamente recidivó un caso para un 0.9 por ciento del total de los tumores extirpados y clasificado el mismo dentro de los tumores malignos.

TIPOS DE TUMORES. PRESENCIA DE CÉLULAS NEOPLÁSICAS EN EL MARGEN DE SEGURIDAD HISTOLÓGICO – Número – %

TUMORES BENIGNOS – 0 – 0

TUMORES PRE MALIGNOS – 0 – 0

TUMORES MALIGNOS – 1 – 0.9

Fuente: Vaciamiento estadístico.

DISCUSIÓN

Los carcinomas palpebrales suelen aparecer en personas de avanzada edad de 50 a 80 años. Está descrito que los tumores palpebrales tienen mayor frecuencia de presentación en la década de los 71 a 80 años de edad (5).

Lo cual no coincide con el grupo etario presentado en nuestra serie, de 40 – 59 años, y que afecta más a los hombres que a las mujeres, lo que puede ser un reflejo del trabajo al aire libre y con exposición al sol en los hombres (6).

Los tumores palpebrales son más frecuentes en pacientes de menor edad y mujeres. Según varios autores el diagnóstico incorrecto es muy significativo y sus cifras reales son inferiores porque pueden ser confundidos con carcinomas sebáceos y (7,8).

También está claro que no existe un predominio de lateralidad, no creemos que ello tenga significado alguno. El párpado inferior fue el más afectado en nuestra muestra para un 55.3%, se afecta con mayor frecuencia que el superior, dato que corrobora los de otros autores, y junto con el canto interno son los lugares principales de localización (9).

En otros estudios, compendio de 33 previos con 7.636 pacientes afectos de tumores palpebrales, encuentran una localización en el párpado inferior en el 44,4%, en el párpado superior en un 31,4%, en canto interno en un 14,8% y en canto externo en un 9,3%, lo cual atribuyen a que el párpado inferior tiene una exposición al sol mayor que el superior coincidiendo con los resultados obtenidos en nuestra muestra en estudio (10).

El carcinoma basocelular constituye el tumor más frecuente de la piel y la región de cabeza y cuello es su zona de mayor incidencia. Por ese motivo su manejo es llevado a cabo casi siempre por el cirujano plástico. Sus características clínicas y su crecimiento lento y circunscrito permiten tasas de curación del 95% por medio de cirugía con resecciones «económicas» si las comparamos con otras neoplasias de la zona como el carcinoma espinocelular, melanoma, etc. Esto ha llevado a generalizar la creencia de que el comportamiento de estas atipias es similar en todas las regiones en que se presenta (10).

El Carcinoma Basal y de células escamosas son los tumores malignos más comunes de la piel de los párpados en la población blanca; entre el 9 al 15% de los tumores malignos de la piel se localizan en los párpados, sin embargo le corresponde entre el 80 y 90% de los tumores malignos que afectan los mismos. Se presentan a partir de los 50 años, con una máxima incidencia entre la sexta y octava década, sin embargo en países tropicales se hacen reportes aunque no muy significativos en jóvenes (6).

En Cuba según el registro Nacional del cáncer son reportados entre 15 a 20 nuevos casos por año, sin variaciones significativas, las cifras de mortalidad se mantiene también sin variación significativa Anualmente son diagnosticados 60.000 nuevos casos entre carcinomas básales y epidermoides en el mundo. La mayor incidencia de estos tumores en el mundo reportada en la literatura es en Queensland, Australia (6).

En la etiopatogenia podemos mencionar como principales causas la exposición de la piel a los rayos solares, exposición a los rayos ultravioleta, carcinogénesis química, tales como los arsénicos e hidrocarbonos, exposición al Papiloma Virus humanos, radiaciones Ionizantes, pacientes fumadores de cigarros y pacientes con compromiso Inmunológico (6).

El margen de seguridad establecido a nuestra muestra es el mismo indicado por Registro Nacional del Cáncer, según nuestro Instituto Cubano de Oncológica (6), donde el mismo reporta una incidencia reportada del 1.6% al 2.5%, donde nuestra población estudiada se comporto por debajo de la media nacional; asociada potencialmente a un pronóstico que lleva a la afectación intracraneal y la muerte y a gran morbilidad en su tratamiento quirúrgico (6).

Los factores de riesgo reportados incluyen: sexo masculino, tumor recurrente, localización en canto interno, histología adversa (morfea / infiltrativa) e invasión perineural.

El canto interno es el que con más frecuencia aparece como sitio primario de carcinoma basocelular periocular, con invasión orbitaria anterior del 56% y frecuente recurrencia. En la literatura moderna respecto a la invasión orbitaria por carcinoma basocelular periocular encontramos una serie de 64 pacientes de Leibovitch y col, además de otros estudios (2,3) en los que la exenteración fue el tratamiento de elección, con o sin radioterapia adyuvante.

Actualmente los estudios de la patogénesis molecular de este tipo de lesiones están en pujanza. Se discuten las influencias inductivas de los protooncogenes y las características protectoras de genes supresores de tumores en el desarrollo tanto del EB como del EE. Se han demostrado alteraciones en el gen supresor de tumor p53. Este gen está codificado en el brazo corto del cromosoma 17 que para la proliferación celular continua y anormal con más frecuencia en pacientes ancianos y se halla hasta en un 50% de los tumores malignos. La radiación UVB parece producir cambios en el p53 y como resultado de la exposición ultravioleta (UV) en la piel normal existe una disregulación del gen (4).

CONCLUSIONES

                  Nuestros resultados son consecuentes con la literatura en algunos casos, especialmente en el grupo de edad, el sexo y la zona de mayor frecuencia de aparición de los tumores palpebrales, donde los mismos su histología benigna represento la patología más frecuente.

                  A la vez los procesos malignos estuvieron presentes con incidencias por debajo de la media encontrada en la literatura, siendo esto de gran importancia, ya que muchas veces es el oftalmólogo el primero en contactar con el paciente que padece este tipo de patología.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

1. Leibovitch I, McNab A, Sullivan T, Davis G, Selva D.: «Orbital invasion by periocular basal cell carcinoma». Ophtalmology, 2008,112 (2): 717.
2. Abullarade J. de: «Reconstrucción de canto interno y pared lateral nasal con colgajo zigomático de mejilla». Cir.plást.iberolatinoam. 2009, 35(2): 123.