Inicio > Gastroenterología > Trasplante de Microbiota Fecal en el tratamiento de infecciones por Clostridioides difficile: revisión sistemática actualizada

Trasplante de Microbiota Fecal en el tratamiento de infecciones por Clostridioides difficile: revisión sistemática actualizada

Trasplante de Microbiota Fecal en el tratamiento de infecciones por Clostridioides difficile: revisión sistemática actualizada

Autora principal: Mariana Gómez Bermúdez

Vol. XX; nº 11; 608

Fecal Microbiota transplantation for the treatment of Clostridioides difficile infections: an updated systematic review

Fecha de recepción: 26 de abril de 2025
Fecha de aceptación: 7 de junio de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 11 – Primera quincena de junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 11; 608

Autores:

Mariana Gómez Bermúdez, Licenciada en Medicina y Cirugía, Universidad de Ciencias Médicas, San José, Costa Rica. Orcid: https://orcid.org/0009-0000-8989-4263
Hilda Corsiny Díaz Calderón, Licenciada en Medicina y Cirugía, Universidad de Ciencias Médicas, San José, Costa Rica. Orcid: https://orcid.org/0000-0003-4506-3526
Cristina Coto Fallas, Licenciada en Medicina y Cirugía, Universidad Internacional de las Américas, San José, Costa Rica. Orcid: https://orcid.org/0009-0000-8606-1370

Resumen

Se ha demostrado la eficacia del trasplante de microbiota fecal (TMF) en pacientes con infección por Clostridioides difficile recurrente (ICDr) posterior a esquemas antibióticos ha sido beneficioso en la última década con cada vez más investigaciones y estudios que lo respaldan. En 2022 la la Administración de alimentos y medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó una terapia de trasplante fecal bioterapéutica viva basada en la microbiota llamado RBX2660 (REBYOTA ®) cuyos beneficios e indicaciones se ahondarán a detalle. En esta revisión sistemática actualizada se analizará los tratamientos de antibióticos convencionales más comunes utilizados tanto para la ICD como la ICDr, sus usos y sus recomendaciones, adicionalmente se analizará mediante estudios recientes las ventajas de la TMF, sus tipos, formas de uso y su mecanismo de acción sobre el organismo a nivel gastrointestinal, así como las nuevas terapias recientemente aprobadas.

Palabras clave

Diarrea asociada a antibióticos, infección por Clostridioides difficile, infección recurrente por Clostridioides difficile, microbioma intestinal, trasplante de microbiota fecal, RBX2660, REBYOTA ®

Abstract

The efficacy of fecal microbiota transplantation (FMT) in patients with recurrent Clostridioides difficile infection (rCDI) following antibiotic regimens has been demonstrated over the last decade, with increasing research and studies supporting its use. In 2022, the U.S. Food and Drug Administration (FDA) approved a live microbiota-based biotherapeutic fecal transplant therapy called RBX2660 (REBYOTA®), the benefits and indications of which will be explored in detail. In this updated systematic review will analyze the most common conventional antibiotic treatments used for both CDI and rCDI, their uses, and recommendations. Additionally, recent studies will analyze the advantages of FMT, its types, methods of use, and its mechanism of action on the gastrointestinal tract, as well as the recently approved new therapies.

Keywords

Antibiotic-associated diarrhea, Clostridioides difficile infection, recurrent Clostridioides difficile infection, gut microbiome, fecal microbiota transplant, RBX2660, REBYOTA ®

Introducción

La diarrea asociada a antibióticos (DAA) es el tipo más frecuente de diarrea intrahospitalaria, se cree que es el resultado de una alteración de la microbiota colónica normal que conduciendo a alteraciones reduciendo la biodiversidad de la misma (1).

La Clostridioides difficile (C. difficile) anteriormente conocida como Clostridium difficile es una bacteria grampositiva anaerobia transmitida comúnmente por vía fecal-oral o por acción de las esporas que forma y es altamente contagiosa. La infección por C. difficile (ICD) es una de las principales causas de diarrea y colitis asociadas a los antibióticos intrahospitalarias (2,3).

La incidencia de la ICD ha ido en aumento a nivel mundial durante los últimos años y se ha tratado habitualmente con antibióticos de amplio espectro como la vancomicina, fidaxomicina y metronidazol, sin embargo el uso generalizado de estos en la última década ha exacerbado el problema de la ICD alterando la microbiota intestinal normal y potencialmente conduciendo a una recaía de los síntomas, convirtiéndolo en un importante problema de salud pública, lo que requiere un enfoque interdisciplinario para combatir su trasmisión y propagación; se están desarrollando nuevas estrategias para mejorar la precisión diagnóstica y optimizar los resultados del tratamiento, una de ellas es el trasplante de microbiota fecal (TMF) aprobados recientemente por la Administración de alimentos y medicamentos de Estados Unidos (FDA) (3,4).

El microbioma intestinal desempeña un papel crucial en la gestión de la respuesta inflamatoria del organismo, los procesos metabólicos, la actividad inmunológica que brinda protección contra infecciones e incluso las funciones neurológicas. Produce vitaminas, hormonas y neurotransmisores y provoca la descomposición de los componentes de la dieta y también puede influir en las vías. En el intestino de los seres humanos están presentes diversos grupos de microorganismos como arqueas, bacterias, hongos y virus. La composición del microbioma está influenciada por numerosos aspectos, como la dieta, la edad y el estado de salud, haciendo que este sea único en cada persona, como una especie de huella digital (5).

El restablecimiento del microbioma intestinal a un estado saludable es esencial para la prevención de la ICD recurrente (ICDr), la cual se define como la ICD que recae después de un tratamiento inicial exitoso.

Esto ha llevado a un cambio en los enfoques de tratamiento primeramente con antibióticos como: vancomicina y fidaxomicina; directamente a la bacteria, seguidos posteriormente por una terapia de restauración de la microbiota para conducir al organismo a un estado metabólicamente sano (6).

Los primeros datos sobre la eficacia de esta restauración se basan en experimentos del TMF, en los que la administración de heces mínimamente manipuladas de un donante sano a un receptor con ICDr puede restaurar la resistencia a la colonización. La recomendación de la utilización del TMF es para tratar la ICDr múltiple (segunda recurrencia o recurrencia posterior) después del tratamiento con los antibióticos anteriormente mencionados (6).

El objetivo de este artículo de revisión es analizar y realizar una revisión sistemática acerca de la infección intrahospitalaria por C. difficile la cual es altamente contagiosa y peligrosa y las ventajas que nos ofrece el trasplante de microbiota fecal posterior al tratamiento con antibióticos como solución a la disbiosis residual subyacente en el intestino generada por éstos y brindar estimaciones actualizadas del efecto específico para diferentes métodos de administración y regímenes de tratamiento.

Metodología

Este documento presenta un análisis bibliográfico descriptivo basado en una selección de 44 investigaciones de estas se excluyeron los artículos duplicados o que no presentaban una metodología clara, artículos de opinión o publicaciones en idiomas distintos al español o inglés y artículos que hablaran únicamente del tratamiento de los antibióticos para la C. difficile sin incluir otras terapias, así como pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal e infección por C. difficile concomitante que son tratados con trasplante de microbiota fecal y si la evaluación del artículo combinaba la ICD con otras especies de Clostridium, seleccionando en total 26 de ellos. Los estudios seleccionados, publicados entre 2020 y 2025, están escritos en inglés o español. La recopilación de esta información se realizó tanto con el libro Sleisenger and Fordtran. Enfermedades digestivas y hepáticas 11.a edición (2021) como a través de varias plataformas digitales, incluyendo Elsevier, PubMed y Google Socolar, e incluye artículos de revistas académicas, metaanálisis y revisiones sistemáticas. Para la búsqueda, se emplearon términos clave específicos como: «Diarrea asociada a antibióticos», «Infección por Clostridioides difficile «, «Nuevas terapias para la infección por Clostridioides difficile», «Terapia de trasplante de microbiota fecal», «Microbiota intestinal» y «Eficacia de REBYOTA ® en infecciones recurrentes por Clostridium difficile»

Infección por Clostridioides difficile

La Clostridioides difficile (C. difficile) es una bacteria bacilo grampositiva estrictamente anaeróbica formadora de esporas y es muy conocida por su capacidad para producir toxinas y causar diarrea, que a menudo asociada con el uso de antibióticos, sus esporas se adhieren principalmente a las células epiteliales del intestino provocando la infección, perjudicando la función de las células de la mucosa al liberar exotoxinas A y B, esta infección puede desarrollar complicaciones graves (7,3). Desde su descubrimiento en 1935 en heces de recién nacidos, se ha convertido en una de las principales causas de infecciones nosocomiales afectando especialmente a hospitales, sin embargo los pacientes más jóvenes y sanos de la comunidad también pueden verse afectados por esta. Se estima que la tasa de incidencia mundial de ICD es de 1,1 a 631,8 por 100.000 habitantes al año y la mortalidad que se le atribuye a la ICD es del 5% (8,4).

La C. difficile se distribuye ampliamente en entornos naturales como: el suelo, el heno, la arena y las heces de animales grandes, por ejemplo el ganado, los burros y los caballos. Las manifestaciones clínicas de la ICD varían significativamente, desde la portación asintomática, diarrea leve y autolimitada hasta cuadros graves como colitis pseudomembranosa, síndrome séptico, megacolon tóxico, perforación intestinal e incluso puede provocar desenlaces fatales (3).Como causa principal de colitis asociada a la asistencia sanitaria, dicha bacteria presenta un importante desafío para la salud pública debido a su transmisibilidad y a la morbilidad y mortalidad asociadas requiriendo esfuerzos interdisciplinarios e centros de salud (7).

Las personas con alto riesgo de ICD incluyen a los ancianos, los pacientes inmunocomprometidos (como aquellos con neoplasias o receptores de trasplantes de órganos), los usuarios de antibióticos a largo plazo y aquellos con enfermedad inflamatoria intestinal (3). En pacientes pediátricos con diarrea, los factores de riesgo para ICD son: tener antecedentes de hospitalización en los últimos tres meses, haber recibido tratamiento antibiótico previo durante ≥7 días o combinado con probióticos y la ausencia de lactancia materna (9).

La ICD se diagnostica en individuos que experimentan la aparición repentina e inexplicable de 3 o más heces no formadas en un plazo de 24 horas. Los laboratorios procesan las muestras de heces líquidas tipo Bristol 6 o tipo 7, para evitar hacer las pruebas a portadores asintomáticos, excepto en casos de íleo paralítico (4).

En las directrices de 2021 de la Sociedad Estadounidense de Enfermedades Infecciosas/Sociedad de Epidemiología de la Atención Sanitaria de Estados Unidos (IDSA/SHEA) y el Colegio Americano de Gastroenterología recomiendan un enfoque de prueba de 2 pasos para detectar la presencia de la bacteria y su toxina (4). Utiliza pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT) y glutamato deshidrogenasa (GDH), la cual es ampliamente utilizada para identificar rápidamente infecciones potenciales debido a su alta sensibilidad, sin embargo, su especificidad es baja para la diferenciación entre cepas toxigénicas y no toxigénicas, a su vez que las NAAT exhiben una alta sensibilidad y especificidad en la detección de genes de toxinas (3,4).

En la práctica clínica, los ensayos de varios pasos, como la GDH seguida de toxina A/B o las pruebas combinadas simultáneas, las pruebas de citotoxicidad, los cultivos productores de toxinas o los NAAT, se utilizan para confirmar cuando los resultados son inconsistentes y para mejorar la precisión diagnóstica (3).

La GDH se utiliza como prueba de detección; si el resultado es negativo se descarta la ICD. Se realiza un diagnóstico de ICD si las pruebas combinadas son positivas. Las pruebas discordantes, como la GDH positiva y la toxina negativa, se aclaran aún más con la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), si esta sale negativa se descarta la infección y si se encuentra positiva la diagnostica (4).

La aplicación generalizada de antibióticos y el surgimiento de cepas de C. difficile altamente resistentes y virulentas han exacerbado la incidencia y la mortalidad de la ICD, lo que representa un importante desafío para la salud pública a nivel mundial. Las características epidemiológicas complejas y adaptativas de esta bacteria, exigen la adopción de medidas eficaces e interdisciplinarias para poder realizar la prevención, el diagnóstico el cual debe ser preciso y oportuno siendo crucial para un tratamiento eficaz y el control efectivo de la misma con el tratamiento que mejor se ajuste a cada paciente (3).

Terapias farmacológicas convencionales utilizadas en infección por Clostridioides difficile

El enfoque principal del tratamiento ha sido la eliminación de la bacteria toxigénica activa C. difficile con antibióticos, este tratamiento ha estado en evolución con el pasar del tiempo y avances en la medicina, pasando del estándar anterior del uso de metronidazol o vancomicina al actual con el uso de vancomicina o fidaxomicina como tratamientos de primera línea, este último es más recomendado ya que se ha demostrado que tiene una mayor reducción del riesgo de recurrencia de la enfermedad logrando conservar el microbioma (10,6).

El antibiótico fidaxomicina está disponible en forma de comprimido de 200 mg y suspensión oral, que suele administrarse 2 veces al día. Por su parte la vancomicina, siendo esta la única indicación de este antibiótico por vía oral, está disponible en forma de suspensión oral, así como en cápsulas y se administra 4 veces al día. Generalmente, ambos medicamentos se administran durante 10 días en casos de ICD no grave (11).

La fidaxomicina es un antibiótico tipo macrólido que se une a la ARN polimerasa para inhibir la síntesis de ARN. Presenta un espectro de actividad más estrecho en comparación con la vancomicina oral. Además, posee una actividad limitada contra otras bacterias comensales entéricas, preserva el microbioma intestinal durante la terapia y reduce la re-expresión de toxinas. Estas propiedades se han traducido en una mejor respuesta clínica sostenida y menores tasas de recurrencia en comparación con la vancomicina oral (11).

La vancomicina y la fidaxomicina han demostrado ser eficaces en el alivio a corto plazo de los síntomas, pero no abordan la disbiosis residual subyacente provocada en el sistema gastrointestinal que puede conllevar a la germinación de esporas e infecciones recurrentes (10,6), Basándose en el éxito de los TMF en el tratamiento de la recurrencia de dicha infección, los bioterapéuticos definidos para el microbioma ofrecen una alternativa más segura y controlada como complemento de la terapia antimicrobiana (6).

Tratamiento de la ICD grave

Es importante aclarar que la literatura médica actual y las guías actuales del manejo de la enfermedad, no definen con certeza si se debe preferir la fidaxomicina o la vancomicina para el tratamiento de un episodio inicial de ICD grave. La mayoría de los datos actualmente disponibles que favorecen a la fidaxomicina sobre la vancomicina en la ICD grave se derivan de análisis de subgrupos de estudios que involucran el tratamiento de episodios iniciales de ICD con infecciones que van de gravedad leve a moderada. Sin embargo, todavía no está claro cuál es el antibiótico óptimo para el tratamiento inicial, siendo necesarios más ensayos prospectivos controlados aleatorios y estudios para esclarecerlo y así ponerlo en práctica (11).

Microbiota intestinal

Una microbiota sana protege al organismo contra la colonización de las esporas de C. difficile mediante el restablecimiento de las defensas de la barrera intestinal con ayuda de la estimulación del sistema inmunitario de las mucosas y la transformación de los ácidos biliares primarios en secundarios, lo que inhibe la germinación y el crecimiento de las esporas del microorganismo (12).

Actualmente con el desarrollo de nuevos antibióticos, estos se asocian con el fracaso del tratamiento o la recurrencia de la enfermedad. Cualquier razón que altere el microbioma, como el tratamiento con antibióticos, una dieta desequilibrada, el estrés y las enfermedades crónicas, puede permitir que C. difficile se adhiera, colonice, crezca y se reproduzca y, finalmente, cause la recurrencia de la enfermedad (5).

Los últimos años se han desarrollado novedosas y alternativas terapias basadas en el microbioma (TBM), las cuales han sugerido la aplicación de bacterias beneficiosas intestinales en forma de probióticos o trasplantes fecales, productos derivados o preparados de heces humanas, para la ICDr. Diferentes metabolitos de la microbiota intestinal pueden intervenir en la patogénesis de la ICD para detener la germinación de las esporas producidas por la bacteria. Durante décadas, el único TMF fue el trasplante convencional de microbiota fecal, sin embargo, recientemente la FDA ha aprobado 2 TBM comerciales, Rebyota y VOWST, para prevenir la recurrencia de la infección por esta bacteria (13,14).

La ausencia de lactobacilos intestinales y bifidobacterias se ha asociado con la colonización por C. difficile en pacientes hospitalizados. Estudios previos para la profilaxis de la ICD con probióticos sugieren combinaciones de lactobacilos como L. acidophilus y L. casei, o L. rhamnosus. Los probióticos ingeridos actúan principalmente estabilizando la microbiota intestinal pero la aplicación efectiva de estos probióticos contra C. difficile depende sustancialmente de la especificidad de la cepa de Lactobacillus aplicada, pero también de la cepa de referencia utilizada de C. difficile (14).

A pesar de ello, es crucial considerar que la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID) en su guía anterior en un ensayo clínico aleatorizado (ECA) de gran tamaño no se encontró ningún efecto de la formulación de lactobacilos y bifidobacterias en la incidencia de ICD y que de hecho los probióticos en realidad retrasan la reconstitución del microbioma después del tratamiento con antibióticos (15). Otros metaanálisis en red no mostraron diferencias significativas entre los probióticos y el placebo, no obstante, Lactobacillaceae demostró ser significativamente más eficaz en la prevención que el placebo, dependiendo de la especificidad de la cepa (16).

Discusión

Trasplante de microbiota fecal como tratamiento de las recurrencias de la infección por C. difficile

Las estadísticas refieren que 1 de cada 6 pacientes con ICD experimentará una infección recurrente en las siguientes 2 a 8 semanas. Los individuos con infección recurrente por Clostridioides difficile (ICDr) a menudo padecen recurrencias adicionales y 1 de cada 11 personas >65 años diagnosticadas con la infección morirá en el plazo de 1 mes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El riesgo de la recurrencia de la infección incrementa 40% después de contraer la bacteria por segunda vez y puede aumentar hasta el 65% después de contraerla por tercera vez (17).

La ICD es una de las principales causas de diarrea asociada a los antibióticos (DAA). El TMF es un régimen eficaz para ICDr, la cual consiste en la infusión de microbiota fecal de un donante sano a un sujeto receptor, ha sido más exitoso y duradero que el tratamiento convencional para pacientes con ICDr. Esta terapia restaura la microbiota intestinal a una composición más cercana a la composición de los donantes sanos, y que los patógenos potenciales se pierden o disminuyen a cantidades muy bajas. Este proceso, sin embargo, no termina en los días siguientes al TMF. El microbioma intestinal puede tardar meses en restablecer un estado de equilibrio. Además, el TMF se trata con éxito en el 87% de los pacientes con ICDr según la literatura revisada (18,19,20).

Existen diversas vías de administración del TMF e incluyen el tracto gastrointestinal superior y el inferior. Con respecto a las vías administradas en el tracto gastrointestinal superior las opciones varían entre la esofagogastroduodenoscopia, el catéter nasogástrico o nasoyeyunal o por ingestión de cápsulas orales y las vías de administración del tracto gastrointestinal inferior muestran distintas opciones como la colonoscopia en el colon proximal, por enema y rectosigmoidoscopia en el colon distal, o por abordaje combinado (18).

La vía nasogástrica es efectiva y segura para las personas con contraindicaciones a la vía colonoscópica. La carga masiva es el vómito y la aspiración del contenido fecal infundido. La vía del enema garantizó un grado significativo de resolución de los síntomas. No obstante, en la mayoría de los casos fue obligatorio repetir el procedimiento hasta asegurar la mejoría clínica (18). Aunque la eficacia del enema fue controversial, Orenstein et al. han demostrado que el enema de retención es más efectivo y seguro que el placebo y tuvo el mayor aumento absoluto en el efecto del tratamiento observado en múltiples ensayos clínicos recurrentes de ICD de fase I y fase II (19,18).

El TMF mediante colonoscopia tiene la ventaja de permitir la visualización directa y completa del colon, la infusión de un gran volumen de material fecal y una mejor retención que el enema. Aun así, es posee un riesgo relativo de perforación, los procedimientos son costosos e invasivos. Las cápsulas orales pueden tener la misma tasa de resolución en comparación con otras vías, pero necesitan más avances en cuanto a investigaciones. Las ventajas de las cápsulas orales son la fácil administración, la rentabilidad y costos, el almacenamiento seguro, la eficacia probada, los pocos efectos secundarios, la comodidad para el paciente, la no invasividad y la seguridad para los pacientes en estado crítico o que presentan contraindicaciones por otras vías de administración (18).

Según los datos de un ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo (EarlyFMT) en un hospital universitario de Dinamarca, se concluyó que en pacientes con primera o segunda infección por C. difficile, el trasplante de microbiota fecal de primera línea es muy eficaz y superior al tratamiento estándar vancomicina sola para lograr una resolución sostenida de C. difficile (21).

En un estudio experimental en Estados Unidos del año 2015 al 2019, concluyeron que el TMF es una modalidad de tratamiento exitosa para la ICD refractaria y recurrente. La repetición de los tratamientos puede ser beneficiosa si hay una falta de respuesta inicial. Estar inmunodeprimido con medicamentos se asocia con el riesgo de recurrencia (22).

Desde 2013 la FDA permite a los proveedores ofrecer TMF como terapias experimentales, sin embargo, en noviembre del 2022 la FDA aprobó una terapia de trasplante fecal bioterapéutica viva basada en la microbiota llamada RBX2660 (REBYOTA ®), la cuál es un tratamiento de una sola dosis por vía rectal para las personas que son vulnerables a las infecciones repetidas de la bacteria C. difficile permitiendo a los pacientes un acceso más directo al tratamiento (17).

El producto REBYOTA ® se administra a través de un enema que consiste en una inyección de líquido a través del ano hasta el colon. Dicho enema es elaborado a partir de las heces de donantes sanos que se purifican y procesan (17).

REBYOTA ® se probó en 5 ensayos clínicos con más de 1,000 participantes en total. Los pacientes tratados con el fármaco tuvieron una tasa de éxito del 70,6% en comparación con el 57,5% entre los que tomaron un placebo (17). Se evaluaron efectos adversos emergentes del tratamiento con este bioterapéutico vivo y 75% de los participantes los experimentó, sin embargo, ninguno se debió a directamente al medicamento o su administración, la mayoría fueron relacionados con trastornos gastrointestinales, la mayoría ocurrieron durante las primeras 2 semanas después del tratamiento y fueron de gravedad leve o moderada. El 80% de los participantes tuvieron éxito con el tratamiento a las 8 semanas y del 75% al 90% de éstos tuvo respuesta clínica sostenida a lo largo de 6 meses, concluyendo que el mismo es muy seguro y presenta éxito en respuesta sostenida (17,23, 24)

Es importante destacar que el RBX2660 no está indicado para el tratamiento de afecciones distintas a ICDr como por ejemplo la enfermedad inflamatoria intestinal, el síndrome del intestino irritable, la diarrea crónica, la cirrosis, la enfermedad celíaca o la obesidad (25).

Las ventajas que ofrece RBX2660 son constatadas en el contexto de disminución de la ICDr, la buena tolerabilidad, la rentabilidad que presenta y la mejora de la calidad de vida para estos pacientes (24,26). Un estudio realizado en personas adultas con ≥ 1 de recurrencia después de una ICD primaria y que habían completado ≥ 1 ronda de antibióticos o habían ≥ 2 ICD graves concluyó que el medicamento mencionado era rentable en todos los análisis de sensibilidad en comparación con el tratamiento estándar para la prevención de la enfermedad recurrente. Además, otros estudios han demostrado que el tratamiento de la ICDr con este producto mejoró la calidad de vida de estas personas. Un análisis secundario de un estudio de fase 3 aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo que administró encuestas de calidad de vida a los participantes tratados con el producto en comparación con un placebo informó una mejora relevante en el dominio mental de éstos (23).

Conclusión

La revisión actual de la literatura concluyó que el tratamiento de la infección por Clostridioides difficile recurrente (ICDr) sigue siendo un desafío, no obstante, evidencia de alta calidad documenta que el TMF es un tratamiento eficaz para la ICDr. El efecto varía según el método de administración y el número de administraciones, siendo la administración por enema, en el tracto gastrointestinal inferior, la más eficaz.

Los probióticos no son una terapia estándar ni universalmente recomendada para la profilaxis ICDr, no obstante, sí pueden ser útiles en ciertos contextos clínicos específicos.

Los estudios e investigaciones respaldan la seguridad y eficacia de la terapia con REBYOTA ® en la prevención eficaz de la ICDr, así como menores efectos secundarios y mejora en la calidad de vida de estos pacientes.

La superioridad del TMF en el tratamiento de la ICD pone en evidencia el potencial de un mayor uso del TMF en entornos clínicos, sin embargo, es necesaria más investigación sobre la optimización de los protocolos de esta, de los nuevos fármacos, así como explorar su seguridad y eficacia a largo plazo en investigaciones más grandes.

Referencias

1. Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ. Diarrea asociada a antibióticos e infección por Clostridioides difficile. En: Enfermedades gastrointestinales y hepáticas de Sleisenger y Fordtran: fisiopatología, diagnóstico y tratamiento. 11ª ed. Elsevier; 2021. p. 10716-10717. Edición Kindle.
2. Kim J, Kim JS, Kim SH, Yoo S, Lee JK, Kim K. Predicción basada en el aprendizaje profundo de la infección por Clostridioides difficile causada por antibióticos mediante historias clínicas electrónicas longitudinales. NPJ Digit Med. 2024;7(1):215. doi: 10.1038/s41746-024-01215-4
3. Wang X, Wang WY, Yu XL, Chen JW, Yang JS, Wang MK. Revisión exhaustiva de la infección por Clostridium difficile: epidemiología, diagnóstico, prevención y tratamiento. World J Gastrointest Pathophysiol. 2025;16(1):1-16. doi:10.4292/wjgpt.v16.i1.100560
4. Yakout A, Bi Y, Harris DM. Clostridioides difficile: una revisión concisa de las mejores prácticas y actualizaciones. J Clin Med Res. 2024;16:21501319241249645. doi:10.1177/21501319241249645
5. Singh C, Singh A, Singh D, Upadhyay R. Posible solución terapéutica para la infección por Clostridioides difficile: escenario actual y perspectivas futuras. Med Microbiol Immunol. 2025;259:100121. doi:10.1016/j.medmic.2025.100121
6. Normington C, Chilton CH, Buckley AM. Infecciones por Clostridioides difficile: nuevos tratamientos y perspectivas de futuro. Curr Opin Gastroenterol. 2024;40(1):1-8. doi:10.1097/MOG.00000000000000989
7. Mada PK, Alam MU. Infección por Clostridioides difficile. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2024. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK431054/
8. Morado F, Nanda N. Revisión de las terapias para la infección por Clostridioides difficile. Antibiotics (Basel). 2024;14(1):17. doi:10.3390/antibiotics14010017
9. Wang N, Jiang K, Huang J, Hou M, Wang L, Wang W, Yulian C. Características clínicas y factores de riesgo de la infección por Clostridioides difficile en niños con diarrea. Front Pediatr. 2025;13:1430803. doi:10.3389/fped.2025.1430803
10. Cymbal M, Chatterjee A, Baggott B, Auron M. Manejo de la infección por Clostridioides difficile: diagnóstico, tratamiento y perspectivas futuras. Am J Med. 2024;137(7):693–701. doi:10.1016/j.amjmed.2024.03.024
11. Darkow A, Boreyko J, Patel M. Infección por Clostridioides difficile: una revisión de las prácticas emergentes para el tratamiento de infecciones y la prevención de la recurrencia. J Transl Gastroenterol. 2024;7(1):e202400022. doi:10.14218/JTG.2024.00022
12. Sandhu A, Chopra T. Trasplante de microbiota fecal para Clostridioides difficile recurrente: seguridad y dificultades. Ther Adv Infect Dis. 2021;8:17562848211053105. doi:10.1177/17562848211053105
13. Hota SS, Poutanen SM. Terapias basadas en el microbioma para la infección por Clostridioides difficile: ¿soluciones útiles o cócteles poco claros? Lancet Infect Dis. 2024;24(5):e178–e186. doi:10.1016/S1473-3099(23)00484-X
14. Rätsep M, Kõljalg S, Sepp E, Smidt I, Truusalu K, Songisepp E, et al. Una combinación del producto probiótico y prebiótico puede prevenir la germinación de esporas de Clostridium difficile y la infección. Anaerobe. 2017;47:94–103. doi:10.1016/j.anaerobe.2017.03.019
15. van Prehn J, Reigadas E, Vogelzang EH, Bouza E, Hristea A, Guery B, et al. Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas: actualización de 2021 del documento de orientación para el tratamiento de la infección por Clostridioides difficile en adultos. Clin Microbiol Infect. 2021;27(1):S1–S21. Disponible en: https://www.clinicalmicrobiologyandinfection.com/article/S1198-743X%2821%2900568-1/fulltext
16. Bednárik DS, Földvári-Nagy KC, Simond V, Ranczun A, Gedeu N, Veresa DS, et al. Efectividad comparativa de diferentes terapias para la infección por Clostridioides difficile en adultos: una revisión sistemática y metanálisis en red de ensayos controlados aleatorios. Lancet Reg Health Eur. 2024;40:100620. Disponible en: https://www.thelancet.com/journals/lanepe/article/PIIS2666-7762%2824%2900320-X/fulltext
17. Bugos C. La FDA aprueba la primera terapia de trasplante fecal. Verywell Health [Internet]. 2022 [citado 2025 abr 23]. Disponible en: https://www.verywellhealth.com/fda-approved-fecal-transplant-6891026
18. Lin Z, Iqbal Z, Ortiz JF, Khan SA, Jahan N. Trasplante de microbiota fecal en la infección recurrente por Clostridium difficile: ¿es superior a otros métodos convencionales? Cureus. 2020;12(8):e9653. doi:10.7759/cureus.9653
19. Baunwall SMD, Lee MM, Eriksen MK, Mullish BH, Marchesi JR, Dahlerup JF, et al. Trasplante de microbiota fecal para la infección recurrente por Clostridioides difficile: revisión sistemática actualizada y metanálisis. EClinicalMedicine. 2020;29–30:100642. doi:10.1016/j.eclinm.2020.100642
20. Nooij S, Vendrik KEW, Zwittink RD, Ducarmon QR, Keller JJ, Kuijper EJ, et al. Efecto beneficioso a largo plazo del trasplante de microbiota fecal sobre la colonización de bacterias multirresistentes y la abundancia de resistoma en pacientes con infección recurrente por Clostridioides difficile. Genome Med. 2024;16:36. doi:10.1186/s13073-024-01306-7
21. Baunwall SMD, Andreasen SE, Hansen MM, Kelsen J, Høyer KL, Rågård N, et al. Trasplante de microbiota fecal para la primera o segunda infección por Clostridioides difficile (EarlyFMT): un ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo. Lancet Gastroenterol Hepatol. 2022;7(12):1083–1093. Disponible en: https://www.thelancet.com/journals/langas/article/PIIS2468-1253(22)00276-X/abstract
22. Ashraf MF, Tageldin O, Nassar Y, Batool A. Trasplante de microbiota fecal en pacientes con infección recurrente por Clostridium difficile: una revisión retrospectiva de cuatro años en un solo centro. Gastroenterol Res. 2021;14(5):336–341. doi:10.14740/gr1436
23. Doosetty S, Umeh C, Eastwood W, Samreen I, Penchala A, Kaur H. Eficacia de la microbiota fecal (REBYOTA) en infecciones recurrentes por Clostridium difficile: revisión sistemática y metanálisis. Cureus. 2024;16(5):e58862. doi:10.7759/cureus.58862
24. Blair HA. RBX2660 (REBYOTA®) en la prevención de la recurrencia de la infección por Clostridioides difficile: un perfil de su uso en los EE. UU. Drugs Ther Perspect. 2023;39(12):567–574. doi:10.1007/s40267-023-01023-y
25. Boyle BL, Khanna S. Microbiota fecal viva – jslm (Rebyota™/RBL) para el tratamiento de la infección recurrente por Clostridioides difficile. Expert Rev Clin Immunol. 2024;20(1):1–7. doi:10.1080/17460913.2024.2364583
26. Manzana WL, Yoho DS, Sheh A, Thuly J, Feuerstadt P. Análisis retrospectivo de subgrupos de microbiota fecal viva (REBYOTA®) administrada por colonoscopia bajo discreción para la prevención de la infección recurrente por Clostridioides difficile. Ther Adv Infect Dis. 2024;11:17562848241239547. doi:10.1177/17562848241239547

Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.