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El temor y la capacidad motora como riesgos de dismovilidad en el adulto mayor

temática, este trabajo de investigación se estructuró en cinco capítulos, a saber: Marco introductorio, donde se introduce al tema analizando el problema descubierto, definiendo para su resolución un objetivo general y varios específicos. Marco teórico referencial, aquí se contemplan los antecedentes de estudios previos a la investigación, asimismo se puntualizan algunas consideraciones teóricas convenientes para el abordaje de la misma con una reflexión crítica. Marco metodológico, se pauta la metodología que será empleada para el desarrollo de la investigación.  Desarrollo de las sesiones de consulta médica y/o visitas domiciliarias, aplicando la metodología de desarrollo para alcanzar el objetivo general. Conclusiones y recomendaciones, donde se exponen las conclusiones obtenidas a lo largo de la investigación y las recomendaciones de mayor pertinencia. 

El impacto en la funcionalidad familiar por un miembro interno, externo o reintegrado, que presente molestias para moverse y trasladarse modifica inmediatamente la estructura y funcionamiento del resto de integrantes. Ante la necesidad de reajustar la alianzas y triangulaciones para afrontar en alguna medida el conflicto presente, centralizando la atención en aquel y expandiendo el efecto a todos, de manera explícita e implícita, esta última más peligrosa. Desequilibrando el eje virtual del hogar: la comunicación y el desempeño funcional de roles. Destinándose mayores recursos económicos, redistribuyendo el espacio habitacional, con ruptura de los subsistemas familiares, llegando incluso a alterar la vida conyugal, traslocando los roles e imponiendo a cuidador un factor de riesgo para el también presentar un trastorno de dismovilidad. 1, 4, 6, 8

La práctica médica evoluciona a la par de las investigaciones basadas en evidencias, enfocadas en demostrar diagnósticos y tratamientos con cada vez mayor de nivel de recomendación y sustento científico. Olvidando sin embargo, los conceptos básicos que sustentan todos los procesos de estudio cuantitativo, es decir, la definición de una patología desde el enfoque cualitativo vivencial del enfermo. Debido a ello el concepto general de Síndrome de Inmovilidad se reajusto a la concepción de Dismovilidad, como la molestia y/o imposibilidad para movilizar parte del cuerpo y/ o trasladarse, secundaria a situaciones patológicas diversas de origen biológico, psíquico, social, espiritual y/o funcional; que afecta la calidad de vida y tiene carácter de progresión. 6 Reconociéndose factores contribuyentes y determinantes para la instauración de la dismovilidad, considerados por el propio Dinamarca como “interesantes pues permite ordenar y precisar el enfoque al momento de decidir una intervención, aunque en la práctica solo pueda ser de beneficio académico”. 6, 8

Con el mismo enfoque funcional de encasillar a un individuo con “dismovilidad” para revelar tempranamente las etapas iniciales del proceso dismovilizante. Se pretende identificar la analogía del miedo a caer y el patrón de marcha y equilibrio del adulto mayor con el grado de alteración de movilidad, con un alcance sistémico familiar al relacionarla con la repercusión en la funcionalidad familiar.

El enfoque moderno del síndrome de inmovilidad hacia el término “dismovilidad” presenta una concepción especial al considerar la imposibilidad de traslado o movilidad con intención, como parte del diagnóstico o factor de riesgo en el ciclo evolutivo de la dismovilidad. Permitiendo integrar a pacientes, sin problemas aparentes, para desempeñar problemas de la vida diaria por deterioro de sus funciones motoras, definido anteriormente como “inmovilidad”. Incluyendo a personas con déficit en los sentidos, 14 los cuidadores; e incluso, aunque no lo plantea así Dinamarca, pero abre la posibilidad, para los recluidos voluntaria e involuntariamente.

La valoración geriátrica integral precisada en las Normas y Protocolos de Atención Integral en Salud de las y los Adultos Mayores del 2010, establecen realizar al menos cuatro actividades: valoración funcional de la marcha, valoración psíquica, valoración nutricional y valoración social. Sin embargo para la dismovilidad no existen precisiones al respecto. 13 En primer lugar, no se define la escala para medir la marcha, y menos aún, se estima la valoración del equilibrio; la valoración psíquica debe estar enfocada en el miedo del geronte a caer, lo cual es indiferente del antecedente de caídas para su manifestación, pudiendo presentarse hasta en el 70% de los adultos mayores, con la subsecuente incremento de temor a caer, trastornos cognitivos y alteraciones en el equilibrio y la marcha. 17, 18, 19

Las intervenciones para reducir el miedo a caer se han enfocado en regímenes de ejercicio con un resultado limitado sin modificar el riesgo basal del mismo, con la necesidad de incluir como variable de futuras intervenciones al miedo a caer per se. Así reporta un metaanálisis de 30 ECAs publicado en el 2014 que reposa en la base de datos COCHRANE. 19

Debe destacarse sin embargo, el aporte del Dr. Dinamarca en su propuesta de tesis doctoral: Teoría de la Dismovilidad: Movimiento, tiempo y envejecimiento. En búsqueda de las bases de una única. Mediante la aplicación de un programa de movimientos mínimos necesarios a pacientes con diagnóstico de dismovilidad, enfocado en otro vacío del conocimiento, la depresión, producto de la propia inmovilidad. Anunciado por el mismo autor en su libro “De la Inmovilidad a la Dismovilidad en Geriatría”, cuando argumentaba el carácter progresivo y de deterioro múltiple de la dismovilidad. 15 Aunque, Tinetti en un estudio de cohortes de 21 meses de seguimiento para identificar “los predictores y el pronóstico asociados con la incapacidad para levantarse después de caer”, 10 años antes, ya asociaba positivamente a la depresión y a la falta de equilibrio y la marcha con el miedo a levantarse posterior a una caída. 16

La creciente población añosa del ecuador actualmente representada por  el 10%, con un predominio de ancianos entre 60 y 65 años de edad, donde la mitad de ellos vive acompañado, presenta enfermedades comunes como: osteoporosis, diabetes, cardiopatías y neumopatías. (INEC 2011) Que comprenden la base biológica de la dismovilidad. 9 Sin olvidar los trastornos nutricionales de obesidad y desnutrición que generalmente son infravalorados en este grupo etareo. 11, 12