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Intolerancia a la lactosa

PRUEBAS PARA DETERMINAR LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA:

La intolerancia a la lactosa siempre ha existido, viéndose oculto estos casos debido a la no identificación por falta de conocimientos. El desarrollo de la medicina ha evolucionado la forma de poder diagnosticar incidencias de intolerancia a la lactosa, siendo más efectiva la detección de nuevos casos y/o diagnosticar a personas intolerantes previamente no tratadas. Dentro de las pruebas encontramos:

  • PRUEBA DE ALIENTO PARA LACTOSA-HIDRÓGENO.

La prueba de hidrógeno en el aliento es el método preferido. Este método mide la cantidad de hidrógeno en el aire que usted exhala. A usted se le pide respirar dentro de un recipiente tipo globo. Luego, beberá un líquido saborizado que contiene lactosa. Las muestras de la respiración se toman en períodos de tiempo predeterminados y se verifica el nivel de hidrógeno. Normalmente, hay muy poco hidrógeno en la respiración; pero si su cuerpo tiene problemas para descomponer y absorber la lactosa, los niveles de hidrógeno en el aliento se incrementan.

Criterios generales:

Tener en cuenta que no se debe comer nada ni hacer ejercicio vigoroso durante 8 horas antes del examen. La prueba es indolora por lo que no deberá sentir ningún tipo de molestias durante la realización de la misma.

Resultados normales

La prueba del aliento se considera normal si el incremento en el hidrógeno es menor a 12 partes por millón sobre el nivel en ayunas (antes del examen).

  • PRUEBA DE TOLERANCIA A LA LACTOSA:

La prueba de sangre para intolerancia a la lactosa busca la presencia de glucosa en la sangre. El cuerpo produce glucosa cuando la lactosa se descompone. Para esta prueba, se tomarán varias muestras de sangre antes y después de que usted beba un líquido que contiene lactosa. Se tomará una muestra de sangre de una vena en el brazo.

Criterios generales:

Tener en cuenta que cuando se introduce la aguja para extraer la sangre, algunas

Personas sienten un ligero dolor, mientras que otras solo siente un pinchazo o sensación

De picadura. Posteriormente, puede haber algo de sensación pulsátil.

Resultados normales:

La prueba de sangre se considera normal si el nivel de glucosa se eleva más de 30 mg/dL (1.6 mmol/L) dentro de las 2 horas siguientes a la ingestión de la solución de lactosa. Un aumento de 20 a 30 mg/dL (1.1 a 1.6 mmol/L) no es concluyente.

  • PH DE LAS HECES:

Es una prueba que consiste en medir el nivel del pH de las heces, siendo el pH normal acido con un valor de 6. Un pH fecal menor de 6.0 es evidencia sugestiva de malabsorción de azúcares. En niños y en algunos adultos se nota que sus heces tienen un olor dulce como resultado de ácidos grasos volátiles y la presencia de intolerancia a la lactosa.

Nota: los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Hable con su médico acerca del significado de los resultados específicos de su examen.

TRATAMIENTO

No existe un tratamiento en sí para las personas que son intolerante a la lactosa por lo que vamos a citar unas pautas a tener en cuenta sirviéndonos de guía a modo de tratamiento;

  • La clave seria reducir la ingesta de productos lácteos que contienen lactosa de la dieta con el objetivo de aliviar los síntomas. Debemos tener en cuenta que existen personas que presentan unos niveles bajos de lactasa (no siendo nulos), pudiendo tolerar hasta (2 a 4 onzas o 60 a 120 ml) de leche una vez, estas personas son intolerantes pero manifestándose asintomáticos toda sus vidas ya que no superan los niveles. Si Las porciones tomadas se incrementan (más de 8 onzas o 240 ml) pueden causar síntomas y malestar. Para saber si presentas estos niveles de lactasa mínimos que no nulos, conviene hacerse las pruebas de la intolerancia a la lactosa, previamente explicadas, o bien probarse con ciertas cantidades de alimentos lácteos y valorar los síntomas por sí mismo.
  • Conviene saber que si usted es intolerante puede agregarle enzimas de lactasa a la leche normal, pudiendo hacerse con estas en forma cápsulas o en forma de tabletas masticables para así poder tolerar mejor los productos lácteos aunque del mismo modo comentar que hay disponibilidad de muchos productos lácteos sin lactosa, los cuales pueden consumirse sin verse incrementado en gran cantidad su precio haciendo asequible su consumo, ayudando a disminuir los casos de efectos secundarios a pacientes intolerantes.
  • Es importante que sean miradas las etiquetas de los alimentos para buscar fuentes ocultas de lactosa en productos no lácteos (incluso algunas cervezas) y evitarlas.
  • Suprimir los productos lácteos en lugar de tomarlos sin lactosa o usar las capsulas de lactasa pueden ser otra forma de tratar los síntomas pero del mismo modo se debe de saber que carecer de tener leche y otros productos lácteos en su dieta puede llevar a una carencia de calcio, vitamina D, riboflavina y proteína. Uno necesita de 1,000 a 1,500 mg de calcio cada día, dependiendo de su edad y sexo.

     Algunas medidas que usted puede tomar para obtener más calcio en la dieta son: 

  • Tomar suplementos de calcio con vitamina D. Hable con su proveedor de atención médica sobre cuáles escoger.
  • Coma alimentos que tengan más calcio (como verduras de hoja, ostras, sardinas, salmón en conserva, camarones y brócoli).
  • Beba jugo de naranja que contenga calcio agregado.

Conviene saber que dentro de los productos lácteos, existen unos que son más fáciles de digerir que otros, por lo que podrían sustituirse unos por otro sin necesidad de restringir los productos lácteos o tener que tomarlos sin lactosa. Estos productos son una vía de obtención de calcio beneficiosa para las personas que toleran Ciertas cantidades de lactosa sin necesidad de comprometer al organismo a sufrir efectos secundarios por problemas de absorción de la misma.

Los productos lácteos que pueden ser más fáciles de digerir abarcan:

  • La mantequilla de leche y los quesos (los cuales contienen menos lactosa que la leche)
  • Los productos lácteos fermentados, como el yogur
  • La leche de cabra
  • Helado, malteadas y quesos curados o duros
  • Leche y productos lácteos sin lactosa.
  • Leche de vaca tratada con lactasa para niños mayores y adultos
  • Fórmulas de soya (soja) para bebés menores de dos años
  • Leche de soya (soja) o de arroz para niños pequeños.

Para saber cómo de tolerantes somos lo recomendable es hacerse las pruebas especificadas anteriormente. Puede haber personas que sean intolerantes a la lactosa si se sobrepasan ciertas cantidades de la misma en el organismo, en este caso la determinación de la cantidad de lactosa ingerida o la combinación de los productos lácteos adecuados para facilitar la absorción y digestión de los mismos se verá controlado de manera subjetiva, según sean los propios síntomas del individuo.

  • Finalmente visite a su médico si:
  • Tiene un bebé menor de 2 o 3 años que presenta síntomas de intolerancia a la lactosa.
  • Su hijo está creciendo lentamente o no está aumentando de peso.
  • Usted o su hijo tiene síntomas de intolerancia a la lactosa y necesita información sobre alimentos sustitutos.
  • Los síntomas empeoran o no mejoran con el tratamiento.
  • Desarrolla nuevos síntomas.

LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA EN EL MUNDO.

Se estima que esta alteración intestinal está presente en más del 60% de la población mundial por lo que es probable que todas las personas conozcan a algún familiar o amigo que tenga intolerancia a la lactosa. Incluso, podrían ser ellos mismos los que presenten esta alteración digestiva. Dentro de los distintos grados de intolerancia destacamos aquel en el que muchas personas pierden su capacidad para digerir la lactosa al alcanzar la edad adulta por razones genéticas, siendo el grado más común de intolerancia y se estima que está presente en alrededor del 50% de la población mundial.

En el mundo occidental, aproximadamente el 65% de la población tiene intolerancia a la lactosa. Específicamente, se estima que el 90% de los asiáticos y el 75% de los afroamericanos presentan esta alteración.

En España, entre el 19% y el 28% de la población presenta intolerancia a la lactosa. En países como Noruega, Bélgica u Holanda, el porcentaje de ciudadanos con intolerancia a la lactosa no supera el 5%. Mientras que en países como Rusia o Turquía, se estima que este porcentaje podría ascender hasta más de un 70%.

Pero si bien actualmente existe una mezcla entre lugares y razas, el porcentaje más elevado de personas con intolerancia a la lactosa aún se mantiene en ciertos países del África, donde la intolerancia a la lactosa alcanza hasta un 80% de la población, y Asia, donde más del 95% de la población podría presentar esta alteración. Para mayor visualización, véase IMAGEN 3. PORCENTAJE DE INTOLERANCIA A LA LACTOSA EN EL MUNDO.

CONCLUSIÓN.

La intolerancia a la lactosa tiene algo en común con una discapacidad: nadie puede estar seguro de no padecerla algún día. Por mucha leche que alguien beba y por muy bien que le siente, la enzima que la metaboliza, la lactasa, va decayendo a lo largo de la vida y es posible que en algún momento no haya suficiente para procesar adecuadamente los productos lácteos. Entonces, con la ingesta de estos alimentos, comenzará el dolor abdominal, las flatulencias y, en los casos más severos, la diarrea. En la zona mediterránea se calcula que un 15% de la población tiene algún grado de intolerancia. Muchos de ellos ni siquiera lo saben, aunque es una dolencia cada vez más visible, que no más frecuente.

Es más visible porque se diagnostica más, hay más tecnología para hacerlo que hace unos años y los médicos están más sensibilizados con determinados problemas alimenticios.

Anexos

Anexos – Intolerancia a la lactosa

Anexos – Intolerancia a la lactosa

BIBLIOGRAFÍA.

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