Conocimiento y formación práctica del parto humanizado
Introducción: en términos generales, el parto y nacimiento humanizado puede entenderse como el respeto hacia la madre, hijo/hija, padre y familia en los procesos del embarazo, alumbramiento y nacimiento (García, Guillén & Acevedo, 2010). Dar atención de calidad es actualmente una de las tres grandes prioridades para el sector salud a nivel nacional. Dicho reto no es nuevo, desde hace más de una década se inició la Cruzada Nacional por la Calidad en los Servicios de Salud.
Dra. Edith Castellanos Contreras 1, L.E. Leonor Esmeralda Zavala de Jesús 2, Dr. Javier Salazar Mendoza 3, MCE. María Esperanza Conzatti Hernández 4, MCE. Margarita Cabrera Martínez 5, Dra. Claudia Beatriz Enríquez Hernández 6, Est. Jesús Radai López Posadas 7, Est. Abigail Morales Carreón 8
- Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Enfermería Veracruz, de la Universidad Veracruzana, Coordinadora de la Maestría en Enfermería Multisede.
- Licenciada en Enfermería y estudiante de Maestría en Enfermería en la Universidad Veracruzana, Sede Veracruz
- Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Enfermería Orizaba, de la Universidad Veracruzana
- Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Enfermería Orizaba, de la Universidad Veracruzana
- Profesor de la Facultad de Enfermería Región Orizaba, México, de la Universidad Veracruzana
- Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Enfermería Veracruz, de la Universidad Veracruzana
- Estudiante de la Licenciatura en Enfermería, en la Facultad de Enfermería Orizaba, de la Universidad Veracruzana, integrante del Grupo de Estudiantes Contra las Adicciones Veracruz-Orizaba
- Estudiante de la Licenciatura en Enfermería, en la Facultad de Enfermería Orizaba, de la Universidad Veracruzana, integrante del Grupo de Estudiantes Contra las Adicciones Veracruz-Orizaba
Resumen
Es importante capacitar al personal operativo pero de igual forma es necesario capacitar al personal en formación, es decir, estudiantes de la licenciatura en enfermería ya que están insertos en las dependencias de salud en sus prácticas hospitalarias, servicio social y a mediano plazo trabajadores de las instituciones (Bracho, 2010).
Objetivos. Evaluar los conocimientos sobre el parto humanizado y formación de la práctica apegada a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (2015), en los alumnos de licenciatura en enfermería e implementar actividades de reforzamiento.
Metodología: estudio cuantitativo, descriptivo, prospectivo, de cohorte transversal y observacional (Hernández, Fernández & Baptista, 2014, Canales, Alvarado & Pineda 2013, Ortiz & García, 2014, Grove, Gray, & Burns, 2016), con el 95% de significancia estadística (Z=1.96, Polit y Hungler (2000), en 21 alumnos de la licenciatura en enfermería, a quienes se aplicó los instrumentos Conocimiento y del parto humanizado (Salazar et al., 2016), y práctica de éste (parto humanizado), por Salazar et al. (2016), así mismo, se realizaron siete sesiones de 70 minutos cada una. Resultados: el 71.4% de los estudiantes fueron de 7º semestre, el 81%, tiene un nivel alto de conocimientos. En la formación de la práctica, los resultados demostraron que el 95% puntuó una excelente formación teórica.
Conclusión: después de las sesiones impartidas, el 81%, puntuó alto en conocimientos, sin embargo, la formación en esta práctica, la consideran excelente 95%, y es apegada a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (2015), en los alumnos de licenciatura en enfermería. Se recomienda impartir cursos que ayuden a la complementación de las prácticas y conocimiento para la atención a la mujer obstetra en el parto humanizado. Mediante las intervenciones de enfermería, los profesionales de enfermeríaen formación tienen las herramientas necesarias para mejorar la calidad de los servicios de atención a la mujer obstetra y al recién nacido, tomando en cuenta a los individuos de forma holística y sin dejar de lado los conocimientos científicos y médicos.
Palabras clave. Parto humanizado, conocimiento, profesionales, fundamentación.
Introducción
El equipo de salud que atiende en las salas de parto, tiene en sus manos una gran responsabilidad con la mujer embarazada, por ello, se debe analizar y reflexionar sobre el impacto físico, psicológico de sus actividades, habilidades y actitudes que aplica a la usuaria, de este modo, la humanización no implica solo atención de calidad sino empatía al proceso que vive, cuya concepción del ser humano, debe englobar ternura por la llegada de ese nuevo ser, afecto por el lazo que une al binomio, compasión de apoyar a la mujer en el proceso de sufrimiento propio de la fisiología del parto, todo esto, entendiéndolo como cuidado a la persona como un ser holístico (García, Guillen & Acevedo, 2010).
En términos generales, el parto y nacimiento humanizado puede entenderse como el respeto hacia la madre, hijo/hija, padre y familia en los procesos del embarazo, parto y nacimiento, considerando el tiempo, ritmo, fisiología y emociones de cada mujer para hacer del momento del alumbramiento un evento placentero, cargado de amor y en compañía de quien ella decida, ya sea el parto por vía vaginal (espontáneo) o cesárea (Bracho, 2012) Todo esto, requiere de la participación del personal de salud, en especial de enfermería quienes están más tiempo con la mujer, brindando cuidados pertinentes, desde consultas prenatales hasta el fin del embarazo.
La atención a la paciente en trabajo de parto y puerperio, es una de las prácticas más antiguas de enfermería, dicha persona se encuentra en un momento muy importante de su vida y a su vez, en una situación de relativa vulnerabilidad. Por lo tanto, la profesión (enfermería), debe garantizar que la atención otorgada sea de la manera más adecuada a la mujer. Por otra parte, el parto y nacimiento, se consideran como el inicio de una nueva vida y pueden ser afectados por los procesos realizados durante su hospitalización. De este modo, todo el personal que esta alrededor de las personas obstétricas deben estar debidamente capacitado para brindar la atención (Gerónimo et al., 2015).
Dar atención de calidad, es actualmente una de las tres grandes prioridades para el sector salud a nivel nacional. Dicho reto no es nuevo, desde hace más de una década se inició la Cruzada Nacional por la Calidad en los Servicios de Salud, posteriormente el Sistema Integral, hizo un gran avance por lograr mejorarla (calidad) en los servicios de salud, sin embargo los logros no son del todo suficientes ni satisfactorios. La atención obstétrica eficiente, es un derecho de las mujeres, dicha atención debe ser equitativa, oportuna, resolutiva y eficaz (Gerónimo et al., 2015).
Lo anterior, lleva a pensar en ¿Qué es lo que sucede con el personal que atiende a la mujer obstetra ya que las demandas y quejas por maltrato en las salas de parto no dejan de hacerse presentes en los centros hospitalarios?, si se brinda la capacitación adecuada o enfocada a lo que realmente interesa en estos casos sería una pregunta que se tienen que hacer los impartidores de los programas.
En el 2005, la Comisión Interinstitucional de Enfermería de la Secretaría de Salud, diseñó un modelo de atención obstétrica centralizada en la mujer gestante y su familia, que tiene como propósito aprovechar el potencial de la enfermera obstetra y perinatal para mejorar la calidad de la atención de las mujeres embarazadas y disminuir la morbilidad y mortalidad materna y perinatal (Ramírez, 2012). Sin embargo, éste (modelo) no solo debe manejar la parte médica, sino también el apoyo psicológico y de acompañamiento a la mujer en este proceso en el que muchas veces están solas.
En la teoría de Dorothy Johnson, menciona los sistemas conductuales (SC), un sistema es un conjunto que funciona como tal, gracias a la interdependencia de sus partes”. El SC, está integrado por diferentes modos de conducta pautados, repetitivos y determinados, éstas, forman una unidad funcional organizada e integrada que determina y limita la interacción entre la persona y su entorno (Raile & Tomey, 2011), enfocado al trato que reciben las mujeres en el parto, el personal de salud debe tener conocimientos y práctica integra con calidad y calidez, para que el ambiente en el que se desarrolla un parto, se desarrolle de manera amable para la mujer y el recién nacido, para lo cual es necesario contar con capacitación y sensibilización y empatía con las usuarias. Johnson, propuso la idea de que la enfermería debe centrarse en el comportamiento de una persona, más que en su estado de salud o condición de la enfermedad. Es un modelo de atención, que se centra en las necesidades humanas, y el uso de la enfermería para promover el equilibrio y disminuir el estrés (Raile & Tomey, 2011).
De acuerdo con Johnson, la enfermera debe brindar el cuidado a las usuarias de forma holística para esto, es importante que el personal que rodea a la mujer el momento de trabajo de parto y nacimiento conozca cómo puede brindarle apoyo, sin dejar de lado las normas a las que se debe apegar así como el conocimiento necesario. De esta manera, podrá brindar un ambiente sin estrés, enfocada en las prioridades propias de su proceso, por ello, es importante capacitar al personal operativo y en formación, como estudiantes de la Licenciatura en Enfermería, ya que están insertos en las dependencias de salud en sus prácticas hospitalarias, servicio social y a mediano plazo, se convertirán en trabajadores de las instituciones.
La formación, no solo depende el conocimiento y habilidades, para los estudiantes, hay un reto más que derribar, es la ejecución de lo aprendido en las aulas, sin que se vean obstaculizados por el personal que ya labora, debido a en muchas ocasiones, se ven obligados a repetir patrones de conductas negativas.
Por lo anterior, es prioritario brindar formación a los estudiantes de cómo llevar acabo un parto y en dado caso, cesárea humanizada y sobretodo, hacer que estos conocimientos sean puestos en práctica o por lo menos, que conozcan cómo defender las acciones a realizar, así mismo, que desarrollen empatía con las pacientes obstetras, para llevar hacer satisfactorio y placentero el proceso del nacimiento, a su vez, es necesario sensibilizarlos para que al estar en una sala de parto, no se contaminen con las conductas negativas que puedan observar y estas sean repetidas limitando la atención de calidad y calidez a la mujer obstetra.
Objetivos
Evaluar los conocimientos sobre el parto humanizado y formación de la práctica apegada a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en los alumnos de licenciatura en enfermería e implementar activades de reforzamiento.