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Trastorno de estrés postraumático en niños y adolescentes, relaciones con la psiconeuroinmunoendocrinología y vulnerabilidad temprana a los trastornos de ansiedad

Con respecto a los trastornos del humor y de ansiedad, una historia de victimización y pobres relaciones sociales en la infancia predicen su aparición en la adolescencia

Entre las patologías más agravadas por el actual marco social están las adicciones, las depresiones los trastornos de ansiedad, la agresividad y las disfunciones sexuales (29)(30)

CONCLUSIONES

Una interacción entre factores genéticos y ambientales ha sido postulada y ampliamente documentada, para determinar una vulnerabilidad individual para desarrollar trastornos afectivos y de ansiedad. Hay suficiente evidencia que demuestra la relación entre experiencias tempranas traumáticas y el desarrollo de estos trastornos en adultos, especialmente en trastorno por estrés postraumático.  Las respuestas endócrinas y conductuales son coordinadas por el sistema CRF central. Hay hiperactividad del factor liberador hipotalámico de corticotrofina (CRF) en pacientes con depresión y ansiedad. Numerosos estudios preclínicos sugieren que el estrés durante una fase del desarrollo puede resultar en un incremento persistente en la actividad CRF y la sensibilización del eje HPA y el Sistema Nervioso Autónomo frente al estrés, sentando las bases para el desarrollo futuro de esos trastornos. Todo ello tiene múltiples implicancias somáticas, dado que esta vulnerabilidad y sensibilización al estrés, a la ansiedad y a la depresión, generarán consecuencias patológicas como se verifica en las enfermedades por autoinmunidad, los síndromes mixtos de ansiedad e inflamación, las enfermedades cardiovasculares y las patologías gastrointestinales y respiratorias asociadas a trastornos de ansiedad.

En la atención primaria de la salud, el pediatra y generalista cumplen un importante rol en la detección temprana y prevención del trastorno por estrés postraumático a través del interrogatorio, la historia clínica detallada y la integración biopsicosocial de la práctica. Es frecuente que los padres no relacionen el cuadro clínico con un acontecimiento traumático concreto. El estudio del trastorno por estrés postraumático en niños y adolescentes tiene aún pendiente de respuesta numerosos interrogantes. Ante un acontecimiento traumático no todos los niños responden con el cuadro clínico propio del estrés postraumático y aún en esos casos no todos presentan los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Estudiar las diferencias clínicas en función del sexo y hacer trabajos longitudinales a largo plazo, permitirá conocer mejor la naturaleza de este trastorno y sus relaciones con la patología psiquiátrica del adulto.

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