Síndrome del Burnout en el sector salud: Revisión Bibliográfica
Autora principal: Dra. Camille Morice Herrero
Vol. XX; nº 09; 464
Burnout Syndrome in the Healthcare Sector: A Literature Review
Fecha de recepción: 10 de abril de 2025
Fecha de aceptación: 9 de mayo de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 09 Primera quincena de mayo de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 09; 464
Autores:
1. Dra. Camille Morice Herrero
https://orcid.org/0009-0008-2198-9758
Médico General, Investigadora Independiente, San Jose, Costa Rica
2. Dr. Carlos Eduardo Pérez Sánchez
https://orcid.org/0000-0003-3640-8529
Médico General, Investigador Independiente, San Jose, Costa Rica
- Dra. Paola Cristhina Alegría De Arco
https://orcid.org/0009-0002-1303-8721
Médico General, Investigador independiente, San José, Costa Rica
- Dr. Kevin Fabrizio Calvo Hernández
https://orcid.org/0009-0002-9887-7857
Médico General, Investigador independiente, San José, Costa Rica
- Dr. Rodrigo Artavia
Médico General, Investigador Independiente, San Jose, Costa Rica
Palabras clave: síndrome de burnout, profesionales de la salud, agotamiento emocional, afrontamiento, calidad de vida
Keywords: burnout syndrome, healthcare professionals, emotional exhaustion, coping strategies, quality of life
Resumen
Los profesionales de la salud enfrentan una creciente amenaza para su salud física y mental debido al síndrome de Burnout. Esta condición psicológica, que puede surgir debido a altas demandas clínicas y estrés ocupacional prolongado, se define por agotamiento emocional, despersonalización y una disminución en el sentido de logro personal y ocurre notablemente entre los profesionales que trabajan en la primera línea. Durante el COVID- 19 se incrementó la incidencia de este síndrome, evidenciando consecuencias clínicas, organizacionales y humanísticas. La presente revisión bibliográfica tiene como objetivo analizar publicaciones científicas de 2020 a 2025 que resaltan y describen los factores responsables del desarrollo del síndrome de Burnout, como el mismo impacta la Calidad de vida de la persona y finalmente el rendimiento laboral. Los resultados demuestran la necesidad de intervenciones multidimensionales urgentes tanto en el ámbito laboral estructural como en el personal.
Palabras clave: síndrome de burnout, profesionales de la salud, agotamiento emocional, afrontamiento, calidad de vida.
Abstract
Healthcare professionals face a growing threat to their physical and mental health due to Burnout Syndrome. This psychological condition, which may arise from high clinical demands and prolonged occupational stress, is characterized by emotional exhaustion, depersonalization, and a reduced sense of personal accomplishment. It is particularly prevalent among frontline workers. During the COVID-19 pandemic, the incidence of this syndrome significantly increased, revealing clinical, organizational, and human consequences.
This literature review aims to analyze scientific publications from 2020 to 2025 that highlight and describe the factors contributing to the development of Burnout Syndrome, its impact on individuals’ quality of life, and its effects on job performance. The findings emphasize the urgent need for multidimensional interventions, both at the structural workplace level and the personal level.
Keywords: burnout syndrome, healthcare professionals, emotional exhaustion, coping strategies, quality of life.
DECLARACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS CLÍNICAS
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Introducción El síndrome del burnout también conocido como el síndrome del agotamiento es uno de los mayores riesgos que se apodera del mundo a nivel del Sistema de salud. Este fenómeno fue descrito por primera vez por Freudenberger en un artículo publicado en 1974, y luego refinado por Maslach y Jackson, quienes caracterizaron el agotamiento como un síndrome que comprende agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal [1,2].
Ciertos factores del trabajo en salud como la continuidad de atención a paciente vulnerables, jornadas laborales de más de 12 horas, presión institucional y aumento de toma de decisiones críticas generan que el grupo de los trabajadores de la salud sea población de riesgo para obtener este síndrome [3]. Luego de la pandemia COVID 19, la salud mental de los trabajadores se agravó, generando un aumento drástico en su prevalencia y un impacto significativo a nivel individual, organizacional y asistencial [4,5].
Diferentes investigaciones a lo largo de los años han relacionado el síndrome del burnout con consecuencias graves como errores clínicos, ausentismo, rotación temprana del personal, disminución en la calidad del cuidado y pérdida de empatía hacia los pacientes [6,7]. Sin embargo a pesar de su reconocimiento estos últimos años sigue existiendo un sesgo importante al identificar la causa e implementar medidas efectivas de prevención e intervención tanto a nivel institucional como individual [8].
Esta revisión bibliográfica tiene como objetivo analizar la literatura científica reciente sobre el síndrome de burnout en profesionales de la salud, abordando su conceptualización, prevalencia, factores de riesgo, consecuencias y estrategias de afrontamiento. Los resultados permitirán orientar el diseño de intervenciones que promuevan el bienestar del personal y fortalezcan la calidad del sistema de atención.
Metodología
Se llevó a cabo una revisión narrativa de la literatura con el fin de analizar la evidencia científica disponible sobre el síndrome de burnout en profesionales de la salud. Se realizó durante el período de febrero a marzo de 2025, con bases de datos electrónicas: de acceso abierto y académicas (PubMed, SciELO, Redalyc y Web of Science).
Esta revisión incluye publicaciones de 2020 a 2025 en español y/o inglés. Las cuales abordan temas de interés relacionados al síndrome de agotamiento en su conceptualización, prevalencia, factores de riesgo, consecuencias clínicas y organizacionales, y estrategias de afrontamiento del personal de salud. Al mismo tiempo se utilizaron los criterios de inclusión los cuales abarcaron estudios originales, revisiones sistemáticas o narrativas y artículos de reflexión teórica.
También se incluyeron publicaciones enfocadas en profesionales de la salud, como médicos, enfermeras y técnicos. Finalmente, se seleccionaron aquellos artículos con acceso completo al texto. Se omitieron los estudios duplicados, los que trataban poblaciones ajenas al ámbito sanitario o aquellos en los que el síndrome de burnout no era el tema principal de análisis.
En total, se revisaron quince artículos por su relevancia, actualidad y aporte temático, abarcando diferentes regiones geográficas y especialidades médicas. El análisis fue de tipo cualitativo y permitió identificar categorías clave como la definición y dimensiones del burnout, sus causas, sus efectos en los profesionales y en el sistema de salud, así como las estrategias de afrontamiento tanto a nivel individual como organizacional individuales y organizacionales.
Marco Teórico El síndrome de burnout es un trastorno psicológico que surge como respuesta al estrés laboral crónico. Se caracteriza por tres dimensiones principales: agotamiento emocional, despersonalización y una disminución del sentido de logro personal [1,2]. Inicialmente fue descrito en 1974 por Freudenberger, ya que evidenciaba síntomas de fatiga, apatía y pérdida de motivación en trabajadores de la salud mental. Seguidamente, Maslach y Jackson desarrollaron el modelo más reconocido, proponiendo un marco teórico que ha guiado la investigación durante décadas [2].
Estos elementos mantienen una estrecha relación ya que el agotamiento emocional refleja una sobrecarga psíquica por las demandas del entorno laboral; la despersonalización se expresa en actitudes cínicas hacia los pacientes; y la baja realización personal sugiere sentimientos de ineficacia profesional [1,2,3].
Mientras más se iba reconociendo este síndrome más modelos integrales fueron sugeridos. Por ejemplo, Montero-Marín propuso tres subtipos clínicos: el frenético, el poco retado y el desgaste de, los cuales representan diferentes etapas en la evolución del síndrome [4]. El síndrome del burnout es un trastorno psicológico que se presenta por diferentes condiciones como el estrés laboral crónico y se caracteriza por tres factores principales: agotamiento emocional, despersonalización y una disminución del sentido de logro personal [1,2]. Asimismo, en los estudios recientes en psicología ocupacional se identifican factores emocionales clave en su desarrollo, como la desconexión social, baja autoestima, la fatiga mental, la falta de propósito y el aislamiento laboral [5,6].
Durante la pandemia de COVID-19, este fenómeno aumentó y se evidenció con mayor frecuencia en la población del sistema de salud. Por ejemplo, en Colombia se observó una correlación entre el burnout y alteraciones inmunológicas y neuroendocrinas, lo cual evidenció su impacto fisiológico [7]. Asimismo, en Uganda, un estudio reveló que el 40% del personal de salud padecía de burnout, resaltando la importancia del sueño, el apoyo institucional y las condiciones laborales como factores protectores o de riesgo [8]. Además, un metaanálisis reciente confirma que los enfermeros presentan una mayor prevalencia de agotamiento emocional que los médicos, especialmente en servicios de urgencias, cuidados intensivos y atención primaria [9].
Desde el enfoque organizacional, elementos como la carga laboral excesiva, la prolongación de horarios, la ausencia de un liderazgo comprensivo y la limitada valoración del trabajo son indicadores significativos del burnout [3,5,10]. Un estudio a nivel global identificó 13 factores de riesgo laboral que se presentan de manera consistente en diversos entornos de salud, lo que respalda la idea de que el burnout es un fenómeno sistémico y no meramente individual [11].
Entre las especialidades que han sufrido un mayor impacto se encuentran la medicina intensiva, la anestesiología, la oncología, la cirugía y la enfermería, tanto en situaciones de recursos abundantes como limitados [5,12,13]. En particular, se ha observado que los anestesiólogos que se encuentran en las etapas iniciales de su carrera experimentan un alto nivel de burnout, el cual se ha vinculado a la transición repentina de la residencia a la práctica independiente, las presiones familiares y la escasez de apoyo por parte de las instituciones [14].
Debido a esta problemática, se desarrollaron diferentes estrategias de intervención. A nivel personal, se recomienda el autocuidado físico y emocional, la meditación, el mindfulness, la espiritualidad y el establecimiento de límites laborales, los cuales han mostrado beneficios [4,15]. Además, a nivel gerencial, se proponen estrategias más efectivas que incluyen la mejora de la cultura institucional, una carga laboral equitativa, la promoción del bienestar, el reconocimiento del trabajo y programas de salud mental en el entorno clínico [10,11,13].
Finalmente, el síndrome de burnout no sólo pone en riesgo la salud del profesional, sino también la seguridad de los pacientes. Se ha evidenciado que médicos con altos niveles de agotamiento cometen errores clínicos y reciben peores evaluaciones de los pacientes [12]. En un estudio transversal en hospitales europeos, los servicios con mayor agotamiento entre el personal mostraron también peores indicadores de mortalidad y calidad asistencial [13].
Resultados y Discusión
Los quince estudios analizados muestran una alta prevalencia del síndrome de burnout entre los profesionales de la salud en múltiples contextos, tanto en países de ingresos altos como bajos. La evidencia se organiza en tres ejes principales: prevalencia y factores asociados, consecuencias del burnout y estrategias de afrontamiento.
- Prevalencia y factores asociados
El síndrome de burnout se reportó como altamente prevalente en la mayoría de los estudios. En Uganda, cerca del 40% del personal sanitario presentaba niveles altos, con mayor afectación entre enfermeros y técnicos [8]. Seguidamente, en España, las especialidades que reportaron más trabajadores afectados por este síndrome fueron medicina intensiva, atención primaria, oncología y cuidados paliativos [5]. En EE. UU., tras la pandemia, se observaron tasas superiores al 60% en médicos [13], aunque informes recientes sugieren una leve disminución (45% en 2024), atribuida a estrategias organizacionales y una mayor conciencia institucional [10].
Entre los factores de riesgo más comúnmente mencionados se incluyen la sobrecarga de trabajo, el sistema de turnos, la falta de descanso adecuado, la limitada autonomía, un estilo de liderazgo autoritario y la escasa valoración profesional [1,3,5,11]. Además, características personales como ser joven, pertenecer al género femenino, tener tendencias perfeccionistas y dificultades para establecer límites personales también se han vinculado con una mayor vulnerabilidad [6,12].
Un metaanálisis destacó trece factores laborales de riesgo que abarcan: demandas excesivas en el trabajo, conflictos entre las responsabilidades laborales y familiares, relaciones laborales inadecuadas y una baja percepción de justicia organizacional [11]. En el contexto latinoamericano, el salario insuficiente y las condiciones infraestructurales precarias constituyen también aspectos críticos [1,7].
- Consecuencias clínicas, organizacionales y personales
Las implicaciones del burnout son significativas en todas las personas que lo padecen, ya que, a nivel individual, se ha vinculado con depresión, ansiedad, trastornos del sueño, alteraciones inmunológicas y un mayor riesgo de consumo de sustancias [7,8,13]. En el plano organizacional y gerencial, se ha relacionado con ausentismo, rotación temprana, baja productividad y un mayor riesgo de errores clínicos [12].
En un estudio reciente, se observó que los profesionales con altos niveles de agotamiento tenían el doble de probabilidad de verse involucrados en incidentes de seguridad del paciente y tres veces más probabilidades de recibir calificaciones negativas en encuestas de satisfacción [12]. Además, la afectación del ambiente laboral y la pérdida de vocación son consecuencias indirectas que generan el desgaste colectivo [3,13].
- Estrategias de afrontamiento e intervención
La mayoría de las estrategias individuales que se mencionan más incluyen el ejercicio físico, la meditación, la espiritualidad, las redes de apoyo social y el establecimiento de límites laborales saludables [4,6,15]. A nivel institucional, se han comprobado intervenciones exitosas centradas en el rediseño de flujos de trabajo, pausas activas, horarios flexibles, mejora del liderazgo y espacios seguros para hablar sobre salud mental [9,10,14].
Un estudio resalta que las estrategias más efectivas no son aisladas, sino integradas como por ejemplo, combinar acciones personales con cambios estructurales genera mayor impacto en la reducción del burnout [11]. También se menciona la importancia de la escucha activa a las necesidades del personal para diseñar intervenciones sostenibles [15].
Finalmente, la implementación de programas institucionales de bienestar y resiliencia —que incluyen capacitaciones, atención psicológica, y rediseño de roles— ha demostrado reducir significativamente los niveles de agotamiento emocional y aumentar la retención del personal de salud [13,14].
Conclusión
En conclusión, el síndrome de burnout es un problema cada vez más evidente y multifacético para los profesionales de la salud en todos los niveles del sistema de tratamiento médico.
La evidencia muestra una marcada prevalencia de este fenómeno en diferentes regiones y países, estrechamente relacionado con el deterioro de la salud ocupacional y la atención recibida por los pacientes. Debido a las características estructurales personales que dan lugar a este síndrome, es necesario adoptar un enfoque integral en su alivio y prevención.
Las estrategias efectivas incluyen una combinación de pasos individuales proactivos: gestión de la salud, compromiso con actividades recreativas y la práctica de la solidaridad; por otro lado, medidas organizativas destinadas a mejorar las condiciones laborales y la implementación de medidas de provisión de comunicación para fomentar una mejor comunicación entre todos los involucrados en la prestación de atención médica, reconociendo el trabajo realizado.
La expresión relativamente nueva del burnout en los profesionales del cuidado de la salud hace importante que las instituciones de salud ayudan a crear una atmósfera ideal para abordar las dificultades personales y conversar informalmente sobre el bienestar del personal: de esta manera, el burnout puede ser visto como un riesgo organizacional colectivo más que como una debilidad individual.
Este documento resume y critica la evidencia existente mientras también busca sentar las primeras bases para trabajos futuros que puedan iluminar a aquellos que sufren en el servicio a los demás.
A través de este análisis, se busca tanto resumir la evidencia actual como establecer bases para futuras investigaciones y mejoras que beneficiarán a quienes están al cuidado de los demás.
Referencias
- Serna Corredor DS, Martínez Sánchez LM. Burnout en el personal del área de salud y estrategias de afrontamiento. Correo Científico Médico. 2020;24(1):372–378.
- Edú-Valsania S, Laguía A, Moriano JA. Burnout: A review of theory and measurement. Int J Environ Res Public Health. 2022;19(3):1780.
- Bouza E, Gil-Monte PR, Palomo E. Síndrome de quemarse por el trabajo (burnout) en los médicos de España. Rev Clin Esp. 2020;220(6):359–363.
- Maresca G, Corallo F, et al. Coping Strategies of Healthcare Professionals with Burnout Syndrome: A Systematic Review. Medicina. 2022;58(2):327.
- Castañeda Sánchez V, Herrera Cardona A. Síndrome de trabajador quemado: existencia del burnout en el sector salud. Rev Cult Cuid Enferm. 2020;17(1):32–44.
- Urbiña-Villarraga JA, et al. Síndrome de Burnout y la psiconeuroendocrinoinmunología. MedUNAB. 2021;24(1):9–12.
- Kabunga A, et al. Burnout and quality of life among healthcare workers in central Uganda. PLoS ONE. 2024;19(8):e0305713.
- Güveyi E, et al. Understanding emotional and health indicators underlying the burnout risk. PLoS ONE. 2025;20(1):e0302604.
- Rothschild L, Ward C. Early-Career Physician Burnout. Anesthesiology Clin. 2022;40:315–323.
- Rammell J, Burdess A. Burnout in surgeons: a ticking time bomb? Surgery. 2023;41(8):523–530.
- Howlett M, et al. Burnout and interventions in healthcare. Front Psychiatry. 2022;13:1071397.
- Shanafelt TD, et al. Burnout and medical errors. Mayo Clin Proc. 2022;97(3):446–455.
- Kabunga A, et al. Healthcare worker burnout in low-resource settings. PLoS ONE. 2024;19(8):e0305713.
- Patel P, et al. Strategies to prevent burnout. Med J Wellbeing. 2023;15(2):112–121.
- Kennedy A, et al. Addressing burnout through institutional change. BMJ Open. 2024;14(1):e065432.