Abordaje diagnóstico y terapéutico de la Sepsis Neonatal. Una revisión bibliográfica
Autor principal: Maximiliano Peralta Irola
Vol. XIX; nº 9; 280
Diagnostic and therapeutic approach to Neonatal Sepsis. A bibliographic review
Fecha de recepción: 21/04/2024
Fecha de aceptación: 10/05/2024
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 9 Primera quincena de Mayo de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 9; 280
Autores:
Dr. Maximiliano Peralta Irola, investigador independiente, San José, Costa Rica 1 (principal)
Dra. María Sofía Alpízar Ramírez, investigadora independiente, San José, Costa Rica 2
Dr. Christopher Mairena, investigador independiente, San José, Costa Rica 3
Dra. Astrid Fiorella Martí Frech, investigadora independiente, San José, Costa Rica 4
Dra. Ana Elena Matamoros Rojas, investigadora independiente, San José, Costa Rica 5
1,2,3,4,5 Médico General, Facultad de Medicina, Universidad de Ciencias Médicas (UCIMED), San José, Costa Rica.
- ORCID: https://orcid.org/0009-0001-9882-5937
- ORCID: https://orcid.org/0009-0001-2832-7182
- ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1670-5561?lang=en
- ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1341-0872
- ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7815-629X
Resumen
La sepsis neonatal es una de las principales causas de morbimortalidad en neonatos a nivel mundial. Se define como una infección multisistémica, cuya etiología puede ser de origen bacteriana, viral, fúngica o incluso parasitaria. Los agentes etiológicos principales son S. agalactiae, E. coli y L. monocytogenes. Esta se clasifica según su tiempo de evolución, en sepsis de inicio temprano y sepsis de inicio tardío. La presentación clínica es inespecífica por lo que es de vital importancia identificar factores de riesgo tales como la prematuridad, la ruptura prematura de membranas y la fiebre materna. El diagnóstico de esta patología se basa en la sospecha clínica en conjunto con diferentes laboratorios. El tratamiento se divide en antibiótico y de soporte, y debe iniciarse tan pronto sea posible. Además, múltiples complicaciones posteriores han sido identificadas los individuos sobrevivientes tales como retraso en el desarrollo psicomotor y deterioro cognitivo. A pesar de los grandes esfuerzos realizados para disminuir el número de afectados, aún es una patología altamente prevalente. Esta investigación se basa en la revisión de literatura actualizada sobre lo expuesto previamente sobre la sepsis neonatal.
Palabras clave. Sepsis neonatal, neonatos, factores de riesgo, diagnóstico y antibióticos.
Abstract
Neonatal sepsis is one of the main causes of morbidity and mortality in neonates worldwide. It is defined as a multisystem infection, whose etiology can be of bacterial, viral, fungal or even parasitic origin. The main etiological agents are S. agalactiae, E. coli and L. monocytogenes. This is classified according to its time of evolution, into early-onset sepsis and late-onset sepsis. The clinical presentation is nonspecific, so it is vitally important to identify risk factors such as prematurity, premature rupture of membranes and maternal fever. The diagnosis of this pathology is based on clinical suspicion in conjunction with different laboratories. Treatment is divided into antibiotic and supportive, and should be started as soon as possible. Furthermore, multiple subsequent complications have been identified in surviving individuals such as delayed psychomotor development and cognitive impairment. Despite the great efforts made to reduce the number of people affected, it is still a highly prevalent pathology. This research is based on the review of updated literature on what was previously stated about neonatal sepsis.
Keywords. Neonatal sepsis, neonates, risk factors, diagnosis and antibiotics.
Declaración de buenas prácticas.
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de interés.
La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Abreviaturas.
SN: Sepsis Neonatal | UCI: Unidad de Cuidados Intensivos | RN: Recién Nacido | EOS: Sepsis de inicio temprano | LOS: Sepsis de inicio tardío | RPM: Ruptura Prematura de Membranas | EG: Edad Gestacional | SGB: Estreptococo beta hemolítico del grupo B (agalactiae) | CVC: catéter venoso central | TR: Tracto Respiratorio | TGI: Tracto Gastrointestinal | ITU: Infección del Tracto Urinario | IL: Interleucinas | IFN-y: Interferón gamma | FNT-a: Factor de Necrosis Tumoral alfa | CID: Coagulación Intravascular Diseminada | PMN: Polimorfonucleares
Introducción
La Sepsis Neonatal es una infección multisistémica, cuya etiología puede ser de origen bacteriana, viral, fúngica e incluso parasitaria. Por lo que su presencia puede ocasionar disfunción multiorgánica que cause repercusiones fatídicas en el neonato.1 Por sí sola representa un gran desafío para los servicios de neonatología, además de las UCI pediátricas debido a que puede manifestarse de distintas formas, a partir de los factores de riesgo que presente el neonato y su madre, el control prenatal que llevaron, la resistencia antibiótica y las epidemiología local en la cual se desenvuelven. Dentro del origen de la enfermedad, abarca múltiples infecciones sistémicas del RN, en las cuales se incluyen; meningitis, septicemia, osteomielitis, neumonía o artritis.2, 3
En consecuencia, es una de las principales causas de mortalidad neonatal a nivel mundial, afecta aproximadamente de 4 a 22 recién nacidos por cada 1000 nacimientos vivos alrededor del mundo, es una estadística muy importante para conocer, con el fin de magnificar la seriedad de esta enfermedad. Sin embargo, con el pasar del tiempo, en las últimas dos décadas, por medio de un adecuado control prenatal y demás intervenciones durante la gestación, se ha reducido el riesgo y la gravedad de manera significativa.4, 5
La sepsis neonatal, se divide según su tiempo de evolución, en sepsis de inicio temprano (EOS), y sepsis de inicio tardío (LOS), que dichas abreviaturas obedecen a sus siglas en inglés early-onset sepsis y late-onset sepsis respectivamente. Existe controversia en algunas literaturas sobre su división en relación al tiempo de aparición. Sin embargo, la mayoría coincide en que la sepsis neonatal de inicio temprano (EOS), abarca desde el nacimiento, hasta las primeras 72 horas y se da por medio de transmisión vertical y el crecimiento ascendente de los microorganismos ya sea por vía hematógena y/o placentaria. Por otro lado, la sepsis de inicio tardío (LOS) abarca desde las 72 horas hasta los 28 días que establecen el periodo neonatal, y se da principalmente por la exposición de microorganismos ambientales.6, 7
El objetivo de esta revisión bibliográfica, es que a partir de literatura actualizada poder comprender de mejor forma esta patología, desde el punto de vista fisiopatológico, etiológico, diagnóstico y terapéutico con el fin de tener un mejor dominio de este apartado y aplicarlo para el manejo de los pacientes y poder mejorar la sobrevida y colaborar con esta población en específico.
Metodología
Como parte de la metodología para esta revisión bibliográfica, cuyo carácter es de tipo descriptivo, se realizó una búsqueda en las siguientes bases de datos: Google Scholar, Elsevier, Pubmed, Creative Commons, UpToDate, Journal Scientific, Dove Press y Dynamed, bajo los siguientes términos de búsqueda: “Sepsis Neonatal”, “neonatal early-onset sepsis”, “neonatal late-onset sepsis” y “antibióticos en Sepsis neonatal”. En dicha se incluyeron artículos originales, revisiones de tema y guías de práctica clínica acerca de fisiopatología, etiología, diagnóstico y tratamiento. Los criterios de inclusión fueron publicaciones entre el periodo que abarca el 2019 al 2024, en idiomas inglés y español, en el cual se buscaron las fuentes más actualizadas, con máximo 5 años de antigüedad para una revisión más precisa y veraz. Y por ende, se excluyen las demás fuentes que no se encontrarán en el período establecido. En total, se revisaron 20 publicaciones con los criterios mencionados para cumplir los objetivos de la revisión bibliográfica.
Fisiopatología
El sistema inmunitario innato tiene varios componentes importantes, como lo son; el epitelio, citocinas, células inflamatorias, células dendríticas y el sistema del complemento. Además de la piel y membranas epiteliales que recubren la mucosa del TR y TGI, proporcionan una barrera física que protege al neonato del ingreso de patógenos. En el contexto de sepsis, se ve comprometida esta barrera, por lo que las células centinelas inmunitarias inician una respuesta inmunitaria, por medio de la activación de receptores tipo Toll. Esto conlleva a una elevación de citocinas proinflamatorias (IL, IFN-y FNT-a), que activan el complemento y las cascadas de coagulación, generando microtrombos. En consecuencia, se da una fase de inmunosupresión, que incluye anergia, linfopenia e infecciones secundarias. 8
Cabe destacar, la importancia del neutrófilo en el neonato, debido a presentan déficits cuantitativos y cualitativos en comparación en el adulto, que le dan un papel protagónico en la defensa innata temprana contra la invasión bacteriana. Ya que en estadios avanzados de sepsis neonatal grave, la neutropenia, disminución de la diapédesis y apoptosis tardía, son tres aspectos fundamentales de la función del PMN en estos casos.8
El neonato, tiene la particularidad de tener bajos niveles del complemento en comparación con el adulto, lo que ocasiona una disminución del reclutamiento celular, fagocitosis y lisis tumoral. Por ende, con el progreso de la enfermedad, existe un desajuste entre el suministro de oxígeno y la demanda de los tejidos favoreciendo la isquemia tisular e hipoxia citopática. Lo que tiene como desenlace, la disfunción orgánica múltiple que se asocia a CID (micro trombosis y hemorragia) y un alto riesgo de muerte.8, 9
Epidemiología.
La sepsis neonatal, es una condición crítica en los recién nacidos, presenta una incidencia que muestra una clara relación inversamente proporcional con la Edad Gestacional (EG). A nivel internacional, se observa que la incidencia varía significativamente según la EG del neonato. Por ejemplo, la incidencia es de 0,5 por cada 1.000 nacidos vivos con EG mayor o igual a 37 semanas, aumenta a 6 por cada 1.000 en menores de 34 semanas y alcanza 2 por cada 100 en aquellos con menos de 29 semanas de EG.10
La epidemiología general de la sepsis, destaca una tendencia preocupante de aumento en la incidencia de sepsis en diversas poblaciones. A lo largo de las últimas tres décadas, diversos estudios han informado un incremento sostenido en la incidencia de sepsis, evidenciando un panorama alarmante. Datos de estudios en los Estados Unidos, como el realizado por Angus y colaboradores, indican un aumento anual en la incidencia de sepsis, con proyecciones que sugieren un incremento constante en los casos, como en datos específicos de hospitales, subrayando la magnitud del problema.11
En términos de consecuencias y cargas asociadas a la sepsis, el mismo estudio señala que la sepsis no solo conlleva un riesgo sustancial de mortalidad durante la hospitalización, sino que también contribuye significativamente a estadías hospitalarias prolongadas y altas tasas de readmisión. Además, la carga económica relacionada con la sepsis es considerable, representando una carga financiera significativa para los sistemas de salud, con costos que van más allá de la hospitalización inicial y se extienden a la atención post alta, lo que contribuye a la complejidad del problema.11
Agentes causales
Los microorganismos involucrados en la sepsis neonatal, van a cambiar según el país y la epidemiología local, sin embargo, los principales van a ser bacterias gram positivos y gram negativos, además de algunos virus, hongos o parásitos en menor frecuencia. Las bacterias más frecuentes son: S. agalactiae (SGB) y E. coli, ampliamente descritas en EOS y LOS, y representando en promedio dos tercios de las infecciones de inicio temprano. Por otro lado, existen agentes como L. monocytogenes, causa bien establecida de EOS, sin embargo, sólo explica casos esporádicos de SN y se observa en mayor proporción en cuadros de listeriosis. Y existen otras causas relevantes principalmente de LOS, en las que se han documentado agentes como: S. aureus (donde se incluye el meticilino resistente adquirido en la comunidad), S. pneumoniae, K. pneumoniae, P. aeruginosa y Salmonella typhi. Dentro del grupo de los virus se han reportado: Echovirus, Enterovirus, Adenovirus, Coxsackie, Rhinovirus, Parainfluenza, Virus Respiratorio Sincitial y Coronavirus. Por otro lado, también se han asociado fungemias por Candida albicans y otras especies de cándida.12,13,14
Factores de riesgo
Los principales factores de riesgo pueden ser de origen tanto materno como fetal y traducen el tipo de sepsis que va manifestarse, además que pueden relacionarse tanto con EOS como con LOS. Dichos datos se anotan en la Tabla 1, y es importante destacar, que en EOS, los principales factores de riesgo son: prematuridad, colonización por SGB, evidencia de infección intraamniótica y en su defecto la incorrecta administración del antibiótico en el parto. Por el contrario, en LOS, los FR principales son la prematuridad, bajo peso al nacer y las múltiples intervenciones que se le realicen al neonato, por ejemplo utilización prolongada de un CVC o ventilación mecánica.4, 7,15,16
Clasificación
Se puede dividir en 2 grupos, que varían según el tiempo de evolución. La primera, es la sepsis de inicio temprano (EOS), cuyo periodo es entre el nacimiento y las 72 horas, y por lo general está asociada a factores gestacionales y/o periparto. Su mecanismo se da por transmisión vertical (vía ascendente), principalmente por gérmenes que colonizan el área genital y perianal de la madre, y tienen contacto con el bebé cuando salen por el canal de parto. La mayoría de los casos se presentan durante las primeras 24 horas de vida (85%).17
Por otro lado, tenemos la sepsis de inicio tardío (LOS), que aparece entre las 72 horas y los 28 días, asociado principalmente por contacto con el personal hospitalario, familiares o equipo médico contaminado. La infección del torrente sanguíneo asociada a una vía central es una causa común de aparición tardía, además de prolongadas estadías en la UCI neonatal. Y los gérmenes al igual que en EOS, suelen ser bacterias, en LOS también se portan cuadros virales o fúngicos 4,15,16
Manifestaciones clínicas
La sepsis neonatal puede presentarse de diversas formas con signos clínicos inespecíficos, tales como; dificultad respiratoria, debido a que el desarrollo y crecimiento de los pulmones está incompleto y este evoluciona durante las 24 horas después del nacimiento, además de otros síntomas tales como taquipnea, taquicardia o bradicardia, contracción de los músculos accesorios y alteración en la alimentación del neonato. 4, 8, 18 De acuerdo con cierta literatura, el cuadro clínico se clasifica en manifestaciones clínicas de sepsis de inicio temprano (EOS) y tardío (LOS). 8, 12
En la sepsis neonatal temprana se produce una historia de distrés fetal incluyendo taquicardia fetal durante el período de periparto, con una alta sospecha de dicho cuadro con antecedentes perinatales tales como bajos puntajes de Apgar y mecanización.12 Otras manifestaciones clínicas a mencionar son la alteración del comportamiento, respuesta o tono muscular, signos de encefalopatía, intolerancia o alteración de la alimentación, llenado capilar lento, hipotermia en neonatos pretérmino y fiebre en neonatos de término.8, 12
Por otro lado, el cuadro de sepsis neonatal tardía suele ser de inicio súbito y de igual manera con manifestaciones inespecíficas, sin embargo, con la presentación de más alteraciones neurológicas, tales como letargia, convulsiones, hipotonía, fontanela tensa y anormalidad de los reflejos primitivos.8, 12 Otras manifestaciones sistémicas a mencionar incluyen la intolerancia a la alimentación, inestabilidad térmica, llenado capilar lento, hiperglicemia, cianosis y la acidosis láctica.4, 7, 8, 12 Además, cabe mencionar los síntomas gastrointestinales como ictericia, hepatoesplenomegalia, distensión abdominal, vómitos y diarrea y las manifestaciones en piel como esclerema, piel marmórea, abscesos, impétigo, celulitis, petequias y pústulas.7, 10, 12
Diagnóstico
Debido a que el cuadro de sepsis neonatal se presenta con una serie de manifestaciones clínicas inespecíficas, es importante reconocer los factores de riesgo para esta patología y de esta manera obtener una serie de estudios tales como un hemograma completo, diferencial con frotis, hemocultivos y una punción lumbar principalmente y ante la sospecha de sepsis neonatal tardía se debe incluir un urocultivo.4, 7, 8, 12 Basándose en cierta literatura, algunos autores mencionan que el diagnóstico de sepsis neonatal se confirma con el crecimiento de microorganismos patógenos en fluidos corporales tales como sangre, orina, líquido cefalorraquídeo y de líquido peritoneal con su debida toma de muestras estériles, siendo el hemocultivo y el cultivo de líquido cefalorraquídeo considerados el gold standard de dicho diagnóstico.7, 8, 18 Sin embargo, cabe recalcar que las pruebas negativas no deben de descartar el diagnóstico de sepsis debido a que los cultivos pueden presentar una baja tasa de positividad a causa del uso de antibióticos en las madres durante el periparto entre otros factores.8
El hemocultivo es el gold standard confirmatorio de sepsis y dicha prueba requiere un valor mínimo de muestra de 0.5-1 ml de sangre tomado de dos sitios anatómicos distintos y un tiempo estimado para obtener un resultado positivo de entre 24-72 horas.7, 8, 12 La tasa de positividad de esta muestra puede variar de acuerdo con la cantidad de la muestra, uso de antibiótico de la madre, bacteriemia reciente, poca cantidad de bacteria en la sangre y aplicación de antibiótico previo a la toma de la muestra.7 Por otro lado, el estudio de líquido cefalorraquídeo no se considera una prueba de rutina de acuerdo a cierta literatura, sin embargo, de manera consensual se concluye que este estudio debe realizarse en pacientes con sospecha clínica de meningitis y con hemocultivos positivos.7, 8
El hemograma es una de las muestras tomadas en búsqueda de un recuento leucocitario, conteo de neutrófilos absolutos e inmaduros y el índice de inmaduros totales (I/T). A pesar de que este estudio presenta una baja sensibilidad de un 29% aproximadamente, tiene una alta especificidad (91%) para el diagnóstico de sepsis. Los principales hallazgos son: leucocitosis (recuento de glóbulos blancos superior a 21.000 células/mm3) o leucopenia (recuento inferior a 5.000 células/mm3), índice I/T ≥ 0.2, neutropenia y trombocitopenia (recuento de plaquetas inferior a 150.000/mm3).7, 8, 12 Adicionalmente, existen algunos hallazgos degenerativos de los PMN que sugieren infección, dichos son las granulaciones tóxicas en los neutrófilos y cuerpos de Döhle.7,19
La toma de muestra para el urocultivo puede ser tomada por tres métodos a mencionar tales como la punción suprapúbica, por catéter uretral y por bolsa colectora estéril, siendo la muestra principal la punción suprapúbica debido a que presenta una menor probabilidad y riesgo de contaminación. Por otro lado, en concordancia con cierta literatura, la muestra tomada en bolsa colectora estéril es omitida o no recomendada debido a que esta presenta una probabilidad de un 46% de contaminación en comparación a las otras muestras mencionadas.7, 8 La infección del tracto urinario (ITU) se asocia a una sospecha de sepsis neonatal tardía dado que la cantidad de orina en los primeros días del neonato es limitada y la positividad a la muestra es baja principalmente en las primeras 72 horas del recién nacido.7, 8, 12 El diagnóstico de ITU se realiza mediante el crecimiento de un patógeno con cualquier número de unidades formadoras de colonias en la muestra tomada por una punción suprapúbica, por otro lado, en una muestra tomada por catéter uretral se requieren ≥10,000 UFC/ml con un resultado de piuria un análisis de orina, es decir, con más de 5 leucocitos en campo de gran aumento.8
Por otro lado, algunos cultivos adicionales a mencionar son el cultivo de aspirado traqueal y los cultivos de hisopados superficiales de sitios tales como oídos, nasofaringe, recto, axila, cordón umbilical, entre otros sitios superficiales que varían de acuerdo a la literatura, sin embargo, estas muestran solo brindan información de organismos colonizadores en el paciente y no son indicadores de inicio de antibioticoterapia.7, 12 El cultivo de aspirado traqueal se toma en pacientes con diagnóstico de sepsis que han requerido ventilación mecánica, principalmente en casos de neumonía o en pacientes con secreciones de características o cantidad de secreción variable, no obstante, el valor diagnóstico de esta prueba es mínimo.7
Adicionalmente, para el diagnóstico de sepsis nos podemos apoyar de los biomarcadores tales como los reactantes de fase aguda como la PCR y procalcitonina, interleucinas (IL-1, IL-6, IL-8, IL-10) y TNF- y presepsina por mencionar algunos. Cada biomarcador presenta su respectivo punto de corte, especificidad y sensibilidad que varían de acuerdo a la literatura. La toma de muestras de PCR seriados junto con otros biomarcadores como IL-6 y IL-8 en combinación demuestran mayor valor diagnóstico. 1, 7, 8, 12, 18 Sin embargo, la procalcitonina (PCT) es el biomarcador más confiable para apoyar el diagnóstico de sepsis neonatal con un punto de corte de 2.4 ng/ml, incluso en comparación con la PCR de alta sensibilidad y PCR cualitativa.13 Técnicas diagnósticas más recientes incluyen la espectrometría de masas MALDI-TOF, que corresponde a matrix-assisted laser desorption ionization time-of-flight por sus siglas en inglés, y PCR cuantitativa en tiempo real (qPCR) debido a su corta duración para presentar un resultado positivo ante la presencia de un patógeno. 1, 7, 12
Abordaje Terapéutico
El abordaje de la sepsis neonatal está compuesto por el tratamiento antibiótico y medidas de soporte. A su vez, el antibiótico se divide en empírico y definitivo según se conozca o no el patógeno causante.7 Es importante tomar en cuenta el inicio de los síntomas y el probable origen de la infección. además de basarse en epidemiología local y sensibilidad antimicrobiana, a la hora de elegir el tratamiento.4,7 Cabe destacar, que se debe iniciar el tratamiento antibiótico dentro de la primera hora de sospecha diagnóstica y posterior a la toma de los cultivos, sin embargo esto no debe retrasarse.7, 8 Además, debe dirigirse el tratamiento una vez se identifique al germen y sensibilidad antimicrobiana del mismo.8, 20
En el tratamiento antibiótico empírico de sepsis de inicio temprano, se debe incluir ampicilina y gentamicina, esta combinación es efectiva contra SGB, la mayoría de estreptococos, enterococos y L.monocytogenes.4,7,8,10 El uso de cefalosporinas y vancomicina, en este caso, se ha asociado a enterococos resistentes a vancomicina y bacterias gram negativas productoras de beta lactamasas.7 Además, se ha asociado el cefotaxime a infecciones por Candida spp.7,8 Sin embargo, en el caso de que se sospeche de meningitis por bacterias gram negativas, debería añadirse una cefalosporina de tercera o cuarta generación debido a su adecuada penetración en LCR.4, 7, 8
En sepsis de inicio tardío, el tratamiento se basa en vancomicina junto a un aminoglucósido como gentamicina o amikacina.7,8 Si se trata de LOS adquirida en la comunidad se puede utilizar la misma combinación que para EOS.8 En caso de meningitis, si no hay frotis disponible, se puede utilizar la triada farmacológica de penicilina/ampicilina, cefotaxime y un aminoglucósido, que posteriormente según evolución y resultado de cultivo del LCR, se hará el respectivo ajuste. Si se cuenta con frotis de LCR, y la bacteria es gram positiva se puede utilizar penicilina/ampicilina junto a cefotaxime. Por el contrario, si es gram negativa, se utiliza un aminoglucósido junto con cefotaxime. En el caso de que se sospeche infección por S. aureus, se debe iniciar con vancomicina junto a un aminoglucósido, el uso de este último no debe extenderse por más de 72 horas por el riesgo nefrotoxicidad.8
Si se llegase a documentar resistencia antimicrobiana o uso previo de cefalosporinas, se debe considerar el uso de otros antibióticos como carbapenémicos y piperacilina-tazobactam o ampicilina-sulbactam.7, 8 Por otra parte, si se sospecha de infección fúngica, el tratamiento debe iniciarse tan pronto sea posible, sin esperar el resultado de los cultivos ya que pueden demorar, con anfotericina B desoxicolato por aproximadamente 4 semanas y se debe retirar, si aplica, el foco de contaminación como lo podría ser un catéter.4, 7
La duración del tratamiento varía entre la literatura ya que depende del sitio de infección, la respuesta clínica del paciente y los distintos protocolos hospitalarios existentes. Por lo general, el tratamiento debe prolongarse entre 7 a 10 días desde el momento del diagnóstico si se considera una bacteriemia sin foco infeccioso. En caso de que sea causada por bacterias gram negativas o sea meningitis por SGB no complicada, se recomienda de 10-14 días de tratamiento. Por otra parte, si se trata de una meningitis por gram negativos, deben darse 21 días de tratamiento o extenderse 2 semanas más desde el primer cultivo negativo.7 Si se documenta osteomielitis, endocarditis o abscesos profundos, el tratamiento debe brindarse por 4 a 6 semanas.8 Una mejora en la clínica y normalización en valores de laboratorio en las primeras 48-72 horas indican adecuada respuesta al tratamiento.7, 8 No obstante, si no hay mejoría clínica y los cultivos son negativos, se deben considerar otras etiologías como la viral u otros diagnósticos diferenciales.10
Con respecto a las medidas de soporte, el fin de estas es mantener la estabilidad fisiológica durante la terapia y recuperación.20 Acciones como mantener una adecuada temperatura corporal, dar asistencia respiratoria en caso de ser necesario, brindar una vía de alimentación óptima según la condición del paciente y monitorización continua de signos vitales son básicas para una pronta recuperación.8 Promover la alimentación con leche materna, si las condiciones lo permiten, juega un papel importante en restaurar la microbiota post antibiótico y podría ayudar a disminuir el crecimiento de bacterias patógenas.20 Es una intervención crucial tanto para el soporte nutricional y recuperación del neonato como para minimizar los efectos de la terapia antibiótica.20 El objetivo, en conjunto con el tratamiento farmacológico, es evitar complicaciones posteriores a largo plazo en neurodesarrollo, crecimiento, enfermedades metabólicas y disminuir la tasa de mortalidad.8,20
Pronóstico
La mortalidad en recién nacidos puede aumentar significativamente en casos de sepsis neonatal. Para la sepsis de inicio temprano (EOS), la tasa global de mortalidad varía entre el 3% y el 40%, mientras que en la sepsis de inicio tardío (LOS), la mortalidad está directamente relacionada con la fuente de la infección. En particular, las infecciones causadas por Candida o bacterias bacilos gram negativas pueden tener tasas de mortalidad que oscilan entre el 32% y el 36%. Además, los recién nacidos con peso muy bajo al nacer enfrentan un riesgo significativamente mayor de complicaciones en su desarrollo neurológico.4
Conclusiones
La sepsis neonatal representa una seria amenaza para la morbimortalidad de los recién nacidos a nivel mundial. Esta infección multisistémica puede tener un origen variado, incluyendo bacteriano, viral, fúngico o parasitario, siendo S. agalactiae, E. coli y L. monocytogenes los principales agentes etiológicos. Clasificada en sepsis de inicio temprano y sepsis de inicio tardío, su presentación clínica inespecífica subraya la importancia de identificar factores de riesgo como la prematuridad, la ruptura prematura de membranas y la fiebre materna.
El diagnóstico, basado en la sospecha clínica y diversos estudios, incluye hemocultivos, análisis de líquido cefalorraquídeo y biomarcadores como la procalcitonina. El tratamiento, dividido en empírico y definitivo, requiere una acción rápida con antibióticos como ampicilina y gentamicina para sepsis temprana, y vancomicina con aminoglucósidos para sepsis tardía. Las medidas de soporte son esenciales para mantener la estabilidad fisiológica durante la terapia y recuperación.
Aunque los esfuerzos han reducido la incidencia, la sepsis neonatal sigue siendo una patología prevalente con consecuencias a largo plazo, como el retraso en el desarrollo psicomotor y el deterioro cognitivo en los sobrevivientes. El pronóstico varía, pero la mortalidad puede ser significativa, especialmente en casos de sepsis de inicio tardío con fuentes infecciosas específicas. Un enfoque integral que incluya la identificación temprana, diagnóstico preciso y tratamiento oportuno es esencial para mejorar los resultados y la calidad de vida de los neonatos afectados por esta grave condición.
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