Manejo de fractura de meseta tibial: una revisión actualizada
Autor principal: Dr. Alexis David Rodríguez Gómez
Vol. XX; nº 09; 435
Management of tibial plateau fracture: an updated review
Fecha de recepción: 30 de marzo de 2025
Fecha de aceptación: 5 de mayo de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 09 Primera quincena de mayo de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 09; 435
Autores:
Dr. Alexis David Rodríguez Gómez. Médico General, investigador independiente, San José, Costa Rica. https://orcid.org/0000-0002-8424-2562
Código médico 19122
Dra. Libny Yanireth Castellanos Betancourth. Médico General, investigadora independiente, San José, Costa Rica. https://orcid.org/0000-0002-3073-5994
Código médico 19271
Palabras clave: fractura de meseta tibial, clasificación Schatzker, clasificación AO/OTA, artroscopía, sustitutos sintéticos de hueso.
Keywords: tibial plateau fracture, Schatzker classification, AO/OTA classification, arthroscopy, synthetic bone substitutes.
RESUMEN
En este artículo de revisión, se presentarán causas principales, clasificación, diagnóstico, tratamiento y resultados de las fracturas de meseta tibial. Este estudio consiste en una revisión de literatura científica médica actual. Se abordaron un total de 25 artículos publicados en un periodo de 10 años a partir de 2013. Una fractura de meseta tibial es un tipo de lesión que afecta la parte superior de la espinilla (tibia) cerca de la articulación de la rodilla. Puede causar dolor, hinchazón, hematomas y dificultad para mover la rodilla. También puede dañar los cartílagos, ligamentos y meniscos que amortiguan y estabilizan la rodilla. Existen varias clasificaciones de los tipos de fracturas siendo las más utilizadas la de Schatzker y AO/OTA. En el manejo quirúrgico predomina la movilización interna con tornilos y placas metálicas. Recientemente se han incorporado innovaciones en el manejo de fractura de meseta tibial. Entre estos destaca la utilización de fijadores sintéticos de hueso a base de resinas cerámicas. También, se aplican sustitutos de hueso, comprendidos por cementos de origen sintético o natural como el caso de los coralinos. La artroscopia es una técnica medianamente invasiva que se ha comenzado a aplicar como complemento en el diagnóstico y tratamiento de la fractura de meseta tibial.
ABSTRACT
In this review article, main causes, classification, diagnosis, treatment and outcomes of tibial plateau fractures will be presented. This study consists of a review of current medical scientific literature. A total of 25 articles published over a 10-year period starting in 2013 were covered. A tibial plateau fracture is a type of injury that affects the top of the shin (tibia) near the knee joint. It can cause pain, swelling, bruising, and difficulty moving the knee. It can also damage the cartilage, ligaments and menisci that cushion and stabilize the knee. There are several classifications of the types of fractures, the most used being Schatzker and AO/OTA. In surgical management, internal mobilization with screws and metal plates predominates. Recently, innovations have been incorporated in the management of tibial plateau fractures. Among these, the use of synthetic bone fixators based on ceramic resins stands out. Also, bone substitutes are applied, including cements of synthetic or natural origin, such as coralline cements. Arthroscopy is a moderately invasive technique that has begun to be applied as a complement in the diagnosis and treatment of tibial plateau fracture.
El autor de este manuscrito declara que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
INTRODUCCIÓN
Una fractura de meseta tibial es un tipo de lesión que afecta la parte superior de la espinilla (tibia) cerca de la articulación de la rodilla. Puede causar dolor, hinchazón, hematomas y dificultad para mover la rodilla. También puede dañar los cartílagos, ligamentos y meniscos que amortiguan y estabilizan la rodilla1. Las fracturas de la meseta tibial suelen ser causadas por caídas, accidentes automovilísticos o lesiones deportivas. Se pueden clasificar en diferentes tipos según la ubicación y la gravedad de la fractura. Las opciones de tratamiento dependen del tipo de fractura, la extensión de la lesión de los tejidos blandos y la salud general del paciente. Algunas fracturas se pueden tratar con un aparato ortopédico o una férula, mientras que otras pueden requerir cirugía para fijar el hueso con placas y tornillos2. El tiempo de recuperación puede variar de semanas a meses, según el proceso de curación y el programa de rehabilitación. Las fracturas de la meseta tibial también pueden provocar complicaciones como infección, daño a los nervios, coágulos sanguíneos, artritis y consolidación defectuosa 3,4.
En este artículo de revisión, se presentarán causas principales, clasificación, diagnóstico, tratamiento y resultados de las fracturas de meseta tibial. También se compara y contrastan las diferentes opciones quirúrgicas y no quirúrgicas para tratar este tipo de fractura, así como la exposición de su efectividad y riesgos. El argumento principal es que la inmovilización es el tratamiento de nivel óptimo para las fracturas de meseta tibial, aunque, este debe individualizarse en función de las características y preferencias específicas del paciente, y que esta fractura se debe tener un enfoque multidisciplinario que involucre a cirujanos ortopédicos, fisioterapeutas y personal de enfermería. Es esencial integrar todos estos elementos para obtener el éxito y la recuperación del paciente.
METODOLOGÍA
Este estudio consiste en una revisión de literatura científica médica actual. Se abordaron un total de 25 artículos publicados en un periodo de 10 años a partir de 2013. La búsqueda se realizó en idiomas español e inglés, en plataformas como PubMed, ScienceDirect, Cochrane, y Scielo. Se incluyeron artículos de revisión, estudios descriptivos, ensayos clínicos aleatorizados, informes técnicos, y reportes de casos. Se han excluido notas editoriales, ensayos, materiales educativos y otro tipo de publicaciones de menor rigor científico.
RESULTADOS
Anatomía de Rodilla y meseta tibial
La rodilla es una articulación sinovial compleja que consta de tres articulaciones: la tibiofemoral, la femororrotuliana y la tibioperonea proximal. La articulación tibiofemoral es la más grande e importante de las tres, ya que conecta el fémur (y la tibia. La articulación femororrotuliana está formada por la rótula (rótula) y la tróclea femoral (surco)5. La articulación tibioperonea proximal es una pequeña articulación entre la cabeza del peroné (hueso de la pantorrilla) y la cara lateral de la tibia proximal6.
La meseta tibial es la superficie articular superior de la tibia, que está dividida en dos cóndilos (medial y lateral) por la eminencia intercondilar (una cresta ósea)2,7. Los cóndilos están cubiertos por cartílago hialino y se articulan con los cóndilos correspondientes del fémur, formando las articulaciones tibiofemorales medial y lateral8. La eminencia intercondilar tiene dos tubérculos (medial y lateral) que sirven como sitios de unión para los ligamentos cruzados anterior y posterior, que son importantes estabilizadores de la rodilla9. La meseta tibial también tiene dos depresiones (medial y lateral) que acomodan los meniscos medial y lateral, que son discos fibrocartilaginosos que actúan como amortiguadores y aumentan la congruencia de la articulación 10. La cara anterior de la meseta tibial tiene una proyección prominente llamada tuberosidad tibial, que es el sitio de inserción del ligamento rotuliano, una continuación del tendón del cuádriceps femoral. La cara posterior de la meseta tibial tiene un surco poco profundo llamado superficie poplítea, que es atravesado por la arteria, la vena y el nervio poplíteos11.
Diagnóstico de Fractura de Meseta Tibial
Las radiografías suelen ser la única prueba necesaria para el diagnóstico, pero es posible que no capturen toda la complejidad de la fractura6. Realizar una tomografía computarizada de la rodilla para obtener una vista más detallada de la fractura. Una tomografía computarizada puede proporcionar una imagen tridimensional del hueso y las estructuras circundantes, y puede ayudar con la planificación quirúrgica y la clasificación de la fractura12. Una tomografía computarizada también puede detectar fracturas sutiles que pueden no ser visibles en las radiografías 4.
Hacerse una resonancia magnética de la rodilla para evaluar el daño a los tejidos blandos. Una resonancia magnética puede mostrar el alcance de la lesión del cartílago, los ligamentos, los meniscos y los músculos alrededor de la rodilla. Una resonancia magnética también puede ayudar con el diagnóstico de lesiones asociadas, como desgarros de menisco y desgarros del LCA, que son comunes en las fracturas de meseta tibial8. Estos métodos de diagnóstico pueden ayudar a determinar la mejor opción de tratamiento para las fracturas de la meseta tibial, que puede variar desde un tratamiento conservador con un aparato ortopédico o un yeso hasta la fijación quirúrgica con placas y tornillos. El tratamiento y la recuperación de las fracturas de meseta tibial dependen de varios factores, como el tipo, la ubicación y la gravedad de la fractura, la extensión del daño a los tejidos blandos y la edad, la salud y el nivel de actividad del paciente13
Clasificación de fracturas de meseta tibial
Existen diferentes formas de clasificar las fracturas de meseta tibial según la ubicación, la gravedad y el patrón de la fractura. Uno de los sistemas más utilizados es la clasificación de Schatzker, que divide las fracturas de meseta tibial en seis tipos (Ver figura 1)14:
- Tipo I: fractura por hendidura pura en forma de cuña de la meseta tibial lateral, con depresión o desplazamiento mínimo (<4 mm)
- Tipo II: división y depresión de la meseta tibial lateral; es decir, fractura tipo I con un componente deprimido
- Tipo III: depresión pura de la meseta tibial lateral o central
- Tipo IV: fractura de meseta tibial medial con un componente dividido o deprimido
- Tipo V: fractura en cuña de la meseta tibial lateral y medial
- Tipo VI: fractura metadiafisaria tibial transversal, junto con cualquier tipo de fractura de meseta tibial.
Otro sistema de clasificación es la clasificación AO/OTA, que utiliza tres categorías principales (A, B y C) y tres subcategorías (1, 2 y 3) para describir las fracturas de meseta tibial (ver figura 2)15:
- A: fracturas articulares parciales que afectan sólo a un cóndilo.
- A1: fracturas divididas
- A2: fracturas por depresión dividida
- A3: fracturas por depresión
- B: fracturas articulares completas, que afectan a ambos cóndilos pero con una unión metafisaria-diafisaria intacta
- B1: fracturas divididas puras
- B2: fracturas por depresión dividida
- B3: fracturas multifragmentarias
- C: fracturas articulares completas que afectan a ambos cóndilos y a la unión metafisaria-diafisaria.
- C1: fracturas simples metafisarias
- C2: fracturas multifragmentarias metafisarias
- C3: fracturas multifragmentarias metafisarias con extensión diafisaria
Estos sistemas de clasificación pueden ayudar a guiar el diagnóstico, tratamiento y pronóstico de las fracturas de la meseta tibial. Sin embargo, no son perfectos y es posible que no capturen toda la complejidad y variabilidad de estas lesiones. Por lo tanto, una evaluación clínica y radiológica exhaustiva es esencial para el tratamiento óptimo de las fracturas de la meseta tibial.
Manejo de fractura tibial
El tratamiento principal para la fractura de la meseta tibial depende del tipo y la gravedad de la fractura, así como de la extensión del daño a los tejidos blandos y la salud general del paciente. Generalmente, existen dos opciones: tratamiento quirúrgico y no quirúrgico16.
El tratamiento no quirúrgico suele reservarse para fracturas menores que no implican un desplazamiento o depresión importante de la superficie articular, ni comprometen la estabilidad de la articulación de la rodilla 12. El tratamiento no quirúrgico puede incluir: medicamentos para aliviar el dolor, hielo y descanso, uso de férulas o aparatos ortopédicos para inmovilizar y proteger la rodilla, soporte parcial o sin peso con muletas o un andador durante 8 a 12 semanas15. Igualmente suele indicarse fisioterapia para restaurar el rango de movimiento, la fuerza y la función de la rodilla.
El tratamiento quirúrgico suele estar indicado para fracturas más graves que implican desplazamiento o depresión de la superficie articular o inestabilidad de la articulación de la rodilla 17. El tratamiento quirúrgico tiene como objetivo restaurar la alineación y congruencia de la articulación y fijar los fragmentos de la fractura con placas, tornillos, clavos o injertos óseos 18. El tratamiento quirúrgico puede incluir: reducción abierta y fijación interna (RAFI), que implica hacer una incisión sobre el sitio de la fractura y usar implantes metálicos para asegurar los fragmentos óseos10.
Osteosíntesis con placa percutánea mínimamente invasiva (MIPPO), que implica realizar pequeñas incisiones y utilizar una placa y tornillos para fijar la fractura sin alterar los tejidos blandos. Reducción y fijación interna asistida por artroscopia (ARIF), que implica el uso de una pequeña cámara e instrumentos insertados a través de pequeños orificios en la piel para visualizar y reparar la fractura. Fijación externa, que implica el uso de clavos insertados a través de la piel y conectados a un marco de metal fuera de la pierna para estabilizar la fractura10 (Ver figura 3).
Reemplazo de articulación, que implica reemplazar la superficie de la articulación dañada con un implante artificial8. El tiempo de recuperación y el resultado del tratamiento quirúrgico dependen del tipo y la complejidad de la cirugía, el alcance de la lesión de los tejidos blandos y el cumplimiento por parte del paciente de los cuidados posoperatorios y la rehabilitación 15.
Las complicaciones del tratamiento quirúrgico pueden incluir infección, sangrado, lesión de nervios o vasos sanguíneos, consolidación defectuosa, pseudoartrosis, falla del hardware y artritis postraumática19.
Avances recientes en el manejo de fractura de meseta tibial
El tratamiento de la fractura de meseta tibial es un campo desafiante y en evolución que tiene como objetivo restaurar la función y la estabilidad de la articulación de la rodilla. Algunos de los últimos avances en este ámbito son:
Nuevos sistemas de clasificación que tienen en cuenta la anatomía tridimensional y la biomecánica de la tibia proximal, como el concepto de tres columnas y el concepto de 10 segmentos. Estos sistemas pueden ayudar a guiar la planificación y el abordaje quirúrgico para diferentes patrones y ubicaciones de fracturas16.
Técnicas asistidas artroscópicamente que permiten la reducción y fijación mínimamente invasiva y precisa de los fragmentos de la fractura, así como el tratamiento de lesiones intraarticulares asociadas, como desgarros de meniscos y ligamentosos20 (Ver figura 4). La artroscopia también puede reducir el riesgo de infección, pérdida de sangre y daño de los tejidos blandos en comparación con la cirugía abierta21.
Nuevas estrategias para el manejo de fracturas complejas y conminutas, como tratamiento secuencial por etapas, fijación externa y reemplazo de articulaciones. Estos métodos pueden ayudar a abordar los desafíos del compromiso de los tejidos blandos, la reconstrucción de la superficie articular y la restauración de la alineación de las extremidades en casos graves22.
Nuevos implantes y materiales que proporcionen mejor estabilidad y fijación de la fractura, como placas de bloqueo, tornillos, clavos y sustitutos óseos6. Estos implantes también pueden reducir la necesidad de injertos óseos, que pueden estar asociados con morbilidad en el sitio donante y reabsorción del injerto14,22. Materiales sustitutos de hueso: Es un material óseo híbrido de dos componentes elaborado con β-fosfato tricálcico y polimetilmetacrilato. Tiene buena biocompatibilidad, osteoconductividad y propiedades mecánicas23. Se puede cortar y perforar para adaptarlo a la forma del defecto. Un estudio demostró que era eficaz y seguro para las fracturas de la meseta tibial, permitiendo una carga completa de peso temprana y buenos resultados funcionales 24.
Rellenos sintéticos de hueso: es un material cerámico inyectable hecho de sulfato de calcio e hidroxiapatita. Tiene una consistencia pastosa que se puede moldear y fijar en el defecto . También puede administrar antibióticos para prevenir infecciones. Un estudio demostró que era útil para las fracturas de la meseta tibial, preservando la alineación y la superficie de la articulación hasta la curación de la fractura19 .
Norian SRS: Es un sustituto óseo inyectable hecho de cemento de fosfato de calcio. Tiene una propiedad de auto fraguado que puede endurecerse en el defecto. También puede reabsorberse y reemplazarse por hueso nuevo con el tiempo. Un estudio demostró que era beneficioso para las fracturas de meseta tibial, reduciendo el riesgo de hundimiento y mejorando los resultados radiológicos y clínicos 25
Finalmente, recientemente se han incorporado innovaciones en el manejo de fractura de meseta tibial. Entre estos destaca la utilización de fijadores sintéticos de hueso a base de resinas cerámicas. También, se aplican sustitutos de hueso, comprendidos por cementos de origen sintético o natural como el caso de los coralinos.
LISTA DE REFERENCIAS
- Iliopoulos E, Galanis N. Physiotherapy after tibial plateau fracture fixation: A systematic review of the literature. SAGE Open Med. 2020;8:2050312120965316.
- Yao P, Gong M, Shan L, Wang D, He Y, Wang H, et al. Tibial plateau fractures: three dimensional fracture mapping and morphologic measurements. Int Orthop. septiembre de 2022;46(9):2153-63.
- Zhu Y, Li J, Zhao K, Zhang J, Chen W, Zhang Y. The Hoffa-like fracture of the tibial plateau: a clinical study. Int Orthop. junio de 2022;46(6):1387-93.
- Schatzker J, Kfuri M. Revisiting the management of tibial plateau fractures. Injury. junio de 2022;53(6):2207-18.
- Coves-García A, Lozano-Quijada C, Poveda-Pagán EJ. Estrategias para la prevención de lesiones de ligamento cruzado anterior en mujeres deportistas con valgo dinámico de rodilla. Revisión sistemática. Fisioterapia. 1 de septiembre de 2023;45(5):273-89.
- Rudran B, Little C, Wiik A, Logishetty K. Tibial Plateau Fracture: Anatomy, Diagnosis and Management. Br J Hosp Med (Lond). 2 de octubre de 2020;81(10):1-9.
- Cuéllar-Avaroma A, King-Martínez AC, Hernández-Salgado A, Torres-González R. Complicaciones en las fracturas complejas de la meseta tibial y factores asociados. Cirugía y Cirujanos. 2006;74(5):351-7.
- Palacios Arce C. Revisión bibliográfica de la incidencia y tipo de lesiones meniscales en fracturas de meseta tibial. 2022 [citado 28 de diciembre de 2023]; Disponible en: https://ebuah.uah.es/dspace/handle/10017/58873
- Coelho A, Parés-Alfonso I, Companys R, Sánchez-Soler JF, Torres-Claramunt R, Alier A, et al. Factores de riesgo de infección de fracturas de meseta tibial. Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología [Internet]. 2023 [citado 28 de diciembre de 2023]; Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1888441523001662
- Aroca M, Cecilia D, Resines C. Tratamiento de las fracturas de meseta tibial mediante reducción abierta y fijación interna. Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología. 2004;48(4):267-71.
- Aware A. Clasificación de las fracturas de meseta tibial con RX [Internet]. aware.doctor. 2023 [citado 28 de diciembre de 2023]. Disponible en: https://aware.doctor/blog/clasificacion-fracturas-de-meseta-tibial-rx/
- Nuila-Hernández HA, El Mann-Arazi E, Rojas CSJ. Fracturas de la meseta tibial. Importancia de la clasificación para el diagnóstico, tratamiento y pronóstico. Acta Ortopédica Mexicana. 2001;15(4):178-85.
- McCormack J. Tibial Plateau Fracture Classification and Treatment [Internet]. James McCormack. 2022 [citado 28 de diciembre de 2023]. Disponible en: https://james-mccormack.com/advice-centre/tibial-plateau-fracture/
- Álvarez López A, García Lorenzo Y, Gutiérrez Blanco M, Montanchez Salamanca DR. Clasificación de Schatzker en las fracturas de la meseta tibial. Revista Archivo Médico de Camagüey. 2010;14(6):1-11.
- Zvietcovich Cornejo CG. Evaluación del tratamiento de las fracturas de meseta tibial: Hospital Nacional Hipólito Unanue enero 1998-diciembre 2000. 2002 [citado 28 de diciembre de 2023]; Disponible en: https://cybertesis.unmsm.edu.pe/handle/20.500.12672/2036
- Alderete J, Castilla S, Gordon Dolimpio K, Lebrini F, Canedo J, Rolleri Fajardo J, et al. Fracturas de meseta tibial Clasificación de Schatzker. [citado 28 de diciembre de 2023]; Disponible en: http://congreso.faardit.org.ar/uploads/2015/poster/2015_794_PE_Musculoesqueletico.pdf
- Sanz Reig J, Cebrián Gómez R, Lizaur Utrilla A, Gracia Rodríguez I. Tratamiento quirúrgico de las fracturas de meseta tibial: estudio de 53 casos. 1998 [citado 28 de diciembre de 2023]; Disponible en: https://roderic.uv.es/handle/10550/40024
- Ullaguari Pineda GL, Culqui Carvaja CF, Pérez Redín LN. Tratamiento quirúrgico de fractura de meseta tibial Schatzker tipo VI: reporte de un caso y revisión de la literatura. Revista Cubana de Reumatología [Internet]. 2019 [citado 28 de diciembre de 2023];21. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1817-59962019000400012&script=sci_arttext
- Franulic N, Brito C, del Pino C, Laso J, Rojas C, Olivieri R, et al. El uso de artroscopia no aumenta la incidencia de complicaciones en el manejo de fracturas de mesetas tibiales Schatzker IV-VI. Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología [Internet]. 2023 [citado 28 de diciembre de 2023]; Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1888441523000358
- Campo G del, Castillo JD, Rienzi D, Francescoli L, Campo G del, Castillo JD, et al. Rol de la artroscopía en fracturas de platillo tibial: Revisión Bibliográfica. Anales de la Facultad de Medicina [Internet]. 2021 [citado 28 de diciembre de 2023];8(2). Disponible en: http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S2301-12542021000201301&lng=es&nrm=iso&tlng=es
- Chaqués-Asensi FJ, Podetti-Meardi M, Jiménez-Martín A, Moreno-Nevado C. Tratamiento de las fracturas de pilón tibial asistidas por artroscopia. Revista del Pie y Tobillo. 1 de julio de 2017;(Vol. 31. Núm. 2. Julio-Diciembre 2017):136.
- Pereda Cardoso O. Bioimplantes coralinos en fracturas de meseta tibial. Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología. 1999;13(1-2):132-6.
- Osorio-Delgado MA, Henao-Tamayo LJ, Velásquez-Cock JA, Cañas-Gutierrez AI, Restrepo-Múnera LM, Gañán-Rojo PF, et al. Aplicaciones biomédicas de biomateriales poliméricos. DYNA. 1 de abril de 2017;84(201):241-52.
- Bao CE, Ozols A, Cardona RDP, Valle AD. Implantes Ortopédicos producidos con Sustitutos Óseos y Agentes Antisépticos Iónicos de Zn2+ y Ag+. Fórum de investigación [Internet]. 18 de noviembre de 2021 [citado 28 de diciembre de 2023]; Disponible en: https://www.trabajoscientificoscongresoaaot.com.ar/index.php/forum-investigacion/article/view/535
- Luo J, Ajaxon I, Ginebra MP, Engqvist H, Persson C. Compressive, diametral tensile and biaxial flexural strength of cutting-edge calcium phosphate cements. Journal of the Mechanical Behavior of Biomedical Materials. 1 de julio de 2016;60:617-27.
- Kokkalis ZT, Iliopoulos ID, Pantazis C, Panagiotopoulos E. What’s new in the management of complex tibial plateau fractures? Injury. 1 de junio de 2016;47(6):1162-9.