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Trastorno dismórfico corporal en Cirugía Plástica. Revisión de la literatura

durante los últimos años de la adolescencia, es una enfermedad progresiva, la incidencia parece ser igual para ambos sexos.

Etiología

La etiología de trastorno dismórfico corporal (TDC) es multifactorial (factores biológicos, psicosociales y socioculturales), se ha determinado en estudios neurofisiológicos e imágenes cerebrales, que puede ser a ocasionado por un deterioro en los circuitos fronto-estratiales y temporo-parieto-occipitales, donde se procesan las imágenes faciales e información emocional.

Se ha establecido una relación estrecha con el trastorno obsesivo compulsivo, e incluso el origen genético de este, dado a que los pacientes están “obsesionados” con su apariencia, se han sugerido mecanismos neuro fisiopatológicos comunes: la respuesta preferencial del trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y el trastorno dismórfico corporal a la recaptación de serotonina, esto implica la existencia de una disfunción en la serotonina en ambos trastornos. Las similitudes clínicas y neurobiológicas entre el trastorno dismórfico corporal (TDC) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) ponen en tela de juicio si se trata de dos trastornos diferentes o de una misma enfermedad.(8). Ciertos factores psicológicos juegan un papel importante en esta patología, estas incluyen que el paciente haya sufrido burlas en alguna etapa de su vida por ejemplo durante la formación académica, aunado a la difusión de los medios de comunicación escritos que realzan la perfección corporal, al igual que la percepción psicosocial de un estándar de la belleza.

Diagnostico

Los cirujanos plásticos han tenido la dificultad de operar a pacientes que padecen trastornos psiquiátricos, se han advertido a la negativa de realizar procedimientos quirúrgicos en las personas que poseen una desfiguración imaginaria. El cirujano plástico debe estar consciente y saber identificar a un paciente con trastorno dismórfico corporal (TDC) o la posibilidad de la presencia de este, y así remitir al paciente a un profesional en salud mental.

Los pacientes con trastorno dismórfico corporal (TDC) son extremadamente despectivos con respecto a su apariencia física, excediendo los limites de una evaluación objetiva, la obsesión por la apariencia física conduce a que el paciente se aísle de la sociedad, y que pase la mayor parte del tiempo con dicha preocupación, lo que de manera eventual va a causar interferencia con su vida profesional y personal.

Existen ciertos rasgos de personalidad en este tipo de pacientes, y estos pueden variar de un individuo a otro, se mencionan: la inseguridad emocional, sensibilidad, introversión, timidez, inhibición, necesidad imperiosa de recibir la aprobación de los demás, especial sensibilidad al rechazo y a la crítica, vulnerabilidad, excesiva autoconsciencia, obsesividad, ansiedad, narcisismo, hipocondría, neuroticismo, perfeccionismo, autoestima, autoimagen y auto concepto pobre, dificultad para las relaciones interpersonales, déficit en habilidades sociales y asertividad, rasgos de personalidad por evitación, personalidad dependiente, personalidad obsesivo compulsiva (Cluster C), rasgos de personalidad limítrofe e histriónica (Cluster B).

Las zonas del cuerpo que con mayor frecuencia se reportan como causa de preocupación en el paciente con trastorno dismórfico corporal (TDC) incluyen: la piel (73%), cabello (56%), peso (55%), nariz (37%), dedos del pie (36%) abdomen (22%), senos (21%), ojos (20%), muslos (20%), dientes (20%), piernas (18%), rasgos faciales en general (14%), tamaño y forma de la cara (12%), labios (12%), glúteos (12%),barbilla (11%), orejas (9%), cintura (9%), genitales (8%), frente (6%), pies (6%), manos(6%), la mayoría de las personas con trastorno dismórfico corporal (TDC) tienen más de un área corporal motivo de preocupación.

Las personas con trastornos alimenticios o con obesidad, muestran similitudes con aquellos que padecen trastorno dismórfico corporal como la preocupación frecuente por el peso corporal, otros síntomas pueden incluir repulsión a los espejos o superficies reflejantes.

Datos que deben alarmar al cirujano son cuando el mínimo defecto, una variación de talla o forma, o una mínima cicatriz parecen catastróficas para el paciente. La dificultad surge al evaluar el grado de discapacidad presentada en aquellos que presentan un trastorno menor y en la detección del más mínimo síntoma, los cuales pueden hacerse evidentes después de una cirugía cosmética.

Aproximadamente 6 al 15% de los pacientes que se presentan con el cirujano plástico en busca de una cirugía cosmética, pueden padecer trastorno dismórfico corporal, La adicción que presentan ciertos pacientes a la cirugía estética es un signo de alarma; se ha determinado que los hombres que se han sometido a una rinoplastia son tres veces más susceptibles que las mujeres a estar inconformes con los resultados del procedimiento quirúrgico. (6)

Hay que tomar en cuenta que lo fundamental en el paciente es la aprobación social, lo que él espera, es mejorar sus relaciones personales, aumentar el número de seguidores en redes sociales o incluso tener un mayor éxito en el empleo, un paciente que no se encuentra satisfecho puede considerar que una cirugía fallida es causal de que no se cumplan las expectativas planeadas al pensar realizarse un procedimiento estético, y la solución a su problema resulta en someterse a otro procedimiento quirúrgico estético. Algunos pacientes consideran a la cirugía estética como una panacea o un evento épico que cambiará sus vidas y es probable que se sienta decepcionado cuando los cambios físicos no conducen al resultado previsto. Posterior al un procedimiento quirúrgico el dolor, entumecimiento, problemas menores como retraso en la cicatrización, acentúa la ansiedad en los pacientes con trastorno dismórfico corporal (TDC) llegando a presentar sentimientos de ira, desesperanza y desesperación.

Tratamiento

La evaluación psicológica de los pacientes no es una práctica habitual en la consulta de cirugía plástica, sin embargo el cuestionar al paciente acerca de los motivos por el cual desea realizarse un procedimiento estético es de gran ayuda. La sospecha de trastorno dismórfico corporal (TDC) es indicativa del uso de cuestionarios dirigidos a la evaluación de este trastorno. Una vez que se ha identificado este padecimiento, es primordial evitar realizar el procedimiento quirúrgico y remitir a un profesional en salud mental, el tratamiento de elección es la terapia cognitivo conductual; los inhibidores de la recaptura de serotonina pueden servir de ayuda tanto para la patología como para los trastornos de ansiedad que acompañan a la mayoría de los pacientes.

Todos los cirujanos plásticos tienen o tendrán experiencias desafortunadas con algún paciente quien se sienta profundamente insatisfecho con los resultados del procedimiento aunque objetivamente este haya sido satisfactorio, esto en relación a que la mayoría de los pacientes no han sido diagnosticados de trastorno dismórfico corporal (TDC) antes de la cirugía.

Conclusiones

La literatura en cirugía plástica acerca de los cambios psicosociales ocurridos en pacientes que se someten a alguna cirugía estética