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Amniotomía como método de inducción de parto

Amniotomía como método de inducción de parto

Durante los últimos años la amniotomía ha sido la práctica estándar en muchos países de todo el mundo.

La amniotomía es un componente del manejo activo del trabajo de parto que no se recomienda realizar de forma rutinaria cuando el parto evoluciona favorablemente; su uso se propugna sólo cuando existe una indicación clínica de acortar dicho periodo.

AUTORES:

  1. Gustavo Silva Muñoz. Matrona.
  2. Patricia Mª Villa Gómez. Matrona.
  3. Ana Siles Carvajal. Matrona.

RESUMEN

Existen algunos riesgos potenciales importantes, aunque excepcionales, asociados con la amniotomía, incluidos los problemas con el cordón umbilical o la FCF, aunque también tiene sus ventajas como es el acceso al feto para realización de microtoma o colocación de catéteres internos, observar el color del líquido amniótico…

La amniotomía como método inductor del parto, parece que se asocia a mejores resultados en cuanto a la disminución del periodo de dilatación cuando se asocia al empleo con oxitocina que cuando se realiza por sí sola.

INTRODUCCIÓN

Se conoce como amniotomía a la rotura artificial de las membranas fetales (RAM). Esta técnica fue descrita por primera vez hace más de 200 años, por Thomas Denman. En condiciones normales, las membranas permanecen intactas hasta que la dilatación es completa, lo que ocurre en el 75% de los casos.

La amniotomía temprana, al diagnosticarse el inicio de la fase activa de parto, es una práctica que se ha usado ampliamente durante las últimas décadas. Su uso se ha identificado como un componente del manejo activo del trabajo de parto, abordaje que se propuso como un recurso posible para disminuir la tasa de cesáreas en América del Norte; sin embargo, en la última década se ha planteado estudiar los riesgos y beneficios de ésta.

No queda claro de qué manera la amniotomía acelera el trabajo de parto. Se cree que cuando se rompen las membranas, aumenta la producción y liberación de prostaglandinas y oxitocina, originando contracciones más fuertes y una dilatación cervical más rápida.

Para realizar una amniotomía el profesional realiza un tacto vaginal para identificar el cuello uterino y las membranas con los dedos, se excluye la presencia de vasos sanguíneos a través de las membranas (vasa previa) y se confirma que la cabeza del feto está bien posicionada en la pelvis y no está a más de dos estaciones por encima de las espinas ciáticas. Luego se realiza una punción en las membranas con una lanceta de plástico larga con punta de “pico de loro” y se rompen las membranas con los dedos.

OBJETIVOS

Determinar la efectividad y la seguridad de la amniotomía en la inducción de parto y en el trabajo de parto estancado.

METODOLOGÍA

Se llevó a cabo una revisión bibliográfica en las diferentes bases de datos COCHRANE, MEDLINE, EMBASE y en CINAHL y se consultaron protocolos y fuentes científicas de interés nacional e internacional como Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La búsqueda realizada fue sobre la amniotomía como método de inducción durante el parto, además de observar sus ventajas pero a la vez sus riesgos y contraindicaciones, utilizando las siguientes palabras clave: Amniotomy, induction, risks.

RESULTADOS

En el parto normal, no recomendamos el uso sistemático de la amniotomía ya que aunque es una técnica que no implica demasiados riesgos, no afecta de forma significativa ni a la evolución del parto ni al resultado final de éste. Los profesionales que oferten este procedimiento deben informar a la mujer de lo que conocemos a partir de la evidencia científica acerca de la amniotomía y tomar una decisión conjunta.

En un parto estancado (más de 4 horas sin evolución), sí recomendamos el uso de amniotomía, ya que puede reducir de forma significativa la duración del parto, disminuyendo de forma moderada la tasa de cesáreas si lo utilizamos de manera precoz al detectar un retraso leve de la evolución del parto. Si a las 2 horas de la amniorrexis la evolución de la dilatación es <1cm se valorará el uso de oxitocina.

En la inducción de parto recomendamos el uso conjunto de amniotomía y oxitocina ya que acorta el tiempo necesario para establecer una fase activa de parto, disminuye el tiempo hasta el nacimiento y aumenta, por tanto, la satisfacción materna.

Ventajas de la amniotomía:

  • Acceso al feto, para la realización de microtomas de PH de calota fetal y la posibilidad de introducir catéteres internos, tanto de FCF como de presión amniótica.
  • Visualización del color del líquido amniótico; aunque existe evidencia respecto a que la presencia de líquido meconial, puede no responder a la hipótesis de que el feto esté sufriendo, ya que el 20% de los fetos a término lo presentan, sin otro hallazgo de distress fetal.
  • Posibilidad de realizar amnioinfusión, en partos que cursen con oligoamnios o líquido teñido con meconio espeso.
  • Reducción del período de dilatación: disparidad de opiniones.
  • Iniciar o inducir el trabajo de parto en pacientes multíparas y nulíparas.

Riesgos de la amniotomía

  • Infecciones: mayor riesgo de corioamnionitis por vía ascendente de cualquier germen alojado en vagina ó iatrogénico. Especial cuidado en madres portadoras de VIH, VHB.
  • Riesgo de prolapso de cordón: Comprobar siempre que la presentación fetal sea cefálica y no esté por encima del estrecho superior de la pelvis.
  • Mayor riesgo de patrones cardiotocográficos anormales por la fuerte compresión de la cabeza, produciendo una estimulación vagal.

Contraindicaciones

  • Placenta previa y vasa previa; al existir riesgo de sangrado y de DPPNI.
  • Presentaciones y situaciones fetales anormales: aumenta el riesgo de distocias de presentación.

En una Revisión Cochrane de (2007) con 14 estudios que incluyen a 4893 mujeres, se hicieron 4 grupos: primíparas a las que se realizó amniotomía y primíparas a las que no se le realizó y multíparas a las que se realizó amniotomía y multíparas a las que no.

Se concluyó, que no hay una clara diferencia estadística en la reducción de tiempo de parto y en la satisfacción materna. Pero sí se asocia, la realización de la amniotomía con un ligero incremento del riesgo de cesárea.

También se observó que los neonatos que mantuvieron sus membranas íntegras hasta el final, tenían un pH umbilical y una saturación de hemoglobina significativamente más alta y una pCO2 significativamente más baja que los nacidos de partos con roturas precoces de membranas.

Por lo tanto, no recomiendan la práctica rutinaria de la amniotomía, cómo “parte estándar de la atención y cuidado del parto”.

En otra revisión Cochrane (2009), con 12 ensayos que incluyen a 779 mujeres, concluye que la amniotomía usada con oxitocina para tratar el retraso del período de dilatación del trabajo de parto espontáneo, se asocia con acortamiento del trabajo de parto y con una reducción moderada del número de cesáreas, todo ello sin cambios significativos en los indicadores de morbilidad materna o neonatal.

CONCLUSIONES

La amniotomía es una intervención que puede producir iatrogenia. Una bolsa rota de forma temprana puede aumentar la necesidad de uso de oxitócicos artificiales que aceleren las contracciones con todos los riesgos que esto conlleva.

Además, la rotura de la bolsa inicia una cuenta atrás, implicando un límite de tiempo máximo en el que el bebé tiene que nacer para evitar el riesgo de infecciones.

Ante la disparidad de conclusiones y la escasez de estudios que nos permitan hacer planteamientos eficaces y sin riesgos, las Guías clínicas (GPC sobre la Atención al Parto Normal y NICE) y la OMS recomiendan que en caso de que el parto progrese normalmente, no se realice la amniotomía de rutina y que deberían de existir razones muy válidas, para interferir en el proceso del parto practicando la amniotomía, porque no es posible determinar que tengan una clara ventaja.

La amniotomía como método inductor del parto, parece que se asocia a mejores resultados en cuanto a la disminución del periodo de dilatación cuando se asocia al empleo con oxitocina que cuando se realiza por sí sola.

BIBLIOGRAFÍA

1) Bricker L, Luckas M .Amniotomía como único proceder para la inducción del trabajo de parto (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.bibliotecacochrane.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2008 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).

2) Rebecca MD Smyth, S Kate Alldred, Carolyn Markham. Amniotomía para acortar el trabajo de parto espontáneo (Revision Cochrane traducida).

3) Wolomby JJ and Tozin RR. Amniotomía para acortar la duración del trabajo de parto espontáneo: Comentario de la BSR (última revisión: 5 de enero de 2009). La Biblioteca de Salud Reproductiva de la OMS; Ginebra: Organización Mundial de la Salud.

4) Smyth RMD, Alldred SK, Markham C. Amniotomy for shortening spontaneous labour. Cochrane Database of Systematic Reviews 2007; Issue 4. Art. No.: CD006167; DOI: 10.1002/14651858.

5) Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre Atención al Parto Normal. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Política Social. Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del País Vasco (OSTEBA).Guías de Práctica Clínica en el SNS: OSTEBA Nº 2009/01. [Texto Completo] [Consulta: 19/10/2014]