Consumo de cannabis y su relación con la aparición de trastornos psicóticos
Autora principal: Andrea Ibáñez Romero
Vol. XX; nº 16; 872
Cannabis consumption and its relationship with the appearance of psychotic disorders
Fecha de recepción: 10 de julio de 2025
Fecha de aceptación: 15 de agosto de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 16 – Segunda quincena de Agosto de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 16; 872
Autores:
Andrea Ibáñez Romero, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Patricia Cortés Egeda, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Ana María Luca Simón, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Marta Gascón Sánchez, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Irene Sanz Gómez, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Irene Torán Bellido, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Resumen
El cannabis es una de las drogas más consumidas en el mundo, especialmente entre la población adolescente, siendo uno de los grupos más vulnerables a la sustancia. En las últimas décadas se han incrementado las investigaciones que relacionan el consumo de cannabis con la aparición de trastornos psicóticos. El papel del profesional sanitario de enfermería se ha considerado fundamental a la hora de implantar intervenciones que minimicen la sintomatología asociada a trastornos psicóticos por consumo de cannabis.
Palabras clave
Uso de cannabis, marihuana, cannabis, trastorno mental, inicio de psicosis, frecuencia.
Abstract
Cannabis is one of the most consumed drugs in the world, especially among the adolescent population, being one of the most vulnerable groups. In the last decades, there has been an increase in research linking cannabis use with the appearance of psychotic disorders. The role of the nursing healthcare professional has been considered essential in implementing interventions that minimize symptomatology associated with psychotic disorders due to cannabis use.
Keywords
Cannabis use, marijuana, cannabis, mental disorder, psychosis onset, frequency.
INTRODUCCIÓN
El cannabis, también conocido como marihuana, hierba, cáñamo, mota o yesca, entre otros, parte del nombre genérico, Cannabis sativa. Se trata de una especie herbácea de la familia Cannabaceae. Es originaria de Asia y lleva siendo cultivada durante milenios, dándole diferentes usos a lo largo de la historia. En este mismo continente se usaba tanto para la curación de heridas como en tratamientos analgésicos de procedimientos quirúrgicos, mezclado junto con resina, vino o aguardiente. Tras su llegada a Europa, el médico Joseph Moreau de Tours, comenzó a utilizarla como fármaco en el hospital psiquiátrico de Bicètre probando los efectos en pacientes y consigo mismo. En la actualidad el cannabis se sigue utilizando, en algunos países, de forma medicinal para enfermos crónicos, ya que les ayuda a aliviar el dolor y sufrimiento y, especialmente en adolescentes, para fines recreativos y de placer.
El empleo de cannabis ha ido evolucionando así como la forma de cultivo, extracción y producción. La resina de cannabis ha sido sustituida por plantas híbridas y de diversas variedades que hacen un cannabis más potente. El cannabis está compuesto por 2 principales componentes: El THC es la principal sustancia que induce a los efectos psicoactivos produciendo sedación, euforia y alteración de la percepción espacio-temporal y el cannabidiol es la sustancia que más se acumula e interactúa con los receptores CB1 y CB2 en el sistema endocannabinoide, aunque no es psicoactiva. La relación que se establece con la aparición de síntomas psicóticos es que el THC actúa produciendo modificaciones sobre el sistema endocannabinoide pudiendo alterar el sistema dopaminérgico. La dopamina actúa en actividades como el control del sueño, la realización de tareas cognitivas complejas, la memoria del trabajo, la organización temporal del comportamiento, la adaptación de estrategias comportamentales y la percepción sensorial. Es por ello que la participación del sistema endocannabinoide en la regulación de la actividad dopaminérgica puede ayudar a comprender por qué el consumo agudo o crónico de cannabis puede desacoplar de una manera reversible las funciones cognitivas y ayudar a la precipitación de síntomas psiquiátricos como alucinaciones, delirium, ansiedad, cuadros depresivos, etc.
El DSM V define el término psicosis como un trastorno mental importante caracterizado por la presencia de alucinaciones, delirios o un número limitado de trastornos graves del comportamiento, tales como hiperactividad y excitación, inhibición psicomotriz marcada y comportamiento catatónico. No es considerado un diagnóstico, sino un síntoma de un trastorno psiquiátrico. Generalmente antes de que se instale la psicosis aguda, existen unos síntomas aislados que se denominan «síntomas prodrómicos». Si a estos síntomas aislados se le van sumando otros, el sujeto puede dejar de diferenciar lo que está pasando en su mente de lo que está en el exterior. En el momento que se instala la psicosis, la personalidad aparece disgregada, con momentos de incoherencia y momentos de no compresión de qué está teniendo lugar realmente. Los síntomas se clasifican en:
Síntomas positivos: alucinaciones, delirios, manifestaciones maníacas y trastornos de conducta y motores.
Síntomas negativos: apatía, aislamiento social y aplanamiento afectivo.
Síntomas de desorganización: de la conducta, del lenguaje y de las capacidades ejecutivas.
Se pueden diferencias diferentes tipos de psicosis:
Psicosis inducida por sustancias.
Psicosis reactiva breve.
Esquizofrenia.
Trastorno bipolar.
Psicosis orgánica.
Trastorno delirante.
Trastorno esquizofreniforme/esquizoafectivo.
Depresión psicótica.
Dentro de los diferentes tipos de psicosis el que más se asocia con el consumo de cannabis es la esquizofrenia. Este trastorno conlleva un grave deterioro de la personalidad, de las capacidades cognitivas y sociales de la persona.
En los trastornos psicóticos asociados al consumo de sustancias, concretamente de cannabis, es fundamental el papel del profesional sanitario de enfermería. El Proceso de Atención Enfermera (PAE), es el método a través del cual los profesionales de enfermería establecen los cuidados individualizados desde un aspecto biopsicosocial. Se compone de 5 fases: valoración, diagnóstico enfermero, planificación, ejecución y evaluación. El profesional sanitario de enfermería es el profesional que más tiempo dedica a la atención directa con el paciente pudiendo lograr un ambiente terapéutico que propicie relaciones positivas entre los implicados y pudiendo abordar a la persona de forma holística.
La demanda de intervenciones frente a este problema es creciente. En la actualidad es una de las sustancias más consumidas en el mundo. Según las estadísticas realizadas en el año 2019 en el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT), los jóvenes con edades comprendidas entre 18 y 24 años, han consumido la droga un 18% en el último año y sólo en el último mes un 9,3%.
En España, la resina de cannabis es la sustancia con mayor prevalencia seguido de la cocaína, heroína y anfetaminas. La prevalencia de consumo de cannabis disminuye conforme aumenta la edad, pero también es cierto que la edad en la que se comienza a consumir es más temprana, ya que la mayoría refieren haberlo iniciado antes de los 15 años. Un 4% de los consumidores de cannabis, en los últimos 30 días, refieren haber sufrido problemas psicológicos o psiquiátricos.
A continuación se mostrarán los estudios obtenidos que relacionan el consumo de cannabis con la aparición de trastornos psicóticos, estudian diferentes variables que podrían aumentar el riesgo de desarrollar síntomas psicóticos, así como el desarrollo de tipos de trastornos psicóticos como el trastorno esquizofrénico, trastorno bipolar, depresión y ansiedad.
OBJETIVO
Evaluar el consumo de cannabis y la aparición de trastornos psicóticos.
RESULTADOS
Frecuencia y edad de inicio de consumo de cannabis con la aparición de trastornos psicóticos
En el estudio publicado por Leadbeater et al., la edad de inicio a la que se comienza a consumir el cannabis no tiene una asociación significativa con la aparición de síntomas psicóticos, en cambio, para la frecuencia sí se establecía una relación. Cuánto más frecuente es el consumo de cannabis mayor podía ser el riesgo de síntomas psicóticos a partir de los 18 años. Con el mismo objetivo se encuentra el estudio de Albertella et al., relacionando a los consumidores frecuentes con los consumidores ocasionales, sin embargo considera que una edad más temprana de consumo de cannabis aumenta el riesgo de psicosis, concretamente esquizofrenia.
Resultados parecidos se obtienen del estudio de Di Forti et al., en el que las probabilidades de trastorno psicótico entre los consumidores diarios de cannabis eran 2-3 veces más altas que en los no consumidores. Por otro lado, para aquellas personas que comenzaron a consumir cannabis a los 15 años o menos, las probabilidades de desarrollar un trastorno psicótico eran el doble que en aquellas cuyo inicio de consumo era más tardío.
Desarrollo de trastorno de esquizofrenia por consumo de cannabis
Las investigaciones llevadas a cabo por Mustonen et al. obtuvieron que de una muestra de 375 consumidores de cannabis, 18 de ellos obtuvieron el diagnóstico de trastorno psicótico y 8 fueron diagnosticados finalmente de esquizofrenia. Marie Stefanie Kejser Starzer et al. explican que entre todas las sustancias estudiadas, el cannabis obtuvo las cifras más elevadas para la conversión de psicosis a esquizofrenia, 47.4%.
Desarrollo de trastorno bipolar, ansiedad y depresión relacionada con consumo de cannabis
Finalmente, comentado anteriormente, Mustonen et al., de 18 usuarios con psicosis por consumo de cannabis, 7 fueron diagnosticados de depresión, 3 de otros tipos de trastornos psicóticos y ninguno de ellos se diagnosticó de trastorno bipolar. Leadbeater et al. analizan en su estudio la aparición de ansiedad y depresión en función de la frecuencia de consumo de cannabis, dividiendo a las personas de su muestra en jóvenes y adultos. En los jóvenes, un mayor consumo de cannabis se asoció con mayores síntomas depresivos entre los 16-19 años, en cambio con respecto a la ansiedad no se encontró ninguna relación. En la muestra de los adultos, un aumento del consumo de cannabis se relacionó con mayores síntomas depresivos a partir de los 18 años y al contrario que en la muestra de jóvenes, en esta muestra se detalla un aumento de síntomas relacionados con la ansiedad a partir de los 20 años. En relación a la ansiedad y depresión, el estudio de Barrowclough et al. propone que el consumo diario de cannabis mantiene una relación con el diagnóstico de depresión y ansiedad. En una muestra de 110 personas consumidoras de cannabis, 70-71 reportaron síntomas del tipo depresión y 69-75 de ansiedad.
Por otro lado, se obtuvo un estudio que asociaba el consumo de cannabis con el desarrollo de bipolaridad. Marie Stefanie Kejser Starzer et al. demuestran que aproximadamente un 48% de los usuarios diagnosticados primeramente de psicosis inducida por cannabis desarrollan posteriormente un trastorno bipolar.
DISCUSIÓN
Una vez extraídos los resultados de los diferentes estudios seleccionados para esta revisión bibliográfica, cabe destacar la similitud en todos los estudios.
Durante décadas se ha estudiado la probabilidad de que el consumo de cannabis estuviera relacionado con la aparición de trastornos psicóticos. Los estudios más recientes van más allá, investigando si la edad a la que se comienza a consumir el cannabis o la frecuencia de consumo estuvieran estrechamente relacionados. En respuesta a esta cuestión, el 85% de los estudios afirma que existe esa relación, de los cuales el 100% coinciden que una mayor frecuencia de consumo, como el consumo diario influye en la aparición precoz de psicosis. En algunos estudios se ha comentado la cantidad para que influya en el desarrollo de psicosis, siendo ≥5 el consumo de cannabis semanal. Para el estudio de Di Forti et al. el consumo frecuente de cannabis concuerda con lo obtenido en los resultado, sin embargo no es la única variable clara para establecer la relación. Indica que aquellos que consumen un cannabis de alta potencia aumentan significantemente la aparición precoz de trastorno psicótico y muestran que las personas que han utilizado el cannabis de alta potencia comenzaron a consumir la sustancia a una edad menor. En una línea similar, Fonseca-Pedrero et al. indican que a un mayor consumo de cannabis mayor riesgo de síntomas psicopatológicos y por tanto mayor frecuencia de este tipo de experiencias. Pero por otro lado afirma que la relación entre el consumo de cannabis y un trastorno psicótico depende de otras variables como los traumas o antecedentes familiares o propios de enfermedad mental. En cuanto a la edad, únicamente un estudio confirma que la edad a la que se inicia el consumo no está relacionada con el desarrollo de síntomas psicóticos, el resto muestran una relación positiva. Algunos de los artículos citados en los resultados coinciden que el precoz desarrollo de psicosis se podría dar por un consumo a una edad ≤15-16 años. En apoyo a estos estudios se encuentra Solé incidiendo que a menor edad de inicio del consumo, mayor es el daño producido a corto y largo plazo. Considera la edad como principal factor en el pronóstico del consumo ya que el cerebro del adolescente está en proceso de maduración y su personalidad está desarrollándose.
El consumo de cannabis se ha relacionado con la aparición de trastornos psicóticos. Los tipos de trastornos psicóticos clasificados por el DSM-V, con los que más se vincula son la esquizofrenia, trastorno bipolar, ansiedad y depresión. Todos los estudios encontrados sobre esquizofrenia coinciden que de todas las sustancias estudiadas (cocaína, anfetaminas, cannabis…), el cannabis es el que más porcentaje de personas pasa de un trastorno psicótico por consumo de sustancias a un diagnóstico de esquizofrenia. No obstante, los porcentajes obtenidos en los resultados de personas que acaban con una esquizofrenia son diversos. Gage et al. proporcionan en sus resultados alguna evidencia de que el consumo de cannabis puede estar asociado con el desarrollo de esquizofrenia, pero el tamaño de la asociación es pequeño. Considera que el THC y el cannabidiol son importantes para determinar las propiedades psicotomiméticas del cannabis. El 23% de los resultados obtenidos confirman la relación entre el consumo de cannabis y el desarrollo de síntomas depresivos y depresión. Esta asociación se encuentra fuertemente ligada con la frecuencia de consumo, siendo mayor la posibilidad de desarrollo de depresión cuando el consumo de cannabis es diario. En cambio para la ansiedad la asociación no es tan clara. En el estudio Esmaeelzadeh et al. los participantes actualmente consumidores de cannabis eran 2,00 (IC 95%: 1,88-2,33) veces más propensos a reportar ansiedad en comparación con aquellos que nunca consumieron esta sustancia. Sin embargo el estudio se centra fundamental en la asociación del alcohol con la aparición de ansiedad, siendo la sustancia con la que más lo asocia. En este estudio también se muestran los síntomas depresivos por consumo de cannabis. Los antiguos consumidores de cannabis sin otros trastornos de salud mental eran más propensos a tener depresión en comparación con los que referían no haber consumido nunca cannabis. También se establece una relación positiva de depresión a los consumidores actuales de cannabis con o sin otros trastornos mentales en comparación con los nunca consumidores. Otro de los trastornos psicóticos con el que se asocia el consumo de cannabis es el trastorno bipolar. No hay una clara asociación del paso de un trastorno psicótico por consumo de cannabis a trastorno bipolar. Hay autores en los que en sus estudios muestran una clara asociación. En el caso del metaanálisis llevado a cabo por Sideli et al. la acumulación de pruebas refiere que el consumo frecuente de cannabis aumenta el riesgo de manía. Esta asociación no es tan contundente para la depresión y la ansiedad, ya que el efecto sobre la depresión y la ansiedad son contradictorios y menos claros. La relación con los trastornos psicóticos puede implicar causalidad inversa, puesto que la depresión y la ansiedad pueden conducir a un aumento del consumo de la sustancia, como forma de paliar los síntomas.
CONCLUSIÓN
– El consumo diario de cannabis, se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar trastornos psicóticos.
– Los estudios consideran que la edad es un factor precipitante en la aparición de psicosis, de los cuales algunos afirman que a la edad de 15 años o menos de inicio de consumo de cannabis se podrían desarrollar síntomas psicóticos.
– El cannabis es la droga que más se asocia con el riesgo de desarrollar un trastorno esquizofrénico. No obstante algunos estudios que una mayor frecuencia de consumo conlleva a una mayor probabilidad de desarrollar síntomas depresivos.
– No hay consenso en los estudios que afirmen que el consumo de cannabis podría llevar a una ansiedad o un trastorno bipolar, aunque sí se indica una relación positiva.
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