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Tratamiento multidisciplinar de paciente con síntomas médicos inexplicables a nivel orofacial. A propósito de un caso

Pruebas complementarias:

Ortopantomografía: algunos dientes pilares de las prótesis fijas del sector anterosuperior y posteroinferior presentaban endodoncias con imágenes radiolúcidas en los ápices dentarios compatibles con la imagen típica de un granuloma crónico apical postendodoncia.

Se prosiguió al rapado de las lesiones intraorales en lengua y paladar duro y de las prótesis removibles para su cultivo en medio azucarado, viéndose colonias de Cándida Álbicans. También se realizó un frotis con hidróxido de potasio (Ver imagen nº 3: frotis intraoral- al final del artículo) para ver las hifas tabicadas (Ver imagen nº4. Hifas de Cándida Álbicans-al final del artículo) confirmándose el diagnóstico de candidiasis eritematosa en lengua y candidiasis protésica.

Realizamos un test de calidad de vida oral usando el Geriatric Oral Health Assessment Index (GOHAI) obteniéndose una baja percepción de la misma (GOHAI= 33).

A continuación hicimos una interconsulta con su MDF y solicitó una analítica detectándole un déficit de vitamina B12.

Una vez instaurada una terapia combinada para el alivio sintomático consistente en: sustitución de ADT por inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), retirada de anticolinérgicos con mejora de la xerostomía; nistatina, vitamina B12, extracciones de dientes inviables y rehabilitación con prótesis nuevas, la paciente mejoró levemente aunque siguió manifestando molestias similares de menor intensidad, sintiéndonos desolados y haciéndonos sospechar, además de las enfermedades fisiológicas y psiquiátricas encontradas y tratadas, de otros trastornos psicológicos de fondo como un trastorno somatomorfo.

Diagnósticos diferenciales:

Según criterios de clasificación se puede hacer un diagnóstico diferencial con otros trastornos somatomorfos ( DMS-IV): “hipocondría”, “TS no especificado”, “trastorno por dolor”, “de conversión” y/o” indiferenciado”.

Siguiendo los diagnósticos del DMS-V puede tratarse también de: “trastorno de ansiedad hacia la enfermedad”, “trastornos de síntomas somáticos específicos y trastornos relacionados”, “trastornos facticios” y/o el “trastorno de síntomas somáticos no específicos y trastornos relacionados”.

Por último se puede hacer un diagnóstico diferencial con otros trastornos clínicos en el eje I siendo los más frecuentes la “depresión” y la “ansiedad”; o trastornos en el eje II de la personalidad como el 2obsesivo-convulsivo” o “paranoide”.

Diagnóstico definitivo:

Trastorno somatomorfo de síntomas somáticos (DMS-V) o trastorno por somatización (DMS-IV). A nivel oral Síndrome de la Boca Ardiente.

Tratamiento, terapias aplicadas:

Fue derivada a la Unidad de Salud Mental. Le mantuvieron la pauta con los ISRS por su acción antidepresiva y analgésica. Se estableció unas sesiones de psicoterapia de larga duración consiguiendo una relación intensa con el psicólogo, ahondando y reparando las distorsiones en las relaciones interpersonales que le impedían desarrollar relaciones y le producían síntomas.

También se le realizó una terapia psicológica cognitiva-conductual individual y en grupo consiguiendo eliminar el convencimiento de que era una persona débil, fomentando más actividades y sobre todo placenteras, desfocalizando la atención en el problema de la boca y haciendo más hincapié en disfrutar de lo positivo en su vida.

Evolución:

Las primeras revisiones después de acudir al psicólogo la persona venía notablemente más receptiva, animada, se notaba más arreglada físicamente y, a nivel intraoral, hubo una disminución de la sintomatología orgánica; en las revisiones posteriores se notó un estancamiento en los dos niveles donde la paciente notaba algo de sequedad oral, quemazón y se encontraba débil físicamente. Finalmente a los tres meses de la terapia psicológica la paciente intraoralmente se notaba mayor humedad en las mucosas sin signos de enrojecimiento, más sabor en las comidas, etc. y emocionalmente más estable y animada, con más vida social y fuerte anímica y psicológicamente para afrontar los problemas diarios de la vida.

Actualización sobre el tema:

Existe una destacada comorbilidad entre los trastornos psiquiátricos con los síndromes de somatización siendo aproximadamente del 42,7% de los casos.

En el DMS-V los trastornos somatomorfos sufrieron múltiples modificaciones como el cambio de nombre a “Trastornos por Síntomas Somáticos”, englobando varios trastornos somatomorfos que se solapaban en el DSM-IV y haciendo una nosología más simplificada con posibilidad de etiquetar como enfermos mentales a muchos individuos con enfermedades médicas que manifiesten una preocupación y sufrimiento más allá de lo esperable, que en sistemas de salud como el nuestro, puede ser simplemente la consecuencia de una falta de atención oportuna. El DMS-V parece optar por un acercamiento dimensional, en el que los factores psicológicos son clave (15).

Imágenes:

Imagen 1: lengua roja y depapilada

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Lengua roja depapilada

Imagen 2: manchas rojas y blancas en mucosa palatina

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Manchas rojas y blancas en mucosa palatina

Imagen 3: frotis intraoral

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Frotis intraoral

Imagen 4: hifas de Cándida Albicans

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Hifas de Candida albicans

Bibliografía:

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  3. Haller H, Cramer H, Lauche R, Dobos G: Somatoform disorders and medically unexplained symptoms in primary care a systematic review and meta- analysis of prevalence. Dtsch Arztebl Int. 2015; 112: 279–87.
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  7. Taylor, Robert B. (2006). Medicina de familia: principios y práctica (6ta edición). Elsevier, España. p.325. ISBN 844581298X.
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  13. Muñoz LF, Jaramillo LE. DSM-5: ¿Cambios significativos?. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2015; 35 (125), 111-121.