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Transfusión en el recién nacido de glóbulos rojos desplasmatizados

sin modificaciones en la horas que siguen a la extracción (9).

La hematopoyesis comienza en el ser humano alrededor de las 11 semanas de gestación en líneas celulares de la médula ósea, principalmente en los huesos largos, incrementándose durante el cuarto mes. En especial, la eritropoyesis se inicia a los 14 días en el saco vitelino, siendo las células rojas; nucleadas y muy macrocíticas. A los 22 días ingresan a la circulación junto con el inicio de la contractilidad del tubo cardíaco. Posteriormente la eritropoyesis normoblástica se inicia en el hígado a las 6-8 semanas, reemplazando a lo originado en el saco vitelino, a las 20 semanas comienza el aporte cada vez más marcado de la médula ósea, la eritropoyesis disminuye en el segundo trimestre y finaliza poco después de terminada la gestación (10-12).

La transfusión de sangre es una forma simple de trasplante de órgano. La sangre (órgano) se transfiere de un donante a un paciente para corregir temporalmente una deficiencia. Tanto el órgano como el donante deben ser examinados para asegurar compatibilidad (13). Para una adecuada selección del paciente y el órgano así como la correcta administración de la sangre o hemoconcentrados debe existir un equipo multidisciplinario integrado por el médico, el profesional del banco de sangre y la enfermera. El médico debe indicar la dosificación, la velocidad de infusión y los criterios justificantes, además de asumir la responsabilidad por las consecuencias derivadas de su indicación, el personal encargado en el banco de sangre debe tener lo necesario para despachar los productos sanguíneos equivalentes, la enfermera que vigila al paciente debe tener presente los diferentes grados y tipos de reacción transfusional, sus formas clínicas y procedimientos de emergencia (14).

Los procedimientos de compatibilidad pretransfusional para receptores neonatales difieren de los habitualmente aplicados para pacientes adultos o niños mayores, en virtud de que el sistema inmunológico del recién nacido es inmaduro y responde relativamente poco a los estímulos antigénicos durante los primeros cuatro meses de vida. Teniendo en cuenta, entonces, que el neonato, difícilmente elabora anticuerpos, aún recibiendo múltiples transfusiones y que la frecuente extracción de muestras para realizar estudios pretransfusionales contribuye a la anemia iatrogénica de los recién nacidos enfermos, está claramente justificado que las evaluaciones inmunohematológicas se limiten a aquellas que resulten verdaderamente necesarias.

A partir de la preocupación pública por la trasmisión de enfermedades por transfusión sobre todo el SIDA, muchas personas solicitan transfusiones de sangre dirigidas, especialmente de familiares, esta práctica es controvertida porque muchos estudios mostraron que los donantes dirigidos no eran más seguros que los donantes voluntarios. Los padres como donantes dirigidos pueden exponer a sus hijos a un riesgo aumentado de reacciones transfusionales, ya que existen incompatibilidades que son únicas entre ellos, por lo que los padres no son donantes aconsejables para los neonatos enfermos, con la excepción de los aislados casos en la que esta fuente de sangre resulta de elección, como la transfusión de plaquetas de la madre para un recién nacido con púrpura isoinmune, o los glóbulos rojos desplasmatizados para la exanguinotransfusión en la Enfermedad hemolítica fetal neonatal por anticuerpos contra antígenos de alta frecuencia (15).

En neonatología la presencia de Anemia es un hecho frecuente, sus causas y el manejo terapéutico dependen de la edad gestacional y peso del nacimiento, en el pretérmino se agrega a la anemia secundaria a la hemorragia, sin embargo la principal causa de anemia el neonatos sobretodo pretérminos es la extracción de sangre para exámenes de laboratorio, y es por ello que las tasas de transfusiones en estos pacientes es alta, los menores de 30 semanas reciben un promedio de 4 transfusiones durante el primer mes de vida, aunque algunos informes, al ponerse en práctica importantes avances tecnológicos y el mayor entendimiento de la fisiopatología fetal y neonatal, demuestran tasas de reducción del número de transfusiones por pacientes que van desde 10 a 15 o inclusive 2 transfusiones por prematuro (16). La transfusión de glóbulos rojos a neonatos pretérminos es controvertida, la mayoría de los neonatólogos coinciden en que los recién nacidos prematuros no requieren transfusión a no ser que manifiesten problemas clínicos relacionados con la anemia (taquicardia, pobre ganancia de peso, letárgia, entre otros) (5).

Clasificación de los glóbulos rojos (17):

  • Eritrocitos concentrados: La separación del plasma es útil en personas que reciben múltiples transfusiones y tienen el antecedente de reacciones alérgicas. El lavado de eritrocitos mediante un dispositivo de celdas automatizadas permite su concentración al disminuir el plasma residual y eliminar el exceso de potasio extracelular que se acumula con su almacenamiento. Deben ser transfundidos en un término no mayor de 24 horas.
  • Eritrocitos concentrados, congelados y desglicerolizados: Permiten el almacenamiento de eritrocitos por largo tiempo (años) para pacientes que necesiten recibir sangre de difícil consecución. Para conservarlos se le agrega glicerol al 10%, se congelan a menos de 80 grados y cuando sea necesario se descongelan y lavan para eliminar el glicerol.
  • Eritrocito leucorreducido: La unidad de eritrocitos concentrados contiene en promedio 1×10 leucocitos. Los glóbulos blancos residuales se eliminan por centrifugación, lavado, congelación, desglicerolización o por filtración en el momento de donar sangre, método eficiente si se utiliza de forma adecuada.
  • Componentes irradiados: La irradiación de los componentes sanguíneos celulares (sangre total, glóbulos rojos, plaquetas) está indicada para prevenir el riesgo de enfermedad injerto vs huésped en pacientes susceptibles, severamente inmunocomprometidos, en neonatos con certeza o sospecha de inmunodeficiencia congénita o adquirida, y fetos que requieren transfusiones intraútero se recomienda la sangre irradiada, sin embargo, en el pretérmino es controvertido su uso.

Criterios transfusionales para el neonato.

Si el diagnóstico de Anemia es de dudosa precisión, más aún lo es la necesidad de transfundir glóbulos rojos. Existe consenso en erradicar la práctica de indicar glóbulos rojos basados exclusivamente en cifras de hematocrito y hemoglobina. La recomendación actual se basa en utilizar criterios predefinidos de transfusión. Enunciaremos los más utilizados en la actualidad.

 Criterios de Shannon (1995) (5).

  • Transfundir con un hematocrito menor o igual de 20% si el paciente está asintomático y con reticulocitos menores de 100.000 x ml.
  • Transfundir si el hematocrito es menor o igual de 30% y el