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Trypanosoma cruzi y Enfermedad de Chagas

electrocardiograma y estudio radiológico de tórax y aparato digestivo normales. La fase indeterminada puede durar toda la vida, o derivar en la Fase Crónica en la cual al cabo de 15 a 20 años aparece alguna manifestación orgánica cardiaca (miocardiopatía chagásica), digestiva, mixta o neurológica.

Diagnóstico

El diagnóstico etiológico de la Enfermedad de Chagas se basa en la clínica, epidemiología y estudios de laboratorio.

Para el diagnóstico de laboratorio, los exámenes adecuados dependen de la etapa clínica del paciente.

En la etapa aguda los estudios se centran en la búsqueda y reconocimiento del Trypanosoma cruzi en sangre (metodología parasitológica directa), porque en las etapas iniciales de la enfermedad se encuentran parasitemias importantes, y a medida que transcurre la infección van disminuyendo hasta hacerse mínimas y aleatorias.

En las etapas crónicas (indeterminada y sintomática) las parasitemias son transitorias y por ello el diagnóstico se realiza fundamentalmente mediante el hallazgo de anticuerpos circulantes contra Trypanosoma cruzi (3).

Vigilancia de la Enfermedad de Chagas

Para la clasificación de Enfermedad de Chagas en fase aguda se establecen las siguientes definiciones en la vigilancia de la enfermedad:

– Caso Agudo sospechoso: Persona con fiebre de más de 5 días de duración, de etiología no identificada, acompañada o no de escalofríos y que presente uno o más de los siguientes síntomas o signos: mialgias o artralgias, debilidad general, astenia, diarrea, dolor abdominal, disnea, dolor torácico, taquicardia, palpitaciones, hepatomegalias, adenopatías, edema facial y/o de miembros inferiores, eritema nodoso (adultos).

– En caso de recién nacidos son sospechosos los cuadros clínicos caracterizados por prematurez, hepatoesplenomegalia y fiebre prolongada.

– Caso Agudo Confirmado: caso sospechoso o no, confirmado por laboratorio mediante la positividad de uno o más de los siguientes resultados:

Parasitemia: Presencia de Trypanosoma cruzi en examen directo o gota gruesa, por cultivo, por aislamiento en animales de laboratorio, por xenodiagnóstico o PCR.

Seroconversión o aumento de títulos ≥ 4 diluciones de anticuerpos positivos contra Trypanosoma cruzi mediante 2 métodos de investigación:

Inmunofluorescencia Indirecta (IFI).

Ensayo Inmunoenzimático (ELISA).

Aglutinación Directa (AD) con y sin Mercaptoetanol.

PCR (reacción en cadena de la polimerasa).

Mediante examen anatomopatológico, en caso de fallecimiento, compatible por inmunohistoquímica.

Métodos Parasitológicos: se trata de los métodos más recomendados en la investigación de tripanosomiasis aguda y se refieren en orden creciente de complejidad y sensibilidad los siguientes Gota Fresca y Gota Gruesa, Método de Strout, Método de Capilares, Hemocultivo, Xenodiagnóstico y PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa). Cabe mencionar que la búsqueda de Trypanosoma cruzi en gota gruesa a partir de sangre periférica es un método 100% específico, pero de muy baja sensibilidad, dando numerosos falsos negativos, ya que la observación de los mismos depende del tamaño de la gota y la cantidad de parásitos circulantes. Por el contrario, el método de Strout concentra los elementos parasitarios mediante centrifugación y tiene una especificidad del 100% y una sensibilidad del 95%.

Métodos Serológicos: en la etapa aguda la capacidad de identificar anticuerpos se registra a partir de la cuarta semana de la infección. En la serología convencional debe registrarse una seroconversión (de negativo a positivo) entre dos muestras pareadas de suero obtenidas con un mes de diferencia como mínimo. Los métodos serológicos determinan inmunoglobulinas humanas de los tipos M y G. El resultado positivo del diagnóstico parasitológico es la certificación de la infección, sin embargo, un resultado parasitológico negativo no indica necesariamente ausencia de infección; por lo que se recomienda complementar la investigación de casos sospechosos con el seguimiento de la evolución de títulos serológicos en el tiempo en los casos sospechados de infección. Los métodos recomendados en esta etapa son la Inmunofluorescencia Indirecta (IFI), el Ensayo Inmunoenzimático (ELISA) y Aglutinación Directa (AD) con y sin Mercaptoetanol; Fijación del complemento (Machado y Guerreiro) y PCR.

Referencias bibliográficas

1. Atias, A. Enfermedad de chagas. 2007: 251-253.

2. Mandell. Enfermedades infecciosas. 2006. 1980-1987.

3. Restrepo. Parasitosis humanas. 2003: 230-233.

4. Añez N, Carrasco H, Parada H, Crisante G, Rojas A, Gonzalez N. 1999. Acute chagas disease in western Venezuela: a clinical, seroparasitologic, and epidemiologic study. Am J Trop Med Hyg; 60 (2).

5. Añez N, Carrasco H, Parada H, Crisante G, Rojas A, Fuenmayor A, Gonzalez N, Percoco G, Borges R, 1999. Myocardial parasite persistence in chronic chagasic patients. Am J Trop Med Hyg; 60 (5).

6. Añez N, Crisante G & Romero M. 2009. Supervivencia e infectividad de formas metacíclicas de Trypanosoma cruzi en alimentos experimentalmente contaminados. BOL MALARIOLOGÍA Y SALUD AMBIENTAL Vol. XLIX (1).

7. Añez N, y colaboradores. 2003. La cara oculta de la enfermedad de Chagas en Venezuela. BOL MALARIOLOGÍA Y SALUD AMBIENTAL. Vol. XLIII (2).