Un hallazgo característico en los pacientes colecistectomizados es encontrar los clips de colecistectomía, fácilmente visibles dada su elevada densidad radiológica. Aunque poco probable, este hallazgo no excluye la residencia de colelitiasis. En la imagen se muestra un paciente al que se le retiró la vesícula biliar, como se puede ver por la presencia de clips de colecistectomía, pero que sin embargo presenta litiasis en el colédoco (ver imagen 9).
Otro cuerpo radiopaco que se puede estudiar con la radiografía simple abdominal son las litiasis renales (ver imagen 10). Este estudio tendrá éxito en caso de que la composición de la litiasis corresponda a un material radiodenso. Existen litiasis no radiodensas que serán muy difícilmente visibles en la radiografía simple abdominal. Es el caso de las litiasis producidas por sulfamidas, ácido úrico o xantinas.
Las dos radiografías que se muestran en la imagen fueron tomadas al mismo paciente en diferentes momentos. En la radiografía de la derecha, se observa una litiasis superpuesta al grupo calicial medio del riñón derecho. Posteriormente, este paciente fue tratado y se le repitió una radiografía que se muestra a la derecha. Como se puede observar, la litiasis se ha desplazado distalmente, encontrándose ahora en la unión ureterovesical.
Además, se observan otras litiasis en pelvis, que corresponden a calcificaciones vasculares, también conocidas como flebolitos.
El diagnóstico diferencial entre nefrolitiasis y flebolito en la radiografía simple es extremadamente complejo.
Tradicionalmente, se ha descrito que los flebolitos presentan un centro de menor densidad, pero éste es un hallazgo muy sutil y difícilmente valorable.
Por su parte, las nefrolitiasis suelen encontrarse en localizaciones características. Inicialmente, se encuentran superpuestas a la silueta renal correspondiente. Una vez que se desplazan, existen tres lugares en los que suelen enclavarse: la unión pieloureteral, el cruce con los vasos ilíacos y la unión ureterovesical. Localizar una imagen radiodensa en alguna de esas tres localizaciones en un paciente con clínica acompañante indica una alta probabilidad de que se trate de una nefrolitiasis.
Existen asimismo cuerpos extraños radioopacos como consecuencia del tratamiento médico.
En la siguiente imagen (ver imagen 11), se muestra el caso de un paciente que presenta cuerpos extraños radiopacos y distribuidos por todo el marco cólico. Se trata de un hallazgo habitual que corresponde a un paciente que recibe tratamiento con carbonato de lantano, utilizado en pacientes que padecen insuficiencia renal crónica.
En otras ocasiones (ver imagen 12), los cuerpos extraños corresponden a tratamientos quirúrgicos o intervencionistas. En la siguiente figura, en la imagen de la izquierda, se puede observar a una prótesis vascular correspondiente a un bypass iliofemoral izquierdo.
En la imagen de la derecha, se puede observar la presencia de unos cuerpos radiodensos filiformes de pequeño tamaño en la próstata correspondientes a semillas de braquiterapia.
Por supuesto, también existe la posibilidad de que el paciente haya ingerido o introducido de otra manera en su organismo cuerpos extraños. En el caso de que estos cuerpos sean radiodensos, serán fácilmente visibles con la radiografía abdominal simple. En caso de las imágenes que se presentan a continuación, se observa que el paciente ha ingerido clavos (ver imagen 13). La realización de radiografías seriadas permite demostrar el movimiento de estos clavos desde la cámara gástrica en la imagen de la izquierda, hasta la ampolla rectal en la imagen de la derecha. Existen dos lugares donde existe especial riesgo de enclavamiento de estos cuerpos extraños ingeridos: el píloro y la válvula ileocecal.
Anecdóticamente, en este paciente también se pueden observar múltiples cuerpos radiodensos circulares que corresponden a una malla de eventroplastia.
Un cuerpo extraño muy frecuentemente observado en la radiografía abdominal especialmente en pacientes de avanzada edad, son los oleomas glúteos (ver imagen 14). Se trata de un hallazgo incidental sin más importancia, pero que no se debe confundir con otras entidades. De encontrarse más medial, el diagnóstico diferencial se debería realizar con las adenopatías mesentéricas calcificadas. En cualquier caso, se trata de hallazgos incidentales.
En esta radiografía, además, se puede observar una prótesis total de cadera izquierda.
Evaluación de estructuras óseas.
La radiografía es la técnica adecuada para la valoración de estructuras óseas. Sin embargo, en la radiografía abdominal se realiza una valoración general del abdomen, haciendo necesarias proyecciones específicas en caso de que se desee estudiar alguna estructura ósea en concreto, como el raquis lumbar o la pelvis.
El radiólogo debe valorar todos las estructuras incluidas en la exploración realizada, por lo que debe inspeccionar las costillas inferiores, las vértebras lumbares y sacras, los huesos coxales y la extremidad proximal del fémur. Especialmente visibles, dada su elevada densidad, son los elementos protésicos, ya ilustrados en algunas imágenes de este trabajo.
Valoración de las partes blandas.
La radiografía no permite valorar adecuadamente las partes blandas, que deberán ser mejor evaluadas con otras técnicas como la ecografía o la resonancia magnética.
Sin embargo, hay diagnósticos que sí se pueden realizar con la radiografía simple. Es el caso de la ascitis (ver imagen 15), que muestra característicamente un aumento de densidad en ambos flancos con medialización de las asas intestinales y borramiento de las líneas del psoas. Sin embargo, es necesario que exista una gran cantidad de líquido libre intraperitoneal para que se pueda observar con radiografía simple, siendo mucho más sensible para su detección la ecografía abdominal.
Estructuras torácicas
Aunque no se trate del objetivo de la prueba, es habitual que haya estructuras extraabdominales incluidas en la radiografía abdominal que también deben ser evaluadas. Es posible detectar patología puramente torácica como consolidaciones en los campos pulmonares inferiores, derrame pleural o pericárdico.
Sección: Conclusiones
La radiografía de abdomen es una prueba muy demandada en radiología de urgencias como primera técnica de imagen abdominal. Por ello es importante el conocimiento de las estructuras y hallazgos que permite valorar, en un intento de rentabilizar al máximo la exploración pero siempre teniendo en cuenta sus limitaciones y la necesidad de complementar el estudio con otras pruebas de imagen.
RADIOGRAFÍA-SIMPLE-DE-ABDOMEN-QUÉ-INFORMACIÓN-APORTA-AL-RADIÓLOGO
Sección: Bibliografía / Referencias
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