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Suicidio infantil y adolescente

C) Parámetros de valoración del acto suicida:

– Circunstancias del intento.

– Sentimientos precipitantes.

– Métodos y precauciones para no ser descubierto.

Ante un niño o u joven con ideación suicida han de observarse los siguientes puntos:

– Desesperanza: este es uno de los sentimientos más suicidógenos. Produce en el joven la incapacidad de percibir alguna alternativa constructiva ante una situación insostenible.

– Planificación. El potencial suicida será mayor en los sujetos que han planificado meticulosamente su acto suicida.

– Anticipación de la muerte. Aquí se han de tener en cuenta las conductas preparatorias de la muerte. En un adulto suele ser hacer testamento, en los jóvenes o en niños podría ser el regalar sus pertenencias. En este punto también se valora la presencia de notas suicidas.

– Impulsividad. Los rasgos impulsivos e irreflexivos de la personalidad incrementan las posibilidades de pasar al acto.

Manejo y tratamiento del acto suicida

Intervención en crisis:

El objetivo final de una intervención en crisis es conseguir convertir una presentación en forma de urgencia suicida, en una situación manejable. Según Chils y Stroshal hay que seguir los pasos:

– Validar el daño emocional.

– Discutir la ambivalencia.

– Proporcionar coraje y ánimo.

– Establecer un plan de crisis ante una idea suicida.

– No beber, o dejar de beber si se está haciendo.

– Sentarse y respirar profundamente 50 veces.

– Contactar con un amigo

– Apoyarse en recursos sociales.

– Asegurar el contacto telefónico y las entrevistas pertinentes con profesionales.

Antes de que el joven en crisis pueda buscar alternativas útiles al suicidio, los profesionales han de ayudarle a liberar sus afectos y sentimientos dolorosos.

La intervención de urgencia es la más importante en el suicidio. En este momento es en el que más posibilidades de implicación de los familiares en el tratamiento del adolescente. Por ello no hay que descuidar el correcto asesoramiento y derivación del paciente y de los familiares a los servicios especializados.

B) Manejo terapéutico.

En el caso de una tentativa de suicidio, se puede precisar un ingreso hospitalario para evitar que el niño realice de nuevo el acto suicida (indiferentemente de las consecuencias traumáticas de la tentativa) o para evitar la situación por presentar un riesgo elevado. Se consideran criterios de ingreso:

Por las características del acto suicida:

– Inhabilidad para establecer un contrato no suicida.

– Ideación suicida activa (con plan e intento).

– Alto riesgo o letalidad elevada en el posible intento de suicidio.

Por trastornos psiquiátricos:

– Psicosis.

– Depresión severa.

– Abuso de tóxicos.

– Trastorno bipolar detectado.

– Agresividad muy manifiesta. Intentos previos.

– No acomodación previa o fallo en el tratamiento ambulatorio.

Problemas familiares:

– Maltrato.

– Trastornos psiquiátricos parentales severos.

– Dificultades familiares para monitorizar al joven con poca disponibilidad para hacerlo.

Este tipo de ingresos tiene como objeto proporcionar al paciente un ambiente seguro, y se conciencia con ello a los padres sobre la necesidad de tratar los problemas que subyacen en este hecho.

En cambio es más aconsejable un tratamiento ambulatorio para los pacientes que cumplan estos criterios:

– No exista un plan suicida concreto.

– No hay patología psiquiátrica.

– Bajo nivel de ansiedad.

– Apoyo familiar y social adecuado.

– Aceptación por parte del paciente del tratamiento ambulatorio.

Conclusión:

El suicidio infantil, es aparentemente un tema tabú en muchas sociedades, ya que es un tema que genera ansiedad, tristeza y temor, pero que está ahí, y que hay que saber identificar o al menos entender por qué pueden llegar a darse este tipo de actos;

Tanto a nivel familiar como a nivel sanitario, es de gran importancia de percatarse de qué es lo que está pasando e intentar prevenir o tratar de ayudar al niño o adolescente afectado.

Hoy en día el bullying se da con mayor frecuencia por niños en los colegios, este tema tan conocido actualmente es un factor causante de problemas psicológicos que en niños impulsivos o de baja autoestima puede llegar a causar intento de suicidio o incluso consumarse el acto del suicidio.

Tenemos que tomar conciencia de que los seres humanos de una forma u otra somos todos iguales y que no hemos venido a este mundo para vivir enfrentados;

Del mismo modo en las familias se debe fomentar los sentimientos de amor e inculcar valores positivos, ya que con el hecho de tanto padres y madres trabajan todo el día fuera de casa, se está olvidando en muchos casos dichos valores descuidando a los niños y adolescentes, pudiendo traer como consecuencia estos resultados.

Bibliografía:

Vallejo Ruiloba, J. Introducción a la psicopatología y a la psiquiatría. 4º edición.

MASSON. Barcelona 1998.

Ros Montalbán, S. La conducta suicida.

Bobes, J, González Seijo, J. C. Sáiz, P. A. Prevención de las conductas suicidas y parasuicidas.

Bobes, J; Bousoño, M; González, P. Manejo de los trastornos mentales y del comportamiento en atención primaria. 2º edición.