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Tratamiento de la enfermedad de la válvula aortica

22%. Sin embargo, cualquier grado de insuficiencia asocia un aumento de la mortalidad (HR 2,11; IC 95% 1,43-3,10; p>0,001), proporcional a la severidad de la insuficiencia. Ningún paciente precisó sustitución quirúrgica valvular por deterioro. De forma global, las variables predictoras de mortalidad de forma independiente fueron: índice de masa corporal, enfermedad hepática, riesgo quirúrgico elevado e insuficiencia mitral moderada o severa previa a la intervención.

En el grupo de implantación de la válvula aórtica transcatéter (TAVI) también influyó la insuficiencia renal y la revascularización coronaria previa percutánea o quirúrgica. Esta última también predijo mortalidad en el grupo de cirugía. Con estos datos, los autores concluyen que la implantación de una endoprótesis aórtica es una opción válida en los pacientes con alto riesgo quirúrgico en comparación con la sustitución valvular, con similar tasa de morbimortalidad a largo plazo (2 años) aunque con una mayor frecuencia de complicaciones vasculares y de insuficiencia aórtica residual que se relaciona directamente con la mortalidad.

CONCLUSIÓN

Los resultados a largo plazo apoyan el uso de implantación de la válvula aórtica transcatéter (TAVI) como alternativa a reemplazo valvular aórtico en seleccionados pacientes de alto riesgo con estenosis aórtica. Los dos métodos produjeron resultados clínicos y hallazgos hemodinámicos similares. Las complicaciones vasculares importantes y eventos neurológicos fueron más frecuentes con implantación de la válvula aórtica transcatéter (TAVI).

En comparación con el tratamiento estándar, la implantación de la válvula aórtica transcatéter (TAVI) reduce las tasas de mortalidad, hospitalización y accidentes cerebrovasculares; y mejoró los síntomas basada en la clase NYHA.

Los beneficios y riesgos de la implantación de la válvula aórtica transcatéter (TAVI) necesitan ser aclarados con más estudios utilizando los cirujanos experimentados, y la incorporación de dispositivos de siguientes generaciones. La cuidadosa selección de pacientes, la estratificación del riesgo metódica, dimensionamiento de la válvula óptima, y las técnicas de procedimiento a fondo, junto con la gestión de las complicaciones integrales, son factores importantes a considerar para conseguir buenos resultados.

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