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Generalidades de las fracturas de ulna distal: una revisión bibliográfica

Generalidades de las fracturas de ulna distal: una revisión bibliográfica

Autora principal: Tatiana Soto Taborda

Vol. XX; nº 13; 770

Overview of distal ulna fractures: a literature review

Fecha de recepción: 20 de mayo de 2025
Fecha de aceptación: 27 de junio de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 13 – Primera quincena de Julio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 13; 770

Autores:

Tatiana Soto Taborda, Médico general, Hospital Calderón Guardia, San José Costa Rica
Carolina Gómez Herrera, Médico general, Hospital México, San José Costa Rica
Nicole Jiménez Downs, Médico general, Investigador Independiente, San José Costa Rica

Resumen

Las fracturas de ulna distal pueden ocurrir producto de distintos mecanismos de trauma, y su presentación varía según el grupo etario. La compleja interacción anatómica entre el radio, la ulna y las múltiples estructuras ligamentarias son las responsables de la funcionalidad y movilidad del antebrazo y la muñeca. Las lesiones a una o varias partes pueden traducirse en sintomatología o hallazgos clínicos específicos. Los estudios de imagen permiten realizar un diagnóstico certero tanto de las fracturas de ulna como de lesiones concomitantes. El tratamiento de las fracturas de ulna varía según las características del trazo y siempre es vital contemplar lesiones concomitantes a la hora de elegir el tratamiento.

Palabras clave

Fracturas de ulna distal, mecanismos de trauma, diagnóstico y manejo

Abstract

Distal ulna fractures can occur as a result of different trauma mechanisms, and their presentation varies according to the age group. The complex anatomical interaction between the radius, ulna and multiple ligament structures are responsible for the functionality and mobility of the forearm and wrist. Injuries to one or more parts can result in specific symptoms or clinical findings. Imaging studies allow an accurate diagnosis of both ulna fractures and concomitant injuries. The treatment of ulna fractures varies according to the characteristics of the line and it is always vital to consider concomitant injuries when choosing treatment.

Keywords

Distal ulna fractures, trauma mechanisms, diagnosis and management

Introducción

El trauma a nivel de miembros superiores es uno de los motivos principales de consulta en los servicios de emergencias. Siendo las fracturas de radio y ulna distales la primera y segunda causa de consulta más prevalentes a este nivel respectivamente(2). Además, el manejo de lesiones a nivel de miembro superior es de suma importancia, ya que la posibilidad de desarrollar secuelas que afecten posteriormente la funcionalidad puede implicar un impacto directo en el desarrollo de actividades laborales y de producción para cualquier paciente, así como afectar su independencia y calidad de vida en algunos casos. Es por lo anterior, que conocer el manejo de las lesiones, así como sus potenciales complicaciones en cada escenario, es esencial para cualquier cirujano ortopedista en su labor en servicios de emergencias.

Objetivo general

Realizar una revisión bibliográfica con conceptos actualizados acerca del abordaje general de las fracturas de ulna distal.

Objetivos específicos

Describir las estructuras anatómicas y las características funcionales implicadas en las fracturas de ulna distal

Mencionar las lesiones más comúnmente asociadas a las fracturas de ulna distal y algunos métodos para reconocerlas clínicamente.

Enumerar los criterios para optar por manejo quirúrgico en las fracturas de ulna distal y algunas opciones de tratamiento.

Metodología

Para la elaboración del presente trabajo, se llevó a cabo una revisión bibliográfica integradora inductiva que revisó literatura con artículos provenientes de las bases de datos PubMed, Science Direct, Google Scholar y Scielo. Para la búsqueda se utilizaron los términos ¨fracturas de ulna distal¨, ¨distal ulnar fractures¨, ¨upper extremity fractures¨¨. La búsqueda se centró en la información más pertinente y útil para el desarrollo del tema. Como criterios de inclusión se tomaron en cuenta revisiones bibliográficas y reportes de casos, publicados entre 2008 y 2022, en español o inglés. Como criterios de exclusión, no se contemplaron metaanálisis que compararan opciones de tratamiento ni bibliografía publicada antes de 2008.

Consideraciones y conceptos generales

Tanto las fracturas de radio como de ulna distal suelen ser producto de un trauma indirecto con la extremidad en extensión tras una caída. Las fracturas de ulna distal también pueden ocurrir al sufrir un trauma directo al borde ulnar del antebrazo (fractura del ¨macanazo¨ o ¨nightstick fracture¨)(1). Cuando el mecanismo de trauma es indirecto, es más común la asociación de otras lesiones, tanto fracturas de radio distal, como lesiones ligamentosas o cartilaginosas a nivel de la muñeca.(2)

En los pacientes adultos mayores más comúnmente ocurre producto de mecanismos de trauma de baja energía, mientras que, los pacientes más jóvenes suelen asociarse a mecanismos de mayor cinética.(3) De la misma manera, entendiendo el contexto médico y funcional, el manejo varía en estos dos grupos etarios. Las comorbilidades asociadas a pacientes más añosos como la osteoporosis o la diabetes mellitus pueden contribuir a una mayor incidencia de complicaciones perioperatorias.(2)

El radio y la ulna tienen una relación anatómica particular cuyas características se reflejan en la funcionalidad del antebrazo. El radio gira alrededor de una ulna inmóvil durante los movimientos de pronosupinación y ambos se encuentran Unidos por la membrana interósea. Distalmente, a nivel de la articulación radio-ulnar (DRUJ según sus siglas en ingles), la cabeza de la ulna brinda estabilidad de dicha articulación, y consta de dos partes; la articulación con el carpo y la articulación con el radio.(1)(3)

La interacción biomecánica entre el radio y la ulna se debe en gran parte a los múltiples componentes ligamentosos asociados a ella. Los más importantes son la membrana interósea y el complejo de fibrocartílago triangular (TFCC por sus siglas en ingles). El TFCC está compuesto por: el ligamento colateral ulnar, el ligamento ulno-piramidal, el ligamento ulno-semilunar, el ligamento radio-ulnar palmar, el triángulo de fibrocartílago y el ligamento radio-ulnar dorsal.(4)

Ver Anexo N°1. Complejo fibrocartílago triangular.

El fibrocartílago triangular es el principal estabilizador de la articulación radiocubital distal. Permite los movimientos de pronosupinación radiocarpianos, proporciona una superficie de deslizamiento continuo a través la ulna y del radio para realizar los movimientos de flexión-extensión y de desvío cubital y radial, mantiene el lado cubital del carpo alineado, amortigua y distribuye las fuerzas transmitidas. Además, el ligamento radioulnar palmar evita el desplazamiento dorsal del cúbito y está tenso en pronación y su contraparte dorsal evita el desplazamiento volar del cúbito y está tenso en supinación

Desarrollo

Examen físico e historia clínica

Al igual que el diagnóstico de muchas otras fracturas, las fracturas en la ulna distal se pueden determinar tras una anamnesis dirigida y estudios de imagen. Debido a que existen múltiples estructuras ligamentarias que se asocian a la presencia de lesiones concomitantes con las fracturas de ulna distal, siempre debe realizarse un examen físico adecuado que permita excluir o confirmar las mismas.(1)

En cuanto a la anamnesis, siempre es importante recopilar información básica como las comorbilidades, la profesión, si la lesión afecta o no la extremidad dominante, el mecanismo de trauma. Es mandatorio, además, realizar una evaluación del estado neurovascular del paciente, especialmente si los fragmentos se desplazan de manera significativa. A su vez, igual que en el abordaje inicial de las lesiones traumáticas, examinar detenidamente los tejidos blandos y descartar la presencia de heridas y exposición ósea.(4)(6)

Existen también pruebas específicas dirigidas a la evaluación de las lesiones ligamentarias que se pueden asociar a las fracturas de ulna distal. El signo de la fóvea ulnar puede traducir disrupción del ligamento semilunar-piramidal, así como inestabilidad de la articulación radioulnar distal. La misma se comprueba colocando el antebrazo en rotación neutra, y palpando un punto entre la estiloides ulnar y el tendón flexor ulnar del carpo, y se considera positivo cuando dicha palpación evoca dolor.(6)

Ver Anexo N° 2. Signo de la fóvea ulnar.

La estabilidad como tal de la articulación radioulnar distal es sumamente importante. La misma se efectúa flexionando el codo a 90°, se debe sostener de manera fija la porción distal del radio con una mano y la de la ulna con la otra, luego se realiza un movimiento suave de traslación de la ulna tanto hacia dorsal como hacia volar. La prueba debe efectuarse tanto en pronación como en supinación. Se considera positiva cuando existe una movilidad aumentada de la ulna.(1)(6)

Anexo N° 3. Signo de inestabilidad de la articulación radioulnar distal.

Otra prueba importante de realizar dentro del abordaje de lesiones del antebrazo distal es la prueba de estrés ulnocarpal. Esta es positiva una vez que se evoca dolor en la mitad ulnar del antebrazo tras realizar desviación ulnar pasiva máxima mientras se aplica una carga axial durante la pronosupinación pasiva.(7)(6)

Estudios de imagen

De la misma manera que otras fracturas, el estudio de imagen necesario para establecer el diagnóstico son las radiografías en dos incidencias perpendiculares (vista anteroposterior y lateral) de la ulna distal. Sin embargo, debido a la incidencia de otras lesiones que afectan el radio distal o la articulación radioulnar, es importante además considerar radiografías del codo y radiografías de la extremidad contralateral.(1)

La tomografía axial computarizada puede facilitar la comprensión tridimensional de la fractura y ayudar en el planeamiento prequirúrgico. La resonancia magnética está indicada cuando existe sospecha clínica de lesiones ligamentarias que por obvias razones no es posible valorar en las radiografías simples, por ejemplo, para diferenciar rupturas parciales de rupturas completas del TFCC.(4)(1)

Clasificación

Estas fracturas pueden clasificarse de manera descriptiva utilizando características como el patrón de fractura y la localización de esta. El sistema más utilizado en la literatura es el sistema AO (AO Comprehensive of Fractures), en el que el modificador Q hace alusión a la presencia de fracturas de ulna distal asociadas a fracturas de radio distal (presentación más usual). Siendo así Q1, fractura de la base de la estiloides; Q2, fractura simple del cuello; Q3, fractura conminuta del cuello; Q4 fractura de la cabeza de la ulna y Q5 patrón que involucra la cabeza y el cuello.(2)

Ver Anexo N° 4. Clasificación AO de las fracturas de ulna distal.

Las fracturas de ulna distal aisladas (no asociadas a fracturas de radio), a lo largo del tercio distal, producto de un traumatismo directo (más comúnmente por un impacto propiciado por otro sujeto) que suelen presentar mínimo desplazamiento, se conocen como ¨fractura de macanazo¨ o ¨nightstick fracture¨ en inglés haciendo referencia al mecanismo de trauma por el que suceden.(8)

Discusión

Tratamiento: Estiloides ulnar y diáfisis distal/metáfisis

Fracturas a nivel de la estiloides ulnar

Por una cuestión de comprensión, el abordaje de las fracturas de ulna distal puede dividirse según si estas se localizan a nivel de la estiloides ulnar o a nivel del tercio distal del hueso.(2)

Las fracturas que involucran la estiloides ulnar aisladas son muy poco comunes. Por ser la estructura donde se insertan los principales estabilizadores de la articulación radioulnar distal, suelen estar asociadas a lesiones del TFCC o inestabilidad articular.(4)(1)

En contraparte, las fracturas de la estiloides ulnar asociadas a fracturas de radio distal más comúnmente presentan inestabilidad en relación con las características de la fractura de radio. Es decir, por lo general si se reducen posterior a la reducción de la fractura de radio, no requieren de fijación adicional. Cuando el trazo se presenta a nivel de la base de la estiloides ulnar (hasta un 40% de las fracturas) esta asocia inestabilidad radioulnar, por lo que, en algunos escenarios, este hallazgo se considera como una indicación para el manejo quirúrgico.(2)(1)

Existe cierta controversia en cuanto a este patrón de fracturas, ya que la literatura describe una tasa de no-unión de estas fracturas de entre 55 y 70%(2). Sin embargo, la significancia clínica de dicha lesión sigue siendo incierta ya que en su mayoría la no-unión suele ser asintomática.(3)(6)

Cuando en el contexto de presentación aguda, la fractura de estiloides ulnar presente un desplazamiento mayor a 2mm o inestabilidad radioulnar distal se puede considerar la fijación con material de osteosíntesis. En los casos en que se acompañe por una fractura de radio distal, la reducción de la ulna tras efectuar la reducción del radio puede, por otro lado, considerarse el manejo conservador.(3)(7)

La controversia acerca del manejo de fracturas de estiloides ulnar sin criterios claros para ameritar manejo quirúrgico en agudo dada la alta incidencia de no-unión, radica en la posibilidad de intervenir quirúrgicamente a los pacientes cuya no-unión presente sintomatología (dolor en el sitio de no-unión, impactación ulnocarpal o tendinosis del tendón extensor ulnar del carpo) realizando la escisión del fragmento de no unión.(2)(1)

En síntesis, pese a que no existe consenso en su totalidad respecto a las fracturas de la estiloides ulnar, como consideraciones generales se puede decir que, como criterios de manejo quirúrgico se mencionan en la literatura; un desplazamiento del fragmento mayor a 2mm, inestabilidad de la articulación radioulnar distal e irreducibilidad posterior a la reducción de una fractura de radio distal concomitante.(3)(7)(2)(1)

Fracturas de la cabeza ulnar

Las fracturas aisladas de la cabeza de la ulna son raras. Es por lo anterior, que no existe literatura que aborde la distinción entre la presencia o ausencia de una fractura de radio distal concomitante en cuanto a resultados comparativos. En general, se dice que este trazo se beneficia de fijación cuando el desplazamiento inicial es significativo y persiste luego de reducir una fractura de radio distal que estuviera presente.(2)

Otros autores subdividen estas fracturas según si se trata de un trazo aislado a nivel de la cabeza o, por el contrario, si existe extensión extraarticular. Las fracturas únicamente de la cabeza pueden fijarse por varios métodos (tornillos de compresión, agujas de Kirschner o placas) con excelentes resultados. Las fracturas que suman un componente extraarticular son aún más raras, pero se reportan resultados similares.(3)

En general, existe escasa literatura que se refiera a estos patrones de fractura debido que son infrecuentes. A su vez, dado que existe una asociación importante con fracturas de radio distal, es difícil objetivizar si los resultados obtenidos tienen una correlación con el manejo de las fracturas de ulna o si el mismo esta mayormente influenciado por las intervenciones quirúrgicas que se hayan realizado en el radio.(3)(7)

Fracturas del cuello o de la diáfisis distal de la ulna

En este grupo se incluyen los trazos de fractura ulnar que se presenten a lo largo de los primeros 5cm desde el domo. De la misma manera, presentan una relación muy cercana con las fracturas de radio distal y se pueden considerar estables si una vez reducido el componente radial, estas se mantienen estables. Usualmente, entre los criterios para considerar el manejo quirúrgico de estas fracturas, se encuentran un desplazamiento superior al 50% y una angulación que supera los 10°. Lo anterior debido a que estos hallazgos se asocian con una mayor frecuencia a inestabilidad de la articulación radioulnar distal, lo cual implica una afectación directa en la funcionalidad del antebrazo.(3)(7)(4)

Consideraciones del tratamiento

Manejo conservador

Es importante considerar el tipo y periodo de inmovilización que requiere cada fractura según el contexto del paciente. En las fracturas de la estiloides ulnar, por ejemplo, el periodo de inmovilización puede variar. Si la articulación radioulnar distal se encuentra estable, se recomienda la inmovilización entre 2 y 4 semanas. Mientras que, en los casos en que la articulación este inestable en al menos 2 posiciones, se recomienda prolongar la inmovilización por entre 4 y 6 semanas.(2)

Otros autores señalan que si la articulación radioulnar distal se encuentra estable tras la reducción y fijación de una fractura de radio distal concomitante, no es necesaria la inmovilización del antebrazo en el postoperatorio. Y, además, recomiendan un manejo más agresivo, cuando existe inestabilidad de la fractura de ulna posterior a la reducción y fijación de la fractura de radio, indicando la fijación del fragmento ulnar también. Es decir, sin utilizar inmovilización del antebrazo.(1)

Las fracturas de diáfisis distal y metáfisis ulnar pueden ser manejadas con inmovilización siempre y cuando presenten un desplazamiento menor al 50% y una angulación menor a 10° como se mencionó previamente. Además, cuando se asocian a fracturas de radio distal, la literatura describe que, siempre que exista estabilidad de la articulación radioulnar distal posterior a reducir la fractura de radio, estas se pueden manejar conservadoramente mediante inmovilización por 2 semanas.(2)(7)(1)

Manejo quirúrgico

El manejo quirúrgico de estas fracturas presenta un amplio espectro de procedimientos, desde fijación percutánea con agujas de Kirschner hasta procedimientos de salvamento de alta complejidad. El presente trabajo no pretende abordar a profundidad cada uno de ellos. Sin embargo, es importante al menos mencionar ciertas consideraciones que se deben tomar en el abordaje quirúrgico de estas fracturas.(8)(3)

Debido a la zona anatómica, se debe tomar en cuenta que existe poca cobertura de los tejidos blandos (la ulna distal es, en su mayoría, subcutánea), por lo que se debe elegir cuidadosamente la necesidad de implantes de osteosíntesis, así como el método de colocación de los mismos. También, es vital para el cirujano, el conocimiento de las múltiples estructuras que se ubican a este nivel. Estructuras nerviosas y vasculares como el nervio y la arteria ulnar, así como los tendones flexores y extensores del carpo se encuentran en estrecha relación con la ulna distal y deben de identificarse a lo largo de la cirugía.(2)(7)(1)

Conclusiones

Tanto la ulna como el radio y las estructuras ligamentarias involucradas en la biomecánica y funcionalidad del antebrazo y la muñeca, presentan una interacción sumamente compleja que debe ser ampliamente estudiada en el contexto de las fracturas de ulna distal, y de esta manera entender las implicaciones clínicas de las lesiones asociadas a ellas. Es de suma importancia, reconocer las indicaciones del manejo quirúrgico en relación no solo propiamente a las fracturas de ulna, si no a las lesiones concomitantes que pueden presentarse pese a que existe controversia respecto al manejo de ciertos patrones de fractura específicos.

ANEXO

Referencias bibliográficas

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6. Qazi, S., Graham, D., Regal, S., Tang, P., & Hammarstedt, J. E. (2021). Distal radioulnar joint instability and associated injuries: A literature review. Journal of Hand and Microsurgery, 13(03), 123–131. https://doi.org/10.1055/s-0041-1730886

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8. Ali, M., Clark, D. I., & Tambe, A. (2019). Nightstick fractures, outcomes of operative and non-operative treatment. Acta Medica (Hradec Kralove, Czech Republic), 62(1), 19–23. https://doi.org/10.14712/18059694.2019.41

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