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Identificación de signos y notificación de maltrato infantil en el área hospitalaria de urgencias

Identificación de signos y notificación de maltrato infantil en el área hospitalaria de urgencias

En el presente artículo se revisan los criterios a vigilar por parte de los profesionales de Enfermería en las áreas de urgencias así como las pautas de actuación ante su sospecha según el modelo del Servicio Andaluz de Salud.

Identificación de signos y notificación de maltrato infantil en el área hospitalaria de urgencias

Autores

  • Miguel Ángel Rodríguez Monge. D.U Enfermería. Especialista en Enfermería pediátrica.
  • José Mª Salas Rubio. D.U Enfermería. Experto en Gestión de la Calidad en Centros Sanitarios.
  • Mª Carmen Pérez Lobato. D.U Enfermería. Experto en Urgencias y Emergencias.

Palabras clave: Enfermería, maltrato infantil, seguridad del paciente.

Resumen

El maltrato infantil es un grave problema  de salud y social que afecta a uno de los grupos más vulnerables, como son los niños, provocando gran sufrimiento. Los profesionales de Enfermería que trabajan en urgencias deben aprender a reconocer los signos del maltrato infantil con el fin de detectar los casos que acuden a estos servicios sanitarios.

Introducción

Definición de maltrato Infantil (M.I) según la OMS:

Acción, omisión o trato negligente, no accidental, que priva de derechos y de bienestar al niño, que amenaza o interfiere su ordenado desarrollo físico, psíquico o social y cuyos autores pueden ser personas, instituciones, o la propia sociedad.

Impacto sanitario y epidemiología

– Hasta el 10% de los traumatismos atendidos en un servicio de urgencias pediátricas no son accidentales.

– Hasta el 20% de las fracturas en menores de 2 años son secundarias a maltrato físico.

– Hasta un 20% de los niños maltratados quedan con secuelas físicas permanentes.

– En España se estima que sólo son detectados el 10-20% de los casos de malos tratos.

– Hasta un 10-15% de los niños víctimas de abusos sexuales puede presentar una enfermedad de transmisión sexual (ETS).

– La incidencia anual de maltrato infantil en nuestro país es de 1 caso cada 2500 niños.

El 50% de los niños que acuden al hospital con lesiones por maltrato, vuelven después al centro sanitario con heridas más graves, y en uno de cada diez casos acaban perdiendo la vida.

CLASIFICACIÓN

– MALTRATO FÍSICO

– NEGLIGENCIA y ABANDONO

– ABUSO SEXUAL

– MALTRATO EMOCIONAL

– SÍNDROME DE MÜNCHAUSEN POR PODERES (Incluye Dr. Shopping)

Objetivos

Objetivos de la actuación del personal de Enfermería en un caso de sospecha de malos tratos:

El maltrato puede ser el motivo de consulta, aunque de manera más frecuente se establece la sospecha de maltrato tras una exploración rutinaria del menor que es referido a la consulta por otro motivo.

Objetivo de la intervención: Establecer el diagnóstico o sospecha diagnóstica de maltrato o de situación de riesgo, instaurar tratamiento y asegurar la protección del niño.

El maltrato infantil en el servicio de urgencias:

El servicio de urgencias NO es el entorno ideal para atender a un niño maltratado.

Situaciones que exigen la actuación en un servicio de urgencias:

– Agresión reciente (<72 horas) o presencia de signos físicos evidentes.

– Posibilidad de pérdida de pruebas

– Necesidad de tratamiento médico, quirúrgico o psicológico urgente.

– Necesidad de proteger al menor

– Sospecha del entorno del menor

Detección del maltrato Infantil

El maltrato infantil debe ser considerado dentro de los diagnósticos pediátricos posibles, debiendo estar incluido como una enfermedad más, dentro de un amplio abanico de signos o síntomas compatibles con este diagnóstico.

Dificultad diagnóstica

– Diferenciación de lesiones de maltrato de aquellas producidas de manera accidental, sin intencionalidad.

– Identificar el grado de negligencia o abandono en las lesiones accidentales.

– Desinformación y desconocimiento del profesional, que impiden incluir al M.I como un diagnóstico diferencial.

Sospecha diagnóstica

Datos que sugieren o confirman el M.I:

A) LESIONES FÍSICAS SUGERENTES EN EL NIÑO:

  1. Lesiones físicas múltiples o en diversos estadíos evolutivos
  2. Diversidad de lesiones provocadas por distintos mecanismos lesionales: equímosis, hematomas, heridas abiertas…
  3. Cortes, pinchazos, magulladuras, mordeduras humanas, lesiones internas, alopecia por decúbito prolongado, lesiones por tatuaje, falta de piezas dentarias por avulsión, lesiones en mucosa oral por quemaduras de alimentos, asfixia o ahogamiento…
  4. Quemaduras de puros o cigarrillos, con objetos que dejan una señal definida o indicativas de inmersión en líquido.
  5. Lesiones en lugares cubiertos del cuerpo o localizaciones de traumatismo accidental improbables

B) ACTITUD EN LOS CUIDADORES

  1. El motivo de consulta no coincide con el resultado de la exploración, o los cuidadores no explican de forma convincente la causa de las heridas o lesiones.
  2. Retraso en la solicitud de asistencia: Lesiones evolucionadas, sobreinfectadas.
  3. Reincidencia de accidentes, intoxicaciones o numerosas visitas a urgencias.
  4. Falta de cuidados médicos habituales: No acuden a citas con el pediatra, retraso en el calendario vacunal, frecuentes cambios de médico.
  5. Actitud ante las lesiones presentes: Intentan ocultar la lesión, culpabilizan a otros de las agresiones, o intentan proteger la identidad del agresor
  6. Actitud con el menor: Aparente despreocupación, pautas disciplinarias desproporcionadas, rechazo a someter al niño a pruebas complementarias.
  7. Maltrato recibido en la infancia, mal higiénico-social, abuso de sustancias toxicas.