Alimentación en pacientes con Síndrome de Ovario Poliquístico. Una revisión bibliográfica
Autora principal: Tania Lorenzo González
Vol. XX; nº 20; 1026
Nutrition in patients with polycystic ovary syndrome. A literature review
Fecha de recepción: 30 de septiembre de 2025
Fecha de aceptación: 23 de octubre de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 20 – Segunda quincena de Octubre de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 20; 1026
Autores:
Tania Lorenzo González, Dietista – Nutricionista, Sergas (Galicia), Área Sanitaria de A Coruña
Resumen
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endocrino – metabólico femenino, reconocido como un trastorno multifactorial que se caracteriza por el hiperandrogenismo y por producirse una disfunción ovulatoria que conlleva problemas como la fertilidad. Tiene una prevalencia de entre el 8 – 13 % en mujeres que se encuentran en edad fértil, y constituye un 75 % de las causas de infertilidad en este periodo etario.
Estas pacientes suelen presentar además otras patologías relacionadas, como obesidad central, resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa, síndrome metabólico etc.
Debido a esto, uno de los principales objetivos del tratamiento del SOP es reducir estas consecuencias metabólicas, por lo que van a ser de gran importancia las medidas higiénico – dietéticas destinadas a reducir o paliar estas consecuencias.
Palabras clave
Ovarios poliquísticos, hirsutismo, hiperandrogenismo, alimentación en SOP, resistencia a la insulina
Abstract
Polycystic ovary syndrome (PCOS) is a female endocrine-metabolic disorder, recognized as a multifactorial disorder characterized by hyperandrogenism and ovulatory dysfunction, leading to problems such as fertility. It has a prevalence of 8–13% in women of childbearing age and accounts for 75% of the causes of infertility in this age group.
These patients often also present with other related conditions, such as central obesity, insulin resistance and glucose intolerance, metabolic syndrome, etc. Because of this, one of the main goals of PCOS treatment is to reduce these metabolic consequences, so hygienic and dietary measures aimed at reducing or alleviating these consequences will be of great importance.
Keywords
Polycystic ovaries, hirsutism, hyperandrogenism, diet in PCOS, insulin resistance
Introducción
Definición, diagnóstico y epidemiología
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endocrino – metabólico de alta prevalencia. También se conoce como hiperandrogenismo ovárico funcional o anovulación crónica hiperandrogénica.
Existen diferentes factores genéticos que juegan un rol muy importante en la etiología de la enfermedad. La causa es multifactorial, desde factores genéticos, disfunciones hipotalámicas y ováricas, exposición excesiva a andrógenos, resistencia a la insulina y mecanismos relacionados con la adiposidad. La sintomatología es muy diversa, y varía mucho de una mujer a otra. El tratamiento inicial, generalmente, suele hacer con hormonas anticonceptivas.
La primera definición de SOP se estableció en 1990, a través del National Institutes of Health (NIH) (Tabla I).En este momento, se definió como un trastorno caracterizado por hiperandrogenismo clínico o bioquímico más trastorno menstrual, y se estableció además que para realizar el diagnóstico, debían ser descartadas otras patologías como el síndrome de Cushing, la hiperplasia suprarrenal congénita etc.
Posteriomente, en el año 2003, los criterios de Rotterdam (Tabla I) establecieron como SOP, aquellas paciente que cumplían dos de los tres criterios siguientes:
Hiperandrogenismo (clínico o bioquímico)
Ciclos irregulares
Morfología de ovario poliquístico.
En adolescentes se necesitan tanto los criterios de hiperandrogenismo como los ciclos irregulares, y no se incluye la morfología ovárica (generalmente escasa especificidad).
Tabla I: Criterios diagnósticos de SOP según las diferentes clasificaciones publicadas.
Ciertamente, el término «poliquístico» está en entredicho por varios motivos:
Un ovario se considera poliquístico cuando presenta 12 o más folículos antrales, e independientemente de los quistes que tenga.
Es un signo muy inespecífico, ya que muchas muches que no tienen SOP, presentan quistes en los ovarios.
El SOP es por tanto una condición reproductiva, cardiometabólica, dermatológica y psicológica.
Fisiopatología
La fisiopatología del SOP es bastante compleja, ya que se ve influenciada por factores genéticos, endocrinos, metabólicos, fetales y ambientales. Entre los factores implicados más importantes se encuentran: trastornos de la secreción de gonadotropinas, el hiperandrogenismo, la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia, la disfunción ovárica y la detención de la madurez ovárica.
Además existen diversos factores genéticos y ambientales que conducen a su desarrollo, manifestándose en problemas muy variados.
Los síntomas principales son:
Alteraciones del ciclo menstrual: ciclos muy largos (oligomenorrea) o ausencia de ciclo (amenorrea).
Acné: principalmente en la cara.
Hirsutismo: exceso de vello en el rostro, cara, pecho, abdomen y en la zona de la espalda.
Alopecia androgénica: debilidad y caída del cabello.
Infertilidad: generalmente asociada a la anovulación.
Acantosis: oscurecimiento y engrosamiento de la piel alrededor del cuello, axilas y senos.
Aumento de peso y resistencia a la pérdida: suele haber una tendencia clara a la ganancia de peso, y problemas para perderlo. El patrón de obesidad tiende a ser central, acumulándose la mayor parte de grasa a nivel abdominal.
Por ende, es necesario profundizar en los cambios en el estilo de vida, tanto en lo referido a la adquisición de buenos hábitos nutricionales, como a la práctica de actividad física, haciendo intervenciones de conducta, a fin de mejorar la composición corporal, el hiperandrogenismo y la resistencia a la insulina.
Abordaje nutricional
El manejo nutricional del SOP debe ir dirigido hacia planes de pérdida de peso y enfocado a que los diferentes nutrientes que componen la dieta mejoren la resistencia a la insulina, medidas que incluyan la reducción en la ingesta de grasas trans y mayor aporte del consumo de fibra procedente de cereales integrales, legumbres, verduras y frutas, y un aporte de hidratos de carbono, con un índice glucémico bajo. Para ello lo esencial de estos nutrientes es su potencial antiinflamatorio y antioxidante, para lo que debemos fijar nuestra atención en 4 premisas esenciales:
Bajo índice glucémico
Aumentar consumo de fruta y verdura
Cuidar el ratio Omega- 3 / Omega – 6
Reducir ultraprocesados
El índice glucémico (IG) es la capacidad que tienen los alimentos de subir los niveles de glucosa en sangre (glucemia) después de una ingesta. Por tanto, el IG de los alimentos se establece con base a cómo elevan la glucemia los diferentes alimentos, al compararlos con un hidrato de carbono de referencia: la glucosa (IG 100).
A diferencia de este, la carga glucémica se calcula multiplicando el índice glucémico del alimentos por la cantidad de hidratos (en gramos) que tiene esa porción y dividiéndolo entre 100.
Las recomendaciones nutricionales generales son:
Evitar el consumo de ultra – procesados y priorizar el uso de productos frescos o materias primas.
Aumentar la ingesta de proteínas. Para ello, incluir huevo, pescado, carnes magras, quesos frescos y legumbres. Debe incluirse, en cantidad suficiente, en todas las comidas principales. Reducir el consumo de embutidos y carnes procesadas.
Reducir la ingesta de carbohidratos, y priorizar los de menor índice glucémico
El consumo de frutas y verduras, sin restricciones (evitar los zumos)
Legumbre (como pasta de lenteja o garbanzos, como alternativa a la pasta integral).
Cereales o pseudocereales integrales (quinoa, arroz, pasta, mijo…)
Tener en cuenta la posible aparición de ansiedad, apetencia por hidratos de carbono o sensación de hipoglucemias (por la resistencia a la insulina).
Utilizar grasas de calidad:
Aceite de oliva virgen extra (monoinsaturada principalmente)
Aguacate
Frutos secos (nueces, almendras, avellanas…)
Semillas (lino, sésamo, chía…), ricas en Omega – 6.
Pescado azul (rico en Omega – 3)
Pescados de pequeño tamaño (boquerones, jureles, sardinas…)
En cuanto a las técnicas de cocción, deben prevalecer el vapor, papillote, la utilización de plancha y horno, salteados etc. De forma ocasional, se utilizarán frituras, rebozados, guisos…
Además de la dieta, podría incluirse algún tipo de suplementación. La evidencia científica afirma que existen 3 suplementos, que podrían utilizarse en cualquier tipo de SOP:
Magnesio: ayuda a mejorar la conciliación del sueño, mejora la resistencia a la insulina y tiene efecto antiinflamatorio.
Zinc: ayuda a mejorar los folículos, regula la respuesta al estrés y también tiene propiedades antiinflamatorias.
Vitamina D: es una vitamina esencial como reguladora hormonal e inmunológica.
Otro requisito esencial del estilo de vida es una buena higiene de sueño. Al menos 6 – 7 horas de sueño profundo y descanso, respectando los ritmos circadianos. En los casos de mujeres con SOP, tiene especial importancia ya que:
Produce una alteración de la conducta alimentaria, aumentando la apetencia por alimentos azucarados y palatables.
Empeora la sensibilidad a la insulina y aumenta los niveles de glucemias (en ayunas).
Deteriora la función cognitiva
Aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, depresión…
Al igual que un buen descanso, el ejercicio físico es imprescindible para gozar de una buena salud. La práctica de ejercicio físico es el mejor antiinflamatorio, siendo el factor individual que mayor impacto tiene en la sensibilidad a la insulina. Se recomienda una vida activa, con una media de 8000 – 10000 pasos al día, unos 3 – 4 días por semana de ejercicio planificado (entrenamiento de mayor intensidad) e incluir algún ejercicio de fuerza.
Objetivos
El objetivo principal de este trabajo es conocer más de cerca el Síndrome de Ovario Poliquístico, tanto su prevalencia actual como su fisiopatología, así como evaluar objetivos de tratamiento y las intervenciones dietéticas, esencialmente desde la educación nutricional para reducir las consecuencias metabólicas relacionadas: la obesidad, la resistencia a la insulina, el síndrome metabólico…
Metodología
Para llevar a cabo este trabajo, se ha realizado una búsqueda de diferentes artículos científicos, en las bases de datos más conocidas Pubmed, Scielo, Elservier, Medline, Web of Science y Google Académico. Para esta revisión bibliográfica se han revisado publicaciones en varios idiomas (español e inglés), siendo un motivo excluyente la fecha de publicación.
Las palabras clave que se han utilizado para la revisión fueron: varios poliquísticos, hirsutismo, hiperandrogenismo, alimentación en SOP, resistencia a la insulina.
Resultados y conclusiones
El SOP es un trastorno que afecta a la calidad de vida, y puede empeorar o desencadenar en algunas patologías como ansiedad o depresión, ya sea debido a los síntomas, o al diagnóstico de una enfermedad crónica. Además, está asociado a una mayor prevalencia de obesidad y sobrepeso, en la mayoría de los casos. El SOP continúa siendo, actualmente, una enfermedad con diagnóstico de exclusión, es decir, siempre deben tenerse en cuenta los diagnósticos diferenciales, y una vez descartados, aplicar los criterios de Rotterdam.
Entre la diferentes intervenciones dietéticas que se han utilizado, una de las más utilizadas y con mayores resultados obtenidos en los marcadores corporales es la Dietary Approaches to Stop Hypertension (dieta DASH). También se han obtenidos buenos resultados tras realizar modificaciones en el consumo de hidratos de carbono (HC), consiguiendo beneficios en cuanto a la resistencia a la insulina (IR).
Cabe destacar que el SOP no es una patología meramente reproductiva, sino que conlleva una serie de disfunciones asociadas con la salud general de la mujer, y otras comorbilidades.
En cuanto al tratamiento, este debe ser personalizado, orientado a corregir el hiperandrogenismo, los transtornos menstruales, las alteraciones metabólicas asociadas y la ovulación. Existen multitud de terapias para poner remedio al síndrome de ovario poliquístico, y cada una de ellas debe elegirse de la forma más individualizada posible, a fin de mejorar alguna de las molestias derivadas de la patología.
Por tanto, el diagnóstico temprano y efectivo es esencial para la implementación del tratamiento y de un manejo adecuado.
Anexo
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Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.