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Importancia de la valoración gerontológica para los profesionales de Enfermería

Importancia de la valoración gerontológica para los profesionales de Enfermería

Resumen:

La ancianidad es una etapa de nuestra vida en la que se producen multitud de cambios fisiológicos, psicológicos, físicos, mentales y sociales. La valoración enfermera durante este proceso tiene gran relevancia, siendo sus objetivos principales facilitar la identificación de los problemas de salud y su diagnóstico precoz, conocer la situación funcional de las personas mayores para permitirnos predecir su evolución en el transcurso del tiempo junto al establecimiento de planes de cuidados y terapéuticos. De este modo evitaremos la institucionalización innecesaria o precipitada y promoveremos la educación para la salud en el anciano y en su cuidador o cuidadores principales.

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

Laura Ortiz Vázquez. Graduada en Enfermería.

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Palabras clave: gerontología, ancianidad y valoración enfermera.

Introducción:

La valoración gerontológica o de la ancianidad, se trata de un proceso estructurado, global y multidisciplinar en el que los profesionales de Enfermería detectan, describen y analizan los diversos problemas físicos, psicológicos, funcionales, familiares, sociales y ambientales de una persona mayor o anciana, independientemente de cómo sea su situación, de normalidad o independencia.

A los profesionales de Enfermería, este tipo de evaluación nos aporta multitud de información referente al anciano de vital importancia, ayudándonos a predecir su evolución con el transcurso del tiempo, lo cual conllevará planes de cuidados específicos, concretos e individualizados a cada paciente.

Objetivos:

Con la realización del presente trabajo pretendemos dar a conocer la importancia de la valoración gerontológica para los profesionales de Enfermería. Para ello, hemos hecho una breve introducción sobre la ancianidad y en lo que consiste dicha valoración gerontológica que vamos a desarrollar más adelante. Por último, queremos destacar la importancia de una mayor atención de los profesionales sanitarios con el objetivo de ofrecer unos cuidados de calidad adaptados a las necesidades de la persona mayor.

Metodología:

Se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica exhaustiva en diversas bases de datos utilizando como palabras claves: gerontología, ancianidad y valoración enfermera. De este modo, hemos recopilado documentos con una antigüedad no superior a 10 años, descartando todo aquel material con poca evidencia científica y relevancia para nuestro trabajo.

Resultados:

Tras una búsqueda exhaustiva sobre la valoración gerontológica y todo lo relacionado con la misma, hemos podido comprobar la gran importancia que tiene para los profesionales de Enfermería debido a la gran cantidad de información que nos aporta acerca de la persona mayor. A continuación, haremos un breve resumen de las partes de la que consta dicha valoración, sin olvidar la importancia de valorar las dificultades del entorno y una valoración de la carga de los cuidadores principales de dichos pacientes.

Las partes en las que se dividen la valoración gerontológica son las siguientes:

  • Valoración física: consiste en recopilar datos (patrones funcionales, necesidades básicas y capacidad de autocuidados) de la persona mayor y posteriormente de sus cuidadores.
  • Valoración funcional: consiste en la medición estructurada de la capacidad funcional del anciano, relacionada con la capacidad de la persona mayor para poder realizar las actividades básicas de la vida diaria junto a su capacidad para poder relacionarse y participar en la vida social.

Para la valoración de las actividades básicas de la vida diaria, utilizaremos el índice de Barthel o de discapacidad de Maryland, el índice de Katz y la escala de incapacidad física de la Cruz Roja, mientras que para la valoración de las actividades instrumentales utilizaremos la escala de Lawton y Brody.

Por último, podremos utilizar una valoración mixta, llamada evaluación grafica del Geronte, que incluye aspectos de la valoración física, mental y funcional.

  • Valoración mental: el objetivo principal de esta valoración es detectar y cuantificar los trastornos cognitivos y afectivos de la persona mayor que pueden interferir en sus autocuidados y en su independencia. En la valoración cognitiva es fundamental detectar precozmente los síntomas demenciales o confusionales y en el área afectiva el diagnóstico temprano de los trastornos depresivos.

La valoración del estado mental comprende dos partes:

  • La parte no estructurada: alteraciones de la conducta, del pensamiento, de la percepción, del nivel de conciencia, de la memoria y de la orientación espacial, temporal y personal.
  • La parte estructurada se lleva a cabo mediante diferentes cuestionarios estandarizados como son el cuestionario abreviado del estado mental de Pfeiffer, la escala de incapacidad mental de la Cruz Roja, el mini-examen cognoscitivo de Folstein/Lobo y el test informador de Jorm y Korten que se encargan de evaluar el deterioro de las funciones cognitivas y del área afectiva.
  • Valoración social: los datos necesarios son aquellos que alertan del riesgo social de la persona mayor, entendiendo dicho riesgo como la necesidad de ayuda social por parte de las entidades privadas o públicas. La escala más utilizada es la OARS pero podemos utilizar una valoración no estructurada que recoja información sobre el cuidador, las relaciones familiares, el tipo de vivienda y sus características, pensión y ayudas sociales que recibe.

Otras herramientas de gran utilidad son:

  • Detección de situación de riesgo, mediante el cuestionario de Baber.
  • Medir el apoyo familiar mediante el test de Family Apgar.
  • Valorar la situación sociofamiliar mediante la Escala Gijón de Valoración Sociofamiliar.

Conclusiones:

La valoración enfermera es un proceso de gran importancia a cada momento y que ofrece multitud de datos relevantes e información acerca de los pacientes. En especial la valoración gerontológica, se trata de una herramienta imprescindible para los profesionales sanitarios debido al gran aporte de información referente al anciano que nos brinda, siéndonos de mucha utilidad a la hora de aplicar planes de cuidados individualizados con el fin de detectar problemas de salud de forma precoz y de este modo garantizar su calidad de vida.

Bibliografía:

  • Carretero Orcoyen, M. Castedo Martínez, O. Fuentes Rocañín, J.C. Leonsegui Guillot, R. A. et al. (2015). Enfermería geriátrica. Aspectos médico-legales. Ed. Díaz de Santos. Consultado: 25/09/2017.
  • Cortés, A. R., Villarreal, E., Galicia, L., Martínez, L., & Vargas, E. R. (2011). Evaluación geriátrica integral del adulto mayor. Revista médica de Chile, 139(6), 725-731. Consultado: 20/09/2017.