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Obstrucción Intestinal Maligna

Obstrucción Intestinal Maligna

Autora principal: Nashma Soto-Harvey

Vol. XX; nº 14; 823

Malignant Bowel Obstruction

Fecha de recepción: 5 de junio de 2025
Fecha de aceptación: 10 de julio de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 14 – Segunda quincena de Julio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 14; 823

Autores:

Nashma Soto-Harvey, Médico General. Investigador Independiente. San José, Costa Rica. ORCID: https://orcid.org/0009-0006-3849-4095
Kimberly Chaves-Fallas, Médico General. Investigador Independiente. San José, Costa Rica. ORCID: https://orcid.org/0009-0006-6426-9967
Paula Salazar-Castro, Médico General. Investigador Independiente. San José, Costa Rica. ORCID: https://orcid.org/0009-0002-4827-8901
Diana Zamora-Villalobos, Médico General. Investigador Independiente. San José, Costa Rica. ORCID: https://orcid.org/0009-0004-6442-3878
Gabriel Bellanero-Obando, Médico General. Investigador Independiente. San José, Costa Rica. ORCID: https://orcid.org/0009-0003-2356-1986
Nicole Navarro-Acosta, Médico General. Investigador independiente. San Jose, Costa Rica. ORCID: https://orcid.org/0009-0001-5128-4977
Tamara López-Carvajal, Médico General. Investigador Independiente. San José, Costa Rica. ORCID: https://orcid.org/0009-0008-4593-1622

Resumen

La obstrucción intestinal maligna (OIM) en una complicación poco frecuente pero grave en pacientes con cáncer avanzado, asociada a la alta morbimortalidad y un deterioro acelerado del estado general. Esta revisión aborda los aspectos epidemiológicos, fisiopatológicos, clínicos, diagnósticos y terapéuticos de la OIM, destacando su complejidad y la necesidad de un enfoque individualizado. La prevalencia varía según el tipo de cáncer, siendo más frecuente en el cáncer de ovario, colorrectal y gástrico. El diagnóstico se basa en la historia clínica, síntomas y estudios de imagen como la radiografía abdominal y la tomografía computarizada. El tratamiento debe adaptarse al estado funcional del paciente y la extensión de la enfermedad. Aunque la cirugía puede ser efectiva en casos seleccionados, la mayoría de los pacientes requieren un manejo medico paliativo enfocado en el control sintomático. El abordaje interdisciplinario y centrado en el paciente es clave para mejorar la calidad de vida en esta etapa crítica.

Palabras clave

obstrucción intestinal maligna, cáncer avanzado, manejo paliativo, diagnóstico por imagen, complicaciones oncológicas, fisiopatología, tratamiento médico.

Abstract

Malignant bowel obstruction (MBO) is an uncommon but severe complication in patients with advanced cancer, associated with high morbidity and mortality, as well as rapid clinical deterioration. This review discusses the epidemiological, pathophysiological, clinical, diagnostic, and therapeutic aspects of MBO, emphasizing its complexity and the need for an individualized approach. Prevalence varies according to cancer type, with ovarian, colorectal, and gastric cancers being the most frequently involved. Diagnosis is based on clinical history, symptoms, and imaging studies such as abdominal radiographies and computerized tomography. Treatment should be individualized to the patient’s functional status and the extent of the disease. Although surgery may provide symptom relief in selected cases, most patients require palliative medical management focused on symptom control. An interdisciplinary and patient-centered approach is essential to improve quality of life during this critical stage.

Keywords

malignant bowel obstruction, advanced cancer, palliative care, diagnostic imaging, oncologic complications, pathophysiology, medical management.

Introducción

La obstrucción intestinal maligna es una de las complicaciones más desafiantes en el manejo de los pacientes con cáncer. A pesar de su baja prevalencia, esta patología se asocia con un alto índice de morbimortalidad, debido a la rápida progresión y deterioro general del paciente. Si bien se cuenta con estudios de imagen que guían la toma de decisiones terapéuticas, el pronóstico generalmente adverso, convierte a esta condición en un reto para los médicos y personal de salud. Por esta razón, el tratamiento debe ser individualizado, ya que, aunque la cirugía es la opción preferida, en muchos casos no es viable debido al estado crítico de estos pacientes(1)(2).

La presente revisión tiene como objetivo actualizar los aspectos epidemiológicos, clínicos y diagnósticos de la obstrucción intestinal maligna, con el fin de proporcionar una visión integral sobre el manejo de esta patología y el impacto que tiene en los pacientes oncológicos.

Método

Las fuentes principales para realizar este artículo fueron artículos científicos de investigación y base de datos de PubMed y UptoDate. Los criterios de inclusión fueron publicaciones y documentos en inglés, español y portugués sobre epidemiologia, clínica y abordaje de la OIM, con un periodo de búsqueda del 2013 al 2025. El idioma principal del artículo es español y la palabra clave principal para su búsqueda es Obstrucción. El total de referencias seleccionadas fueron 10.

Definición

La obstrucción intestinal maligna se define por sus criterios diagnósticos como la evidencia clínica de obstrucción intestinal, obstrucción distal al ligamento de Treitz, evidencia de neoplasia intraabdominal o extraabdominal con compromiso peritoneal, y, por último, sin evidencia de curación. Estos mencionados anteriormente con el objetivo de confirmar el compromiso intestinal debajo del ángulo de Treitz, relacionado a neoplasia maligna(1)(3).

No obstante, en la práctica clínica pacientes con antecedentes de cirugía abdominal, puede ser difícil distinguir entre causa de obstrucción intestinal maligna o benigna, ya que este grupo de pacientes pueden desarrollar causas de obstrucción benignas como son las adherencias(4).

Epidemiología

La prevalencia de la obstrucción intestinal maligna depende de la literatura revisada. Esta varía entre un 5 y 15% de los pacientes con canceres avanzados(2)(4)(9). Se ha identificado con mayor frecuencia en el cáncer de ovario con un 5,5 a 42%, el cáncer colorrectal con un 4,4 a 24% y cáncer gástrico 6 a 19%. Las metástasis de cánceres extraabdominales, incluidos el cáncer de mama, el cáncer de pulmón y el melanoma, pueden causas obstrucción intestinal maligna, pero con poca frecuencia(4).

Fisiopatología

La obstrucción puede ser intraluminal, por un tumor primario o secundario en crecimiento. Intramural, por infiltración de la pared intestinal. Extramural, por compresión extrínseca debido a masas, ganglios o adherencias; y, debido a un trastorno de motilidad en múltiples sitios (como se ve en el cáncer de ovario avanzado)(2)(5).

Al ocurrirse la obstrucción, se interrumpe el paso normal del contenido intestinal, causando un acúmulo de gases, líquidos y secreciones proximales al sitio de la oclusión. En busca de superar el obstáculo, se produce un aumento de la actividad peristáltica que se torna descoordinada, lo que genera distensión abdominal y dolor tipo cólico. Como respuesta a esto, el organismo aumenta la secreción gástrica, pancreática y biliar, mediante la liberación de 5HT3 por células enterocromafines intestinales que activan mediadores nociceptivos, prostaglandinas, óxido nítrico y péptido intestinal vasoactivo, este último generando un ciclo vicioso de secreción, distención y contracción. Todo esto contribuye a la creación de terceros espacios, alteraciones orgánicas y compromiso hemodinámico(1)(2)(4)(5).

Si este ciclo no se resuelve, se pueden originar procesos infecciosos por traslocación bacteriana, isquemia, gangrena y perforación intestinal. todo a su vez, suscita alteraciones hemodinámicas, metabólicas, respiratorias y eventualmente la muerte(1)(2).

La fisiopatología se clasifica por localización: proximal o distal; grado de obstrucción: parcial o completa; alteración de la motilidad: mecánica o funcional; relación con el tratamiento: radioterapia, quimioterapia, medicamentos o cirugía (2).

Manifestaciones Clínicas

Generalmente inician de forma subaguda, además son determinadas por el nivel de obstrucción. Las siguientes manifestaciones se presentan según la prevalencia de hallazgos clínicos(1):

80-100% Náuseas y vómitos.
84-93% Ausencia de deposición o gases.
50-90% Dolor somático (tipo cólico).
70-80% Dolor visceral.
70% Anemia e hipoalbuminemia.
62% Disfunción hepática.
44% Deshidratación y falla renal aguda.
41% Ascitis.
23% Deterioro cognitivo.
22% Desnutrición y caquexia.
21% Masa palpable.

Dado que los vómitos son una de las manifestaciones clínicas más frecuentes es importante mencionar que la obstrucción intestinal maligna superior las náuseas son intensas y de presentación precoz, los vómitos son numerosos y de aspecto acuoso, mucoso o biliar y de poco olor. Por otro lado, el vómito en la obstrucción inferior suele ocurrir más tarde, es oscuro y tiene un olor fuerte. Además, la licuefacción bacteriana del contenido intestinal retenido en la zona proximal a la obstrucción confiere la apariencia y el olor característicos del vómito fecaloide(6)(8)(9).

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en evaluación clínica con antecedentes de dolor abdominal tipo cólico, plenitud abdominal, y nauseas posprandiales con o sin vómitos, además de historia de una neoplásica maligna gastrointestinal o genitourinaria o una operación abdominal previa aumenta la probabilidad. No obstante, el estándar de oro son las imágenes radiológicas(6)(8).

La radiografía simple de abdomen en posición bípeda es el método de imagen de elección para la detección de sospecha de obstrucción intestinal maligna y añadido a esto, valora evolución del paciente después de tratamiento(6)(7)(8).

Los siguientes son hallazgos radiológicos para diagnóstico:
Distensión de las asas intestinales.
Retención de líquidos y gases con presencia de niveles hidroaéreos en la zona proximal a la oclusión, así como educción de gases y deposiciones en los segmentos distales a la obstrucción.
En las oclusiones superiores, la distensión de las asas y los niveles hidroaéreos pueden estar ausentes(6).

Por otro lado, la tomografía axial computarizada (TAC) y la resonancia nuclear magnética (RNM) tienen una sensibilidad y especificidad que alcanzan el 93 y el 100%, y el 93 y el 63-100%, respectivamente. Sin embargo, el TAC es de elección en pacientes con historia de neoplasia o de una masa palpable, cuando la extensión es desconocida y se la considera potencialmente operable(1). Estos dos estudios deben reservarse para pacientes que necesitan información relevante para la cirugía como las características del tumor, presencia de ganglios linfáticos o metástasis(1)(2)(6).

Abordaje y Tratamiento

Para abordar esta condición es importante establecer causa subyacente de la obstrucción intestinal, como lo son las causas malignas o las no malignas (las adherencias postquirúrgicas, fibrosis post radiación o impactación fecal secundaria a fármacos como opioides). Una vez establecida etología las opciones de tratamiento dependen del tipo de obstrucción, urgencia, pronóstico y comodidad del paciente, ya que pacientes con deterioro de estado, con un solo sitio de obstrucción y sin resolución de la obstrucción intestinal posterior a manejo médico de 48 a 72 horas son candidatos a cirugía(8). Por con siguiente, el abordaje incluye cirugía, paliación endoscópica, aspiración digestiva y terapia farmacológica paliativa sintomática(5).

Manejo Médico

El tratamiento conservador es esencial en la obstrucción intestinal maligna cuando no se sospecha de perforación, isquemia o signos de inestabilidad hemodinámica, se debe de mantener al paciente en dieta nada vía oral y con descompresión con sonda nasogástrica para mayor comodidad del paciente(6).

Tratamiento Farmacológico

El tratamiento farmacológico se basa en combatir los mecanismos fisiopatológicos de la condición que generan las principales manifestaciones clínicas, esto con el objetivo de provocar conformidad al paciente(1).

Analgésicos

La analgesia para el dolor nociceptivo somático continuo se titula de forma individualizada, donde se deben usar opioides: como morfina, hidromorfona y fentanilo. Con respecto al dolor visceral y somático se beneficia de anticolinérgicos como la escopolamina y la hioscina butilbromuro(1)(8).

Antieméticos

Las opciones para utilizar son el haloperidol que este es un tratamiento eficaz y de primera elección para una obstrucción intestinal completa, vía intravenosa o subcutánea(2). De elección para la incompleta se encuentra la metoclopramida, esta se debe de evitar en la obstrucción completa(1). Otra alternativa en pacientes sin respuesta a previos tratamientos son los antagonistas de la serotonina (5-HT3) como ondansetrón y granisetrón. También se ha visto que las fenotiazinas y el antipsicótico olanzapina, son eficaces para reducir náuseas y vómitos(1)(2)(7)(8)(9).

Glucocorticoides

Este grupo de fármacos tienen una acción antiemética cuyo mecanismo no ha sido tan estudiado y una acción antiinflamatoria que reduce el edema peritumoral, que ayuda a menorar las manifestaciones por esta condición(3)(4).

Otros tratamientos médicos pueden incluir:

Manejo quirúrgico

En la OIM siempre se debe valorar el manejo quirúrgico, el cual se basa en la reducción, resección o bypass. La cirugía puede ofrecer una mejora en la sintomatología en 80% de los pacientes, sin embargo, la recurrencia de la obstrucción ocurre entre un 10 a 50% de los casos(1)(2)(9)(10).

Existen factores de pobre pronóstico que hacen que muchos pacientes no sean candidatos ideales para cirugía, ya que aumenta la morbimortalidad, como lo son la edad avanzada (>65 años), pobre estado funcional, ascitis, carcinomatosis peritoneal, enfermedad avanzada, con gran volumen tumoral y masa palpable, desnutrición-hipoalbuminemia-caquexia, quimioterapia y radioterapia previas, síntomas extraabdominales, múltiples niveles de obstrucción, metástasis a distancia y compromiso del estómago proximal(2)(9).

En pacientes con estos factores de riesgo, la evidencia disponible sobre el beneficio de la cirugía es muy baja en comparación a la calidad de vida y la supervivencia a largo plazo. La tasa de mortalidad a un mes varía entre el 5 al 40% de los casos y las complicaciones entre el 9 al 90% de los casos.

Conclusión

La Obstrucción Intestinal Maligna representa una complicación severa y desafiante en pacientes con cáncer avanzado, asociándose a un mal pronóstico y una significativa disminución en la calidad de vida. A pesar de su baja prevalencia, es importante comprender el abordaje integral y personalizado que considere tanto el estado general del paciente como las características de la enfermedad. El diagnóstico oportuno mediante estudios de imagen adecuados, así como una evaluación clínica exhaustiva, son fundamentales para establecer el tratamiento más apropiado. Aunque la cirugía puede ofrecer alivio sintomático, no siempre es viable, especialmente en pacientes con factores de mal pronóstico. Por ello, el manejo médico paliativo se convierte en una opción esencial para mejorar el confort y bienestar del paciente. La actualización continua sobre esta entidad clínica permite una mejor toma de decisiones y un enfoque más humanizado hacia pacientes oncológicos en etapas avanzadas.

Referencias

1. John Cárdenas CAySP. ELSEVIERDOYMA. [Internet].; 2013 [citado 2025 Mayo 20]. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/rcc/v17n2/v17n2a06.pdf
2. Coello GAP, León EAJ, Francisco LFL, Chico TMR, Arévalo LNV, Ramos GMA, Casquete DEM, Diez WAC. Obstrucción intestinal en el paciente oncológico, revisión de tema. Braz. J. Hea. Rev. [Internet]. 2024 Sep. 17 [citado 2025 Marzo 10];7(5):e72906. Disponible en: https://ojs.brazilianjournals.com.br/ojs/index.php/BJHR/article/view/72906
3. Krouse RS. Malignant bowel obstruction. J Surg Oncol. 2019 Jul;120(1):74-77. doi: 10.1002/jso.25451. Epub 2019 Mar 25. PMID: 30908650. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30908650/
4. Madariaga A, Lau J, Ghoshal A, Dzierżanowski T, Larkin P, Sobocki J, Dickman A, Furness K, Fazelzad R, Crawford GB, Lheureux S. MASCC multidisciplinary evidence-based recommendations for the management of malignant bowel obstruction in advanced cancer. Support Care Cancer. 2022 Jun;30(6):4711-4728. doi: 10.1007/s00520-022-06889-8. Epub 2022 Mar 10. PMID: 35274188; PMCID: PMC9046338. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35274188/
5. Hirst B, Regnard C. Management of intestinal obstruction in malignant disease. Clin Med (Lond). 2003 Jul-Aug;3(4):311-4. doi: 10.7861/clinmedicine.3-4-311. PMID: 12938742; PMCID: PMC5351941. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12938742/
6. Sebastián Mercadante M. UptoDate. [Internet].; 2023 [citado 2023 Mayo 20]. Disponible en: https://www-uptodate-com.binasss.idm.oclc.org/contents/palliative-care-of-bowel-obstruction-in-cancer patients?search=Mercadante%20S.%20Palliative%20care%20of%20bowel%20obstruction%20in%20cancer%20patients.%20&source=search_result&selectedTitle=1~150&usag
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8. Alberto Tuca EG,EMLyNC. National Library of Medicine (NIH). [Internet].; 2012 [citado 2025 Enero 8]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3421464/.
9. Amrallah A. Mohammed HMGAMES. sciendo. [Internet].; 2015 [citado 2025 Enero 8]. Disponible en: https://sciendo.com/article/10.1515/fco-2015-0001.
10. Bento JH, Bianchi ET, Tustumi F, Leonardi PC, Junior UR, Ceconello I. Surgical Management of Malignant Intestinal Obstruction: Outcome and Prognostic Factors. Chirurgia (Bucur). [Internet].; 2019 May-Jun;114(3):343-351. [citado 2025 Enero 8]. doi: 10.21614/chirurgia.114.3.343. PMID: 31264572. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31264572/

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