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Neumonía por aspiración de un cuerpo extraño. A propósito de un caso

Neumonía por aspiración de un cuerpo extraño. A propósito de un caso

La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones, los cuales están formados por pequeños sacos, denominados alvéolos, que en las personas sin patología respiratoria, se llenan de aire al respirar. Los alvéolos de los enfermos de neumonía están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno.

Autores: Mª Victoria Martínez Miras *, Vanesa Ruiz Catalicio *, Dolores Perales Segura *

Diplomada Universitaria en Enfermería*

RESUMEN:

Existen varias escalas pronósticas, usadas con el fin de determinar la probabilidad de muerte en el momento en el que se diagnostique la neumonía. La escala más usada en atención primaria es la denominada CRB-65. Exponemos el caso de una mujer de 71 años de edad, que acude al servicio de urgencias derivada del centro de salud por su médico de atención primaria por un cuadro de fiebre y tos de 6 días de evolución, la cual, refiere haber empeorado en las últimas 48 horas.

En el caso de nuestra paciente, y ante la sospecha de una neumonía por broncoaspiración de cuerpo extraño, se decidió su derivación al hospital de referencia, para que mediante una valoración por fibrobroncoscopia, se procediera a la extracción del cuerpo extraño. Desde los Servicios de Atención Primaria es primordial la recogida de una correcta y completa anamnesis del paciente, ya que ésta nos aportará información de gran utilidad para poder orientar el diagnóstico definitivo hacia una neumonía por cuerpo extraño, ya que su evolución sin un adecuado tratamiento será muy tórpida.

PALABRAS CLAVE: neumonía, broncoaspiración, atención primaria, anamnesis.

INTRODUCCIÓN:

Según la Organización Mundial de la Salud, la neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones, los cuales están formados por pequeños sacos, denominados alvéolos, que en las personas sin patología respiratoria, se llenan de aire al respirar. Los alvéolos de los enfermos de neumonía están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno 1. También la podemos definir como una lesión inflamatoria pulmonar en respuesta a la llegada de microorganismos de la vía aérea distal y el parénquima 2.

Clasificación: Las neumonías las podríamos clasificar en función del agente causal:

  • Neumonía neumocócica,
  • Neumonía estafilocócica,
  • Neumonía por Klebsiella pneumoniae,
  • Legionella pneumophila.

Esta clasificación es poco práctica desde el punto de vista clínico ya que puede haber ciertas particularidades en relación al agente etiológico concreto, pero no resultan suficientes para establecer un diagnóstico con un mínimo grado de confianza, ya que el patógeno que la ocasiona se desconoce al inicio del tratamiento 2-4.

Por el tipo de afectación pulmonar, se puede distinguir:

  • neumonía lobar
  • bronconeumonía
  • neumonía necrotizante
  • absceso pulmonar
  • neumonía intersticial 2.

La clasificación más importante se hace en función del tipo de huésped y en función del ámbito de adquisición 2. Según el huésped, las podemos clasificar en:

  • Neumonía en inmunocompetentes
  • Neumonías en inmunodeprimidos.

El tipo de inmunodepresión, la  intensidad y duración 3 influyen considerablemente en el diagnóstico diferencial, el pronóstico y el plan terapéutico más adecuado.

En función de la forma de adquirir la neumonía, podemos clasificarlas en:

  • Adquiridas en la comunidad (NAC)
  • Nosocomiales o intrahospitalarias.

El ámbito de adquisición es menos importante, aunque si se adquiere dentro del hospital, hay que tener en cuenta los gérmenes y sus resistencias.

Existen varias escalas pronósticas, usadas frecuentemente de forma intra y extrahospitalariamente, cuya utilidad en la actividad práctica se ha demostrado en diferentes estudios 5, con el fin de determinar la probabilidad de muerte en el momento en el que se diagnostique la neumonía, ayudando de esta forma a elegir el tratamiento más adecuado, dependiendo del lugar donde se vaya a administrar, en el domicilio o el hospital; a nivel ambulatorio, el tratamiento de elección se basa en la conjugación de antibióticos betalactámicos junto con macrólidos o fluoroquinolonas 5, entre cinco y siete días; existen evidencias que aseguran la una eficacia similar entre ambos tratamientos 6. La escala más usada en atención primaria es la denominada CRB-65, se trata de una escala simplificada de la CURB-653, la cual, utiliza 4 variables:

  • Confusión
  • Frecuencia respiratoria
  • Tensión arterial
  • Edad ≥ 65 años.

Incidencia: Diversos estudios sitúan una incidencia anual de neumonía de entre el 5 y el 11% de la población adulta 7. Se presenta con mayor incidencia en el sexo masculino, durante el periodo invernal, en personas de edad avanzada con factores de riesgo como el tabaco o el alcohol, desnutrición o enfermedades pulmonares previas 8.

Mortalidad: En pacientes con neumonía, la mortalidad puede oscilar entre el 1 y el 5% en pacientes ambulatorios, del 5 al 14% en pacientes hospitalizados, llegando hasta el 50% en aquellos pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI)9.

Etiología: En la mayoría de los casos de neumonía el patógeno llega a ser desconocido, pero el más frecuente que se suele hallar es el Streptococcus pneumoniae 10. En pacientes de edad avanzada, la presencia del Haemophilus influenzae y los episodios de neumonía por aspiración, resultan más frecuentes en esta franja de edad 11.

Sintomatología: Para poder diagnosticar a un paciente de neumonía, debemos basarnos en un conjunto de signos y síntomas que estén relacionados con una infección de vías respiratorias bajas, y a su vez, con su estado general, presentando, tos, fiebre, disnea, expectoración, dolor torácico, taquipnea; en las personas de edad avanzada, se puede acompañar con episodios de desorientación en tiempo y espacio, y un agravamientos de sus enfermedades previas.

Pruebas de laboratorio: Un hemograma y la bioquímica elemental incluyendo la función renal, la función hepática y electrolitos son recomendables en pacientes con neumonía, ya nos dan una imagen del estado del paciente.

Radiología: Una radiografía de tórax es necesaria para determinar un diagnóstico de neumonía, la localización de la misma, su extensión y si existen complicaciones. En la placa, se puede apreciar un infiltrado, que a su vez sea compatible con la sintomatología que presenta el paciente.

Esputo: El esputo es la muestra microbiológica que se obtiene con mayor frecuencia, pero es la más problemática en su interpretación, porque presenta una baja sensibilidad relacionada con la pérdida de bacterias por retrasar el procesado y la presencia de agentes etiológicos producida por su contaminación orofaríngea.

Marcadores inflamatorios: En las neumonías que precisan ingreso hospitalario, es necesario el análisis de marcadores de inflamación, proteína C-reactiva, lo que constituye un complemento para la orientación del diagnóstico, así como para la determinación de la gravedad de la neumonía y su posterior evolución.

Tratamiento:

  • Ambulatorio: Los estudios clínicos demuestran que la administración de un beta-lactámico más un macrólido o una quinolona sola tienen la misma eficacia clínica 7. Por lo tanto, debería recomendarse la asociación de amoxicilina o amoxicilina con ácido clavulánico más azitromicina o claritromicina, o bien levofloxacino o moxifloxacino en monoterapia.
  • Hospitalario: para los pacientes con neumonía que son hospitalizados, se recomienda como tratamiento lo siguiente: a) administración de levofloxacino o moxifloxacino vía intravenosa), o b) combinación de cefotaxima o ceftriaxona o amoxicilina-clavulánico con un macrólido.