Aspectos psicosociales en el enfermo con cáncer
Autora principal: Patricia Blasco Serrano
Vol. XVII; nº 18; 766
Psychosocial aspects in patients with cancer
Fecha de recepción: 03/08/2022
Fecha de aceptación: 14/09/2022
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 18 Segunda quincena de Septiembre de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 18; 766
Autores:
Patricia Blasco Serrano. Graduada en enfermería en la Universidad de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.
Alberto Espeso Izquierdo. Graduado en enfermería, facultad de ciencias de la salid de la Universidad de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.
Raquel Pérez Navarro. Graduada en enfermería, facultad de ciencias de la salud de la Universidad de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.
Belén Faci Gracia. Graduada en enfermería, facultad de ciencias de la salud Universidad San Jorge de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.
Cristina Seijas Malavé. Graduada en la facultad de ciencias de la salud de la universidad de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.
Javier Jesús Júdez Pérez. Graduado en enfermería, facultad de ciencias de la salud Universidad San Jorge de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.
Esther Cruz Solas. Graduada en enfermería en la Universidad de Jaén. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.
RESUMEN:
La palabra cáncer define una división celular incontrolada que produce un tumor que puede ser benigno o maligno cuando adquiere la capacidad de invadir y destruir órganos. En la actualidad el cáncer es una de las enfermedades que está entre nosotros, la contaminación, el estrés, consumo de drogas… pueden ser factores determinantes. Por todo ello se debe saber manejar el contexto psicosocial de dicho proceso en el contexto del proceso de enfermedad de la persona.
Palabras clave: cáncer, psicología, enfermería.
SUMMARY
The word cancer defines an uncontrolled cell division that produces a tumor that can be benign or malignant when it acquires the ability to invade and destroy organs. Currently cancer is one of the diseases that is among us, pollution, stress, drug use… can be determining factors. For all these reasons, it is necessary to know how to manage the psychosocial context of said process in the context of the person’s disease process.
Keywords: cancer, psicology, nursing.
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
1. FACTORES PSICOSOCIALES Y CÁNCER [1] [2] [3]
En la sociedad actual, el cáncer es una patología frecuente. Según la OMS, solo en 2012 se registraron 14 millones de casos y se prevé que en 20 años la cifra aumente en un 70%. Es una enfermedad que se caracteriza por una división celular incontrolada que dará lugar a un tumor o nódulo. Este tumor puede ser benigno cuando no posee la capacidad de invadir y destruir otros órganos. Si las células además de proliferar incontroladamente alcanzan la facultad de invadir tejidos y órganos próximos (infiltración), y de reubicarse y expandirse en otras partes del cuerpo (metástasis), se suele utilizar el término tumor maligno o cáncer.
Algunos elementos característicos de nuestro estilo de vida (la contaminación del aire y del agua, la vida sedentaria, el estrés, la soledad, el consumo de drogas, la ingesta del alcohol, el tabaco, el consumo de medicamentos…, etc) constituyen un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer.
Desde el punto de vista psicosocial, interfiere en la calidad de vida del paciente y su entorno debido a que origina cambios en su trabajo, ocio, relaciones sociales… Por ello debemos prestar atención a los aspectos psicosociales para el correcto manejo integral del proceso oncológico.
Las diferentes formas en las que las personas responden a la enfermedad vienen determinados por una serie de factores como pueden ser:
- Factores personales: En los que se incluyen la edad, sexo y personalidad del paciente, capacidad de afrontamiento y adaptación al estrés, experiencias previas (propias o ajenas) con el cáncer, significado que para la persona tenga la enfermedad (pérdida, castigo…), creencias y valores personales…
- Factores socioculturales que incluyen el significado social que tenga la enfermedad, la respuesta de la familia, si rol y posición, la situación laboral y económica en la que se encuentre la persona enferma, los recursos de apoyo de los que disponga…
- Factores relacionados con la organización hospitalaria: Incluye la organización del centro, condiciones asistenciales y terapéuticas en las que se atiende al paciente, actitud del equipo de salud, confianza en el equipo terapéutico, estado actual del paciente…
- Factores relacionados con la enfermedad: Incluyen el tipo de cáncer, pronóstico, secuelas o potenciales incapacidades y las medidas terapéuticas que se requieren.
Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta al realizar la valoración de los aspectos psico-sociales que inciden en la respuesta de la persona determinando diferentes comportamientos y formas de hacer frente a la enfermedad.
2. FASES Y RESPUESTAS PSICOLÓGICAS EN EL ENFERMO DE CÁNCER [1]
- Fase prediagnóstico:
Las visitas frecuentes al hospital producirán una pérdida de la autonomía en el individuo, y temor por lo desconocido del ambiente.
También aparecerán sentimientos de incertidumbre y preocupación ante el posible diagnóstico. Esto desencadenará un estado de hipervigilancia en el paciente.
Todos estos síntomas, podrán hacerse más intensos y producir conductas desadaptativas en el paciente, dando lugar a: preocupación excesiva, hipocondría y posible alteración del sueño.
- Fase diagnóstico:
Cuando se confirme el diagnóstico, se producirá gran impacto emocional en el paciente y su entorno. Aparecerán diversos pensamientos negativos que se relacionan con la enfermedad, sobre todo el temor a la muerte. Ante el conocimiento de padecer cáncer, una de las reacciones más frecuentes que se desencadenará es la negación. Se podrá observar un bloqueo que dificulta la aceptación de la realidad, incluso hay persona que piden una segunda opinión o repetir pruebas ante la incredulidad de los resultados.
También aparecerá angustia debido a la anticipación de acontecimientos que pueden surgir en el transcurso de la enfermedad. Incluso podrá aparecer enfado o irritabilidad del individuo con todo su entorno. A veces, se desencadenarán sentimiento de culpa. Hay individuos que conciben la enfermedad como un castigo divino por algo malo que hayan podido hacer a lo largo de su vida.
Después de conocer el diagnóstico del cáncer, se desencadenará un proceso con una serie de etapas; las cuales no tienen por qué darse en todos los individuos necesariamente, cada uno llevará un proceso diferente, y pueden o no aparecer en un mismo orden. Es un proceso dinámico que depende de la evolución del proceso clínico.
- Fase de tratamiento:
El tratamiento del cáncer, independientemente del modo de terapia que se elija, va a repercutir en el modo de vida del paciente y de su familia.
El patrón rol-relaciones va a verse afectado durante esta fase. El tratamiento va a ser la causa del abandono de las tareas diarias del paciente: baja laboral, dejar sus actividades domésticas y familiares, y las relaciones sociales que también pueden verse afectadas.
En caso de la relación de pareja, puede aparecer el temor a la ruptura debido a la dificultad en la comunicación y para mantener relaciones sexuales. En la fase de tratamiento, dependiendo del tipo de terapia que se le aplique, pueden aparecer diferentes preocupaciones.
- Cirugía: miedo a la anestesia, al acto quirúrgico en sí mismo y al dolor postoperatorio va a aparecer en el paciente oncológico. Todo esto unido a la alteración de la imagen corporal, a la dificultad para realizar las actividades básicas de la vida diaria, y el cambio en las relaciones sociales.
- Quimioterapia: hay una disminución de la autoestima relacionado con la alteración de la imagen corporal (caída del cabello, aumento de peso, etc.). Así como el uso de ciertos tratamientos con citostáticos que favorecen el estado depresivo.
- Radioterapia: temor a la maquinaria usada, a la duración de las sesiones, a la soledad en la administración del tratamiento, y también a los efectos secundarios propios de este tipo de terapia. Se ha visto en algunos estudios, que también presentan ansiedad y depresión desde antes del inicio del tratamiento, y que empeora durante el tratamiento
- Fase postratamiento:
En esta fase es muy frecuente la aparición del temor a la recaída. Esta respuesta puede llevar a conductas desadaptativas, y desencadenar cuadros de depresión y/o ansiedad.
- Fase de recaída:
Si hubiera una recaída, podría aparecer un sentimiento de decepción. El paciente puede volver a pasar por las fases descritas anteriormente en la etapa de diagnóstico: negación, incredulidad, ansiedad, ira… El proceso de adaptación es más dificultoso que en la primera aparición del cáncer, y es posible que se desarrollen cuadros ansiosos, depresivos y trastornos por insomnio.
- Progresión de la enfermedad:
Cuando progresa la enfermedad se observan cuadros depresivos, pudiendo necesitar tratamiento. Algunos estudios afirman que estos síntomas puede ser la causa del empeoramiento del cuadro físico. Algunos pacientes recurren a tratamientos fuera de la medicina convencional, e incluso a segundas opiniones en busca de algún pronóstico que sea más favorable que el que están recibiendo.
- Fase terminal:
En la fase terminal, ya hay una conciencia de la realidad en la que están. Aparece el miedo al dolor, al abandono, a lo desconocido del proceso de morir. Es frecuente encontrarse con cuadros depresivos y confusionales en esta etapa del proceso.
- Fase de supervivencia:
Esta etapa está marcada por secuelas físicas y psicológicas. Muchas personas consideran que la finalización con éxito del tratamiento tiene que ser motivo de felicidad para el individuo. Pero eso no es así para muchos, ya que hay un porcentaje de pacientes, que se encuentran con dificultades para adaptarse a la situación una vez superado el cáncer. Para el individuo es difícil enfrentarse a los daños físicos que ha dejado la enfermedad, recuperar el rol que tenían antes del diagnóstico, también encuentran dificultad para la reinserción laboral, además de la presencia de alteraciones psicológicas presentes durante el proceso de enfermedad y que persistirán en la fase de supervivencia.
Tras superar la enfermedad, en un porcentaje significativo de individuos se ha visto que presentan ansiedad. Puede aparecer de diferentes formas como insomnio, hiperactividad, hipervigilancia a posibles síntomas, tensión… Cuando estos síntomas son muy marcados pueden interferir en la calidad de vida o en las actividades de la vida diaria de los pacientes. También puede presentarse depresión, aunque con menos frecuencia que la ansiedad, pero tiene más repercusión en la calidad de vida y además existe asociación entre este síntoma y la mortalidad en el paciente oncológico.
El miedo a la recaída es también un síntoma que está muy presente en el paciente oncológico que ha superado la enfermedad. Hay estudios en los que se ha visto que en el 80% de los pacientes se ha visto algún nivel de temor a la recaída. Cierto nivel de dicho síntoma es normal que aparezca, pero hay veces que puede observarse de forma más severa. Así aparecen conductas como: evitación de profesionales de la salud, hipervigilancia de cambios en el cuerpo o de aparición de nuevos síntomas, o incremento de la utilización de recursos de salud.
Además, aparecen otros síntomas como estrés postraumático o malestar emocional, que pueden afectar la vida de los pacientes y sus familias.
3. AFRONTAMIENTO DEL CÁNCER [4]
Las respuestas de afrontamiento pueden ser de varios tipos, como las vistas, anteriormente. Aunque las dos categorías fundamentales parecen ser: aproximación y evitación. La mayoría de los investigadores definen afrontamiento como una respuesta o conjunto de respuestas ante la situación estresante, ejecutadas para manejarla y/o neutralizarla.
Los recursos de afrontamiento son los medios que el sujeto toma en cuenta en esa situación (el cáncer). Las respuestas de afrontamiento son la puesta en práctica para intentar reestablecer el equilibrio. Los recursos del afrontamiento pueden ser “físicos”, “psicológicos”, “estructurales”, “sociales” y “culturales”.
- Los recursos “físicos” pueden incluir los recursos materiales, se refieren a cosas tangibles como instrumentos y equipo.
- Los recursos “psicológicos” se refieren a los estados afectivos y cognitivos, a los esquemas de acción y a los repertorios comportamentales del individuo.
- Los recursos “estructurales” se refieren a la distribución de los papeles sociales que comprende la organización de un sistema social, y a los subsistemas y redes que éste incluye.
- Los recursos “sociales” se refieren a los procesos de interacción real que se producen y al entorno social que rodea los encuentros interactivos. Los recursos sociales incluyen también las características de los sistemas de apoyo social: ingresos adecuados, residencia adecuada, satisfacción con el empleo y la red de apoyo social disponible para el sujeto.
- El apoyo social parece uno de los recursos de afrontamiento más importantes con respecto a la enfermedad en general, y a la enfermedad crónica en particular.
- Los recursos “culturales” tienen que ver con las creencias que la persona tiene sobre la enfermedad y su salud.
La adaptación psicosocial al cáncer es un proceso activo y continuado en el que el paciente tiene que desarrollar mecanismos propios de afrontamiento para superar el sufrimiento emocional, el estrés y los problemas específicos generados en cada una de las distintas etapas de la enfermedad.
El grado de participación activa y de compromiso del paciente en la tarea de superación del cáncer será lo que indique el grado de adaptación o inadaptación al mismo.
Se considera proceso adaptativo normal o positivo cuando el paciente consigue reducir al mínimo las alteraciones de su vida cotidiana, controla el sufrimiento emocional y es capaz de participar activamente en todos aquellos aspectos de la vida que tienen importancia para él.
Si no logra un grado de adaptación aceptable, con frecuencia se retraerá y sentirá desesperanza, ansiedad y depresión.
Los estilos de afrontamiento influyen enormemente en la recuperación y vivencia del proceso oncológico. De hecho, las experiencias percibidas por diferentes profesionales del equipo multidisciplinar de oncología y corroboradas por diferentes autores han permitido observar reacciones muy distintas de los pacientes en contextos similares.
En resumidas, existen diversos estilos de afrontamiento individual y son:
- Espíritu de lucha: es la fuerza interior que te permite luchar de forma constante hasta alcanzar un propósito.
- Evitación: se trata de un comportamiento por el que el sujeto reacciona escapando de un estímulo nocivo, antes de que este le alcance.
- Positivismo: consiste en abordar una situación comprendida como un obstáculo de manera práctica y con una actitud buena en vistas a superarla.
- Negación: se trata de un mecanismo de defensa por el cual la persona no se enfrenta a los conflictos o realidades complejas que le superan.
- Fatalismo: actitud que consiste en comprender los acontecimientos como realidades que no se pueden evitar y que es imposible cambiar.
- Actitud ansiosa: se trata de un comportamiento caracterizado por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad.
- Desesperanza: se trata de una actitud por la que la persona piensa que no hay esperanza y solución para sus problemas.
- Indefensión: situación o estado de la persona que está falta de la defensa, ayuda o protección que necesita.
Fuente: modificada de García-Gamba (6)
4. CONSECUENCIAS PSICOSOCIALES DEL CÁNCER [5]
La vivencia del cáncer es muy estresante debido a que obliga a la persona a ponerse cara a cara frente a cuestiones como el sufrimiento, dolor, la decadencia y la muerte, a las que difícilmente se les encuentra sentido. Precisamente el estrés comienza cuando la persona se da cuenta de que padece cáncer es ya una certeza y es consciente de la amenaza que se le cierne. Las respuestas psicológicas ante el diagnóstico de cáncer derivan no solo de los problemas físicos que se sufren sino que, se acentúan los mecanismos premórbidos de imitación e interacción.
Habitualmente, los pacientes que tienen cáncer sufren una serie de pérdidas ante las que reaccionarán de diversas maneras (Tabla Tomado de Lowitz 2001). (Anexo 1)
Otra de las consecuencias del cáncer es que hay que destacar en este apartado es un conjunto de fenómenos conocidos como ‘’náuseas anticipatorias’’, que se presentan en un 29% de los pacientes que reciben quimioterapia, mientras que los ‘’vómitos anticipatorios’’ se caracterizan por la aparición de problemas gastrointestinales en ausencia de drogas quimioterapéuticas. Su relevancia a nivel psicológico radica en el hecho de que los fármacos antieméticos han resultado poco efectivos para controlarlos. Los efectos de las náuseas y vómitos anticipatorios pueden llegar a ser tan importantes que el paciente puede desear abandonar el tratamiento. En dicho caso, se requiere la intervención de un psicólogo con experiencia en oncología; con el fin de que el tratamiento sea más eficaz; ya que los antieméticos no son capaces de controlar estas náuseas y vómitos anticipados una vez han aparecido.
Como conclusión, el nivel de estrés con el que se viva el proceso oncológico influye enormemente en el grado de adaptación psicosocial al mismo. Los niveles de estrés en pacientes oncológicos son altos y llegan a cronificarse con agudizaciones periódicas más frecuentes conforme se avanza a esta enfermedad. Por lo tanto, el papel de los profesionales que atienden a estos pacientes en la esfera psicológica es fundamental ya que se ha demostrado que las intervenciones psicológicas contribuyen eficazmente a reducir el malestar y mejorar la calidad de vida, disminuir el dolor y facilitar la adaptación familiar al diagnóstico y tratamiento oncológico.
5. LA INFORMACIÓN AL PACIENTE CON CÁNCER [5]
La mayoría de los profesionales de la salud dedican gran parte de su tiempo a comunicarse con sus pacientes, a hablarles, escucharlos y responderles.
Por este motivo, si se quiere ser efectivo en su trabajo, esta interacción cara a cara con intercambio de información es esencial.
Por ello, si el profesional de la salud sabe comunicarse adecuadamente y entablar una relación acertada dentro del contexto sanitario tiene asegurado, en gran medida, su éxito profesional (van-der Hofstadt, Quiles y Quiles, 2006).
La información y continua comunicación con el paciente, el cuidador y la familia, no debe destruir la esperanza. Solo esta armonía, puede evitar un infierno de sufrimientos por el que el paciente transita – muchas veces – ante una muerte inevitable.
En todo este proceso, podemos dominar la tensión emocional del cuidador y del paciente si procedemos cuidadosamente mediante una información dosificada, al conocimiento de la verdad se llega progresivamente; de esta forma, el impacto emocional, es seguramente menor.
Lo primero que se debe considerar es que las personas con cáncer suelen tener sentimientos contradictorios evitando así la comunicación abierta y honesta acerca de la enfermedad, de su evolución y de los miedos de la persona.
Respecto al cuidador, o a los cuidadores de los enfermos oncológicos, el sentimiento de culpa está presente muy frecuentemente. De hecho, muchas veces va ligado al sentimiento de impotencia o de tristeza por no poder hacer algo para evitar el deterioro del enfermo.
Por esta razón, el profesional sanitario precisa de una serie de habilidades sociales y comunicativas (empatía, escucha activa, asertividad…) y una actualización básica sobre el cáncer, con el propósito de jugar adecuadamente el papel de asesor neutral sobre la información que, frecuentemente, de forma interesada, difunde.
El conocimiento del diagnóstico, evolución y posibilidades terapéuticas del cáncer permite a los oncólogos aportar una información veraz, que influya en el proceso de adaptación tanto del paciente como de sus familiares. Hay que saber qué decirles a los pacientes y lo más importante, cómo decirlo. Resumidamente sería:
- El médico debe planificar previamente los contenidos de la información que va a suministrar al paciente.
- Hay que dar al paciente la oportunidad de asumir el control de la información, es decir, de lo que quiere saber y cuándo lo quiere saber.
- El médico debe explorar la concepción que el paciente tiene de su enfermedad, sus miedo e incertidumbres, para poder ayudarle a clarificar sus temores.
- Hay que dar tiempo al paciente para que asuma su situación.
- El médico debe infundir alguna esperanza en el paciente. Ejemplo: informarle de los porcentajes de remisión, aunque sean mínimos, para animarle en el sentido de que él puede ser uno de esos casos.
- Ofrecer un plan de tratamiento para que el paciente tenga la sensación de control y confianza en el equipo.
- Por último, el médico nunca debe dar falsas esperanzas o mentir.
Dar la información no solo es tarea del médico sino también de la enfermera. La enfermera resolverá las dudas que le hayan podido quedar al paciente, dará apoyo emocional, convencerá al paciente para mantener en la medida de lo posible las fuentes de satisfacción habituales y le ayudará para que no genere más dolor y estrés de los que es inherente a la situación. En el transcurso de la enfermedad la enfermera se encargará de reforzar los conocimientos que tiene el paciente sobre su enfermedad.
6. ASPECTOS PSICOSOCIALES DEL TRATAMIENTO CON CÁNCER [6]
No hay que olvidar, como afirma Secoli (2005), que la cuestión básica es “cuidar de un ser humano con cáncer y no del cáncer de un ser humano”.
Uno de los aspectos esenciales en la intervención con el paciente oncológico es, precisamente, la empatía.
- Empatía es sentir lo que otros sienten. Mediante la empatía podemos reducir la sensación de impotencia e inadecuación debido a la falta de información.
- Una relación empática produce, en líneas generales, una disminución del cuadro depresivo, de las alteraciones de la vida cotidiana, de los niveles de ansiedad y de las alteraciones del humor.
Las sucesivas recaídas y remisiones de la enfermedad suponen toda una serie de cambios periódicos, físicos y emocionales, a los que la familia es importante y determina, en cierta manera, el curso posterior de la enfermedad.
Pero también, puede provocar un alto grado de inestabilidad emocional que repercute en la salud de todos los miembros y, por supuesto, en el propio paciente aumentando su sentimiento de culpabilidad, irritabilidad y malestar psicofísico.
Por ello, el objetivo principal de la intervención psicológica en el paciente oncológico es mejorar la calidad de vida reduciendo el estrés que le provoca enfrentarse a una enfermedad tremendamente estigmatizada y con unas características especiales como es el cáncer. (Anexo 2)
En lo que se refiere al tratamiento del cáncer, en los últimos años, ha aumentado el interés por la aplicación de procedimientos cognitivo – conductuales en la modificación de diversos problemas relacionados con el estrés.
Entre las estrategias cuya eficacia ha sido demostrada en pacientes oncológicos, se encuentran:
- El entrenamiento en relajación
- La inversión de los afectos
- Las imágenes emotivas
- La reorientación de la atención y otras formas de distracción de la atención
- La revaloración cognitiva
- La reestructuración cognitiva
7. APOYO PSICOSOCIAL EN LA ENFERMEDAD Y SUS TRATAMIENTOS [6][7]
El apoyo psicosocial al paciente con cáncer tiene un papel determinante no solo en su etiología sino también en el ajuste del paciente a su enfermedad.
Cada persona lo vive de manera diferente y cada tipo de cáncer tiene sus particularidades.
Por ejemplo, en el cáncer de mama no solo cambia la vida de la mujer que lo padece en cuanto a nivel físico-psíquico por la neoplasia en sí misma, sino que también la mastectomía (tratamiento), es un motivo importante de sufrimiento como ponen de manifiesto investigaciones sobre la autoestima en mujeres con cáncer de mama como la de Celis Chacón et al. (2006).
El apoyo social puede por sí mismo reducir los síntomas depresivos; representa una manera de lucha contra la tensión, la angustia e incluso la propia muerte. Igualmente, los síntomas cardiorespiratorios (disnea, palpitaciones, etc.), los síntomas gastrointestinales (náuseas) y los síntomas cognitivos (miedo a morir, a perder el control, etc.) se ven sensiblemente disminuidos.
El soporte social y la terapia de grupo pueden mejorar estrategias inadecuadas del paciente frente a la enfermedad como excesiva autoobservación de su enfermedad y su estado de ánimo, restricciones severas en su estilo de vida habitual, aislamiento social, etc.
La terapia de grupo también permitirá “desmitificar” la enfermedad y reducir el estigma de la misma (actitudes fatalistas respecto a la enfermedad). La terapia de grupo para los familiares (esposo, esposa, hijos, etc.) se centra en sesiones de entrenamiento en la adquisición de habilidades, así como en el manejo de la comunicación y en la planificación de estrategias para manejar o minimizar los efectos del estrés derivados de la relación con el paciente oncológico y su sufrimiento.
En el cumplimiento terapéutico, los grupos de apoyo social tienen una importante función al facilitar al enfermo su aceptación, seguimiento y adecuado cumplimiento. El grupo contribuye a motivar y a convencer al paciente para que cumpla con las normas, para que siga luchando en su recuperación y/o rehabilitación.
8. ANEXOS
Anexo 1. Tabla I: Reacciones ante las pérdidas.
Pérdidas Experimentadas | Reacciones ante las pérdidas |
Salud e integridad física (enfermedad) | Ira, Hostilidad y cólera (Sobre todo hacia el personal sanitario, parientes y otras personas) |
Amigos y seres queridos (rechazo) | Ansiedad |
Incapacidad para determinar actividades cotidianas (trabajos, aficiones) | Culpa (En ocasiones culpando a otros de su enfermedad) |
Económica (cese laboral y costes derivados del tratamiento) | Exigencia de los derechos (Piensan que merecen un trato especial como compensación por sus pérdidas) |
Autoestima | Conformidad/Disconformidad con el tratamiento (Cuando comprenden su enfermedad y la aceptan o por el contrario cuando la niegan) |
Convicciones religiosas (Falta de sentido de lo que le ha ocurrido) | Depresión (Respuesta apropiada si no es grave) – Dependencia |
Anexo 2. Tabla II: Manual de atención psicosocial: aspectos psicológicos del cáncer (tabla 6)
Provisión de datos clínicos | ● Información clara sobre aspectos de la enfermedad.
● Implicación del paciente en su tratamiento ● Se adquiere un sentido de control sobre la enfermedad. |
Soporte pasivo | ● No forzar discusiones acerca de la muerte si el paciente no saca el tema de forma voluntaria |
Actitud del soporte | ● Animar a tener un sentimiento positivo y evitar la culpa.
● Técnicas de relajación, visualización y medicina holística. |
Apoyar la esperanza | ● Incluso cuando el cáncer no responde al tratamiento la esperanza se puede mantener y enfocar a no sentir dolor, no aislarse de los demás y tener una funcionalidad adecuada. |
Rechazar las defensas dañinas | ● Evitar la ira fuera de control
● Evitar el comportamiento manipulador ● Actuar ante el “paciente odioso” o “pasivo-agresivo”. |
Tratar el sentimiento de aislamiento | ● Aislamiento físico: Organizar visitas regulares
● Aislamiento psicosocial: tratar temor, depresión |
Cuando no se puede hacer nada o no hay nada que decir |
PRESENCIA E INTERÉS |
- BIBLIOGRAFÍA
1.- Castillo Toledo C, Mañas Mañas C, Moralejo Gutiérrez AM, Ahijado Aguado G. Impacto psicosocial en el paciente oncológico. XXXVI Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental. Ávila: 5,6 y 7 Abril de 2017.
2.- Novel Martí G, Lluch Canut MT, Miguel López de Vergara MD. Enfermería psicosocial y salud mental. Universidad de Barcelona: Editorial Elsevier Masson; 2000: p 157-173.
3.- Llor B, Abad Mateo MA, Nieto J, García M. Psicología para Ciencias de la Salud. Madrid: Editorial Mcgraw-Hill; 2005 p. 244-260
4.- Soler Gómez MD, Garcés Honrubia V, Zorrilla Ayllón I. Cáncer y cuidados enfermeros. Madrid: DAE Editorial; 2000 p. 63-92
5.- Gómez Sánchez R, Gómez Díaz M. Manual de Atención Psicosocial. Barcelona: Instituto Monsa de Ediciones Prayma; 2012. p. 199-210
6.- J.A. Flórez Lozano. Aspectos psicoafectivos del enfermo terminal: atención ética integral. Barcelona. Editorial AstraZeneca; 2001 p. 405-432
7.- Nieto J, Abad MA, García M. Psicología para ciencias de la Salud. Madrid: Editorial Mcgraw-Hill; 2005.