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Tumores ginecológicos benignos. Revisión bibliográfica

benignos de ovario de crecimiento lento suelen cursar con sensación de plenitud, pesadez, disconfort abdominal o incluso dispepsia.

– Aumento del perímetro abdominal. Se produce por el propio crecimiento de la masa o bien por ascitis, que aunque es más típica de procesos malignos, puede darse en los benignos de tipo sólido o en el tumor de Brenner.

Abdomen agudo. Fundamentalmente se deriva de un tumor benigno de ovario complicada con torsión, rotura, hemorragia, infección, etc.

– Sintomatología compresiva que aparece por compromiso de estructuras vecinas. Se encuentran cuadros obstructivos renales y/o intestinales e incluso, afectación vascular -varices, hemorroides-. En casos excepcionales y si la tumoración es muy voluminosa, puede producir disnea.

– Manifestaciones hormonales. Si el tumor es funcionante, puede aparecer masculinización, hirsutismo, hemorragia uterina anómala, y en casos más raros, hipertiroidismo u otros síndromes endocrinos.

Diagnóstico

Los principales pilares diagnósticos usados en las tumoraciones anexiales benignas son el examen pélvico, la ecografía preferentemente vía transvaginal (ecoTV) y la determinación analítica de marcadores tumorales. Sin embargo, el diagnóstico de certeza será exclusivamente anatomopatológico, por lo que en ciertas ocasiones en las que tras el uso de las diferentes herramientas diagnósticas existan dudas sobre éste o haya sospecha de malignidad, sería aconsejable optar en principio por cirugía que permitirá tanto un mejor diagnóstico como la posibilidad de extirpación, biopsia intraoperatoria y tratamiento posterior según ésta.

Historia clínica y anamnesis: el primer factor a tener en cuenta es la edad y el estado menopáusico o no de la paciente. Estos datos se obtienen de una anamnesis cuidadosa. Es importante indagar sobre los antecedentes familiares de cáncer de ovario, así como otros cánceres relacionados, como mama o colon.

• Exploración física general y ginecológica: mientras que la palpación abdominal revela la presencia de una masa ovárica si ésta sobrepasara la pelvis y la presencia o no de ascitis, el tacto bimanual va a aportarnos información más precisa sobre el tamaño, la consistencia, la uniformidad, el grado de movilidad, la regularidad y el carácter uni o bilateral de la lesión (sólo un 5% son bilaterales) así como la ocupación del Douglas. Atendiendo a lo anterior se aceptan como signos de benignidad:

  1. Móvil desplazable, regular, o uniforme
  2. Unilateral
  3. Fondo de saco de Douglas libre sin irregularidades
  4. No hay fijación a estructuras vecinas
  5. No hay hepatomegalia nodular, ni ascitis, ni masa epiploica indurada.

• Analítica: serán útiles un hemograma, bioquímica general y coagulación, especialmente si la TBO se complicara con un abdomen agudo, así como la determinación hormonal cuando se sospecha una tumoración funcionante. Los datos analíticos de los que obtendremos mayor información serán los niveles plasmáticos de marcadores tumorales que si bien, no confirman el diagnóstico de benignidad del proceso, son de gran ayuda para la orientación terapéutica, seguimiento posterior y respuesta a tratamiento realizado:

– Ca 125: glicoproteína de alto peso molecular producida por células derivadas del epitelio celómico. Su rendimiento es distinto en las diferentes etapas de la vida. En mujeres postmenopáusicas que presentan una tumoración anexial, un valor de Ca 125 superior a 35 U /ml tiene una sensibilidad próxima al 100% y una especificidad del 50% para diagnóstico de malignidad. En cambio, en premenopáusicas, las elevaciones de Ca 125 no tienen capacidad predictiva a la hora de discernir si se trata de un proceso benigno o maligno ginecológico puesto que se puede elevar tanto en circunstancias fisiológicas – gestación, menstruación – como en procesos benignos – endometriosis, cuadros adherenciales, patología irritativa intraperitoneal, EIP – o incluso en otras neoplasias no ginecológicas – colon, mama, endometrio -Aunque el Ca 125 es útil para valorar punción y respuesta terapéutica, aparición de recidivas así como seguimiento de los tumores benignos de ovario, no cabe duda que su papel más destacado lo posee en el pronóstico y seguimiento de las neoplasias malignas de ovario.

– Alfafetoproteína: antígeno embrionario presente de forma fisiológica en la gestación, de especificidad intermedia. Es útil en tumores del seno endodérmico y en carcinomas embrionarios de ovario. Su determinación está especialmente indicada en el estudio de masas anexiales en pacientes jóvenes.

– Gonadotropina coriónica humana (HCG): se eleva en las neoplasias trofoblásticas gestacionales, coriocarcinomas de ovario y en los tumores de células germinales de cualquier localización. Su cuantificación está indicada en pacientes jóvenes.

– Ca. 19.9: carbohidrato muy presente en tumores de extirpe digestiva y en tumores ováricos de tipo mucinoso.

• Estudios de imagen: la ecografía vía transvaginal (ecoTV) complementada con la vía abdominal es tradicionalmente el más eficiente, seguro y económico de todos los tests diagnósticos de imagen ya que gracias a las características del método de exploración (mayor proximidad al órgano a estudiar, mejor resolución de imagen) aporta notable información sobre los aspectos morfológicas de la tumoración (elemento básico en el estudio de las masas anexiales) permitiendo así establecer un diagnóstico de sospecha prequirúrgico óptimo en la mayor parte de los casos en los que se tenga que recurrir a ésta. Mientras que la eco TV proporciona mejor información si el tumor benigno de ovario es menor de 10 cm. o se ubica en fondo de saco de Douglas, la abdominal lo hará en aquéllas que tengan más de 10 cm o se sitúen por encima del techo vesical. Es importante destacar que el valor predictivo de la ecografía es mayor para las tumoraciones benignas que para las malignas.

Características ecográficas de probable benignidad:

  1. Tamaño menor de 5 cm.
  2. Unilateralidad.
  3. Pared tumoral lisa, delgada y regular.
  4. Ausencia de tabiques o menores de 3 mm de grosor.
  5. Buena delimitación de la masa.
  6. Homogeneidad de la lesión sin presencia de áreas sólidas.
  7. Contenido anecoico de la tumoración.
  8. Ausencia de ascitis.

Para ajustar más el diagnóstico y mejorar la sensibilidad y especificidad del mismo se han propuesto diferentes sistemas de puntuación (scores) en los que se adjudica un valor numérico a cada una de las distintas características de la masa anexial. En general, todos valoran la estructura de la pared, los septos internos, y el aspecto ecogénico de la masa. Cuanto más alta sea la suma de estos valores, es más probable que la tumoración sea maligna. Todos los índices tienen su sesgo ya que la puntuación que se otorga es subjetiva y depende del observador y del equipo de ultrasonidos que se usa. Destacan los de Taylor, Timmerman, Fleischer, Kurjak o Sassone.

En lo referente al uso del eco-Doppler (Doppler pulsado, Doppler color convencional o power Doppler), un metaanálisis