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VIH. Conocimientos Esenciales del diagnóstico, clínica y tratamiento, dirigidos a profesionales de la Estomatología

nombre de sobreviviente de larga duración: son aquellos que pasan de los 10 años sin presentar ninguna enfermedad oportunista.

Síntomas de la infección aguda.

Al inicio de la infección aparece fiebre asociada a adenopatías en un 15% o más de los casos; además puede aparecer rash cutáneo, diarreas, amigdalitis y un cuadro parecido a la mononucleosis, e incluso puede presentarse meningoencefalitis aséptica. Estos síntomas están limitados en tiempo por periodo de aproximadamente 7 a 14 días.

Es importante que el médico de atención primaria tenga en cuenta esta sintomatología y sospeche que la persona está haciendo seroconversión al VIH.

Este período clínico va acompañado de producción de anticuerpos contra el VIH, los cuales hacen detectables después de las 12 semanas.

Algunas personas pueden presentar un cuadro de adenopatías aumentadas de tamaño y presentes en varias cadenas ganglionares diferentes, excepto las inguinales, que se mantienen por más de un mes; este período recibe el nombre de Linfadenopatías Persistentes Generalizadas (LPG). Este momento puede presentarse inmediatamente después de la infección aguda o más tardíamente.

Luego de la desaparición de los síntomas que se observan en la infección aguda se inicia el periodo de infección asintomática, en el que el virus sigue reproduciéndose e infectando nuevas células durante años. Después de este período, las personas infectadas pueden comenzar a presentar manifestaciones clínicas asociadas a la disminución del conteo de células CD4; al inicio se observan enfermedades de la piel, candidiasis oral, leucoplasia pilosa y manifestaciones generales como fiebre, pérdida de peso, pérdida de apetito, sudoraciones nocturnas y diarreas.

Clasificación de la infección VIH/SIDA

En 1993 la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo una clasificación de la infección para poder estandarizar protocolos de investigación y tratamientos. Para hacer estudios y para determinar cuándo empezar con algún tratamiento es necesario tener algunos criterios universales.

La clasificación está determinada por dos parámetros:

-Aspectos clínicos de la persona

-Conteo de células CD4 (células que determinan las defensas)

Categorías Clínicas (A, B, C) y Conteo de Células CD4

Células CD4 A B C

1) más de 500 / mm3 A1 B1 C1

2) de 200 a 499 mm3 A2 B2 C2

3) menos de 200 mm3 A3 B3 C3

Categoría A: personas asintomáticas, con adenopatías persistentes generalizadas con o sin infección aguda.

Categoría B: pacientes con síntomas pero que no están ni en el grupo A ni C.

Categoría C: constituye un indicador de SIDA.

Síntomas asociados con la categoría B:

Candidiasis oral

Candidiasis Vaginal persistente y frecuente con pobre respuesta al tratamiento

Displasia cervical

Fiebre y diarreas de más de un mes de evolución

Leucoplasia oral herpes zóster (dos episodios o un episodio con toma de más de un dermatoma)

Púrpura trombocitopénica idiopática

Enfermedad inflamatoria pélvica, especialmente si se complica con absceso tubo-ovárico

Neuropatía periférica.

Carcinoma in situ.

Síntomas asociados con la categoría C

Candidiasis esofágica traqueal, bronquial y pulmonar.

Cáncer cérvico-uterino invasivo.

Coccidiodomicosis y criptococosis extra pulmonar.

Criptosporidiasis con diarreas de más de un mes.

Citomegalovirosis generalizadas.

Herpes simple con úlceras mucocutáneas por más de un mes.

Bronquitis, neumonitis o esofagitis.

Histoplasmosis extra pulmonar.

Demencia asociada al VIH.

Pérdida de peso de más del 10 % asociada a diarrea crónica y fiebre por más de un mes.

Isosporidiasis con diarrea de más de un mes.

Sarcoma de Kaposi.

Linfoma primario de encéfalo.

Linfoma no Hodking de células B.

Micobacteriosis avium o kansasi diseminada.

Tuberculosis pulmonar o diseminada.

Nocardiosis.

Neumonía por pneumocystis carinii.

Neumonía bacteriana recurrente.

Leucoencefalopatía multifocal progresiva.

Septicemia por salmonella no tiphy recurrente.

Strongiloidiasis extraintestinal.

Toxoplasmosis de órganos internos.

Los exámenes de laboratorio que se utilizan para seguir el estado inmunológico del paciente son el conteo de células CD4 y la Carga Viral.

Como el linfocito T4 o CD 4 es el más afectado por el VIH, su conteo nos da, un parámetro seguro de la situación inmunitaria de la persona viviendo con VIH, y nos permite tomar conductas terapéuticas o hacer variaciones en el tratamiento; las cifras a tener en cuenta son las que se mencionan en la tabla anterior. Otro examen muy importante es el de carga viral, el cual mide la cantidad de copias virales que se encuentran en la periferia.

Infecciones oportunistas

Con el avance de la infección VIH, al cabo de aproximadamente 10 años (promedio), comienzan a aparecer los primeros síntomas de manifestaciones oportunistas; estas se dividen en menores y mayores según sea el compromiso vital. Es importante conocer que la persona seropositiva al VIH o portadora asintomática, es aquella diagnosticada por exámenes de laboratorio y que no presenta ningún síntoma, a diferencia del enfermo de SIDA que sí tiene manifestaciones específicas de enfermedad. Ambos son potencialmente