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Anticoncepción reversible de larga duración: opciones, eficacia y consideraciones clínicas

Anticoncepción reversible de larga duración: opciones, eficacia y consideraciones clínicas

Autora principal: Paula Ulate Blanco

Vol. XX; nº 12; 667

Long-acting reversible contraception: options, efficacy, and clinical considerations

Fecha de recepción: 5 de mayo de 2025
Fecha de aceptación: 15 de junio de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 12 – Segunda quincena de Junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 12; 667

Autores:

Paula Ulate Blanco, Médico General, en Hospital Nacional de Niños. San José, Costa Rica. ORCID: 0000-0002-2081-7195. Código Médico: 18746
Melissa Navarro Roselló, Médico General, en Área de Salud Paraíso, Cartago, Costa Rica. ORCID: 0009-0000-5877-3653. Código Médico: 17045
Kendy Natalia Alfaro Álvarez, Médico General, en Caja Costarricense de Seguro Social. Alajuela, Costa Rica. ORCID: 0009-0004-8604-0771. Código Médico: 17558
Gissell Rizo Valdivia, Médico General, en Hospital Metropolitano. San José, Costa Rica. ORCID: 0009-0009-3048-6033. Código Médico: 16767
María Andrea Morales Villalobos, Médico General, en Clínica Santa Catalina. San José, Costa Rica. ORCID: 0009-0007-8652-8509. Código Médico: 18379
Kirlay Flores Fonseca, Médico General, Investigador Independiente. Limón, Costa Rica. ORCID: 0009-0002-0600-4734. Código Médico: 17696

Resumen

La anticoncepción reversible de acción prolongada incluye métodos como los dispositivos intrauterinos de cobre, los dispositivos intrauterinos liberadores de levonorgestrel, los implantes subdérmicos de etonogestrel y las inyecciones trimestrales de progestágeno. Los dispositivos intrauterinos de cobre funcionan impidiendo la fertilización al crear un entorno intrauterino tóxico para los espermatozoides, mientras que los dispositivos hormonales espesan el moco cervical y adelgazan el revestimiento endometrial, dificultando tanto la fecundación como la implantación del óvulo. Los implantes subdérmicos liberan hormonas que inhiben la ovulación y han mostrado ser altamente eficaces, aunque pueden asociarse con efectos como la amenorrea, especialmente en mujeres con obesidad. Las inyecciones trimestrales, por su parte, ofrecen un método práctico que afecta la ovulación y el moco cervical, y se ha sugerido que podrían favorecer un microbioma vaginal saludable.

Estos métodos tienen una eficacia anticonceptiva significativamente superior en comparación con los métodos de acción corta, reduciendo las tasas de embarazos no deseados y disminuyendo la necesidad de recurrir a servicios de aborto. Además, proporcionan beneficios adicionales, como la reducción del dolor menstrual y de la anemia por deficiencia de hierro, y requieren menos visitas médicas, lo cual favorece una mejor adherencia y satisfacción por parte de las usuarias.

Factores como la edad, el número de partos previos, los deseos reproductivos y las enfermedades coexistentes influyen en la elección del método. Aspectos éticos clave incluyen garantizar un consentimiento informado claro y respetar la autonomía de las decisiones reproductivas. Superar barreras económicas, logísticas y socioculturales requiere estrategias integradas que fortalezcan la capacitación médica, mejoren la infraestructura de suministro y promuevan la aceptación social, asegurando así un acceso equitativo a estas opciones anticonceptivas.

Palabras clave

Fertilidad, consentimiento, accesibilidad, educación, eficacia, salud pública.

Abstract

Long-acting reversible contraception includes methods such as copper-bearing intrauterine devices, levonorgestrel-releasing intrauterine devices, etonogestrel subdermal implants, and quarterly progestin injections. Copper-bearing intrauterine devices work by preventing fertilization by creating a toxic intrauterine environment for sperm, while hormonal devices thicken cervical mucus and thin the endometrial lining, making both fertilization and egg implantation difficult. Subdermal implants release hormones that inhibit ovulation and have been shown to be highly effective, although they may be associated with side effects such as amenorrhea, especially in obese women. Quarterly injections, on the other hand, offer a convenient method that affects ovulation and cervical mucus, and it has been suggested that they may promote a healthy vaginal microbiome.

These methods have significantly higher contraceptive efficacy compared to short-acting methods, reducing unintended pregnancy rates and reducing the need for abortion services. Furthermore, they provide additional benefits, such as reduced menstrual pain and iron-deficiency anemia, and require fewer medical visits, which promotes better adherence and satisfaction among users.

Factors such as age, number of previous births, reproductive desires, and coexisting medical conditions influence method choice. Key ethical considerations include ensuring clear informed consent and respecting the autonomy of reproductive decisions. Overcoming economic, logistical, and sociocultural barriers requires integrated strategies that strengthen medical training, improve supply infrastructure, and promote social acceptance, thus ensuring equitable access to these contraceptive options.

Keywords

Fertility, consent, accessibility, education, efficacy, public health.

Introducción

La anticoncepción reversible de acción prolongada (ARAP) comprende aquellos métodos anticonceptivos que pueden prevenir eficazmente el embarazo durante un periodo extendido sin necesidad de intervenciones diarias, semanales o mensuales por parte de la usuaria. Entre los métodos más representativos se encuentran los dispositivos intrauterinos (DIU), tanto de cobre como liberadores de levonorgestrel, y los implantes subdérmicos de etonogestrel. Estos métodos destacan por su alta eficacia, reversibilidad inmediata tras la extracción y su bajo requerimiento de mantenimiento, lo que los convierte en herramientas fundamentales para la planificación familiar y la mejora de la salud reproductiva a nivel global. Al reducir significativamente los embarazos no deseados, los ARAP contribuyen a disminuir la necesidad de abortos, mejorando así los resultados en salud materna y neonatal (1; 2).

Desde una perspectiva conceptual, los ARAP se definen por su capacidad de ofrecer protección anticonceptiva durante varios años, manteniendo la posibilidad de fertilidad una vez retirados. Esta característica es esencial dentro de las estrategias de planificación familiar, ya que proporciona una opción confiable y discreta para las mujeres, minimizando los errores de uso que suelen presentarse con otros métodos de corta duración, como las píldoras anticonceptivas u otros métodos hormonales orales (1; 2).

El panorama global de uso y aceptación de los ARAP ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. En Estados Unidos, por ejemplo, su adopción se ha incrementado notablemente, acercándose a los niveles de uso de los anticonceptivos orales, especialmente entre las mujeres jóvenes (21). Sin embargo, en países de ingresos bajos y medianos, aunque la demanda existe, el acceso sigue siendo limitado. Diversos estudios han demostrado que capacitar adecuadamente a los proveedores de atención médica en la colocación y seguimiento de los métodos ARAP puede aumentar significativamente su aceptación y uso, resaltando la necesidad de fortalecer la formación técnica de los profesionales de salud como estrategia para ampliar el acceso (3).

Un ejemplo ilustrativo es el programa implementado en Puerto Rico a través de la Red de Acceso a la Anticoncepción durante la emergencia del virus Zika, que evidenció que, incluso en situaciones de alta demanda, las barreras asociadas al costo, los proveedores y el sistema de salud limitan la disponibilidad efectiva de los métodos ARAP. Estos hallazgos subrayan que, para lograr una implementación amplia y equitativa, no basta con disponer de los métodos; es necesario también abordar las barreras logísticas, económicas y de infraestructura sanitaria que restringen su uso (4).

A pesar de su eficacia y beneficios demostrados, los métodos ARAP enfrentan múltiples desafíos en su implementación. Entre ellos, destacan los prejuicios y sesgos de los proveedores de salud, quienes en ocasiones limitan el acceso a ciertos grupos poblacionales, especialmente adolescentes y jóvenes adultas, por percepciones erróneas sobre su idoneidad. Además, los costos asociados a la inserción, seguimiento y eventual remoción de los dispositivos constituyen una barrera importante en muchos sistemas de salud, particularmente en aquellos que carecen de cobertura universal (5).

El objetivo de este artículo es analizar de manera integral el papel de la ARAP en la salud reproductiva, destacando su eficacia, seguridad y beneficios para la reducción de embarazos no deseados, así como identificar los desafíos asociados a su acceso y aceptación en diferentes contextos socioeconómicos y culturales. Además, se busca explorar estrategias para superar las barreras existentes, promover la equidad en la planificación familiar y fortalecer el uso informado de estos métodos, considerando tanto la perspectiva de los usuarios como la de los proveedores de salud.

Metodología

Para el desarrollo de esta investigación sobre la ARAP, se llevó a cabo una revisión bibliográfica exhaustiva con el objetivo de analizar la eficacia, seguridad, aceptación y desafíos asociados a estos métodos, así como evaluar su impacto en la planificación familiar y la salud reproductiva.

Esta revisión incluyó aspectos clave como la comparación de los diferentes tipos de ARAP (dispositivos intrauterinos e implantes subdérmicos), sus beneficios clínicos, las barreras de acceso en distintas poblaciones y las estrategias para mejorar su implementación y equidad en contextos globales.

Para garantizar la calidad y relevancia de la información seleccionada, se consultaron bases de datos científicas reconocidas, como PubMed, Scopus y Web ofScience, debido a su prestigio y amplia cobertura en temas de ginecología, salud pública y medicina reproductiva. Se establecieron criterios rigurosos de inclusión y exclusión. Se incluyeron estudios publicados entre 2020 y 2025, en inglés o español, que abordaran la eficacia, la seguridad, las barreras de acceso, los programas de implementación y la aceptación social de los ARAP en diversos entornos. Se excluyeron investigaciones con datos incompletos, publicaciones duplicadas o aquellas sin revisión por pares.

Para la búsqueda, se utilizaron palabras clave como: Fertilidad, consentimiento, accesibilidad, educación, eficacia, salud pública.

La búsqueda inicial identificó 24 fuentes relevantes, incluyendo artículos originales, revisiones sistemáticas, estudios clínicos, metaanálisis y documentos de organismos especializados en salud reproductiva. A partir de estas fuentes, se realizó un análisis detallado para extraer información sobre patrones de uso, impacto en la reducción de embarazos no deseados, beneficios para la equidad en salud y recomendaciones para mejorar su acceso.

El análisis se llevó a cabo utilizando enfoques cualitativos y comparativos. Se sintetizaron los hallazgos y se organizaron en categorías temáticas, lo que permitió identificar tanto los avances como las brechas pendientes en la implementación de los ARAP. Este enfoque integral ofrece una visión estructurada del estado actual del conocimiento sobre los métodos anticonceptivos reversibles de acción prolongada, destacando oportunidades para fortalecer políticas públicas, programas de salud reproductiva y estrategias de educación para mejorar su adopción y aceptación global.

Tipos de métodos ARAP

Los DIU de cobre representan una opción anticonceptiva altamente eficaz, tanto para la anticoncepción regular como de emergencia. Su mecanismo principal radica en la creación de un entorno intrauterino hostil para los espermatozoides, lo que impide su capacidad de fecundación (6). Sin embargo, un aspecto importante a considerar es que los DIU de cobre presentan tasas más elevadas de expulsión cuando se colocan inmediatamente después del parto, en comparación con los procedimientos de inserción diferida. Esta diferencia subraya la necesidad de evaluar cuidadosamente el momento de la colocación para optimizar su eficacia y reducir complicaciones (7).

Por otro lado, los DIU liberadores de levonorgestrel constituyen otro tipo de anticoncepción reversible de acción prolongada que combina eficacia y comodidad para las usuarias. Estos dispositivos actúan liberando de manera continua una hormona que tiene dos efectos principales: espesar el moco cervical, dificultando el paso de los espermatozoides, y adelgazar el endometrio, evitando la implantación del óvulo fecundado. Si bien estos DIU han mostrado una alta eficacia como método anticonceptivo habitual, su utilidad en el contexto de la anticoncepción de emergencia no cuenta aún con suficiente respaldo científico, lo que limita su indicación en este escenario (6).

Los implantes subdérmicos de etonogestrel representan otra categoría importante de métodos ARAP. Estos pequeños dispositivos se insertan bajo la piel del brazo y liberan de forma continua una hormona que inhibe la ovulación, convirtiéndolos en una opción altamente eficaz para la anticoncepción prolongada (8). Un hallazgo relevante en la práctica clínica es que estos implantes tienden a asociarse con una mayor probabilidad de amenorrea, un efecto que es especialmente frecuente en mujeres con obesidad o en aquellas que experimentan amenorrea precoz después de la inserción, lo que debe tenerse en cuenta al momento de asesorar a las pacientes sobre los posibles efectos secundarios (9).

Finalmente, las inyecciones anticonceptivas trimestrales representan una alternativa práctica dentro de los métodos de solo progestágeno. Estas inyecciones actúan inhibiendo la ovulación y modificando las características del moco cervical, dificultando el paso de los espermatozoides. Un aspecto adicional que se ha investigado recientemente es el impacto de este tipo de anticonceptivos en el microbioma vaginal, ya que se ha observado que podrían favorecer un equilibrio saludable entre las especies de Lactobacillus, contribuyendo así indirectamente a la salud vaginal (10).

Mecanismo de acción

La ARAP cumple su función anticonceptiva a través de varios mecanismos fisiológicos bien establecidos que, en conjunto, ofrecen una alta eficacia para la prevención del embarazo. Uno de los principales mecanismos es la prevención de la fertilización, particularmente observable en los DIU. Los DIU de cobre liberan de manera continua iones de cobre en el entorno uterino, creando condiciones tóxicas para los espermatozoides. Este efecto reduce significativamente tanto la motilidad como la viabilidad espermática, disminuyendo las probabilidades de que estos lleguen al óvulo y lo fecunden. Por su parte, tanto los DIU hormonales como los implantes subdérmicos que liberan progestágenos logran un efecto anticonceptivo adicional al espesar el moco cervical, lo cual constituye una barrera física que dificulta la entrada de los espermatozoides al útero y su avance hacia las trompas de Falopio, donde podría ocurrir la fecundación (11).

Otro mecanismo esencial asociado al uso de ARAP, especialmente en los dispositivos que contienen progestágenos, es la alteración tanto del moco cervical como del endometrio. El aumento de la viscosidad del moco cervical actúa como un tapón espeso, que bloquea eficazmente el paso de los espermatozoides, impidiendo su progresión (Schmidt-Hansen et al., 2020). Además, los progestágenos inducen modificaciones en el endometrio que lo vuelven menos receptivo a la implantación, de modo que incluso si ocurriera la fecundación, el embrión tendría dificultades para implantarse y desarrollarse adecuadamente (11).

Un tercer mecanismo relevante para algunos métodos ARAP, particularmente los implantes de etonogestrel, es la supresión directa de la ovulación. Este tipo de implante libera hormonas que inhiben el aumento de la hormona luteinizante, la cual es necesaria para desencadenar la ovulación durante el ciclo menstrual. La eficacia de este mecanismo ha sido documentada en estudios clínicos, como aquel que reportó que el implante de etonogestrel, por sí solo, logró suprimir la ovulación en el 65 % de las participantes, lo que demuestra su potente acción en la prevención del desarrollo folicular y la liberación del óvulo (12).

Eficacia y ventajas

Los métodos ARAP se destacan por ofrecer una eficacia anticonceptiva considerablemente superior en comparación con los métodos anticonceptivos reversibles de acción corta ARAC. Numerosos estudios han mostrado que las mujeres usuarias de ARAP experimentan tasas notablemente más bajas de embarazos no deseados en comparación con aquellas que dependen de métodos ARAC como píldoras, parches o anillos vaginales. Esta diferencia de eficacia no solo tiene implicaciones a nivel individual, sino también en términos de salud pública, ya que reduce la demanda de servicios de aborto y contribuye al fortalecimiento de los programas de planificación familiar (1).

La inserción inmediata de métodos ARAP, como los DIU y los implantes subdérmicos, después del parto ha demostrado ser especialmente eficaz. Este enfoque mejora significativamente las tasas de inicio del método, reduce los cortos intervalos intergenésicos es decir, el tiempo entre un embarazo y el siguiente y, en última instancia, potencia aún más su efectividad general. Este beneficio es relevante porque evita las brechas en la anticoncepción que a menudo ocurren durante el posparto, un período crítico en la vida reproductiva de la mujer (7).

Además de sus ventajas anticonceptivas, los ARAP ofrecen beneficios para la salud que no están directamente relacionados con la prevención del embarazo. Por ejemplo, se ha documentado que contribuyen a la reducción de la dismenorrea (dolor menstrual) y de la anemia por deficiencia de hierro, condiciones que afectan de manera frecuente a mujeres en edad reproductiva (1). Estos efectos no anticonceptivos mejoran el bienestar general de las usuarias, lo que hace que los ARAP resulten aún más atractivos como opción integral de salud reproductiva (2).

Por otra parte, la naturaleza a largo plazo de los ARAP implica que requieren menos intervenciones y visitas médicas periódicas, lo que se traduce en una mayor adherencia por parte de las usuarias y en un alto grado de satisfacción con el método elegido (1). Estudios específicos han mostrado que las mujeres que adoptan métodos ARAP inmediatamente después del parto no solo presentan menores tasas de embarazos no planificados, sino que también expresan niveles más altos de satisfacción y son más propensas a mantener el uso continuo del método en comparación con quienes optan por métodos de inicio diferido (7).

Consideraciones clínicas y selección del método

La elección y el uso de los métodos ARAP están influenciados por múltiples factores, entre los cuales destacan la edad, la paridad, los deseos reproductivos, las comorbilidades, las indicaciones y contraindicaciones médicas, así como la gestión de efectos secundarios. La edad desempeña un papel importante en las preferencias de uso: mientras que los adolescentes y adultos jóvenes tienden a inclinarse por los implantes subdérmicos como Nexplanon, valorando su comodidad y discreción, las mujeres mayores suelen preferir DIU como Mirena, que ofrecen un efecto prolongado y beneficios adicionales, como la reducción del sangrado menstrual (13).

La paridad, es decir, el número de partos previos, también puede ser determinante en la selección del método. Las mujeres nulíparas, que no han tenido hijos, pueden enfrentar consideraciones anatómicas que dificultan la inserción del DIU, lo que puede inclinar la balanza hacia métodos como los implantes (14). Los deseos reproductivos de las usuarias representan otro factor crucial: los ARAP resultan especialmente adecuados para quienes desean posponer o espaciar embarazos, dado que permiten una anticoncepción prolongada con la ventaja de recuperar la fertilidad rápidamente una vez retirados (2). Para mujeres indecisas respecto a su deseo de maternidad futura, los ARAP se presentan como una alternativa atractiva frente a los métodos permanentes, ya que combinan alta eficacia con reversibilidad (15).

Las comorbilidades médicas requieren una atención particular al momento de recomendar ARAP. Los criterios de elegibilidad médica en Estados Unidos ofrecen lineamientos detallados para su uso seguro en personas con afecciones crónicas como diabetes, hipertensión u otras enfermedades cardiovasculares (16). Por ejemplo, en adolescentes con diabetes, los ARAP son especialmente recomendados para prevenir embarazos no planificados, que podrían complicar significativamente el manejo de su enfermedad (17). Las indicaciones generales para el uso de ARAP incluyen la búsqueda de métodos anticonceptivos confiables a largo plazo, mientras que las contraindicaciones abarcan situaciones como malformaciones uterinas o infecciones pélvicas activas, que pueden dificultar o contraindicar la colocación de un DIU (14).

En cuanto al manejo de efectos secundarios y complicaciones, los ARAP no están exentos de retos. Entre los efectos adversos más reportados se encuentran el sangrado uterino irregular, el dolor pélvico y los síntomas hormonales como acné o cambios de peso, los cuales pueden llevar a la discontinuación temprana del método si no se abordan adecuadamente (Edwards et al., 2020). Las estrategias para mitigar estos efectos incluyen un asesoramiento clínico exhaustivo, que permita establecer expectativas realistas y brinde apoyo durante la adaptación al método. Además, intervenciones terapéuticas basadas en la experiencia clínica pueden ser útiles para manejar estos síntomas y promover la continuidad del uso (18).

Es relevante también considerar el uso de ARAP en poblaciones con diversidad de género. Estos métodos no solo se emplean con fines anticonceptivos, sino también para el manejo de síntomas menstruales en personas transmasculinas. Aunque los efectos secundarios reportados son similares a los observados en mujeres cisgénero, aún es necesario profundizar en la investigación sobre el impacto que las terapias de afirmación de género pueden tener en la experiencia y tolerancia de los ARAP, con el objetivo de optimizar la atención a estas poblaciones (19).

Aspectos éticos y de acceso

El consentimiento informado y la autonomía del paciente son pilares fundamentales en la toma de decisiones sobre el uso de métodos ARAP. Garantizar que cada paciente comprenda a fondo los beneficios, riesgos y alternativas disponibles es esencial para permitir decisiones verdaderamente autónomas (20). Una de las principales preocupaciones en torno al uso de ARAP es el temor a que interfieran con la autonomía personal, ya que al ser métodos de larga duración, algunas personas perciben una posible pérdida de control sobre su fertilidad. Este aspecto subraya la importancia de ofrecer un asesoramiento imparcial y libre de coerción, donde se fomente un diálogo abierto y respetuoso sobre las preferencias, necesidades y expectativas individuales. Las consultas centradas en el paciente, que promuevan la confianza y proporcionen información detallada, son clave para empoderar a las personas y ayudarlas a tomar decisiones informadas y alineadas con sus objetivos reproductivos (21).

Sin embargo, el acceso a los ARAP enfrenta diversos desafíos, tanto económicos como socioculturales. Los altos costos asociados a la adquisición de dispositivos, sumados a procesos de reembolso insuficientes o poco claros, limitan su disponibilidad incluso en contextos donde existe una demanda manifiesta (22). Además, factores culturales, como el estigma social, los mitos en torno a la anticoncepción y la falta de información precisa, pueden disuadir a muchas personas de considerar estos métodos como opción viable (23). A esto se suman los problemas de logística y distribución, donde la carencia de protocolos sólidos para el abastecimiento, especialmente en los centros de atención primaria, impide mantener un suministro adecuado que garantice el acceso equitativo (22).

Para superar estas barreras, se han propuesto diversas estrategias orientadas a mejorar el acceso y la aceptación de los ARAP. La implementación de medidas de apoyo financiero, como la expansión de métodos de pago, los subsidios gubernamentales y la financiación complementaria, ha demostrado ser efectiva para aliviar las limitaciones económicas que enfrentan muchas usuarias (22; 24). Asimismo, la capacitación sistemática de los proveedores de atención médica en aspectos clínicos, administrativos y éticos, junto con el desarrollo de protocolos específicos para facturación y suministro, puede fortalecer la capacidad organizativa de las instituciones de salud para ofrecer ARAP de manera sostenida y eficiente (22).

Finalmente, las intervenciones que actúan sobre múltiples niveles del modelo socioecológico incluyendo estrategias políticas, comunitarias y educativas han mostrado ser particularmente exitosas para aumentar la aceptación social y clínica de los ARAP. Estas acciones integradas permiten abordar simultáneamente los determinantes estructurales, culturales e individuales, generando un impacto positivo sostenido en la salud reproductiva y garantizando que las personas puedan ejercer plenamente su derecho a elegir métodos anticonceptivos que respondan a sus necesidades y circunstancias personales (24).

Conclusiones

Los métodos anticonceptivos reversibles de acción prolongada se consolidan como una de las herramientas más efectivas dentro de las estrategias de salud reproductiva, no solo porque ofrecen tasas muy bajas de embarazo no deseado, sino porque también aportan beneficios adicionales para la salud general de las mujeres, como la reducción del sangrado menstrual abundante y la disminución de la dismenorrea. Estos beneficios, sumados a la alta eficacia anticonceptiva, convierten a los dispositivos intrauterinos, implantes subdérmicos e inyecciones de larga duración en opciones especialmente atractivas para mujeres de diferentes edades y contextos, reforzando su papel como una solución integral que va más allá de la simple prevención del embarazo.

El éxito del uso de los métodos anticonceptivos de acción prolongada depende en gran medida de la implementación de un enfoque clínico centrado en el paciente, que priorice la autonomía y garantice un consentimiento informado completo. Es fundamental que las consultas médicas proporcionen información detallada, transparente y libre de coerción, para que las usuarias comprendan a fondo tanto los beneficios como los posibles efectos secundarios y puedan tomar decisiones alineadas con sus objetivos reproductivos y personales. Este modelo de atención, basado en el respeto y la confianza, resulta esencial para evitar percepciones de pérdida de control sobre la fertilidad y para fomentar una experiencia positiva con el método elegido.

Para maximizar el impacto de los métodos anticonceptivos reversibles de acción prolongada en términos de salud pública, resulta indispensable implementar medidas a nivel estructural que eliminen las barreras económicas, organizativas y socioculturales que actualmente limitan su acceso. Esto incluye ampliar los esquemas de financiamiento y subsidios, capacitar de manera integral a los profesionales de salud en aspectos técnicos y éticos, fortalecer los sistemas logísticos de distribución, y diseñar intervenciones educativas y comunitarias que reduzcan el estigma asociado a su uso. Solo mediante un enfoque multisectorial e inclusivo será posible garantizar que todas las personas, sin importar su contexto, puedan ejercer plenamente su derecho a elegir métodos anticonceptivos seguros, eficaces y adecuados a sus necesidades.

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Declaración de buenas prácticas: Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.