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Uso inadecuado de los Servicios de Urgencia Extrahospitalarios. Definición, factores de influencia y consecuencias

Uso inadecuado de los Servicios de Urgencia Extrahospitalarios. Definición, factores de influencia y consecuencias

Para entender el concepto de uso inadecuado en cualquier Servicio de Urgencias, debemos recordar primero el concepto de Urgencia pero, al mismo tiempo, es fundamental diferenciar entre urgencias Hospitalarias y Extrahospitalarias. Y es que, en el momento en el que al paciente le surge una urgencia, la primera decisión que debe tomar será adónde dirigirse.

Aquí diferenciamos entre Servicios de Urgencia Extrahospitalarios y Servicios de Urgencia Hospitalarios. En los primeros, donde trabajamos, la dotación de personal y, sobre todo, de material, equivale a la de un Centro de Salud, disponiendo de escasos medios especializados.

Uso inadecuado de los Servicios de Urgencia Extrahospitalarios. Definición, factores de influencia y consecuencias

Sergio Landróguez Salinas

Rafael Merina Díaz

Teresa Salcini Márquez

Índice:

  1. Definición de uso inadecuado
  2. Factores que influyen en el uso de los Servicios de Urgencias
  3. Consecuencias del uso inadecuado de los Servicios de Urgencias
  4. Bibliografía
  5. Definición de uso inadecuado.

En cambio, en el medio hospitalario, los medios disponibles son todos los necesarios para cualquier eventualidad urgente o emergencia, incluida la especializada. Por lo tanto, es fácil suponer que habrá una gran diferencia entre ambos, no sólo de uso, sino en tiempos de espera, masificación, coste proporcional de la atención, etc.

Si nos referimos a las Urgencias Hospitalarias, todo aquel paciente que reclame los medios disponibles en el mismo, representará un caso adecuado, por ejemplo, necesidad de prueba de imagen, TAC, RNM, analítica sanguínea, etc. En contraposición, todo paciente que acude a un centro hospitalario, pero su demanda se puede resolver con los medios disponibles en un Centro de Salud, supone un uso inadecuado para el hospital, por ejemplo, acude por un catarro o una odontalgia.

Cualquier paciente que acuda a un Servicio de Urgencias Extrahospitalario, debe tener claro esta diferenciación. Si acude con una emergencia real, o incluso vital, por la premura de la situación, desconocimiento de su situación real, etc., se le atenderá con todos los medios materiales y humanos disponibles, pero la limitación de éstos, hará, más que probable, el traslado a un Servicio de Urgencias Hospitalarias.

Pero en las Urgencias Extrahospitalarias, que son las que nos ocupan, la diferenciación es diferente y relativa. Si éstas se han convertido en una consulta de Atención Primaria a deshora, lo adecuado o inadecuado de la causa que genera la consulta, vendrá marcada por otros términos.

El problema a la hora de cuantificar de alguna forma esta inadecuación, se agrava cuando encontramos autores que aportan datos bastante variables sobre la misma.

El estudio del porcentaje de inadecuación entre diferentes trabajos proporciona una amplia variabilidad: desde menos del 15% hasta más del 80% (30). El uso de diferentes criterios para definir la inadecuación explica la discrepancia de los resultados (31). Los criterios utilizados para la valoración de inadecuación se realizan básicamente a través de criterios subjetivos, de protocolos de triaje y de criterios explícitos (definición de urgencias y/o protocolos de adecuación):

  1. Criterios subjetivos: Implícitos, basados en el juicio clínico de uno o varios expertos, en función del motivo de consulta y la impresión de gravedad.
  2. Protocolos de triaje: En la atención hospitalaria, éstos son estrictos, pero en los Servicios de Urgencias Extrahospitalarios, podríamos decir que casi no existen, ya que prácticamente todos los pacientes son atendidos por orden de llegada. Y a pesar de que en este medio, sólo una minoría de las demandas representan urgencias objetivas reales, éstas, afortunadamente, suelen ser bastante evidentes, por lo que, en estos casos, sí funciona un minitriaje que permite la atención urgente de dicho paciente, una vez que el personal de admisión lo comunica al médico o enfermero.

En todos los Servicios de Urgencias, sobre todo a nivel hospitalario, para reducir el tiempo medio de espera del paciente grave se implanta la consulta de clasificación o triaje que selecciona a los pacientes en varios niveles de gravedad. Esta tarea, a nivel hospitalario se realiza por personal de Enfermería (32) o por personal médico.

Pero en las Urgencias Extrahospitalarias, la falta de recursos humanos especializados, hace inviable esta opción, que se suple en parte por un triaje más light, llevado a cabo por el celador encargado de la admisión de los pacientes.

En estos casos, influye enormemente la capacitación de este personal, ya que la subjetividad, la falta de conocimientos médicos, la mala comunicación, la falta de experiencia y cualquier factor que enmascare una verdadera urgencia, podrá retrasar la atención de un paciente que sí la requiera de verdad.

En realidad, el único triaje que se realiza en los Puntos Fijos de Atención Sanitaria es preguntarle simplemente al paciente el motivo de consulta, cosa que muchas veces el mismo usuario se resiste a contestar, aduciendo una intromisión a la intimidad por parte del personal no médico.

Incluso hemos comprobado como muchos pacientes, refieren un motivo de consulta en admisión y luego en consulta refieren otro completamente distinto, en la mayoría de las ocasiones por vergüenza, timidez o por situaciones embarazosas, en opinión del propio paciente. A veces, incluso se da la circunstancia de que si hubiesen dicho la verdad, podían haber sido atendidos antes, por tratarse de una situación más urgente que la referida en admisión.

El riesgo de este triaje en los Puntos Fijos de Atención Sanitaria, es que es poco eficaz, asumiendo el sistema que habrá sesgos en ambos sentidos, es decir, se atenderá antes a pacientes con demandas menos urgentes y patologías urgentes, sufrirán una espera mayor.

En ocasiones sucede que existe más de un Punto Fijo de Atención Sanitaria en la misma población, con el mismo horario de apertura, y que el paciente acude al que no está adscrito. En este caso, se informa al paciente de que le corresponde la atención en el otro punto, pero